jueves, 2 de abril de 2015

MÁS ALLÁ DEL FINAL. ESPÉRAME VACACIONES PARTE DOS.


ESPÉRAME…..MÁS ALLÁ DEL FINAL. VACACIONES.

SEGUNDA PARTE.




Uruguay, Maldonado, 06 de enero de 2020.




….! Papi, mira!
… Muy bien José Thomas. Mira al frente que te vas a caer.
…Dios cielito, yo no puedo ver cómo se mata nuestro hijo sobre esa máquina.
… Amor, es una bicicleta.
… ¡Papi, llévanos!  Lo prometiste.
…! Huy Dios, lo que faltaba!, las señoritas. Tú y tus promesas Pedro.
… A ver princesas, vamos a ir detrás de José, pero primero llevo a una y luego a la otra, sino papá se pone nervioso.
…. ¡NO!,  a las dos juntas, lo prometiste, luego a papá.
… Bárbara, no me hagas enojar porque se van con mami a jugar con las muñecas.
….! Ufa!
… Preciosa, deja a papi que lleve a pasear a Francesca y te quedas con papá, ven acá mi niña bonita.
…. No te quiero más papi, me quedo con papá.
… Bueno Barby, déjame con Francesca que luego arreglaremos lo nuestro. Chao amor.
…. Vamos Julio Renzo, Guillermito, José, todos juntos con papi hasta el mar.
… ¡Hay Dios mío, hoy me quedo viudo y sin hijos ni ahijados ni nieto! Beto, Fabián, vayan con ellos por favor.
.. No hinches pa, que van Pablito y Gabriela.




___ Pasaron el día enseñándoles a andar en bicicleta y paseando a las niñas hasta que al fin se durmieron.


… Amorcito, vamos es ahora o nunca, está pasando el día y no he recibido mi regalo.
… Ya vamos amor, ve por el bolso que dejo instrucciones a Beto y a  Fabi, a Romina, anda.

… Beto, Fabi, Gaby, Romina, miren estaremos acá, Guiie no lo sabe, por favor no pierdan de vista a las niñas, y si quieren andar en bici, las llevan ustedes o Pablito.
… Tranquilo hermano, que yo me encargo de cuidar a las damas, a todas.
.. Y yo Pedro, ve con mi viejo que está insoportable.
… Gracias, estoy con el celular abierto igual, cualquier cosa que pasara me llaman a mí, no a Guiie. Estamos cerca igualmente, en 15 minutos estaría acá.
… Vayan y disfruten del regalo de Reyes Pedro.
… Gracias Fabián. Cuídalos y vayan a Punta el domingo, es precioso y tu padre con las multitudes no quiere saber nada.


___ Subieron al auto y los demás salieron a despedirlos.


… ¡Dios!, al fin, ha sido el día más largo de mi vida.
… Sin protestas amor, ya está, tendremos tres días para nosotros.
…¿A solas?
… Es lo que pediste a los reyes, ¿o cambiaste de opinión?
… No amorcito, por favor, necesito estar  en paz contigo o me voy a volver loco, sobretodo si sigo soportando los caprichos de tus nenas.
… Nuestras Guiie, nuestras.
… Bueno, nuestras.
Cielito….
…¿Mmmm?
… ¿Adónde me llevas? Me dijiste que en el Conrad no había reserva hasta la semana que viene.
… A un lugar mejor.
… ¿Mejor?
… Con más significado. Es una sorpresa Guiie, no insistas, piensa a ver si  lo descubres, ¿Adónde te gustaría pasar tres días a solas?  O, mejor, mira el camino a ver si lo recuerdas.
… Precioso, hace un siglo que vinimos.
… Graziani y tus exageraciones.


___ Guillermo comenzó a mirar la ruta, los carteles y de pronto cuando Pedro abandonó la de la costa, creyó distinguir el lugar, y en minutos lo supo, embargándolo una indescriptible adoración por Pedro, más allá de lo conocido y las lágrimas asomaron…


… Cielito, ¿Vamos a la casa donde….? ¿A la casa de tu recuperación, de la luna de miel?
… Te quemaste amor, al fin, claro. Qué mejor lugar para estar a solas amándonos que el de la primera vez en este país, y en el cual imaginé todo lo que luego llevé a la práctica en la casa del reencuentro.
¿Sabes?
Pienso recrear cada una de las ceremonias y juegos de entonces.
…¿Todo eso?
… Todo amor.
… ¿Falta mucho para llegar? ¿A cuántos Km. de los niños estaremos?
  20 a 25 Km., cerca y lo suficientemente lejos vida.
… ¿Y cómo la conseguiste?
…. Siempre mantuve los contactos con los dueños y con Dora amor.
Hace meses que la reservé desde Bs. As.
… Lo tenías todo planeado.
… Obvio amor, siempre.


___ Pedro miró por el espejo, y Guillermo por la ventanilla y reconocieron un puente, llegando al final, la ruta volvió a estar bajo luces de neón de los faroles.


… Pedro,… nunca me he sentido tan vivo como en este momento. Me emociona estar a tu lado, solos, en el coche, poder admirarte tranquilo,… eres tan bello, tan sexy, tan imprevisible...
… Guiie, ahora necesito más que piropos, ¿no podías esperar a llegar a la casa?
… ¿Qué vas a hacer?

___ Pedro se salió de la ruta, apagó las luces, colocó las luces intermitentes de parada, se sacó el cinturón de seguridad, y de un movimiento fue al regazo de Guillermo, tomándolo completamente por sorpresa. Enroscó sus brazos en el cuello y sus piernas en las de su esposo, e inició el beso en intensidad, con vehemencia, y en un segundo Guillermo estaba perdido en el aliento y la humedad respondiendo con ardor.
Estuvieron detenidos en el beso y las caricias una eternidad, hasta que Guillermo con el rostro hundido en el cabello de Pedro embebiéndose de su aroma, sin ningún ademán para retirarlo, le susurró:

… Sigamos amorcito, y deberías ponerte el cinturón.
…¿Estás seguro? ¿No volverás a provocarme hasta llegar?
… Lo prometo. Vamos a la casa mi amor.


___ Pedro retomó el camino, apenas entraron a la propiedad, regresaron a él todos los recuerdos de sus meses de soledad y de la luna de miel posterior compartidos con Guillermo que lo miraba con los ojos ardientes embelesado.


…¿Encargaste a Dora que nos preparara todo como aquella vez?
… Todo amor, como en nuestra luna de miel. En la casa y en la playa. ¿Te gusta?
… Me fascina amorcito, apenas pensé pasar dos noches en un hotel, pero esto me gusta mucho más.
… Guiie, de verdad te digo, quiero recrear las ceremonias de la casa del reencuentro, la del beso, la de las caricias,.. Todas.
… ¡Dios!
… Vamos, a bajar las cosas que es tarde, seguramente Dora ha dejado la cena preparada.
…. Ahora, precisamente ahora, quiero un anticipo de mis regalos, la cena puede esperar.
… Baja amor, que si  volvemos al beso en el coche no entraremos a la casa, y tengo ganas de verla. Inspira, el aroma de mar, qué rico.


___ Pedro guardó el coche mientras Guillermo abrió  la puerta principal cual huracán comenzando a  pulsar interruptores y para cuando Pedro entró a ambos los embargó la emoción de la primera vez juntos, todo estaba como entonces, y apenas mirarse se trasladaron a su luna de miel, 5 años atrás.

Guillermo en un movimiento alzó a su esposo, salió para volver a cruzar el umbral con él  rodeándole el cuello y perdido en su aroma, hasta que al pisar el estar, frente a la puerta de vidrio lo bajó, fusionados en el beso salvaje con las lenguas luchando en la batalla desesperada de la añoranza de la intimidad.

Guillermo no le dio tiempo a Pedro a pensar ni a planificar, mirándolo en intensidad lo hipnotizó hasta llevarlo a respirar con dificultad, apenas encender unas velas y el equipo de música, para regresar al beso profundo en brazos del hombre que amaba, mientras bailaban por el estar con las velas titilando expectantes y avergonzadas de espiar semejante Amor manifestado.


.. Amor, espera, vamos a brindar, por nuestro aniversario.
… Luego precioso, ahora no puedo dejarte ir a ningún lado.


Se miraron y tanto en los ojos negros como en los marrones el deseo estaba puro, sin adulterar, y sintieron que ardían en la combustión espontánea solo con la mirada y el beso.

Pedro, alargó las manos acariciándole las mejillas, siguiendo hasta el mentón y Guillermo cerrando los ojos lentamente apoyó la cara en las manos hirvientes quedándose sin respiración y con las suyas fue a acariciar el pelo con un gemido apenas audible, y abriendo los ojos buscando los marrones
Pedro se acercó más, y pegado él, atrajo más su cabeza, acercando los labios finos a los suyos cayendo en el beso, introduciendo la lengua entre los labios entreabiertos hasta entrar en la boca de su esposo que lo llamaba, lo anhelaba, lo absorbía, lo esperaba, mientras Guillermo lo abrazó incrustándolo contra su cuerpo gimiendo en la devolución del beso hundiendo los dedos en el pelo, en un acto posesivo, fuerte, sin duda, sin titubeos, en el que desfallecían en la asfixia momentánea, mientras las lenguas se enredaban ansiosas, se consumían una a la otra, los dientes chocaban, la saliva era una y se saboreaban con  desesperación.


… Cielo, ¿qué me estás haciendo?
.. Besarte.
… Me has dicho que no.
… ¿Qué? ¿Qué no qué?
… En el coche, no quisiste que te amara, y eso me excita más. Porque ahora estoy deseándote con locura y furioso.
.. ¿Ah, sí? ¿Muy furioso?
… Muy.


__ Guillermo lo miraba con las pupilas dilatadas, con una mezcla embriagadora  que hacía perder la noción de espacio- tiempo y con ansia descendió las manos a las nalgas de Pedro, lo atrajo con fuerza, contra su erección creciente y  así le demostró su deseo, su furia y excitación.


Los ojos ardían en ambos peligrosamente, mientras unidos en el beso las manos torpes  de ansiedad levantaban las remeras para  aturdidos separarse y sacarlas por sobre la cabeza para volver a unir los labios y desesperados chocando, ir a descender los cierres de los pantalones cortos de Pedro y del Jean de Guillermo, que intentaban bajar con desesperación y urgencia.


.. Te deseo ahora, ya, sin demora, en el sofá, ahora mismo.


 ---- Al tiempo que despegaban los pies del piso para dejar caer pantalones y bóxer fueron al sillón y las manos acariciaban el sitio exacto para enloquecer, los dedos ingresaban a recorridos  inhóspitos, ansiosos de humedad,  y las jadeos eran uno con los gemidos y los sonidos del afuera de grillos y de mar que se acompasaban a la sinfonía del murmullo del Amor.

Guillermo, en una hendija de lucidez, terminó de sacar las barreras, empujó a Pedro al sillón y se tumbó encima con ansiedad mortal, inmovilizándolo con su cuerpo, separándole las piernas con las rodillas mientras besaba, lamía, mordisqueaba, saboreaba, devoraba, inhalaba, con uñas y dientes recorría y demarcaba territorios, rutas y surcos por la piel, las montañas y los valles en un Pedro que lo recibía ondulándose, retorciéndose, arqueándose y gritando  en el límite  de excitación urgente que impusiera su esposo desde salir de la otra casa.

Sus caderas se movían buscando lo que Guillermo tenía para dar, vigorosa, imponente, pétrea, gigante, y Pedro anhelándolo ya dentro de sí, duro, fuerte, salvaje, y con solo pensarlo supo que todo sería muy rápido, al menos la primer vez.

En instantes, de una embestida brutal, Guillermo lo penetró hasta atravesarlo haciéndolo gruñir desde el fondo de la garganta, y saborear la plenitud de su posesión desesperada. Las manos se unieron por sobre la cabeza, las de Guillermo sobre las de Pedro, hundido, desaparecido en el interior de éste, embebido, aniquilado, con los codos inmovilizándole los brazos, los dedos entrelazados, con las piernas enredadas y los pies entrecruzados, atrapados el uno en el otro sin remedio y sin quejas, sin demandas.

Pedro lo sentía por todas partes, lo tenía en todas partes, en su interior, rodeándolo, en el beso, en el aroma, envolviéndolo, poseyéndolo y casi asfixiándolo en una deliciosa posesión urgente que le daba el poder de saber que lo provocaba y por tanto se sentía triunfador.

Guillermo comenzó a moverse y Pedro a acompasarse, a su vez las lenguas se sincronizaban al beso íntimo, y  los embates fueron in crescendo, deprisa, dentro, fuera, pausa, adentro, más y más profundo cada vez, fuertes, con furia, salvajes, con las respiraciones acelerándose, el cuerpo de Pedro fundiéndose alrededor del miembro dominante encendido, recibiendo cada embate en perfecto contrapunto y admirando la fusión con las miradas asombrados, y a la vez encandilados por la luz que los rodeaba, más y más brillante que la del sol, en plena noche, mientras el fuego desde las vísceras los deshacía, los devastaba, los incineraba, y caminaban de la mano por el borde del abismo profundo, sin regreso, sin retorno, sin conciencia, sin  límites,.., hasta que agónicamente, en una embate final brutal, bruscamente y de repente estallaron y se desintegraron en el aire,  gritando al universo, derramando su amor, dentro y sobre uno del otro, embebiéndose en el fluido, en  el mismo sudor en el que navegaban, mientras Guillermo se derrumbó con todo su peso manteniéndose la agonía en el beso que intentaban mantener, hasta regresar a la mirada tierna, perdida, y llena de Amor mientras las velas moribundas asustadas del esplendor los dejaban  iluminados y abrazados solamente por el resplandor de la fusión.



… Te amo Pedro.
… Te amo Guiie, feliz aniversario. Y te amo para siempre.





 Continuará.

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