EL VIAJE. CAPÍTULO 43.

 

EL VIAJE. CAPÍTULO 43.

Bs.As., MARTES  06 de marzo de 2015.

Prisionero de una inmensurable fuerza que lo hundía en un  profundo abismo, Guillermo dejaba transcurrir las horas y los días inmerso en una monótona agonía, a pesar de la mejora de sus heridas.

 A dos semanas de la tragedia, en el hospital, las cosas seguían su curso. Los fisioterapeutas y kinesiólogos  habían examinado a Guillermo y a Pedro, para planificar en ambos el programa de rehabilitación.

Pedro continuaba en coma, pero lo movían con frecuencia en la cama ortopédica para evitar problemas de piel, pulmonares y atrofia muscular, pero los días para todos se hacían muy largos, para Guillermo transcurrían agónicamente lentos.

Gabriela y Marcos, ayudados por Juan se hacían cargo del estudio, Guillermo ya a veces llamaba para dar órdenes pero su mente estaba centrada en Pedro, las obras del Delta continuaban. Guillermo había pedido a Valeria, Alberto y a Fabián que continuaran con los exámenes y luego comenzaran a cursar, a él lo cuidaban las enfermeras,  se turnaban para visitarlo todos, Cuca ahora casi pasaba el día a su lado, y Pedro estaba bajo cuidados intensivos.

Guillermo pedía que lo llevaran a su habitación una o dos veces por día, nadie había hecho caso al pedido del padre de Pedro. Algunas enfermeras pensaban que las visitas  a Guillermo le hacían muy bien, y a Pedro no podían hacerle ningún daño manteniendo los cuidados de antisepsia estipulados.

Guillermo siempre se sentía mucho mejor cuando lo veía, añoraba sus charlas, su voz, sus hoyuelos, su sonrisa, su amor. Se pasaba horas tendido en su cama de hospital, pensando que lo tenía al otro lado del pasillo, esperando los pocos minutos que podía estar a su lado. Sus heridas comenzaban a mejorar, aunque aún no podía mover la pierna. Trataba de mantenerse animado, aunque sabía que tendrían que hacer frente a cambios difíciles e importantes, por ello al menos había deseado que la vida de  su familia y el estudio no se  afectaran en extremo.

Se había convertido en el favorito de las enfermeras, que murmuraban sobre la naturaleza de su relación con Pedro, aunque lo que veían no tenía fácil explicación. Muchas habían oído a Guillermo hablando con Ana o con Gabriela de su divorcio, que esperaba audiencias, pero fuera lo que fuese que lo uniera a Pedro se notaba que era sublime, y  a él lo encontraban un hombre muy agradable.

… Lo quiero para mí. Dijo una de ellas en la cafetería conversando con sus compañeras.

Pero todas notaban que Guillermo no había coqueteado con ninguna, nunca demostraba interés alguno, pero era muy caballero y admirado por todos-

…¿Qué hace chicas? ¿A qué se dedica?

.. Es abogado penalista, y dicen que de los mejores. Pedro también, pareciera que trabajan todos en el mismo sitio, con la chica rubiecita que los viene a visitar y los demás. Debía estar loco por Pedro, decía una de las enfermeras de Pedro--- Es una pena.

Ana lo visitaba en forma repetida, habían acordado la audiencia de conciliación en el hospital, porque Guillermo deseaba que el divorcio marchara, y no quería seguir ligado a Ana. Su vida y sus sueños eran para Pedro. Y Ana estuvo a punto de decirle que no deseaba verlo casado con un inválido pero calló a tiempo.

Guillermo solamente podía amar a Pedro, y ese amor lo había ayudado a comprender muchas cosas de sí mismo, sobre lo que no tenía en su vida anterior. No quería seguir viviendo en la mentira, aunque sabía que quizá no podría compartir su vida con él, pero el hecho de haber estado enamorado era suficiente para saber que había llegado el momento de terminar con aquel matrimonio sin amor con el que se había conformado demasiado tiempo.

__ Aquel día cuando Ana se cruzó con Fabián y Valeria les preguntó si el accidente y el coma no le habrían trastocado la cabeza a Guillermo,  que a pesar del estado de Pedro hacía lo imposible por acelerar el divorcio.

… No  Ana, no está trastocado.

… Yo sí lo estuve Fabián, por años. No fui una buena esposa para él-confesó--.Siempre he actuado de manera despectiva con él, me dolían su éxito y su independencia, fue algo mezquino de mi parte.

¿Crees que se casará con Pedro si sobrevive a pesar de todo?

… No creo que eso importe ahora ma., Pedro está muy mal. No sé que hará el viejo cuando regrese a casa. Supongo que volver al trabajo, aunque también tiene buen tiempo de rehabilitación, dicen que no saldrá antes de un par de meses porque quieren que la comience acá.

___ Guillermo se había quedado pensativo y muy triste aquella noche. Se sentía muy solo pese a las visitas, y estaba comenzando a entender el largo y duro camino que le esperaba. Y Pedro, si sobrevivía, tendría por delante al menos un año de durísima rehabilitación, y podía ser más. Pero no tenía elección. Guillermo en general, era como si viviera aparatado del mundo, rodeado de enfermeras, médicos, con Pedro en coma al otro lado del pasillo. En esas dos semanas había mejorado notablemente, y ya era habitual que lo llevaran a la habitación de Pedro por la mañana y por la noche. Se quedaba tumbado  en su cama y le hablaba durante un rato, con la esperanza de que pudiera oírlo, luego lo llevaban de regreso a su habitación.

 Bs. As., martes 13 de marzo de 2015.

A la tercera semana del horror, Guillermo casi había perdido la esperanza de que Pedro despertara y saliera del coma. No había forma de trasladarlo mientras dependiera del respirador, y empezó a preocuparse por lo que pasaría con él, porque los médicos pensaban que podría marcharse en un mes y no soportaba la idea de dejar a Pedro internado, sabiendo que si él no podía venir, no habría nadie que se preocupara por lo que le pasara, lo visitara y le hablara.

Guillermo pensaba en ello aquella noche encontrándose junto a Pedro mientras le tomaba las manos y le hablaba como cada día. Las enfermeras charlaban con él como si ya esperaran encontrarlo en la habitación, tanto como en la propia.

 Le estaba diciendo a Pedro lo precioso que era, cuánto lo extrañaba, cuánto echaba en falta poder hablar con él en aquellas noches todavía cálidas y tan cercanas a su cumpleaños. Se descubrió pensando y hablándole de los días que pasaran en el yate, en lo mucho que hubiera deseado volver el tiempo atrás.

… ¿Recuerdas lo bien que lo pasábamos?, le murmuró acariciando y besando los dedos. Me encanta bailar con vos. Si despiertas podemos ir a bailar algún día. Te amo chiquilín lindo. La casa está quedando muy bonita y tienes que hacer la piscina, tenemos que mudarnos, y nos vamos a casar, ¿recuerdas?

Para él aquello no era más que un recuerdo, un sueño lejano. Aún estaba hablando cuando notó una ligera presión en la palma de la mano... Al principio pensó que era un acto reflejo y siguió hablando, pero la presión  se repitió. Dejó de hablar durante un rato observándolo, confundido, temblando, y miró a la enfermera. No quiso decir nada, pero su conversación con Pedro continuó con algo más de decisión, con entusiasmo. Luego se detuvo y trató de colocarse de forma que pudiera verle la cara.

.. He notado que me apretabas la mano amorcito___le dijo con claridad___ Quiero que vuelvas a hacerlo_ Esperó durante lo que le pareció mucho rato, mientras la enfermera los observaba, pero no pasó nada y la enfermera se apartó.

… Pedrito, cielito, hazlo otra vez. Aprieta mi mano, solo un poquito… quiero que hagas un esfuerzo por mí___ Y entonces, casi imperceptiblemente, como si él estuviera tendiendo la mano desde otro mundo, desde el otro lado del camino, lo hizo.

El rostro de Guillermo se iluminó con una sonrisa, mientras que las grietas formadas por los ríos derramados en esos días eran recorridas por las lágrimas que huían de los ojos sin permiso.

… Eso es maravilloso mi amor--- Lo animaba, abrumado por un vendaval de sentimientos recién reencontrados.

… Ahora quiero que abras los ojos, solo un poquito…. Te estoy mirando como te gusta. Pedro, quiero que me mires a mí, y no te asustes si ves borroso, eso también va a pasar. Lo prometo.

___ No había ninguna señal de vida en su rostro, pero los dedos volvieron a moverse. Guillermo se preguntó si después de todo, no serían más que actos reflejos. Cuando empezaba a desanimarse, Pedro arrugó la nariz, aunque sus ojos seguían cerrados. El corazón de Guillermo latía desbocado, porque sabía que Pedro estaba regresando, ahora para quedarse.

… ¿Qué ha sido eso precioso? Ha sido una mueca muy rara, pero ha estado muy bien. ¿Qué me dices de regalarme una sonrisa con hoyuelos?

Las represas habían cedido y las lágrimas le corrían presurosas por las mejillas, todos sus esfuerzos, su fuerza, su anhelo y su Amor estaban puestos en Pedro. La enfermera se había quedado atónita y observaba atenta. Pero también había visto claramente la mueca de Pedro, aunque para ella definitivamente aquello era un acto reflejo.

… Vamos Pedrito, ¿puedes sonreírme amor mío? Abre los ojos,.., te he extrañado tanto. Si te estás vengando por lo mío de antes, yo no te hice esperar tanto tiempo.

___ Guillermo le suplicaba, animándolo a volver, deseaba meter su brazo en el abismo en el que estaba y traerlo de vuelta con él sano y salvo. Sentía la necesidad de aferrarse a él, de alejarlo del borde del abismo donde su alma se encontraba suspendida. No soportaba más la idea de perderlo. Y al mismo tiempo se sentía egoísta recordando cuando Pedro deseaba ir hacia la luz y  no regresar, pensando que estaría en paz y feliz si el alma se liberara de ese cuerpo que ahora lo atormentaba, y casi tuvo un dêja vu de lo que ocurriera con él.

Estuvo esperando otra media hora, sin que pasara nada, estaba exhausto y agotado pero no deseaba rendirse.

… Pedro, mi amor, de acuerdo, no sonrías, haz esa mueca otra vez…vamos precioso…arruga la nariz.

Pero en vez de eso, como para decirle que estaba allí, Pedro levantó la mano unos centímetros de la cama y luego la dejó caer como si el esfuerzo hubiera ido sobrehumano.

.. Eso ha estado muy bien mi amor, muy bien,  Un trabajo muy duro. Descansa un poco vida mía. Luego lo haremos otra vez.---- Quería reunir todas las señales que pudiera___, mantenerse en contacto con él hasta que volviera a él y a la vida sin dudas.

Le habló, y le habló, trataba de hacerle pestañear, mover alguna parte del rostro, abrir los ojos, o apretarle la mano otra vez. Y durante mucho rato nada se movió, luego, percibió un tenue movimiento en los ojos.

… Le estamos bajando la sedación, si está despertando del coma se la quitaremos, para intentar sacarle el respirador.

… ¡Dios mío!, está intentando abrir los ojos.

___ Recién entonces la enfermera salió disparada en busca del médico.

… Amorcito, después de pasar tres semanas al borde de la muerte, estás volviendo, y sé que soy yo por el que estás recorriendo ese camino de regreso, te estoy trayendo con mi Amor y con todo mi empeño.

…Pedro, ahora la voz de Guillermo pese al temblor y  la embriaguez de felicidad que sentía era firme, abre los ojos, amor mío. Sé que es difícil pero tienes que abrirlos. Has estado dormido mucho tiempo, demasiado amorcito. Tienes que poder despertar, sé que estás acá, a mi lado, que  hace días que lo decidimos juntos, inténtalo precioso, solo un poquito. Quiero verte mirarme y sé que vos quieres verme, y un momento después Pedro lo hizo.

Guillermo ya no lo esperaba. Después de tanto rato, se hubiera conformado con cualquier gesto. Pero esta vez lo hizo, y los ojos marrones que habían estado cerrados durante tanto tiempo, se abrieron un poquito, con pesas en los párpados y niebla por delante, pero allí estaban respondiendo a la voz conocida de siglos que lo llamaba.

Eso es… muy bien… puedes abrirlos un poquito más para mí.___ Guillermo reía y lloraba, temblaba y se cubría de un rocío fino que se mezclaba con el llanto___. Inténtalo amorcito… abre esos  hermosos ojos.

___ El médico ya estaba en la habitación, pero se mantuvo retirado para no interferir. Guillermo lo estaba haciendo mejor que nadie, y solamente la fuerza del Amor podía explicar aquel milagro que para la medicina no  era factible. Guillermo ya se las arreglaba muy bien solo, porque hablaba el único lenguaje que Pedro podía entender, el lenguaje del Amor compartido, del amor eterno, del que acababa de vencer a la muerte, otra vez, y lo volvió a intentar.

… Estoy esperando que me mires. Llevo esperando mucho tiempo.

__ Y, mientras lo decía, un largo y gracioso suspiro llegó desde la cama, y, con un leve aleteo, Pedro abrió los ojos, y volvió a cerrarlos sin mirarle, como si el esfuerzo fuera demasiado grande o como si no pudiera verlo..

… Vamos, amor, mantenlos abiertos lo suficiente para mirarme. Por favor, amor mío…

Ver como volvía a la vida lentamente mientras le hablaba era como verlo regresar lentamente hacia la tierra desde un lugar lejano, que Guillermo conocía de lejos.

 Y entonces, por fin abrió los ojos otra vez emitiendo un pequeño gemido volviendo la cabeza,  todos temieron a aquel movimiento, al dolor que podría provocarle. Pero entonces Pedro sonrío contra el tubo, con los ojos cerrados nuevamente, y pareció forcejear con una palabra.

…Pedro, soy su doctor, a ver, vamos a desconectarle el respirador, veamos si eres capaz de respirar solo, si puedes hacerlo te voy a quitar ese tubo para que puedas hablar, ¿sí?

___ Con algo de temor, desconectaron el respirador  y ahora Guillermo no apartaba como los demás la mirada del pecho, que seguía con el vendaje por las fracturas costales, pero para alivio de todos el  torso  comenzó a ascender y descender pos sí mismo y todos tenían entonces lágrimas en los ojos, Pedro estaba respirando solo.

… Bueno amor mío, has logrado algo extraordinario, ahora puedo ver ese rostro hermoso y puedes hablar, aunque te   moleste la máscara, inténtalo, vamos.

___ Estuvo intentándolo un buen rato, los labios pálidos y trémulos bajo la máscara y, finalmente con una voz que sonó como apenas un gemido, con las sílabas arrastrándose, logró pronunciar un nombre:

… Guiie.

___ Guillermo al oírlo le besó la mano y tuvo que aprender a contener los sollozos para poder a su vez hablarle, y de pronto el desasosiego, la asfixia, la agonía, la tristeza vital en la que moría minuto a minuto, daba paso a la vida, al aire, a la luz, al sol, y a la necesidad absoluta de desear compensarlo por lo que había logrado.

.. Pedro, te amo, te amo tanto. Sos tan bueno, tan hermoso. Sé que hiciste un gran esfuerzo para regresar. Gracias amor mío.

… Sí, susurró Pedro, con los ojos cerrados--- Te amo… Guiie, y esta vez dijo su nombre nuevamente como si lo estuviera saboreando.

… Creo que ahí es donde nos habíamos quedado mi amor, y Guillermo sonreía a través de las lágrimas. Ha pasado una eternidad desde que nos  besamos en la casa, antes de… Has estado ausente demasiado tiempo amor mío. Te he extrañado tanto…

… Háblame, Pedro susurraba sonriendo y médico y enfermeras reían.

___ Guillermo llevaba tres semanas y aquella noche había pasado horas hablándole. Era como si siempre hubiese sabido que podía traerlo de regreso a casa. No se había rendido en ningún momento, aunque había empezado a desanimarse, pero nunca se había rendido.

… Gusta… oírte…hablarme, Pedro parecía enormemente cansado, lo que seguramente era cierto. Todos sabían que había hecho un gran esfuerzo.

… Me alegra ver que puedes hablar. Llevo mucho tiempo esperándolo. ¿Dónde has estado amorcito?

___ Guillermo le hablaba suavemente acariciándolo con su voz y sosteniéndole las manos y Pedro contestó, al parecer a diferencia de él, no tenía problemas mayores con entender y hablar, pero Guillermo empezaba a sospechar lo que alguien había dicho, la causa por la cual mantenía los ojos cerrados.

… Fuera amor, sonrió nuevamente, tú sabes el lugar.

___ Guillermo lo escrutaba con una mirada llena de interrogantes y miraba al médico y a su vez la voz de Pedro tenía preguntas  para las cuales Guillermo tenía las respuestas.

… ¿Cuánto?

… Tres semanas, y Pedro pareció sorprendido.

… ¿Tanto?, parecía luchar por encontrar las palabras, pero lo hacía muy bien, pronunciaba bien, y el médico también lo pensaba.

… Bueno, no es tanto, para los médicos no ha sido tanto, para mí ha sido una eternidad.

___ Pedro permanecía en silencio, parecía preocupado y de pronto comenzó a hablar nuevamente.

.. ¿Fabián, Guillermito, Valeria?
… Bien precioso, todos están bien, han estado acá, tus padres, Marcial, Camila vinieron a verte, Gabriela, Alberto, Marcos, todos.

… Guiie...

… ¿Qué pasa mi amor?

… La cabeza… duele.

… Seguro que sí,  te creo.

…. Otras partes también,…, pero, no puedo verte… solamente luz borrosa.

Un dolor lacerante, profundo, visceral mayor a la puñalada de Laura, al disparo de Miguel, invadió a Guillermo en su ser y el médico se acercó con el haz de luz del oftalmoscopio a hacer infinitas pruebas y un fondo de ojo, ante la mirada llena de dudas y desconcierto de Guillermo.

… Luz,.., solamente luz…apagada…borrosa. ¿Ya no te voy a poder ver más?
… Tranquilo Pedro, has estado mucho tiempo en coma, es normal que al comienzo no veas con claridad, además,…, recibiste unos disparos, ¿recuerdas?

… Miguel.

… Sí, él murió, pero una de las balas que casi te atraviesa el corazón salió por detrás y tocó el cráneo, el hueso, no el cerebro, pero está inflamada esa zona, y por eso no puedes ver ahora.

Ha sido un día muy difícil para los dos, ahora vas a descansar, Guillermo también, mañana te sentirás mejor, y en pocos días va a mejorar la visión.

… NO, Guiie, No te vayas, está oscuro, no te vayas.

___ Pedro le cogió la mano con fuerzas y Guillermo miró al médico suplicando

… ¿Puedo quedarme ahora que le quitaron el respirador?, además me sentiré más tranquilo si estoy a su lado.

___ Se hizo un largo silencio, mientras el médico lo pensaba. No había razón para que no lo hiciera. Eran adultos, eran pareja, las enfermeras podrían vigilarlos a los dos, los riesgos de infecciones se habían alejado, Pedro estaba despierto y parecía una justa recompensa para lo que Guillermo había hecho por él aquella noche. No había motivo para negárselo.

… Creo que es una buena idea Guillermo, usted ya no está conectado a los monitores, lo único que necesita es el soporte del suero al lado de la cama y, si lo pide, algún analgésico, aunque Guillermo nunca los solicitaba.

… Quiero que duermas aquí amor.

___ Pedro se aferraba a su mano como a su salvavidas en medio de un naufragio en un mar desconocido y Guillermo sonreía por la fuerza que tenía al parecer en los brazos como le habían anticipado. Había vuelto, estaba vivo, había vuelto a él. Era la noche más feliz de su vida, no se comparaba a la de la entrega en Santiago, ni a la del compromiso en el yate, ni a las vacaciones en familia, no, esa noche sería siempre la más feliz para ambos, la que marcaría la diferencia entre la luz y la oscuridad, entre el abismo y el llano, entre la muerte y la vida.

___ Y mientras ellos no dejaban de sonreír entre lágrimas las enfermeras los prepararon para dejar las camas lo más cerca posible y que no se interrumpiera el contacto

El médico examinó extensamente a Pedro y quedó conforme. Le hizo varias preguntas y sus funciones mentales parecían intactas, por lo cual decidió esperar a la mañana para comenzar con estudios más profundos.

… Pedro, tuviste muchas lesiones, te operamos de tres balazos, la bala del pulmón la sacamos con un trocito de él, pero no has tenido complicaciones mayores, la otra te expliqué que salió sin tocar el cerebro.

… ¿Y la otra?
… La otra decidimos no extraerla, al menos por ahora, está alojada en una vértebra del cuello,  hemos hecho un puente con metal para aislarla y que no se desmorone.

Pero ahora lo que ambos necesitan es descansar.

___ La enfermera dejó encendida una pequeña luz de noche y Guillermo quedó de costado para contemplarlo mejor, al lado de Pedro. No deseaba dormir, quería pasar la noche mirándolo y adorar ese rostro, que aún conservaba algunas cicatrices, pero los cirujanos plásticos habían hecho proezas y su belleza estaba intacta. Seguía con la mano entre las suyas besándosela y Pedro a cada beso le regalaba una sonrisa bajo la máscara.

… Sos tan hermoso, tan valiente, tan fuerte. Te amo tanto.

… Guiie, ¿y si no vuelvo a verte?

…. Shhh. Eso no va a pasar, ya lo ha dicho el médico, vas a ir recuperando la visión porque el cerebro solamente está inflamado, no lo operaron.

___ Guillermo sintió que había valido la pena la espera por una sonrisa de Pedro, aunque no caminara, aunque nunca volviera a ver, aunque nunca volvieran a hacer el amor, con saber que entendía, que hablaba y  le sonreía él sentía que su mundo estaba completo, lo habría esperado toda la vida.

… Te extrañaba mientras estaba fuera.

… ¿Cómo lo sabes?

___ Ambos hablaban en susurros y las enfermeras sonreían desde un rincón.

                                                                                                                                             

… Lo sé, como tú lo supiste la otra vez, nuestras almas se hablan, te escuchaba.

__ Las enfermeras y el médico menos las de turno salieron de la habitación y comentaron lo bonito que era ver a esa pareja. Nadie había creído en que Pedro podría sobrevivir. El primer paso de un largo recorrido había ocurrido por milagro y el médico llamó a los padres a Chille, mientras una de las enfermeras le avisó a Fabián y éste a los demás.

Pedro y Guillermo tendidos uno junto al otro era como si siempre hubieran dormido juntos, como antes, como desde hacía  casi diez  meses.

 Pedro apenas intentaba moverse sentía punzadas en la cabeza y en el cuello, por lo cual desistió y fue Guillermo quien estaba completamente despierto, contemplándolo.

Habían pasado demasiadas cosas, pero ahora Pedro parecía más conciente, recordando y preocupado.

… Guiie, ¿qué te ha pasado a ti?

… Me lesionaron la pierna y un brazo, pero ya estoy mejor, todo irá bien precioso, me salvaste la vida, pero nunca más se te ocurra hacerlo. Ahora que despertaste todo está bien.

… ¿Estás seguro?

… Lo estoy. En mi vida me había sentido mejor antes.

..Yo también, pero permanecía pensativo. No veo, no recuerdo nada. ¿Cómo hemos llegado hasta acá?

… Es una larga historia amor mío, ya hablaremos cuando te sientas mejor y tendremos que declarar.

… ¿Declarar?, lo único que recuerdo es que  te estaba besando en la casa del Delta, y ahora  he despertado acá.

… Es lo mismo que recuerdo yo.

___ Guillermo hubiera querido poder besarlo, pero lo único que por ahora podía hacer era recrearse en su belleza y escuchar su voz, hasta verlo sonreír bajo la máscara, acariciarle la mejilla y la mano.

… Uno de estos días me encantaría besarte como esa vez, lo dijo como con expresión soñadora y Pedro no contestó. Estaba pensando en que tal vez no volvería a ser un hombre completo, aunque no lo había dicho se daba cuenta que no sentía las piernas, menos podía moverlas, además de no ver, y se limitó a dejarse sujetar la mano por Guillermo, en silencio. Era lo único que podía ofrecerle de momento.

… Espero que los chicos estén bien, ajeno a la preocupación de Guillermo por sus piernas y su capacidad sexual, aunque ninguno de los dos lo decía.

… Lo estarán cuando se enteren.

Pero por un momento Pedro pareció triste y le apretó la mano.

… No pienses en nada por ahora. ¿Por qué no cierras los ojos y tratas de dormir?

… Dices que ya dormí mucho y que querías que despertara.

___ Ambos sonrieron. Definitivamente había resurgido de las cenizas, había salido del pozo, se había desprendido de las manos de la muerte para aferrarse a  las de Guillermo que eran la vida y el Amor, después de tres semanas en coma y una tragedia que casi lo había matado, no había cambiado nada en su ser interior ni es su mente. Seguía teniendo la misma fuerza espiritual, el alma pura y llena de Amor. Y al final eso era lo que lo había ayudado a regresar, eso y, su Amor.

… Vuelve a dormir. Hablas demasiado y tus pulmones están recuperándose, además de unas cuantas costillas rotas Vas a agotarte.

___ Guillermo no podía dejar de sonreír mientras lo miraba, ahora le parecía más bello que antes.

…No quiero dejar de hablar contigo en toda la noche, y quiero que terminemos la casa, que vayamos a navegar, a bailar, que podamos casarnos.

… Lo haremos. Guillermo sonrió al ver que estaba confeccionando una lista mental de deseos que quizá impulsara a sus piernas y a sus limitaciones, para que se hicieran realidad. ¿Ahora quieres hacer todo eso?

… De acuerdo no, mañana. Tenemos que recuperar el tiempo perdido, tenemos que casarnos para tu cumpleaños, y suspiró de felicidad como ajeno a todos los impedimentos y Guillermo sonrió olvidándolos también, disfrutando de estar contemplándolo y hablando, que estaba vivo y punto.

… Será mejor que te portes bien o mañana los médicos te pondrán a dormir otra vez.

…  Solo quiero estar aquí, contigo. Y entonces rió con suavidad en la penumbra. ¿Y ahora ya podemos confesar a todos que nos hemos acostado juntos no?

… Te estás portando pésimo por ser que has pasado tres semanas tan enfermo.

Guillermo hubiera deseado rodearlo en sus brazos pero lo hizo con toda su alma y su corazón.

Pedro era suyo, antes, y volvía a serlo esa noche en que había atravesado las penumbras y las sombras para regresar a su lado pasara lo que pasase, fueran adonde fuesen, sabía que nunca volvería a perderlo.

… Guiie, caminaba hacia una luz blanca muy potente, me sentía feliz, en paz, pero tú no venías, me senté a esperarte,…, luego caminamos juntos, por una camino estrecho… y los chicos comenzaron a hacernos señas, a llamarnos y tú me hiciste volver.

___ Guillermo sintió como si lo hubiera atravesado un rayo al oírlo. Él había tenido exactamente el mismo recuerdo cuando había recuperado la conciencia.

… ¿Cómo era la luz?

… Blanca, linda, muy brillante… y yo estaba muy cansado… me senté en la roca. Yo no quería volver, pero tú insistías. Dijiste que podíamos volver allí cuando quisiéramos... yo no quería,.., pero dejé que me trajeras de vuelta.

Guillermo supo que aquella noche había vuelto a hacerlo. La primera vez lo había hecho volver de la muerte, la segunda de algo similar, de la profunda oscuridad del abismo donde dormía un sueño sin fin.

Pero todo lo que describía de la luz, los estados y la roca era lo que él había visto también.

… Pedrito,…, yo también estuve allí. Yo he tenido exactamente ese mismo sueño.

… Lo sé, estabas allí, me fuiste a buscar, como yo lo hice cuando te apuñalaron. Te vi y como entonces nos tomamos de la mano y volví contigo.

.. ¿Por qué?

___ A Guillermo no le parecía normal a pesar de haberlo vivido dos veces. La gente  hablaba de ese tipo de experiencias de cuando el alma se desprendía del cuerpo y pasaba  a un plano donde podía verlo todavía, pero él nunca antes lo había creído, pero no habían muchos casos en que dos personas compartieran la experiencia exacta, la luz, en el mismo sueño, la misma roca, el mismo sendero, las mismas sensaciones, el recuerdo exacto.

Entonces terminó de entender, de corroborar lo que ya sabía, que eran UNO, se dio cuenta que en algún lugar, de una forma profunda y significativa, sus almas se habían encontrado y se habían unido en ese UNO. En otras vidas, en ésta, se venían encontrando, y se habían hecho UNO.

… He vuelto porque tú me dijiste, Pedro lo dijo sereno. Pero luego volví a perderte o a perderme. Creo que me quedé dormido junto al camino.

… Desde luego que lo hiciste pese a que te lo prohibí, y si vuelves a intentarlo Pedro, te aseguro que me voy a enojar mucho, pero mucho. Jamás te me vuelvas a perder.

.. No lo haré. Gracias por esperarme, y traerme de vuelta a casa.

___ Le besó la mano empujando la máscara, y de repente bostezó, el sueño lo invadió sin aviso y antes que Guillermo pudiera decir nada, había caído en un estado de sueño tranquilo cogido de su mano.

Guillermo lo miraba adorándolo, tenía una imagen muy clara de la experiencia mística que habían vivido, la brillante luz hacia la que caminaban por el sendero. Había necesitado de toda su fuerza para apartarlo de ella que parecía succionarlo como un embudo devorador, pero al que él se resistía, y aquella vez había vuelto con él.

No estaba muy seguro de lo que significaba aquello, pero sabía que habían vivido algo extraordinario y, mientras lo veía dormir, supo que a pesar de todo lo que había sucedido, era un hombre afortunado y en ese momento el más feliz de la tierra.

Bs. As., miércoles 14 de marzo de 2015.

.. Bueno, bueno, a ver si Pedro luego de tanto tiempo nos agradece este rico desayuno.

…¿Desayuno? ¿Puedo comer ya?

… Hoy probaremos con líquidos, te, sopa…

… No será un Cabernet, pero por ser que desperté hace un rato estarán exquisitos.

___Guillermo intuía que a cada minuto de mayor lucidez, se sentía más triste por sus incapacidades, hasta para tomar líquido dependía de que alguien le levantara la cama pues no podía mover el cuello, tampoco tenía fuerzas en los brazos, y la enfermera le hizo beber con una pajita. Guillermo tampoco comía solo porque apenas movía el brazo operado pero al menos podías sentarse, ya comenzaban a sacarlo de la cama, llevando la pierna operada inmovilizada, pero ya le habían permitido sentarse con la pierna horizontal en algún soporte.

A  media mañana, antes del horario de visitas, en el cual todos querrían verlo, el especialista concurrió a la habitación y le contó a Pedro todas las lesiones que había sufrido, los tratamientos y las secuelas. Guillermo se había quedado, ya sabía todo pero cuando Pedro escuchó lo de sus piernas, le soltó la mano, y entonces comprendió que deseaba llevarlas al rostro para detener las lágrimas que rodaban aunque no se quejaba.

…¿Cuánto tiempo tendré que estar acá?

… Ambos tienen para cuatro a cinco semanas más acá, ahora te llevarán a hacer unos estudios, necesitamos hacer tomografías y resonancias, según cómo esté el cerebro sabremos en cuanto tiempo se irá aclarando la visión.

Te tienen que evaluar los traumatólogos y los ortopedistas, por ahora no se ha planeado ninguna reintervención, por lo cual te van a colocar un collarete más cómodo, pero no podrás quitártelo ni mover el cuello estas semanas, por 90 días al menos.

Que te hayamos extirpado el bazo no te traerá problemas, tampoco la lesión renal, los análisis son normales menos la anemia que todavía tienes, las lesiones internas están sanando al igual que las heridas externas. Tenemos que vigilar tu corazón que a veces late de manera irregular, porque hiciste varios paros,  aunque no tienes lesión estructural. Logramos evitar infecciones pulmonares, la bala de allí se extrajo y tu pulmón está cicatrizando, pero van a venir fisioterapeutas a ayudarte a hacer ejercicios respiratorios y a movilizarte las piernas y brazos para que recuperes masa muscular, a Guillermo ya se lo están haciendo.

__ Pedro escuchaba en silencio, no había quejas, ni preguntas, solamente escapaba de vez en cuando un suspiro, un sollozo, pero su mente parecía vagar por ese futuro incierto y tortuoso que ahora tenía por delante, al cual ni siquiera podía ver y Guillermo sentía su dolor como propio, aunque ninguno lo expresara.

.. Pedro, hemos llamado a tu familia, tu madre dice que vendrá a verte, pero tu padre quedó atónito, él pensaba que no ibas a despertar, pero ahora nos ha pedido de trasladarte a Chile.

… ¿Qué?, no. No quiero irme a Chile, yo vivo acá.

…Lo sé, mira, en verdad podríamos arreglar un traslado a un hospital de allá en una semana a diez días, porque a casa no puedes ir, pero si quieres puedo decir que es peligroso.

… Por favor, ¿cuánto tiempo estará Guiie acá?

… Un mes más, ambos cuatro a cinco semanas  como les dije.

… Quiero pasar ese tiempo con él, en la misma habitación.

… Lo imaginé, ya habíamos preparado una habitación especial para ustedes desde que llegaron, se quedarán allí ambos hasta el alta de Guillermo, y tú luego tendrás…, bueno ambos tardarán en volver a ser los de antes. Guillermo por seis meses tiene que cuidarse, que rehabilitar también, pero él podrá hacerlo en forma ambulatoria.

… ¿Y yo?

… Tú tendrás que entrar luego de este mes a un centro especializado de rehabilitación.

___ Guillermo casi agradeció que Pedro no viera su expresión desesperada y las lágrimas que agrietaban su rostro a cada día.

.. ¿No puede rehabilitar en casa?, estábamos por mudarnos a una casa donde tiene piscina, gimnasio...

… No. Por ahora no puede, pero no hablemos de ello ahora. Me encargaré de desalentar a tu padre y de que los trasladen a la habitación de terapia intermedia que habíamos preparado. Es lo menos que puedo hacer por ustedes, ambos han viajado a los infiernos y han regresado.

___ El médico estaba encantado con ambos, era imposible resistirse a un amor como  aquel, que les había llevado hasta los confines de la muerte y los había devuelto a la vida. El médico sabía que no  había muchas personas que compartieran algo semejante.

A Pedro lo llevaron a hacerle los estudios y mientras, a Guillermo lo trasladaron a la habitación que empezarían a compartir, con enfermeras especializadas, y entonces aprovechó para hablar a solas con el especialista.

… Dr., ¿cree que lo está procesando bien?
… Creo que tenemos que enviarle a terapia, o lo está negando o no está expresando el dolor Guillermo, pero no podía ocultarle una verdad de la cual se debe haber dado cuenta apenas despertar. Voy a ocuparme del padre que al parecer piensa que ha vuelto de entre los muertos, no creía que podía sobrevivir o despertar del coma

… Lo sé.

__ En la nueva habitación tenían teléfono, Pedro habló con Amalia, pero no quiso hacerlo con su padre que muy a disgusto aceptó que se quedara en Bs. As. y los argumentos del médico. Luego vinieron todos a verlos, con lo cual Pedro se animó un poco, y al fin los dejaron solos a la tarde.

La enfermera le trajo la primera comida, le inclinó la cama y le dio ella misma la sopa mientras Guillermo ya cenaba dieta libre con ayuda, y no dejaba de mirar cada mínima expresión de Pedro, que al tener la mirada perdida en algún lugar oscuro de ningún sitio, no le decía nada de sus sentimientos ahora.

… Guiie, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Están continuando la casa? ¿Y el estudio?

… Tranquilo amorcito, la casa casi está lista, supuse que desearías que la continuaran y di la orden, Julián cuida del yate, el loft lo alquila Matías sin papeles, pensamos que era una entrada de dinero que ayudaría a pagar los gastos de la enfermedad para no usar los ahorros, y en el estudio están Gaby, Juan y Marcos, a veces me llaman, tú solamente piensa en la recuperación.

… Está bien. ¿Peor qué vamos a hacer?

… ¿Qué quieres preguntar? ¿Te refieres a si iremos a jugar al golf, a cabalgar o a esquiar?, por ahora no, pero estamos vivos igual precioso. Guillermo había empezado a decir eso como una broma pero luego vio que Pedro no reía.

… ¿Adónde me enviarán después?

… Creo que aún falta mucho para eso, Guillermo trataba de mantener la calma que tampoco tenía. No creo que puedas saltar de la cama sin más, apenas salido del coma amorcito. Aún quedan lesiones internas por cicatrizar, hay que vigilar el cerebro, tienes que recuperar la visión, tenemos cuatro a cinco semanas para estar juntos en esta habitación, así que espero que te portes bien.

… ¿Y después?, preguntó mientras la enfermera conmovida le daba la sopa. Sus manos estaban sorprendentemente débiles aunque no por la lesión del cuello como las piernas.

… Ya pensaremos algo, tal vez como dijo el médico tengas que ir un tiempo a un lugar especial, pero Fabi pensó en que termináramos la casa, porque cuando hayas mejorado un poco, allí tienes piscina, gimnasio, y contratando al personal podrías seguir rehabilitándote allí, pero lo pensaremos luego amorcito, come para recuperar fuerzas y defensas.

Guillermo no quería hablar sobre que sus piernas estaban en peligro, que no sabía si volvería a caminar, no creía que fuera bueno que le dieran vueltas al asunto ni Pedro deseaba torturarlo con eso, a menos que las cosas hubieran cambiado radicalmente mientras había estado en coma. Pero Pedro ya comenzaba a pensar que solamente deseaba el Amor de Guillermo, jamás su compasión. Que  si quedaba en silla de ruedas y no volvía a caminar quizá lo mejor sería separarse al salir del hospital, y mantener un contacto telefónico, verse de vez en cuando, pero liberarlo para que hiciera una vida normal, pero para ello faltaba, aún no sabía qué haría, y por el momento prefería pensar que su estado era temporario, y Guillermo en el fondo también.

Lo único que ahora deseaban era disfrutar de ese mes que pasarían juntos allí.

Guillermo tampoco le había hablado de su divorcio con Ana, para no presionarlo, tampoco estaría listo como habían pensado para el 21 de abril, por tanto no tenía sentido hablar de fechas ahora.

Guillermo le había pedido al médico que no le dijera la real gravedad de las secuelas por ahora pero Pedro las intuía, Guillermo se quería convencer  de que quizá fuera lógico que de momento no pudiera caminar si tenía que rehabilitar entre seis meses a un año, por tanto no deseaba que le dijeran que jamás lo haría como si fuera un enfermo terminal, aunque a él no le importaba, solamente deseaba tenerlo a su lado vivo y que hablara, y le sonriera ya era un regalo, pero sabía que para Pedro las cosas eran distintas, le preocupaba pensar en lo difícil que iba a ser su vida.

… Bueno, al fin tu padre por ahora se ha convencido, casi me cuesta la matrícula esto, tuve que decirle que podrías tener complicaciones o volver a entrar en coma. Pero sí insiste en que vas a rehabilitar en un centro especializado de Estados Unidos o de Chile, pero…

… ¿Qué? ¿Realmente piensa que si fuera a Estados Unidos las cosas irían mejor?

Guillermo estaba desesperado porque no se sentía entero para protegerlo, pero tampoco deseaba negarle posibilidades si el padre tenía razón y un centro fuera del país hacía diferencia.

… Por ahora, luego de todo lo que han pasado, merecen un poco de felicidad, disfruten de estas semanas, que ya hablaremos del resto.

El médico pensaba en que los tormentos de Pedro no habían terminado ni mucho menos, en lo lenta y trabajosa que sería su rehabilitación, pero no les dijo nada esa noche ni pensaba hacerlo en esas semanas. Pero la idea del padre de buscar el mejor lugar donde le pudieran ayudar a recuperar la movilidad de las piernas, a los 35 años no le parecía tan fuera de lugar.

Ni Pedro ni Guillermo sabían lo que les esperaba realmente todavía.

De momento vivían el hoy, el presente continuo y eterno, tenían en él esas cuatro semanas por delante para estar juntos, para reír, para acariciarse, para hablar y disfrutar del Amor y de la tranquilidad de estar uno junto al otro.

El hospital ahora era un puerto seguro antes de que regresaran a sus vidas del afuera, antes que la realidad golpeara o no.

Aquella noche durmieron juntos en la habitación especial, Pedro respiraba sin máscara, le habían quitado el monitor, intentando darle más humanidad a su estado.

Y los días transcurrieron suspendidos en esa burbuja de a dos que el destino les había habilitado en la sala de un  hospital, y pasaban las horas sin saber de horarios ni espacios, charlando, riendo, recordando, planificando, compartiendo sus vidas, sus afectos, sus miedos, sus esperanzas y sus sueños. Poder disfrutar de aquellos momentos, era un regalo precioso, por el cual habían pagado un precio muy alto.

De a poco Pedro comenzaba a recuperar la visión, ya podía distinguir los rasgos de Guillermo nuevamente y vislumbrar su mirada penetrante, aunque aún no podía leer y lo hacía su amor en voz alta. De a ratos lo encontraba mirándolo embelesado, como agradeciendo a cada minuto el don de poder volver a ver el perfil de la persona amada, aunque Guillermo le pedía que no se forzara.

Escuchaban música, hablaban por horas o compartían el silencio, las comidas, el todo que tenían.

El estado general iba mejorando poco a poco, Pedro a veces tenía alguna arritmia pero en general estaba mejor, el edema cerebral disminuía y en tanto iba recuperando la visión, no había daño estructural. Aún se fatigaba y dormía muchas horas, en general con Guillermo que se acomodaba como podía en su cama. Era un favor que habían pedido, y les habían concedido, el dormir lo más cerca posible, o al menos estar  en la misma cama algunas horas.

Pedro seguía llevando el collarín, aunque la lesión de columna iba mejorando, a veces tenía fuertes dolores de cabeza, pero ya no dependía de goteo endovenoso de derivados de morfina.

Guillermo le masajeaba con delicadeza la espalda y las piernas, los hombros y los brazos, se daba cuenta de lo poco que sentía las piernas pero Pedro le decía que  en poco tiempo ya estaría caminando nuevamente y Guillermo le creía porque necesitaba hacerlo.

Solo había pasado un mes desde el ataque y no hablaban mucho de sus males y dolores varios.

La mayor parte del tiempo se hacían confidencias, hablaban sin parar, se hacían reír uno al otro, y ahora ya  volvían a zambullirse uno en la boca del otro y a besarse a escondidas como adolescentes en falta.

___ Una soleada tarde de fines de marzo, dos semanas después de que Pedro saliera del coma los dos estaban tendidos en su cama. Las ventanas estaban abiertas trayendo ruidos y aromas del afuera, el día era cálido y charlaban de cosas perdidas en los recuerdos de ambos. Guillermo tenía cuidado de no rozarlo donde pudiera hacerle daño, ni tocar algún punto donde le doliera, pero le acariciaba perezosamente el brazo.

Le había estado acariciando la nuca, descendiendo a los brazos y luego intrépidos los dedos se escurrieron por los hombros, descendiendo por la espalda, donde sabía que no le haría daño.

Pedro lo miraba ya viéndolo, con una expresión anhelante y sonriendo como un niño travieso.

… ¿Por qué me miras así? ¿Te estás riendo de mí?

… No, pero,.., desde hace minutos que no te estoy escuchando nada Graziani, me estás volviendo loco con tus caricias.

__ Pedro había estado pensando cómo inclinarse lo justo para que pudieran besarse, y de hecho lo venían haciendo, sobretodo por la noche, con la penumbra como cómplice, cuando estaban tendidos el  uno junto al otro.

Pedro ahora lo miró en profundidad, con una mezcla de Amor, pasión, anhelo, dudas y dolor hasta que al fin susurró.

… Guiie, no sé si va a funcionar, pero necesito que hagamos el amor.

En la última hora había sentido un irresistible deseo y estaba tan a  gusto con su Amor que deseaba probarse e intentarlo. Ambos estaban débiles todavía, pero hacía tiempo que Pedro deseaba hacerle el amor.

La expresión esperanzada del rostro a Guillermo le estrujó el corazón al tiempo que estallaba de deseo y agonizaba de miedo por Pedro.

… Está bien amor mío.

Era una cosa que quería hacer por Pedro, incluso si lo único que lograban era estar uno en los brazos del otro. Entendía perfectamente lo que Pedro estaba pensando y más sintiendo.

… ¿Me estás diciendo que eche llave a la puerta?

…¿Crees que nos echarían del hospital?

__Pedro sonreía pícaro, y Guillermo se movilizó con ayuda de muletas para poner llave a la puerta.

Pedro apenas podía moverse, pero en la última hora había sentido un deseo irrefrenable y no podía pensar en otra cosa. Era algo que le preocupaba mucho. Tenía miedo de probar con Guillermo pero era su único Amor.

Ninguno de los dos podía resistirse ya, tenían una relación adulta, sólida, apasionada y basada en la confianza mutua y en el Amor.

… No estoy seguro de que fuera esto lo que tuvieran en mente al dejarnos dormir juntos precioso.

… Entonces han sido unos tontos, Pedro tenía aspecto de estar más que un poco nervioso. Esta es la mejor parte, al menos eso espero.

“Mi amor, ¿y si no es así?”, Pedro tembló al pensarlo.

___ Guillermo le detuvo los pensamientos besándolo con suavidad y ternura para buscar la mirada.

… Quiero que sepas que la mejor parte, es la que ya tenemos…. Amarnos, estar juntos,… hablar… mirarnos… que sonrías, abrazarnos,… estar vivos, a pesar de todo y de todos. Amo todo lo que tenga que ver con vos, Pedro.

Venga lo que venga a partir de ahora,.. Será un regalo añadido, pero no es la mejor parte. La mejor parte sos vos.

Pedro no tenía ni idea de si podía hacerle el amor, pero necesitaba desesperadamente intentarlo antes del alta, no había aceptado consultas con el psiquiatra y menos con el sexólogo.

El médico había dicho que era posible y Pedro esperaba que tuviera razón. Si podía hacerlo, obviamente deseaba que fuera con Guillermo. Si no, estaba seguro de que sería una gran decepción para los dos, y un fracaso más para él. Pero no le expresó sus miedos a Guillermo. Tenía temor de preocuparlo, o peor aún, de despertar su compasión.

Pedro tenía tomada una decisión que Guillermo desconocía, y que al menos pudiera seguir siendo un hombre completo en su vida de pareja, tenía mucho que ver, volviera a caminar o no.

Continuará.

“Antes de que cambies,

algo que te importa

tiene que estar

en peligro.

Richard Bach.”