viernes, 3 de abril de 2015

NAUFRAGIO. CAPÍTULO 29.



 



NAUFRAGIO. CAPÍTULO 29.







Bs. As., lunes 29 de noviembre de 2014.




….”Solo hay oscuridad, palabras susurradas en ella. ¿Adónde estoy? Ese loco tenía un arma, pero Manuel y Pedro me salvaron. Lo intento pero no puedo abrir los ojos. Las palabras en susurros se vuelven más claras.”

… Está en shock por el trauma psíquico, los análisis no han mostrado drogas ilegales, si le dio clonazepam, en un rato se habrá metabolizado. Tiene que despertar, sus signos vitales son normales.
… ¿Por qué sigue inconciente?
… Mira Manuel, no hay explicación clínica para ello, no la ha golpeado, ni dañado físicamente al parecer. Su actividad cerebral es normal. Despertará cuando esté preparada para ello. Solo hace falta un poco de tiempo.
… ¿Y el bebé?, las palabras de Pedro sonaban angustiadas y Guillermo lo miraba con temor.
… El bebé está bien Dr. Beggio, cuando despierte igualmente le harán una ecografía.
… ¡Dios!, gracias. Gracias a Dios que llegamos a tiempo.

…“Pedro, tus palabras son una letanía, pero amas a tu hijo. Estás preocupado por nuestro bebé. Mi pequeño. Intento en vano llevar la mano a  mi vientre y no responde. Nada me responde pero los escucho. Gracias a Dios, mi pequeño José Thomas está a salvo. Me relajo y todo pesa, vuelve la inconciencia, pero estamos a salvo, están Pedro y Manuel con nosotros”

… Pedro, si quieres yo puedo quedarme a cuidarla.
… Manuel, quiero esperar a que despierte, es lo menos que puedo hacer luego de que ese loco la ha puesto en peligro,… y a mi hijo.
… Pedro, Manuel, perdón, jamás pensé que Juan podía hacer daño a nadie, y tuve que saberlo de inmediato.
… Perdón Dr. Graziani,  pero tu querido Juan, me amenazó con matar a Camila y a mi hijo si no te dejaba y si decía algo. Y si te interesa mi opinión, para nada tiene un brote psicótico, sigue manipulándote y está fingiendo para no ir preso.
.. ¡Pedro!, Juan no haría algo así...
… ¡Basta Guillermo!, sabes lo que pienso, que tienes que hacer terapia.
… ¿Qué?
… Que alguien tiene que hacerte entender lo que Juan ha hecho y viene haciendo contigo.
… No peleen. Fuiste muy valiente Pedro, gracias.
.. Valiente, terco y estúpido, pudo haberse arriesgado a que los hiriera a todos.
… ¿Y ahora te das cuenta, no es que Juan es un santo? Toma, tu arma, para que sepas no soy tan estúpido, y también me gustaría saber por qué mierda un médico tiene un arma en su escritorio.

___ Guillermo quedó más pálido que la chaqueta, y  temblaba al hablar.


… ¿Estabas dispuesto a usarla?
… Si ese hijo de mil putas atacaba a mi hijo sí.
… ¿Pero en qué mierda estabas pensando? ¿Por qué no llamaste a la policía?
… Es lo que tendrías que haber hecho al llegar en lugar de mandarlo a un loquero. Ojalá hubiera matado a ese hijo de puta.
.. Pedro, hermano qué dices.
…. Tú sabes Manu que no está loco, nos seguirá tratando de arruinar la vida. Pasa que Guillermo me había prometido que había cortado todos los lazos con él, pero cuando se enteró que Camila estaba embarazada de  mí, puso todo nuevamente en perspectiva yendo a  confesarse con ese tipo, y contándole lo del niño.
… Lo siento Pedro, Manuel, no imaginé que lo usaría para esto. Pensé que Pedro me iba a dejar e hice cualquier cosa.
… Guillermo, no, no creas lo peor de todo el mundo. Pedro te ama, y es obvio que tú lo amas a él.
.. Tuve miedo Manuel, soy un estúpido. Pedro me ha demostrado su amor una y mil veces, hasta el punto de hoy poner su vida en peligro.
… Ya pasó Guille, ya hablaremos. Camila, linda, despierta, nuestro hijo está bien, Manuel te quiere ver, yo también, vamos, despierta.
…” Lo intento Pedro, Manu mi amor, lo intento, quiero hacerlo, pero mi cuerpo no me obedece.”



Camila abrió los ojos encontrándose con la luz tenue de una aséptica habitación de la clínica y los rostros idénticos de Pedro y Manuel, más allá  el de Guillermo. Movió la cabeza y los ojos contenta, agradecida de que volvieran a responderle.

… Hola hermosa, al fin.
… Manu, Pedro, perdón, ese loco vino y le abrí, me dijo que había quedado en reunirse con ustedes y como trabaja contigo...
… Shhh, Camila, está todo bien, tú lo has dicho, ese loco que no es loco sino un mentiroso manipulador, solamente deseaba separarme de Guillermo, perdón.
… No Pedro, si vos me salvaste, escuchaba todo desde la habitación, pasa que me tenía amordazada.
… ¿Escuchas Guillermo, las cositas que hace este Juan?
A una mujer  embarazada. Tranquila Cami, está internado, y estoy pensando en hacer la denuncia cuando te sientas en condiciones de declarar.
… ¡Pedro!
  Nos amenazó en público, hasta Alberto y Gaby escucharon, luego la secuestró a Camila y me amenazó a mí, no pienso continuar con el juego macabro de Juan Guille, y esto lo vamos a hablar a solas.
… Necesito ir al baño y agua, por favor.
… Llamo a la enfermera, no te muevas Camila,  a ver trata de recordar. ¿Cuántas pastillas te hizo tomar ese degenerado?
… Le dije que no podía, no quise, pero no me dejó opción. Tomé dos. ¿Qué me dio?
… Nada grave, tranquila, el bebé está bien, igualmente ya te verá el obstetra.
.. Bueno, Sres., a ver si me dejan con la Srta. Moravia, que necesito sacarle la vía, llevarla al baño, tomarle las constantes, luego puede quedarse uno de ustedes, y según me han dicho, si en unas horas sigue bien le darán el alta.

___ Pedro y Manuel se inclinaron para darle un beso en la frente a Camila y los tres salieron de la habitación.

… Camila, mi amor, estaré esperando fuera, no te preocupes. ¿Tienes hambre?
… Sí Manuel, pero no sé si puedo comer. No le avises a mi papá, se enojará más con Pedro y no quiero, además no tiene la culpa, nadie.
… ¿Cómo se siente?
.. Con sed y hambre.
..Le traeré agua luego de sacar la vía y de que vaya al baño, la va a examinar el clínico y el obstetra. Luego le traerán la comida.


… Gracias Pedro, está a salvo gracias a ti. Estaba en audiencia, cuando  no contestaba el celular te llamé, y al ver que tú tampoco llamé a Guillermo. Cuando supe que la tenía ese tipo me volví loco de miedo.
… Espero que toda esta locura sirva para algo y gracias a Dios Camila y el bebé están bien.

…Guille, Pedro, Manuel, recién  me entero por Alberto, ¿cómo está Camila?
… Ahora bien Gaby, recién despertó. Ya te contaré detalles luego, está bien teniendo en cuenta todo lo que ha pasado. Un poco impresionada, Juan la secuestró en mi departamento, le dio clonazepam, la ató.
… ¡Qué hijo de puta!
… Y lo que hizo Pedro, fue algo increíblemente valiente e increíblemente estúpido. Podía haberlos matado a los tres.
… No sabía que otra cosa hacer Guille, no podía decirle a nadie y poner en riesgo a mi hijo.
… ¿Y Juan?
… Lo derivaron a un psiquiátrico, pero yo haré la denuncia, mínimo quiero que le pongan un área de restricción, no creo que sea un loco.
… Yo tampoco Guillermo, en el estudio cuando quería estaba bien, cuando tomé un café con él en el bar no me pareció loco sino despechado.
… No sé Manuel, no sé. No debí haber hablado con él del embarazo.
… Y no Guille, nunca.
… Lo entendí Pedro, la verdad es que no sé en qué estaba pensando.

___ Pedro  se acercó hablándole con dulzura y tomándole la mano.

… Pensaste que iba a dejarte. Creí que me conocías mejor. Te he dicho una y otra vez que nunca te abandonaré, ni ante la amenaza de Juan lo pensé.
… Pero después de la borrachera y de esto…, la voz de Guillermo era apenas audible y Pedro lo estrechó en sus brazos.

…Precioso, durante un corto tiempo pensé que te iba a perder.
… No, Guille, nunca. Solamente no quería que vieras a Juan y pusieras en peligro a terceros, ese tipo no está bien, nos ha amenazado.
¿Cómo supieron que estábamos en el departamento?
… No te encontraba por ningún lado, al comienzo pensé que estabas operando pero era yo el que acababa de salir de quirófano, Gaby luego me dijo que te había visto raro, le conté a Alberto, hice rastrear tu celular por el amigo que nos ayudó cuando fue lo de Martín, al momento me llamó Manuel que no los encontraba y  sin saber muy bien con qué nos íbamos a encontrar seguimos la señal. El guardia nos dijo que había llegado Camila, luego Juan y por último vos.
… Juan me llamó cuando estabas en quirófano, me dio tres horas para dejarte o que me dejaras, me dijo que te hiciera creer que estaba con Matías, cualquier cosa, Camila había olvidado pedirle llaves a Manuel que estaba en audiencia, vino a renunciar y le di las del departamento para que esperara a Manuel, obviamente Juan nos estaba siguiendo y fue tras ella antes de llamarme. Me amenazó con hacerles daño si te decía algo o iba con la policía, y salí luego de sacar el arma que había visto al pasar en el despacho.
… Precioso, el arma la tengo desde hace mucho, por seguridad, muchas veces entra como paciente un delincuente y sirve para amedrentarlo hasta que alguien llegue.
.. Está cargada Guille, ¿sabes tirar?

… Perdón, soy Lucía, la obstetra amiga de Camila,.. ¿Pedro?
… Yo, hola.
… ¡Dios!, Manuel son idénticos...  ¡Qué tal Dr. Graziani! Bueno ha sido una desgracia con suerte, al parecer está todo bien. Los latidos fetales son normales. Les sugiero que la dejen dormir un poco, mañana le haré una ecografía abdominal y si todo está bien la mandaremos a casa.
… Bueno Dra., Gracias. Estoy de guardia mañana así que podré conocer a mi hijo o hija.
… Así es Pedro, ahora le darán de comer por si quieren estar con ella, luego dejen que duerma, le hará bien.
… Gracias Lucía.
… Pedro, me quedaré, aunque Juan esté encerrado, está asustada, no la voy a dejar sola, vayan a dormir ustedes que están de guardia mañana. Guillermo, le voy a tener que contar algo a Fabián de Juan, omitiré lo del bebé, pero le tengo que decir algo, nada de vos obviamente.
… Confío en vos Manuel, al fin mi hijo en algo tenía razón, en que Juan no podía seguir en el estudio, aunque sinceramente espero que se recupere y pueda volver a trabajar.
… Pedro, Manuel,… ¿Cómo está Camila?
… Bien Orestes, tranquilo, pero, ella no quería que supieras.
… Cállate Pedro, que no digo nada acá por respeto a que esto es un hospital, supongo que sabes que tenemos que hablar, ¿no?
… Cuando quieras.
… Por ahora, no quiero que vuelvan a exponer a riesgos innecesarios tu vida, la de Camila o la vida de mi nieto.  Sé todo, Manuel me había llamado cuando no la encontraba. Los felicito.
… Gracias. Orestes, quizá con Manu, luego de que Camila pueda declarar necesitemos que excluyas a Juan Arismendi de acercarse a nosotros.
… ¡Pedro!
… ¿Perdón?
… Guillermo Graziani, qué tal, usted es el Juez Moravia, mi hijo ha hablado de usted.
… Graziani, qué sorpresa, no sabía que conocía a mi hija o a los muchachos. Conoce al agresor tengo entendido.
… Sí, lo enviamos al psiquiátrico, pero Pedro no cree que sea inimputable.
… Estoy de acuerdo con él en esto, lo mejor es asegurarse por todos los frentes. Manuel, avísame  cuando  decidan qué hacer con ese tipo, lo conozco de nombre, trabaja en el estudio.
.. Así es.
…Pedro, aunque por un lado estaba enojado con vos, por el otro te agradezco lo que hiciste por Camila.
… Es lo que correspondía Orestes, además estaba en riesgo mi hijo, tu nieto.
.. Lo sé, paso a verla, luego hablaremos nosotros, otro día.
… Cuando lo desees.


--- Oh, papá, no tengo diez años, Juan me engañó, trabaja con Manuel, por favor, cálmate, te subirá la presión. Papá, lo siento. Pedro lo enfrentó, luego vinieron Guillermo y Manuel.
… Lo sé, y me alegro que esos dos sepan tirar, por las dudas.
… Te veo bien papi.
… Vos estás pálida. De repente el miedo de Orestes era evidente, era la misma mirada que antes la de Pedro y Manuel en el departamento y Camila le tomó la mano. Orestes le dio un abrazo y casi llorando le susurró.
… Hija, si te pasara algo…
… Papá, estoy bien, y tu nieto también, pero no estoy acostumbrada a  demostraciones de emoción de tu parte y me alegra si tu nieto está provocando esto.
… Los quiero, hija. Yo me encargaré de ese tipo Juan Arismendi, no le volverá a hacer daño a nadie más.


Guillermo y Pedro salieron por el ascensor de atrás hacia la cochera, evitando pasar por el servicio, callados.

… ¿Contento de regresar a casa?
… Sí, pero cuando Pedro  se vio en el ascensor, la enormidad de los hechos del día con todo su peso lo hizo temblar. Guillermo lo envolvió en sus brazos y lo atrajo hacia él.
… Estamos en casa, ya pasó amorcito, acunando la cabeza contra su pecho.
… Guille, un dique que ni Pedro sabía que existía estalló y comenzó a sollozar contra el pecho fuerte, abrumado recordándolo todo, el miedo, por todos,… por su hijo.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron Guillermo lo tomó en sus brazos llevándolo al vestíbulo, Pedro le rodeó el cuello pegándose  a él y gimiendo bajito.
Guillermo lo dejó en el sillón.

… ¿Un baño?
… Guillermo, ven, ahora no, tenemos que hablar.

Pedro luchaba por contener las lágrimas, tenía al lado al hombre poderoso, que en realidad seguía siendo como él un chico asustado, huérfano, naufragando en medio del océano, y el muchacho que luego sufrió terribles abusos a manos de Juan, y las imágenes sumadas a la propia del niño discriminado y maltratado, le provocaban un desgarro en el pecho pero también lo llevaban a una decisión. Harían terapia o buscarían asesoramiento sobre malos tratos psicológicos.
Sentía compasión, vacío, desesperación, todo junto inundando el corazón y el alma de ambos en la mirada, pero estaba dispuesto a que ambos salieran del pasado doloroso y sus secuelas.

… Amor, no tienes por qué hacer locuras. No voy a dejarte. Te lo he dicho y demostrado cientos de veces, te amo. No te dejaré nunca. Siempre me contaste la verdad, es dolorosa pero es la verdad y te acepté con ella. Todo esto que ha pasado… es abrumador. Lo único que necesito es tiempo para pensar… tiempo para mí. Ahora  hay un bebé de por medio. ¿Por qué siempre piensas lo peor? Juan te inculcó esa inseguridad.
… Pedro, no.
… Sí, es así. Siempre te llevó a depender de él, todo lo consultabas con él. Te aisló, te dejó sin amigos y fue por cuarenta años tu universo, entiende Guille.
Nosotros apenas nos conocemos en tiempo, toda esa carga que llevas encima… hace que necesite tiempo… para analizarla.  Y ahora que Juan está… bueno lo que sea que esté--- que ya no anda por ahí, que  por ahora no es un peligro… pensé...

A Pedro se le quebró la voz mirándolo intensamente.

… Verte con Juan, me ha impactado en las entrañas, Guille. Por un momento percibí cómo había sido tu vida luego del naufragio… y…

___ Pedro bajó la vista a los dedos entrelazados, con las mejillas arrasadas en lágrimas.

Todo esto es porque siento que no soy suficiente para ti, soy muy distinto de él, y de lo que te unió una vida a Juan. He comprendido cómo era tu vida, y tengo mucho miedo de que me dejes tú a mí… y yo acabe siendo como Juan… una sombra. Porque yo te amo Graziani, y si tú me dejaras, mi mundo perdería la única luz que he conocido. Me quedaría a oscuras y sin rumbo. Yo no voy a dejarte. Pero tengo miedo de que tú me dejes… Y no puedo derrumbarme ahora porque voy a tener un hijo.
Y no lo entiendo, porque tú eres bueno, fuerte, inteligente, hermoso, un triunfador, y Juan no. ¿Cómo puede haberte manejado y seguir haciéndolo?
Y lo que es peor, yo no me parezco a él, y entonces ¿qué ves en mí?
Por Dios Guille, háblame.
… Pedrito, estaba tan asustado.
… Gracias a Dios, pensé que no hablarías nunca  más.
… Cuando Manuel me llamó e imaginamos que Camila  y vos estaban juntos y Gaby me contó, volamos al departamento, cuando bajamos del coche de Manuel y supimos que estaban con Juan, ver la escena al entrar, con vos,… armado. Creo que me sentí morir. Pedro, Juan te estaba apuntando y era la confirmación de mis peores temores. Perdí a mis padres,  muy probablemente a Fabián, no puedo perder nada más en la vida, menos a vos.
Y me enfurecí, con él, con vos, conmigo mismo. No podía saber lo desequilibrado que estaba. No sabía qué hacer. No sabía cómo reaccionaría. Y cuando tiró el arma me dio la pista y supe que estaba arrepentido, así supe qué tenía que hacer.

Guillermo se detuvo mirándolo, sopesando la reacción de Pedro.

… Sigue...
… Verlo en ese estado, saber que podía tener que ver con emoción violenta o con un brote psicótico, cerró los ojos, Juan fue siempre tan activo y alegre.
Guillermo temblaba y sollozaba y para Pedro era una tortura escucharlo, pero permanecía inmóvil embebido en el relato.

… Podría haberles hecho daño. Y habría sido culpa mía.
… Pero no fue así, y tú no eras responsable de que estuviera en ese estado.

Pedro lo miró y entonces entendió que todo lo que había hecho había sido para protegerlo, y que quizá  a Juan porque también se preocupaba por él. Pero... ¿Hasta qué punto se preocupaba por Juan? Pedro no podía dejar de plantearse la incómoda pregunta. Guillermo juraba amarlo, pero deseó quedarse a solas con Juan. Lo echó de su propio departamento.
… Yo solo quería que te fueras, con extraordinaria capacidad de leer los pensamientos de Pedro. Quería alejarte del peligro, que Manuel sacara a Camila y al bebé y que vos te fueras con ellos. Y no te marchabas…

Guillermo mostraba angustia y dolor en la mirada.

… Pensé…Este soy yo Pedro. Todo lo que soy… y soy todo tuyo. ¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta de eso? Para hacerte  ver que te amo, que deseo que seas mío de la forma que tenga que ser. Te amo a vos, Pedro.
.. Yo también te amo, Guille. Y verte así...pensé que te había destrozado ese hijo de puta.
… ¿Destrozado él? ¿A mí, ahora? No. Todo lo contrario. Vos sos mi tabla de salvación, mi oasis, el aire que respiro.

Guillermo susurraba besándole los nudillos de las manos y mirándolo, lleno de miedo, y llevó la mano de Pedro a su pecho, cerca del corazón. Se le aceleró la respiración al contacto. El corazón latió desbocado bajo los dedos de Pedro. Las miradas estaban una en la otra, y Pedro jadeó sintiendo el zumbido de la sangre en los oídos, y como si el ritmo de sus latidos se hubiese acompasado a los de Guillermo.
La mano posada en su corazón.
Pedro se liberó y con ambas manos comenzó a desabotonarle la camisa hasta dejar el torso al descubierto sin apartar la mirada. Extendió los dedos jugueteando con el vello, y al tocarlo con la palma notó que se erizó. Pedro le acarició el pecho y el corazón, maravillado, se inclinó sosteniendo la mirada, dejándole un tierno beso sobre el corazón, sintiendo su calidez, embriagándose con el aroma de su piel en los labios, mientras Guillermo lanzó un gemido pidiéndole otro beso allí, de pronto sus brazos lo rodearon y le rozó el pelo, hasta que los labios se encontraron en un beso urgente, mientras los dedos se enredaban en el pelo.
.. Pedro, mi amor. Vos me das todo lo que yo necesito, Créeme, por favor, en una especie de plegaria apasionada. Lo de Juan era otra cosa. .
… Ya no sé qué creer, todo es demasiado complicado.
… Precioso, cuando me dijiste tu primer te amo, cuando supe que me amabas, fue como una revelación. Nadie lo había sentido antes, ni Juan aunque lo jure, y con tu amor enterraste mi pasado con sus errores y yo lo hice por mi amor recién descubierto, por vos, solamente hacia vos. Lo único que necesito en mi vida es compartirla con vos, y con ese niño o niña que está en camino, ya ni siquiera con Fabián si no nos entiende, con ustedes y con Mirna.
… Yo también quiero lo mismo, pero me confundí al verte a su lado. ¿Podemos hablar de esto mañana?
… ¿No te irás?
… ¿Debería marcharme?
..  No me dejes, nunca.
… Por el amor de Dios, no pienso hacerlo. Nunca. Jamás saldré corriendo de tu lado, por nada. ¿Qué debo hacer para que entiendas?
.. Puedes hacer una cosa, lo antes posible.
.. ¿Qué?
.. Casarte conmigo, ni bien salga el divorcio.
… ¿Qué? ¿Realmente acabas de...?

Pedro se quedó mirando en profundidad al hombre herido, complejo al que amaba.

… ¿Me has propuesto matrimonio?
.. ¿Te hace gracia? No es la primera vez que lo hago.

__ Pedro alargó la mano para acariciarle la mejilla, deleitándose en el tacto, amándolo en la mirada, pensando en el sentido de oportunidad de la propuesta, sonriendo.

… Eso me ha dolido en el alma. ¿Te casarías conmigo ya si estuviera divorciado?
.. Guille, el loco de tu ex casi  nos mata a Camila, a mí y a mi hijo, me echaste de mi propio departamento, en medio de este quilombo, ¿me propones casamiento?
… Es un resumen de situación bastante apropiado.
… Lo haría, porque de lo que siento no tengo retorno, pero estoy cansado, sediento, hambriento, hace muy poco que estamos juntos, y quiero irme a la cama.
… ¿Eso es un no?
… No es un no. Pero lo haces porque estás asustado y no confías en mí. Y además faltan meses para que seas divorciado.
… Lo hago porque al fin sé que conozco al hombre con el que quiero compartir la vida, y más. Siento lo de Juan.
.. ¿Por qué lo sientes?
… Debe haber sido un impacto terrible encontrarlo en tu departamento, armado y amenazando a tu hijo.
… Luego no sabía adónde estabas, dejaste todo aquí, no podía localizarte.
… Me encontré abajo con Alberto y cruzamos al bar a tomar unas cervezas, él fue quien me dijo que en esa ambulancia venía el psiquiatra y los paramédicos.
.. Cuando  llegamos y supimos que estaban con Juan, llamé a Alberto y le pedí que los enviara. Imaginé la situación aunque no pensé que fuera tan grave.
… ¿Qué hiciste con Juan cuando se quedaron a solas?
… ¿De verdad quieres saberlo?
Pedro sintió una tenaza en el pecho y una piedra pesando en el estómago que le hizo olvidar el hambre que sintiera antes.

… Sí, en un murmullo.
…¿Eso quieres en lugar de que cenemos y vayamos a la cama?
… Habla Guille, quiero saberlo todo.
… Hablamos, pidió disculpas... dice que me ama.
… Mierda,… ¿Ves? ¿Por qué lo enviaste a un psiquiátrico? Sabía que no estaba loco, lo hablamos con Alberto que a su edad un brote era muy raro.
.. No pude enviarlo a la cárcel, Pedrito, mi amor, entiéndelo, por favor.
… Sigue, ya hablaremos de lo que puedes y no puedes hacer con Juan, o mejor dicho contigo, porque el cortar con esto depende de ti, él jamás lo hará. Continúa.
… Lo hice bañar, y le presté ropa. Espero que no te importe, estaba mugriento, Manuel y Fabi en eso tenían razón.

__Pedro sintió náuseas, aunque su ser racional le decía que lo había hecho simplemente porque estaba sucio, su parte celosa y frágil  no era capaz de soportar la imagen. Y las lágrimas y sollozos reprimidos que deseaba lanzar, le formaron un nudo en la garganta que apenas le dejaba hablar.

… No podía hacer otra cosa, Pedro.
… ¿Todavía sientes algo por él? Pedro era incapaz de mirarlo.
… Verlo así. Tan distinto... tan destrozado. Lo atendí, soy médico, lo hubiera hecho por cualquiera igual que vos.
Pedro, mírame.

___Pedro lo evitaba, a sabiendas que de mirarlo la represa abriría las compuertas sin remedio inundando sus mejillas y más allá, sintiéndose como un depósito rebosante, lleno,  desbordándose. Ya no tenía espacio para más sencillamente pensaba que iba a explotar y sería muy desagradable. La imagen en su mente de Guillermo viendo a Juan desnudo, quizá bañándolo como hacía con él, luego secándolo, vistiéndolo, ocupándose de su ex de modo tan íntimo le hizo estremecer de cabeza a pies.

.. Pedrito, amor,..
…¿Qué?
… No pienses en eso. No significó nada. Fue como cuidar a un niño herido, destrozado.
… No es un niño mierda Guille, es un  tipo con el que tuviste una relación de cuarenta años devastadora y perversa,  abusó de ti a los doce años y te violó hace poco, ¿ Qué mierda dices? O... ¿Te refieres a ti mismo? ¿Eres tú el niño herido y destrozado?
 Estoy exhausto Guille.
… Pedro, por favor.
.. ¡Basta Guille, basta! Iremos a terapia, o a un grupo de ayuda, esto es demasiado. Ambos somos niños heridos y destrozados, lo necesitamos antes de ser padres.

Las lágrimas retenidas cumplieron su cometido en Pedro.

…Estoy cansado física y emocionalmente, mañana tenemos guardia, Camila tiene la ecografía. Han pasado tantas cosas que no puedo ni hacerme a la idea de que voy a ser padre.

… Voy a preparar la cena.
.. Se me fue el hambre.
… Vamos a cenar.
.. Está bien.


Pedro prácticamente corrió a la habitación, se desvistió y se puso una camiseta, pasó por el espejo y vio sus ojos irritados que le devolvían la mirada. Su propia imagen lo superó. Y se derrumbó, estallando en infinitos sollozos que le desgarraron el pecho dejando que por fin las lágrimas cayeran con libertad.

Cenaron en silencio, apenas con miradas furtivas y roces ocasionales. Luego ordenaron y Guillermo se sentó con un whisky, mientras Pedro después de bastante tiempo sin hacerlo, encendió un cigarrillo en el living.

… ¿Quieres que prepare un baño?
… ¿Me estás cargando? Justo ahora después de lo que acabas de contarme. Una ducha en todo caso.
… ¿En qué piensas?
… En que no voy a exponerte en la clínica, iremos a un psiquiatra o psicólogo particular.
… Insistes con eso.
… Lo haremos. Creo que lo necesitamos, yo no quiero tener un hijo sin antes sanar mis heridas y creo que tú deberías pensar igual antes de exigir que Fabián te comprenda o antes que llegue Mirna.
… Está bien, pero juntos. Con la voz ahogada por la preocupación.
… Juntos, hay grupos de gente maltratada, te prometo que buscaré. Con la voz ronca de llorar.

Vamos a la ducha, quiero quitarme todo la malo de encima, que se vayan con el agua los recuerdos del acoso de Martín, de la locura de Juan, de…

Pedro sollozó cubriéndose el rostro con las manos mientras el agua de la ducha comenzó a resonar y Guillermo lo arrullaba con voz suave.

… Vamos.

__Le apartó las manos de las mejillas llenas de lágrimas, le rodeó la cara con las suyas, y se miraron parpadeando para apartar el agua.

… Estaremos bien amorcito, los tres estaremos bien, nuestro pequeño también.
… José Thomas. Los ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.
… ¡Basta!, no soporto verte llorar.
… Lo siento Guille, lo siento mucho por todo, las lágrimas seguían corriendo aunque Guillermo las apartaba con los pulgares.
… Shhhhh, hacen falta dos para discutir, y no lo haré más. Hice y dije cosas de las que no estoy orgulloso, pero no quiero discutir, haremos lo que deseas si piensas que estaremos mejor, pero te amo.
Vamos a quitarnos la ropa.
__Guillermo desnudó a Pedro con eficiencia, con especial cuidado en quitarle la camiseta, lo ayudó a entrar en la ducha y se quitó la ropa en tiempo récord antes de entrar bajo la agradable cascada y atraerlo hacia él, abrazándolo mucho rato mientras el agua los acariciaba relajándolos.
Lo dejó llorar contra su pecho, besándole el pelo, sin soltarlo, acunándolo con suavidad. Pedro sentía su piel pegada a la suya, el vello de su pecho contra el suyo. Sabiendo que era el hombre que amaba, agradecido de tenerlo así luego de todo lo sucedido, queriendo disfrutar de esos brazos fuertes reconfortantes.

… Sé que me amas. Sé que me amas como nunca has amado a nadie, y por ahora eso es suficiente. Saberlo es liberador.
… ¿Mejor?
… Sí. Guille, no haré nada hasta que no  vayamos al grupo, pero si Camila, Manuel o Moravia lo denuncian a Juan, tampoco los detendré.
… Está bien precioso. Están en su derecho. Si no ha hecho un brote psicótico, si está simulando y secuestró armado a Camila, no haré nada para impedirles esa denuncia. Te amo bonito, solamente a vos.
.. Y yo mi amor, te amo y quiero que compremos nuestra casa, que alberguemos a  Mirna en quince días y en meses a nuestro hijo, no sé por qué pero estoy casi seguro que será José Thomas.
… Pedrito para mí.
.. No, José...

…Toma, traje vino, toma una copa.
… Gracias, pero con lo que ha pasado hoy merezco algo más que una copa de vino.
… No te preocupes, esta noche conseguirás todo lo que quieras.
… Eso espero Graziani.

__Lo recorrió disimuladamente con la mirada y una diminuta llama de ansiedad se extendió como fuego por los cuerpos y comenzaron a disfrutar de la intimidad de observarse el uno al otro con tiempo, con detenimiento, y Guillermo se dijo que era un hombre perfecto, Pedro que era su hombre poderoso y atractivo.
 Guillermo tenía un cuerpo grande y musculoso, Pedro con músculos trabajados, cintura estrecha, abdomen plano, y la espalda con una simetría incomparable.

Conciente de su mirada, Guillermo le quitó a Pedro la copa de vino de las manos, y lo fue conduciendo a la habitación envuelto en la toalla, retirando la ropa de cama mientras Pedro se quedaba boquiabierto...

… ¿Qué haces?
… Cambio nuestro punto de encuentro.

___Pedro apoyó la cabeza contra el cuerpo masculino, y dejó que el calor que emanaba penetrara cada poro de su piel. Solamente una cosa tenía importancia ahora. Sólo él.
Nada podía contra las sensaciones que provocaba el contacto. El cuerpo de Pedro era cálido, firme, duro contra el de Guillermo. Absorbió las bruscas sensaciones que se arremolinaban en su vientre provocando un rápido palpitar entre sus piernas. Y tomó aire entrecortadamente.

Guillermo lo tumbó y lo hizo rodar, y se lo quedó mirando con los ojos negros brillantes como el mercurio. Deslizó los dedos por el cuerpo dibujando surcos y caminos, tirando con más fuerzas cuando aferró las caderas de Pedro. Pedro se estremeció cuando Guillermo se inclinó apretando su tórax contra su espalda, y lo besó con adoración.

Era tan dulce aquella cercanía.
El cuerpo de Pedro era tierno y flexible bajo el suyo y se estremecían alternativamente por el deseo y el alivio.

… Te amo, susurró Pedro. Pronunciando las palabras sin expectativas, sin exigencias, sin temor, como debían ser dichas, como un regalo de amor, una declaración que para él era de un valor incalculable.

Guillermo le respondió con las mismas palabras, con su cuerpo y con un corazón que una vez había  considerado el amor como algo inexistente.
La razón se difuminó, como tantas veces antes, convirtiendo el sexo en un acto sin premeditación, sino como en la culminación del amor holístico que se profesaban. Una ciega excitación se derramó sobre ellos, rodeándolos con su blanco fulgor. Todos los sentidos de uno se centraron en el otro. Los dedos de uno enredados en el pelo, los del otro recorriendo la tersa piel ansiada.

La piel de Pedro era suave como la seda. Guillermo deslizó las manos sobre ella en una caricia sensual desde las caderas a los hombros. Un mudo gemido escapó de los labios de Pedro cuando él ahuecó la mano sobre el suave montículo de sus pezones, rozándole las cimas, jugueteando. Guillermo enterró la boca en el hueco de la garganta y el roce de su lengua incendió todas las terminaciones nerviosas de Pedro. Luego le lamió los pezones hasta que se arqueó lleno de deseo bajó él, gimiendo su nombre mientras Guillermo deslizaba su boca lentamente por la suave curva, haciendo que Pedro anhelara lo que sabía que Guillermo codiciaba también. Finalmente los labios alcanzaron el pezón, Pedro ronroneó de placer. La lengua lo rozó, moviéndose alrededor del excitado pico.
Sin fuerzas, Pedro  se abandonó a él y al tormento que prodigaba expertamente a su cuerpo. Guillermo hundió los dedos alborotándole el pelo antes de deslizarlos a los hombros que se tensaron bajo las caricias.

Alzó la cabeza, y cerró los ojos cuando las puntas de los dedos de Pedro le recorrieron la columna, recreándose en ella. Luego regresó a cubrirlo con su boca, deseando ardientemente devorarlo y degustar su sabor.

… Sos tan hermoso amorcito.

 Quiero amarte mejor de lo que cualquier ser humano haya amado a otro.

… Ya lo haces. No tengo misterios para ti.

 Guillermo miró los ojos brillantes y ardientes, y una vaga sonrisa curvó sus labios al leer la sinceridad de las palabras en su expresión.

… ¿No los tienes?, y para demostrar que estaba equivocado lo acarició como nunca lo había hecho, despojándolo del poco control que le quedaba.
 Le ahuecó las nalgas con las manos, masajeándolas, y sin previo aviso, hundió los dedos en la hendidura entre ellas, haciendo que Pedro se retorciera en sus brazos.

… No te muevas, le susurró acariciándole las caderas.
… ¿Por qué?

Guillermo fue trazando un reguero, un sendero, con su lengua hasta llegar al abdomen, Cada músculo de Pedro se tensó cuando le introdujo la lengua en el ombligo, y se puso rígido ante la sensación. Guillermo apretó las manos contra las caderas, inmovilizándolo y, gradualmente, Pedro sintió un extraño placer mientras él lamía y saboreaba el lugar.

… Guille, por favor, ámame. Estaba húmedo en sudor y se estremecía de deseo.
… Lo estoy haciendo precioso, malinterpretándolo deliberadamente con el corazón desbocado de excitación.

Pedro tragó saliva aliviado cuando la lengua de Guillermo abandonó el ombligo, seguro de que ahora lo tendría, que llenaría el vacío atormentador que sentía en su interior, Pero Guillermo en lugar de ello, llevó la cabeza más abajo y, de repente, su boca estaba jugueteando con suavidad entre las piernas. Pedro emitió un sonido de sorpresa, embargado por una fría confusión y un desbordante placer.

A ciegas, buscó las grandes manos masculinas que le sujetaban las caderas y entrelazó los dedos en los de Guillermo que continuó devorando su sexo, primero dulcemente hasta que Pedro pensó que iba a desmayarse.

Muy excitado y conmocionado, no se movió cuando él dejó la caricia y subió por su cuerpo hasta la garganta. Los ojos se buscaron, con una mirada tan oscura que parecía negra. El colchón se hundió bajo ellos cuando Guillermo lo colocó boca abajo, acuñando los muslos entre los suyos. Devoró su boca con un beso lento, arrasador, devastador, y su pasión se agudizó por la ansiedad de Pedro en su respuesta. Y finalmente al fin lo penetró hasta que quedaron sin aliento.

___Guillermo permaneció inmóvil dentro de la palpitante funda que lo abrazaba, luego emitió un largo gemido, cuando Pedro levantó las caderas hacia él, urgiéndolo a que lo penetrara más profundamente.

El calor hirviente de la carne de Guillermo se hundió en Pedro y sus cuerpos se movieron al unísono con pasmosa perfección. Se movieron y se tocaron con urgencia, aprendiendo los secretos que sólo los amantes podían conocer.

Guillermo descubrió que a Pedro le fascinaba acariciarle los muslos, que sus piernas tenían la longitud perfecta para rodearlo en un abrazo por detrás anudándolas.
 Pedro supo que Guillermo temblaba de placer cuando él le rozaba por detrás con las uñas. Guillermo supo que los roncos sollozos provenían de su garganta. Enterró la cara en la nuca y en el pelo de Pedro cuando sintió que se tensaba en torno a él... Pedro tembló, contuvo el alieno, estremeciéndose de nuevo cuando Guillermo se vio sometido a un brutal placer. Y tras  decenas de embestidas acompasadas, llegó la última en la cual ambos se lanzaron al vacío, alcanzando el éxtasis que los inundó como una violenta oleada y los arrastró sin rumbo.

Guillermo se derrumbó abrazándolo una eternidad en silencio, acomodando la cabeza en la nuca. Pedro, feliz se dedicó a dibujar patrones sin forma y garabatos en la piel de Guillermo con los dedos largos, y a enredarlo en sus miembros como hiedra. Guillermo le tomó una mano y la besó, y luego la punta de cada dedo antes de salir, apoyarse en un codo y bajar la mirada hacia él. Se sonreían con los ojos.


… ¿Cómo he podido vivir tanto tiempo sin vos? ¿Cómo he podido vivir pensando que era feliz?
 No lo sabía. No sabía que te necesitaba tanto.
… No podría vivir sin ti, con los ojos brillantes en lágrimas. No después de amarte.

Guillermo le acarició los labios con los dedos, haciéndolo parpadear.

… No digas eso. No temas más al futuro. Sos mío y nada podrá cambiar lo que siento por vos. Ni siquiera vos aunque lo intentaras.
.. Pedro asintió y parpadeó para que las lágrimas cayeran y le susurró.

.. Nunca me dejes  Guille.
… Nunca lo haré.

Los labios sellados se demoraron mucho tiempo adorándose, y las manos vagando por los cuerpos hasta quedar esta vez Guillermo tendido bajo Pedro y comenzar a dialogar con los sentidos nuevamente.



CONTINUARÁ.


UN DESTINO… UN AMOR… GUILLE Y PEDRO… PEDRO Y GUILLE.




59 comentarios:

  1. Maravilloso Eve!!!...No podía ser de otra manera...Después del miedo tremendo que pasaron, de las dudas y temores de Pedro por la actitud de Guillermo con Juan, después de estar todos unidos alrededor de Camila y de ese hijo que ya es de los cuatro, cuando todo se tranquilizó por el buen estado de Camila y del bebé, tenían que estallar todos esos momentos terribles vividos por Pedro...Y creo que no está equivocado, ambos necesitan una terapia compartida, porque aunque de distintas maneras, los dos tuvieron infancias horribles, y tienen que sanar esas heridas para perderse el uno en el otro y formar ese ser Único que son...Y bueno, el resto era inevitable...si algo no está en duda es cuánto y cómo se aman...y qué manera de demostrárselos ambos, cada vez más unidos y enamorados...Genial Eve, sos insuperable...Te aplaudo de pie y te agradezco por todo lo que me dás en sueños, en ilusiones, en ganas de volver a volar con las alas de una adolescente...TQM......Alicia Vitolo

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    1. Acá son dicidisos ambos pero Guille tiene un tema de culpa con Juasn que lo manipula y este cielito es más fuerte, vamos a ver el mobbing o maltrato doméstico en esa terapia, como les dije con un Manuel que es un sol, una Camila buena y el hijo ensamblando esa familia donde por ahora no entra Fabián, gracias infinitas y mi amor.

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  2. Gracias Silvana Villanueva, besos.

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  3. Gracias Alicia Leguizamón, besos.

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  4. Hay Eve que capítulo por favor ese loco de mierda no se merced loquero, mínimo cárcel y unas visitas nuestras de tortura trolo resentido y por favor gracias esta vez a Pedro que tome las riendas en el asunto apoyo la terapia me mata la ambigüedad del carácter de Guille fuerte y controlador y tan débil e inseguro a causa de esa relación tan enfermiza de tantos años pero llega su cielito más claro que nunca a brindarle toda la luz que es capaz y ese amor que aunque pareciera que nada mas pueden hacer para cautivar al otro y se siguen redescubriendo entrega a entrega cuanto placer por favor coronado por el amor más perfecto y Bello que jamás pueden haber conocido en la vida. Bellísimo este Naufragio que tantas cosas ya nos brinda y lo que falta por venir. Genial a esperar y seguir disfrutando

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    1. Sí, no está dicho que el luj gar de Juan sea el loquero, a este Guille lo manipula con la culpa pero cielito no se la hará fácil, el lugar es la cárcel, en esa terapia veremos el maltrato psicológico que usó Juan, y esta familia distinta alrededor del hijo, con un sol como es Manuel y una Camila buena, y el Amor de ellos decidido como ninguno, gracias infinitas y mi amor.

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  5. Hermoso cap Eve lleno de amor como siempre!

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    1. Llleno de Amor con peleítas y un cielito bravo acá, y voy al maltrato doméstico en esa terapia que harán, besotes mil.

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  6. Hermoso cap Eve lleno de amor como siempre!

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  7. Gracias Silvana Villanueva, besos.

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  8. EXTRAORDINARIO CAPITULO EVE DESPUES DE TODO LOS MIEDOS QUE PASARON POR CULPA DE JUAN Y EL PELIGRO DE PERDER EL BEBE SE REENCONTRARON Y QUEDARON QUE VAN A HACER TERAPIA ES QUE REALMENTE LA NECESITAN LOS DOS OTRO CAPITULO ATRAPANTE Y CON DIFRENTES ARISTAS QUE NOS TIENE ATRAPADAS GRACIAS QUERIDA EVE UN BESO

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    1. Gracias Graciela, este Juan me ha dado pie para contar mucho que continúa y me permite mostrar una realidad vigente y mala, y el amor de siempre, gracias infinitas y mi amor.

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