jueves, 26 de marzo de 2015

ESPÉRAME 60. PENÚLTIMO CAPÍTULO. BESOS.




 




OTRO FINAL…. ESPÉRAME. CAPÍTULO 60. PENÚLTIMO CAPÍTULO.



Bs. As., 18 de noviembre de 2016.



___ Pedro despertó sobresaltado por un chillido agudo de puro júbilo de José Thomas, aunque a su lado estaban las nenas y no veía ni al niño ni a Guillermo.

… “Mis nenas preciosas, las amo princesitas, Barbarita, Francesca, son mis reinas, las reinas de papi por ahora, porque papá les tiene miedo, y más tendrá cuando cumplan 18 años y se nos vayan con sus novios o novias. Una  Beggio y la otra Graziani auténtica, no pueden ser más bellas.”

Pedro se quedó tumbado en silencio mirándolas dormir, maravillado de la capacidad de juego de Guillermo, su paciencia con el nene era extraordinaria.
Finalmente luego de mucho discutir, y habiendo sido inscripto con el nombre que él eligiera, Guillermo le decía José y a veces Pedrito, aunque habían tenido una larga charla al respecto, entendiendo los motivos que Pedro había tenido para no darle su nombre y al fin para Guillermo su Pedrito era su hombre, su Pedro.
Tenía más paciencia con Thomas que con Pedro, era  su amor en chiquito y estaba fascinado con él, como se vislumbraba desde el nacimiento.
 Pedro reía  para sí pensando en su precioso niño que como a propósito había decidido ser igual a él y era el más preciado para Guiie, ambos no conocían de miedos a la hora de estar juntos y Pedro los dejaba, mientras disfrutaba de las nenas.


… Thomas, vamos a buscar a papi. Está acá, en alguna parte del jardín escondido, tú sabes.


Thomas dijo algo que Pedro no escuchó y Guillermo reía libre y felizmente. Era un sonido mágico, lleno de orgullo paternal. Pedro no podía resistirse. Se incorporó sobre los codos con cuidado de no despertar a las princesas y los espió desde su escondite.
Guillermo estaba haciendo girar a José una y otra vez y el nene chillaba más y más, encantado.  Lo lanzó al aire de nuevo y Pedro dejó de respirar y volvió al piso, mientras José chillaba  con abandono infantil y él volvía a respirar. Era su hombrecito, su pequeño hombrecito siempre activo.

…. ¡Otra vez papá!, gritaba.

Guillermo le obedecía más que a papi ahora, lo lanzó nuevamente y lo atrapó abrazándolo con fuerza y dándole un beso en el pelo rubio como hiciera con él, luego en las mejillas para terminar tumbados en el césped merced a las cosquillas sin piedad, al igual que antes jugaran ellos, y José aullaba de risa, se retorcía y empujaba el pecho de Guillermo para tratar de escapar, intentando escabullirse de sus brazos.

… José Thomas, vamos a buscar a papi precioso. Está escondido entre la hierba con Barby y Francesca.

 José reía, encantado por el juego, y mirando el prado buscaba. Le tomó la mano a Guillermo señalando un sitio donde Pedro no estaba y eso le hizo soltar una risita mientras volvió a acostarse disfrutando también del juego.

… Pa, oigo a papi, ¿lo escuchaste tú? ¡Papi!

Pedro reía bajito ante el tono imperioso de su hijo.

“Hay Hijito, te pareces tanto  a mí, pero eres feliz, lo tienes todo, una familia enorme que te ama, y solo tienes dos años. Mañana mis tres pequeños cumplen dos años”

… ¡Papi, Papi!
… Shhhh, Francesca, calla que  estamos escondiéndonos de tu hermanito.

… ¡Papi!, ahí están papá.

___ Pedro los miró sonriendo en plenitud y cuando los vio venir, primero a José y luego a Guillermo, aparecieron como una tromba cruzando la hierba mientras Barby y Francesca se le tiraban encima y José saltaba sobre él gritando como si hubiera encontrado el tesoro y quedó sepultado bajo sus tres hijos mientras Guillermo los miraba enamorado y agitado.


… Hola mi niño.

Pedro lo abrazó besándole la mejilla regordeta mientras José reía y le respondió con otro beso y a cada una de sus hermanas, y luego los tres se escabulleron en sus brazos. Guillermo lo miraba más enamorado que nunca sonriendo.

…. ¡Hola papi precioso!
…. ¡Hola papá mío!, ven.

___ Guillermo sentó a los niños en su regazo y él al lado de su esposo.

…. Hay que tener más cuidado con papi mis amores, un día lo van a asfixiar.

___ Salieron los tres corriendo tras el celular de juguete que Guillermo echó a unos pasos para dejar libre unos minutos de paz como máximo y para besar a Pedro. Ellos estudiaban el aparato con el ceño fruncido mirándolo muy concentrados igual que Guillermo cuando trabajaba.
Guillermo ahora le acariciaba el pelo a Pedro y le derretía el corazón con su mirada ardiente.


…Mi hijo jugando con mis hijas, pero tan parecido a ti, mis dos hombres preferidos sobre la tierra cielito. José es el niño más hermoso e inteligente del mundo, pero soy su padre y además es igual a ti, al hombre que amo, por tanto  sería imposible no pensar eso de él.

“Y tú, mi Pedro Beggio, eres tú, con ese Jean, tostado, esa remera blanca y ese pelo alborotado,  eres el dios más bello del mundo como siempre.
¿Qué habré hecho para ganar un premio semejante como esta familia?”

… Lo veo muy bien Dr. Graziani.
… Y yo a usted más que bien Dr. Beggio.

… José, ¿está papi bello?

___ Pero el niño esta vez siguió concentrado en el celular con sus hermanas y Pedro reía.


… No puedes con él amor.
… Lo sé. Si nunca pude contigo menos con él. Guillermo le besaba el pelo. No puedo creer que cumplan dos años mañana y Guillermito tres en un día.
… Apenitas mañana, porque nacieron minutos luego de medianoche.
… ¿Cómo están mis niñas?
…. Hermosas, durmieron hasta recién, pero la Grazianita despertó y  al instante Barbarita la siguió, hola amor mío.
… ¡Hola precioso esposo mío!


___ Ambos giraron y vieron aparecer a Rominita y a Pablito,  sí, finalmente habían decidido no separarlos de su familia total, y ellos con 8 años eran los hermanos por parte de madre de los trillizos, mientras Fabián era el hermano mayor por parte de Guillermo. Romina había vendido su casa en Maldonado, tenían un departamento en la ciudad, trabajaba en su profesión y los fines de semana pasaban los días y noches en la casa del Delta,  juntos.
En  la semana laboral, venían al departamento que ampliaba el estudio y Pedro los buscaba del colegio y se juntaban allí para estar reunidos un  rato antes de dejarlos en su departamento cuando ellos regresaban al Delta.
Igualmente los papeles de adopción  habían sido firmados y presentados y los niños inscriptos como Graziani- Beggio.

Los suegros de Guillermo de tanto en tanto se colaban en el departamento adjunto al estudio, pero en definitiva les permitían liberarse un rato de los niños para trabajar.
Julio Renzo había cumplido dos años en setiembre pero harían un festejo único el 19 de noviembre en el Delta, y Gaby estaba nuevamente embarazada de apenas 8 semanas de la nena cuyo nombre sería Emma, Emma Valeria Marini.

Alberto, Fabián y Valeria estaban llegando a fin del  cuarto año de la carrera, ya ayudaban en el estudio y en uno pasarían a incrementar el personal estable del mismo.


…. ¡Hola tíos!
… ¡Hola hermosa!, ¿y mami?
… En la casa, trajimos helados, para mis hermanitos palitos de agua. ¿Les podemos dar?
… Claro.
… Pedrito, se van a enchastrar enteros.
… ¡Paaa!

… Los trillizos extendían las manitos y Rominita y Pablito les repartieron los palitos.
… Tarde  mi amoooor. Francis, preciosa, déjale uno a papi y tú Barbarita trae uno a papá.
… Pedro les quitó los palitos a las nenas para succionar el exceso de agua.
… ¡Mmmm!, delicioso.
. …!Mío papi!, Francesca lo miraba con los ojazos negros furiosa y Pedro derretido de amor se lo devolvió viendo que chorreaba un poco menos cuando ella se lo metía a la boca sonriendo seductora como su padre.
… ¿Podemos llevarlos a dar un paseo?
… Claro, pero Pablito, a ver, como el hombrecito mayor, no vayan muy lejos ni lleguen al río, ¿de acuerdo?
… Sí tío Guillermo.


___ Los tomaron de la mano y se alejaron dando saltitos sobre la hierba felices, mientras Guillermo los contemplaba embelesado y Pedro a él, viendo que fruncía el ceño se le acercó a acurrucarse en su regazo.


… Estarán bien tonto. ¿Qué puede pasarles aquí? Además están como locos con los hermanitos y ellos con los niños.
… Son maravillosos, los cinco, como tú. Guillermo le acarició el pelo con la nariz para impregnarse de Pedro y descender a tomar los labios que anhelantes se ofrecían en el beso de siempre.
…. Son angelitos rubios, maravillosos los Beggio.
… Y la tuya maravillosa Graziani. Y muy bonita.

___ Guillermo lo besó detrás de la oreja rozándole el lóbulo con los dientes susurrándole.

.. Lo pasé muy bien anoche mientras Romina dormía con ellos. Ahora en vacaciones, deberíamos hacerlo más a menudo, ¿no cree mi precioso marido?
… Tu precioso marido también la pasó muy bien y tiene ganas de devorarte un año seguido.

___ Se abrazaron con fuerza sonriendo con una sensual complicidad que amenazaba con pasar a mayores, pero estaban en medio del prado, con cinco niños cerca, así que uno al otro ignoró la proposición, aunque Pedro se movió en el regazo de Guillermo colocándose a horcajadas sobre él tomándole la cabeza entre las manos y le dio un beso ardiente que dejó los labios latiendo para luego correr a las comisuras y la nariz, besando, lamiendo, mordisqueando y sonriendo mientras Guillermo colaba las manos por la espalda en las caricias.

… OH, Pedro, Dios,… ¿Qué voy a hacer contigo?
… Seguro que ya se te ocurrirá algo, pero me temo que tendrá que esperar hasta luego de la fiesta.

___ Guillermo sonrió y girándolo lo echó, apretándolo contra la manta.

… ¿Y si se me ocurre ahora?
… ¡Guiie, no, los niños!

___ Y de pronto escucharon un llanto agudo de Barby.


Guillermo se levantó con agilidad y corrió al lugar de donde había surgido. Pedro lo siguió a un paso más tranquilo. En el fondo no estaba tan preocupado como él, por el tipo de grito no era señal de alarma, menos en Barby, que se había contagiado de Francesca y no se quedaba atrás con tal de llamar la atención de su papá sabiéndose la reina de Guiie.
Guillermo la tomó en brazos y ella lloraba desconsolada y sensual como Pedro, señalando el piso donde se veían los rastros del palito dejando un charco en la hierba.

… Se le cayó tío, pero mami tiene más.
… Rominita, no te preocupes.
… Papi,.. Ahora Barby celosa de Rominita, tendió los brazos a Pedro y Guillermo se la pasó a regañadientes.
… Bueno princesita, ya está, ya está.
… Pa, otro. Le sollozaba con hoyuelos.
… Lo sé amor mío. Vamos a buscar a Mami, a ver si tiene otro.


__ Pedro le besaba la cabeza y olía a su beba. Tus deditos tienen gusto a  helado, mételos en la boca.

___ Barby lo hizo y dejó de llorar.


… Paa, sí, palito.
… Sonreía chupándose el dedo, y Guillermo pensaba: “mi pequeña seductora, bella como tu padre, como mí Pedro, sensual como él y solo tienes dos años.”
… Vamos, los cinco, vamos a buscar a Romina. Barby, ¿quieres que papi te lleve?
… Sí.
… Guiie, lleva a Francesca y que José vaya de la mano de los hermanos.
…. Barby, creo que papá quiere probar el palito.
Lo miró con los ojazos verdes y le tendió la mano al tiempo que Guillermo derretido de amor  le succionaba los deditos.
… Mmmm,… Qué rico. Como papi y como tú.


___ Barby reía y se fue a los brazos de Guillermo y Francesca a los de Pedro como era lo habitual.


…¿Dónde está Romina?
… En la casa principal tío Pedro.
… Precioso, eres demasiado bueno con las niñas. Esto no puede seguir así.
… ¿Yo?
Yo  le tengo tomada la medida a los Graziani amor, en lo que suceda  con los Beggio no tengo responsabilidad.
… Cierto precioso, los Beggio son míos, los tres.
¿A qué hora llegarán todos mañana?
… Cerca de mediodía supongo, así disfrutan del día y no salen tan tarde luego.
… ¡Dios, será un batallón! 
… Como siempre amor, somos una gran familia, la que supimos construir porque antes supimos merecer, ¿o no?
… Sí precioso, por supuesto que sí. Solamente es que… muero por estar a solas contigo unas horas.  ¿No añoras a veces aquellos fines de semana de amarnos sin medida?
… Siempre, pero te amo igual, como sea y cuando sea, nos amamos y tenemos a estas bellezas, ¿te quejas?
… No, hoy que Romina está acá por tres días, significa que te tengo para mí solo tres noches, y obviamente que no puedo quejarme, prepárate cielito.
… No me provoques Graziani, que sabes que siempre tengo sorpresas.
… Amo tus sorpresas, te amo precioso.
… Pa, ya sabemos que papi está bueno.
… Claro princesa, papi está muy bueno, porque es igual a ti, y tú eres mi reina y él es mi rey.
…. Y Francesca la suya.
… Guiie, amor, calla por favor, estas niñas lo saben todo.

….Olvidé de llamar a Juan y a José, con esto de la adopción de los mellizos están como locos y quizá olviden la fiesta.
… No lo creo,  nuestros amigos, casados, adoptando y José en  enero recuperando la matrícula, tienes que convencerlo que se presente al concurso por la fiscalía.
…. Lo hará, estoy seguro que lo hará.
… ¿Y Ana?
…. ¿Qué pasa con ella?
…. Es el primer año que está casada con otro, ¿crees que vendrá, con el esposo obvio?
… Claro que sí, es la madre que Fabi sigue eligiendo y  es el cumpleaños de Guillermito.
… Bueno, mejor, así al fin conoceremos al famoso Federico.
…. Por suerte, según Fabián están muy bien. Sobrios, casados, felices y hasta me animaría a decir que pensando en tener un hijo.
… NO, ¿verdad?
… Claro, Pueden todavía. Lo merecen.
… Otro hermano para Fabi amor.
… Y otro tío pequeño para Guillermito, no entenderá nada pobrecito.
…  Entenderá, claro que entenderá. Mira, se durmieron.
… ¡Cuánto más bonitas son dormidas!
… ¡Guiiee!
…. Perdón amorcito. En cambio el principito viene de la manito de sus hermanos columpiándose. Bello e inquieto como tú.


___ Pedro se paró en la puerta de la habitación de José y escuchó a Guillermo  leyéndole un cuento, cuando José ya estaba casi dormido. Levantó la vista y al verlo cerró el libro. Se acercó los dedos a los labios, apagó el monitor para bebés que tenían junto a la cama, arropó al niño, acariciándole la mejilla y después se incorporó y fue en puntas de pie hasta Pedro sin hacer ruido. Era difícil no tentarse al verlo. Para  Guillermo dormir a su nene era una ceremonia, la misma que Pedro usaba con las nenas.

___ Fuera en el pasillo, Guillermo lo atrajo hacia sí y lo abrazó.

….. ¡Dios!, los amo precioso, pero dormidos es como mejor están, murmurando sobre los labios que anhelaba poseer.
… No podría estar más de acuerdo en este momento amor.

___ Guillermo lo miró con ternura.

… Casi no puedo creer que lleven con nosotros dos años.
.. Lo sé.

__ Pedro se sumergió en su boca perdiéndose en el recuerdo del nacimiento, tanto como en el aliento de Guillermo. Se transportó a esa noche, a la agobiante ansiedad y terror de Guillermo, a la serenidad de los médicos, al coraje y al dolor de Romina y se estremeció recordándolo.

Recordaba haber tomado a Guillermo en pánico con la mano y con la otra a Romina, el parto natural, cómo ayudaron a que pujara y respirara. Y sobretodo la palidez y el sudor en la frente de Guillermo que moría de susto y él tranquilizándole y diciéndole  te amo.

… Luego el llanto de Francesca, su hija preciosa que lo miró asombrada cuando la pesaban, luego José y sus hoyuelos y al fin la pequeña princesita Barby  y era el recuerdo más bonito que tendría de su vida. Cuando ambos lloraron abrazados la preciosura del milagro de sus hijos, parecidos  a ellos, partecitas de cada uno y de la bella madre que Dios les había regalado.


…. ¡Ey, amor!, ¿en qué piensas?
… Recordaba el nacimiento de nuestros hijos amor.
… Precioso, vamos a preparar los regalos.


___ Guillermo le tomó de la mano y bajaron la escalera hacia el estudio donde estaban escondidos todavía... Guillermo venía esperando ese momento desde el despertar e irradiaba entusiasmo.


___ Para José, Julio Renzo y para Guillermito habían comprado  trenes de madera con motores y ya habían armado toda la instalación. Guillermo parecía ansioso queriendo empujar la salida del sol, Pedro sospechaba que quería jugar él con los trenes.


… ¿Crees que les gustarán?

___ Su mirada dudosa se encontró con la de Pedro.

… Les encantarán.

___Pedro sintió que en esos minutos Guillermo tenía dos años. Y celebraremos una fiesta familiar, con Gaby, Beto, Cuca, Marcos, Isabel y Solange, Juan y José, mis padres, Romina y los niños, Fabi y Valeria, Ana y su esposo y obviamente los invitados de honor, nuestros niños, Julio Renzo y Guillermito.


___ Para Bárbara y para Francesca habían comprado y armado una casita de juguete donde entraran ellas, con mesita y sillas y juegos de mate y de te, además de un teclado  y una batería que no eran para su edad pero igual les encantaron, eso sin contar el derroche en ropa para todos y los regalos que llegarían del afuera.


__ Pedro levantó la vista cuando Romina vino a despedirse para ir a dormir con los niños, y a la vez vio el sol hundiéndose por detrás del río que daba paso a la luna y era la tierra prometida, al verlo ahora sintió la misma emoción que la primera vez en la primera Navidad. El Atardecer mezclándose con la noche y las luces del sol y la luna cruzándose en el Delta eran sencillamente maravillosos.


 … ¡Qué vista amor!
… Sí,…., pero cuando Pedro se volvió para mirarlo vio que lo observaba a él. Le dio un beso suave.
Es una vista preciosa Pedrito, Mi favorita.
… Es nuestro hogar amor.

__ Guillermo sonrió volviendo a besarlo perdiéndose.

.. Te amo Beggio.
…. Yo también te amo Graziani. Siempre.

… Bueno precioso, parece que tendremos la noche libre y tú eres experto en darme sorpresas que me hacen alucinar, muero por una. No te digo de algo que vengo deseando desde que nos mudamos porque  está Romina, pero seguro alguna se te ocurrirá. Sorpréndeme, como siempre.
… ¿Qué es lo que vienes deseando?
…. Amarnos en  la piscina que terminaste con tus manos, como en la casa de provincia, pero por ahora,…, no se puede.
… No, ahora no, pero me guardo la propuesta Graziani, no te calles los deseos ni las fantasías, sabes que los cumplo a todos.
…. Lo sé. Bien, espero,…
… Bañarte en champán y beberlo de ti tampoco, me da pena estropear las alfombras nuevas.
Otra cosa,… (Pedro pensaba)
… Mira vos, mira vos, claro, ya a tres años de estar juntos estás aburrido y te importan más las alfombras que yo, mira vos.
… ¿ Qué dices Graziani? Me estás provocando mal, no, peor, me estás ofendiendo. Ahora verás lo que me importas, ya sé. Ven.


___ Pedro lo tomó de la mano y Guillermo lo miraba expectante y asustado porque sabía que la imaginación de su esposo no tenía fin, pero estaba entregado a él desde siempre y pos siempre.


… ¿Adónde vamos?
…. Al cuarto de juegos. Te bañaría en champán en el prado pero Romina puede necesitarnos, así que voy a amarte hasta morir, pero en la casa.
… ¿Al cuarto de juego de los niños? No me irás a acostar sobre sus….
… Shhhhh, sin preguntas, te recuerdo que  me siento ofendido.
… Te recuerdo que no sé jugar a nada, por tanto  cualquier cosa en que estés pensando ya es tramposa.
… Esa es la idea, que pierdas en algo alguna vez,  por lo que dijiste mereces perder. A ver ¿qué tal  te va la mesa de pool o billar?


___ Entraron y con velocidad Pedro lanzó las bolas sobre el paño y Guillermo lo miraba atónito.


… No voy a jugar a esa payasada cielito, eso y el golf son la misma cosa, no embocaría ni una.
… Acá no hay bichos y te recuerdo que las reglas ahora las pongo yo. ¿Quieres sacar?
… Estás disfrutando porque te sabes ganador, ¿no?
… Bien elijo las blancas entonces.
…. Adelante, déjame las negras entonces.


___ Pedro se deleitaba y sonreía por dentro de su destreza consiguiendo entrar las bolas en rápida sucesión,  mientras Guillermo lo miraba impasible, sin expresar nada, no entendiendo qué tendría eso que ver con sus deseos hasta que comenzó a observar a Pedro en cada movimiento e inclinación y comenzó a enloquecer.


… ¡Dios!; qué tramposo que eres, qué atorrante.
… ¿Qué hice ahora?
… Que entre que no sé nada de esto y la locura de verte,…, así, sabes que no voy a entrar ni una.
… ¿Verme como?
…. Sabes que podría pasar días viéndote inclinarte y estirarte sobre esa mesa, con esos jeans, esa remera, estoy delirando perdido en ti ya.


___ Pedro se ruborizó agradeciendo la ropa que llevaba, Jean ajustado y remera pegada al cuerpo.


… Intentas distraerme del juego a cada momento. Ahora verás.


___ Guillermo se sacó el suéter dejándolo en el respaldo de una silla y  Pedro se dispuso a hacer la primera tirada dejándolo sin respiración cuando se inclinó sobre la mesa.

“¡Dios!, no puede ser tan hermoso, Pedro con jeans y remera blanca, inclinándose así, esos bíceps,… es algo digno de ver y por enojado que parezca es mío”


___ Guillermo sentía que perdía el hilo de sus pensamientos  y Pedro entró cuatro bolas rápidamente, fallando en la quinta.


… Un error de principiante, amorcito.
… ¿Te burlas? No soy más que un pobre mortal amor.
… ¿No estarás intentando perder a propósito?
…. NO, con el premio que tengo pensado,…, quiero ganar.
… ¡Uau!, espero que el premio incluya lo que estoy imaginando y deseo.

___ Pedro se paseaba alrededor de la mesa y cada tanto le daba un beso consuelo mientras Guillermo se dejaba seducir en caída libre y sin remedio.

… Sé lo que estás haciendo precioso.


___ Y continuaban jugando, Pedro exagerando cada inclinación, rodeándolo, besándolo al paso, a veces recostándose sobre la mesa. Guillermo casi jadeaba al ver su cuerpo ágil y flexible reclinándose sobre el paño, los músculos se le tensaban y se estaba perdiendo en Pedro solamente con haberlo visto moverse así, y lo miraba lanzando llamaradas.


---- En la última jugada al fin se puso erguido mirándolo ardiente y regalándole la sonrisa de triunfo con hoyuelos, acercándose pausadamente, con el pelo revuelto, y esa ropa sabiendo que su esposo estaba a punto de atraparlo con desesperación.

… Madre de Dios, eres tan terriblemente sexy cielito.
… ¿No serás mal perdedor no?
… Depende.

___ Pedro introdujo dos dedos en la camisa atrayéndolo hacia él.


___ Guillermo lo dejaba besándole el cuello y la oreja desesperando tratando de mantenerse firme.


…. Veamos las faltas que has cometido amorcito.

…. Uno, darme celos  desde siempre con el personal, cuando desde que estábamos en el departamento te advertí de que no fueras amigable.
… Dos, discutir conmigo todo el tiempo.
… Tres,  contornearte delante de mí desde hace media hora.
… Ajá, ¿y entonces?


___ En los ojos brillaba la excitación, Guillermo le plantó un beso de trompita, y se encaminó a cerrar la puerta con llave. Cuando se dio vuelta los ojos ardían dejando a Pedro paralizado cual zombi, con el corazón desbocado, la sangre hirviendo, incapaz de moverse, pensando en todo lo que sentía por ese hombre como en un mantra.


…. Quiero que te quites los pantalones y esa remera tan provocadores precioso, ya no deberían estar, ¿o quieres que lo haga yo?
… Hazlo tú.
… No es un trabajo tan agradable, pero dado que ganaste, creo que estaré a la altura.
… Por lo general siempre lo estás.


___ Estaban acalorados, sofocados, arrasados en fuego con las miradas que se sostenían y la expectación de lo que   vendría y los ojos se cargaban más y más de ansia y expectación.


Pero Pedro había ganado, por tanto reaccionó y se arrodilló sin palabras frente a Guillermo comenzando a sacarle los zapatos junto con las medias sin apartar la mirada, con rapidez y eficacia mientras Guillermo se apoyó en el borde de la mesa para no caer. Al mirarlo en profundidad en todo el proceso lo sobrecogió el sentimiento que albergaba por ese hombre tan hermoso que amaba y era suyo.


___ Pedro le tomó las caderas, introdujo los dedos por  la cintura del pantalón y desabrochó el cinturón y el cierre observándolo a través de sus largas pestañas, con su sonrisa magistral mientras lo iba despojando de los pantalones. Guillermo daba un paso y otro sin apartar los ojos negros, para dejarlos caer mientras Pedro se aferró por detrás en sus piernas deslizando la nariz entre sus muslos haciendo que su esposo llegara al límite de derretirse o fundirse en el fuego y lo besó, profundo e íntimo haciéndolo gemir. Pedro volvía a besar su miembro y esos labios gruesos lo acariciaban sin piedad, era una sensación maravillosa, y al fin se levantó con la mirada intensa. Sonriendo comenzó a desabrocharle la camisa y sus diestros dedos terminaron enseguida sin quitársela al tiempo que mordisqueándole la oreja le susurraba… ¿soy tu amante perfecto?

… Sí, mi esposo, mi amante, mi todo.

___ Pedro dio vuelta a la mesa y se le puso detrás obligándolo a inclinarse a hacer una tirada. Colocando una mano sobre el muslo derecho de Guillermo, recorriendo con sus dedos la pierna, arriba, abajo, hasta las nalgas, regresando al descender acariciando.

… Si sigues haciendo eso me temo que fallaré en todos los tiros.

… Solo deseaba verte medio vestido, recostado sobre la mesa. ¿Tienes idea de lo sexy que estás así?

__ Y Pedro le acariciaba las nalgas una y otra vez sin descanso ni piedad mientras Guillermo gemía, o jadeaba excitado….

… ¡Dios!, ¿cómo puedo resistirme a tus juegos?, nunca pude, menos ahora.
… Eh, espera.
.. Cielito, los límites no, ya basta con esta agonía.

___ Pero Pedro se colocó detrás mientras Guillermo cerró los ojos cuando repitió el proceso en el muslo y la pierna izquierdos y nuevamente hacia el acceso.

__ Ya no podía evitar gemir, el deseo se retorcía en sus vísceras, intentaba tirar inclinándose a un lado y al otro y Pedro lo seguía por detrás acariciándolo mientras Guillermo impaciente se echaba hacia atrás.

… ¿Impaciente amor?
.. Te deseo con locura.
… Bien, acabemos con el tormento entonces.


__ Pedro le fue deslizando hacia abajo con delicadeza el bóxer y dejando un reguero de besos desde las nalgas hacia abajo y Guilletmo gemía, hasta que se inclinó sobre la mesa sobre él, lo recostó y Guillermo lo sintió en su total virilidad contra sí.

…. Pon las manos sobre la mesa amor.

___ Guillermo gemía sintiendo el corazón en la garganta. Empezó a respirar entrecortadamente y un escalofrío ardiente e intenso corría por su sangre. Pedro lo acariciaba desde abajo en su totalidad, colocó la mano ahuecada en su nuca presionándole con el codo la espalda hacia abajo.

… Abre las piernas mi amor.

___ La respiración de Guillermo se hacía más y más intensa y oírlo excitado al límite alimentaba el propio deseo en Pedro que comenzaba a desesperar.


… Necesito hacerte el amor Guiee, murmuró anhelante.
.. Sí, por favor precioso, poséeme.

 Pedro se desabrochó el cierre  bajando y tirando el Jean en velocidad mientras Guillermo gemía acostado en la mesa, anhelándolo.
Pedro deslizó dos dedos dentro de su posesión moviéndolos en círculos que lo poseían, lo ampliaban, lo sentían, lo acariciaban y Guillermo se deleitaba en sensaciones cerrando los ojos, y lo sabía detrás separando más su piernas, y al fin lo pudo sentir retirando los dedos y hundiéndose en su interior lentamente, sujetando las caderas con firmeza, volvió a salir, y luego lo penetró con fuerza haciéndolo gritar quedándose quieto, en la pausa.

.. ¿Otra vez? ¿Estás bien?
… Sí, estoy bien… Déjate llevar… Llévame contigo donde sea, casi sin aliento.

___ Pedro con un quejido ronco salió  y lo embistió de golpe tomando ritmo urgente, para volver a repetir las embestidas otra vez lentamente con un ritmo deliberadamente celestial y alucinante.

Cuando las vísceras de Guillermo comenzaban la aceleración Pedro lo percibió e incrementó el ritmo, embistiendo más y más rápido, con dureza y profundidad, una y otra vez, y más y más y sucumbieron explotando en un orgasmo devastador que les arrebató el alma y los dejó exhaustos gritando uno el nombre del otro al llegar a la gloria, dejándose ir y perdiéndose uno en el otro hasta la inconciencia del dos para ser el UNO, Pedro clavando los dedos en las caderas derrumbándose sobre su esposo agotado . Se deslizaron al piso fusionados y Pedro lo acunó cubriéndole la cara de besos dulces y livianos mientras se daban las gracias.

….Al recuperase de la muerte instantánea y eterna saliendo a regañadientes de la fusión buscó la mirada.
… ¿Qué te ha parecido?
… Intenso, delicioso, perfecto como siempre contigo.
… Pedro cerró los ojos abrazándolo con fuerza y sintiéndose exhausto  y embebido de su amor.
.. Eres precioso, inteligente, audaz, sexy, divertido, mi esposo, mi socio, mi amante, el padre que mis hijos necesitan, y agradezco a Dios todos los días haber visto tu foto, y,… que hayas regresado luego... Besándole el pelo.
… Shhhh Vamos, Una baño y a la cama que mañana estamos de fiesta.



___ Al rato estaban en la bañera, uno frente  al otro adorándose, cubiertos de espuma, envueltos en el dulce aroma de las sales y jabones, Guillermo masajeándole los pies, por turnos.

… Guiie, eso es tan agradable como tú, debería ser ilegal. Y Guillermo le besó el empeine. Pedro suspiró en profundidad hasta sentarse en su regazo sonriendo radiante,  haciendo que el agua se derramara por todas partes y regresando al beso asfixiante y sin retorno volvieron a desearse y esta vez Guillermo fue quien volvía a amarlo a su merced,  como tantas veces en el agua. Y volvieron a perderse, a separarse del mundo para ser Uno con el otro en su universo de dos.


___ Al fin se tendieron en la cama agotados, plenos, felices, ardientes, luminosos y aunque no era medianoche se sentían  agotados.
Guillermo le besó el pelo húmedo y la frente y Pedro fue por los labios finos y al susurro de te amo se acurrucó en sus brazos, en su lugar en el mundo desde la primera vez y el sueño los encontró amándose en el abrazo.


___ Pedro despertó y Guillermo estaba a su lado, anudado, entrelazado por los pies. Se frotó los ojos viendo el reloj que marcaba apenas las siete de la mañana. Por la ventana se colaba una luz amarillenta tenue. Se sentía cómodo y a gusto con su amor a su lado en esa hermosa casa que construyeran. Se desperezó y giró hacia su delicioso hombre que de pronto abrió los ojos parpadeando, medio dormido.

… ¡Buenos días!

___ Pedro sonrió, y le acarició la cara inclinándose para besarlo...


.. ¡Buen día precioso! Qué raro, normalmente despierto antes que tú, me asombras.
.. Es temprano amor
… Así es cielito y me quedaría amándote todo el día pero lamentablemente tenemos visitas, y muchas.


___ Se perdieron en el beso largo rato hasta que Guillermo salió de la cama y Pedro volvió a dejarse caer.

…. Vamos dormilón, levántate que nuestros hijos deben estar enloqueciendo a la madre.

___ Guillermo se inclinó a besarlo ya limpio, afeitado y perfumado, vestido.


.. ¿Qué pasa?
… Ojalá volvieras a la cama.
… Eres insaciable como siempre, por seductor que seas y por caritas que hagas ahora no. Te espero para desayunar, arriba.


___ Pedro se duchó, se vistió, para unirse a Guillermo y a todos en el desayuno y mientras Guillermo le pasaba un brazo alrededor besándole bajo la oreja, el buscó los labios besándolo sin reparos cuando José los interrumpió.


 …. ¡Papi!, ¿está rico papá?
… ¡Dios Guiie!, dije que las niñas sabían todo, me equivoqué, los tres nos han descubierto. Y te amo.
… Y yo mi amor,  y que ellos lo sepan.


Continuará.


Esta vez termino el capítulo con una contribución de mi querida amiga del alma, seguidora de Espérame desde siempre, genia de las letras y amada por mí. Gracias Mirta Ardemagni por esto y por todo.
Almas gemelas.......Amor eterno......Uno que son dos .....dos que son uno.........




OTRO FINAL…. ESPÉRAME. CAPÍTULO 60. PENÚLTIMO CAPÍTULO.



Bs. As., 18 de noviembre de 2016.



___ Pedro despertó sobresaltado por un chillido agudo de puro júbilo de José Thomas, aunque a su lado estaban las nenas y no veía ni al niño ni a Guillermo.

… “Mis nenas preciosas, las amo princesitas, Barbarita, Francesca, son mis reinas, las reinas de papi por ahora, porque papá les tiene miedo, y más tendrá cuando cumplan 18 años y se nos vayan con sus novios o novias. Una  Beggio y la otra Graziani auténtica, no pueden ser más bellas.”

Pedro se quedó tumbado en silencio mirándolas dormir, maravillado de la capacidad de juego de Guillermo, su paciencia con el nene era extraordinaria.
Finalmente luego de mucho discutir, y habiendo sido inscripto con el nombre que él eligiera, Guillermo le decía José y a veces Pedrito, aunque habían tenido una larga charla al respecto, entendiendo los motivos que Pedro había tenido para no darle su nombre y al fin para Guillermo su Pedrito era su hombre, su Pedro.
Tenía más paciencia con Thomas que con Pedro, era  su amor en chiquito y estaba fascinado con él, como se vislumbraba desde el nacimiento.
 Pedro reía  para sí pensando en su precioso niño que como a propósito había decidido ser igual a él y era el más preciado para Guiie, ambos no conocían de miedos a la hora de estar juntos y Pedro los dejaba, mientras disfrutaba de las nenas.


… Thomas, vamos a buscar a papi. Está acá, en alguna parte del jardín escondido, tú sabes.


Thomas dijo algo que Pedro no escuchó y Guillermo reía libre y felizmente. Era un sonido mágico, lleno de orgullo paternal. Pedro no podía resistirse. Se incorporó sobre los codos con cuidado de no despertar a las princesas y los espió desde su escondite.
Guillermo estaba haciendo girar a José una y otra vez y el nene chillaba más y más, encantado.  Lo lanzó al aire de nuevo y Pedro dejó de respirar y volvió al piso, mientras José chillaba  con abandono infantil y él volvía a respirar. Era su hombrecito, su pequeño hombrecito siempre activo.

…. ¡Otra vez papá!, gritaba.

Guillermo le obedecía más que a papi ahora, lo lanzó nuevamente y lo atrapó abrazándolo con fuerza y dándole un beso en el pelo rubio como hiciera con él, luego en las mejillas para terminar tumbados en el césped merced a las cosquillas sin piedad, al igual que antes jugaran ellos, y José aullaba de risa, se retorcía y empujaba el pecho de Guillermo para tratar de escapar, intentando escabullirse de sus brazos.

… José Thomas, vamos a buscar a papi precioso. Está escondido entre la hierba con Barby y Francesca.

 José reía, encantado por el juego, y mirando el prado buscaba. Le tomó la mano a Guillermo señalando un sitio donde Pedro no estaba y eso le hizo soltar una risita mientras volvió a acostarse disfrutando también del juego.

… Pa, oigo a papi, ¿lo escuchaste tú? ¡Papi!

Pedro reía bajito ante el tono imperioso de su hijo.

“Hay Hijito, te pareces tanto  a mí, pero eres feliz, lo tienes todo, una familia enorme que te ama, y solo tienes dos años. Mañana mis tres pequeños cumplen dos años”

… ¡Papi, Papi!
… Shhhh, Francesca, calla que  estamos escondiéndonos de tu hermanito.

… ¡Papi!, ahí están papá.

___ Pedro los miró sonriendo en plenitud y cuando los vio venir, primero a José y luego a Guillermo, aparecieron como una tromba cruzando la hierba mientras Barby y Francesca se le tiraban encima y José saltaba sobre él gritando como si hubiera encontrado el tesoro y quedó sepultado bajo sus tres hijos mientras Guillermo los miraba enamorado y agitado.


… Hola mi niño.

Pedro lo abrazó besándole la mejilla regordeta mientras José reía y le respondió con otro beso y a cada una de sus hermanas, y luego los tres se escabulleron en sus brazos. Guillermo lo miraba más enamorado que nunca sonriendo.

…. ¡Hola papi precioso!
…. ¡Hola papá mío!, ven.

___ Guillermo sentó a los niños en su regazo y él al lado de su esposo.

…. Hay que tener más cuidado con papi mis amores, un día lo van a asfixiar.

___ Salieron los tres corriendo tras el celular de juguete que Guillermo echó a unos pasos para dejar libre unos minutos de paz como máximo y para besar a Pedro. Ellos estudiaban el aparato con el ceño fruncido mirándolo muy concentrados igual que Guillermo cuando trabajaba.
Guillermo ahora le acariciaba el pelo a Pedro y le derretía el corazón con su mirada ardiente.


…Mi hijo jugando con mis hijas, pero tan parecido a ti, mis dos hombres preferidos sobre la tierra cielito. José es el niño más hermoso e inteligente del mundo, pero soy su padre y además es igual a ti, al hombre que amo, por tanto  sería imposible no pensar eso de él.

“Y tú, mi Pedro Beggio, eres tú, con ese Jean, tostado, esa remera blanca y ese pelo alborotado,  eres el dios más bello del mundo como siempre.
¿Qué habré hecho para ganar un premio semejante como esta familia?”

… Lo veo muy bien Dr. Graziani.
… Y yo a usted más que bien Dr. Beggio.

… José, ¿está papi bello?

___ Pero el niño esta vez siguió concentrado en el celular con sus hermanas y Pedro reía.


… No puedes con él amor.
… Lo sé. Si nunca pude contigo menos con él. Guillermo le besaba el pelo. No puedo creer que cumplan dos años mañana y Guillermito tres en un día.
… Apenitas mañana, porque nacieron minutos luego de medianoche.
… ¿Cómo están mis niñas?
…. Hermosas, durmieron hasta recién, pero la Grazianita despertó y  al instante Barbarita la siguió, hola amor mío.
… ¡Hola precioso esposo mío!


___ Ambos giraron y vieron aparecer a Rominita y a Pablito,  sí, finalmente habían decidido no separarlos de su familia total, y ellos con 8 años eran los hermanos por parte de madre de los trillizos, mientras Fabián era el hermano mayor por parte de Guillermo. Romina había vendido su casa en Maldonado, tenían un departamento en la ciudad, trabajaba en su profesión y los fines de semana pasaban los días y noches en la casa del Delta,  juntos.
En  la semana laboral, venían al departamento que ampliaba el estudio y Pedro los buscaba del colegio y se juntaban allí para estar reunidos un  rato antes de dejarlos en su departamento cuando ellos regresaban al Delta.
Igualmente los papeles de adopción  habían sido firmados y presentados y los niños inscriptos como Graziani- Beggio.

Los suegros de Guillermo de tanto en tanto se colaban en el departamento adjunto al estudio, pero en definitiva les permitían liberarse un rato de los niños para trabajar.
Julio Renzo había cumplido dos años en setiembre pero harían un festejo único el 19 de noviembre en el Delta, y Gaby estaba nuevamente embarazada de apenas 8 semanas de la nena cuyo nombre sería Emma, Emma Valeria Marini.

Alberto, Fabián y Valeria estaban llegando a fin del  cuarto año de la carrera, ya ayudaban en el estudio y en uno pasarían a incrementar el personal estable del mismo.


…. ¡Hola tíos!
… ¡Hola hermosa!, ¿y mami?
… En la casa, trajimos helados, para mis hermanitos palitos de agua. ¿Les podemos dar?
… Claro.
… Pedrito, se van a enchastrar enteros.
… ¡Paaa!

… Los trillizos extendían las manitos y Rominita y Pablito les repartieron los palitos.
… Tarde  mi amoooor. Francis, preciosa, déjale uno a papi y tú Barbarita trae uno a papá.
… Pedro les quitó los palitos a las nenas para succionar el exceso de agua.
… ¡Mmmm!, delicioso.
. …!Mío papi!, Francesca lo miraba con los ojazos negros furiosa y Pedro derretido de amor se lo devolvió viendo que chorreaba un poco menos cuando ella se lo metía a la boca sonriendo seductora como su padre.
… ¿Podemos llevarlos a dar un paseo?
… Claro, pero Pablito, a ver, como el hombrecito mayor, no vayan muy lejos ni lleguen al río, ¿de acuerdo?
… Sí tío Guillermo.


___ Los tomaron de la mano y se alejaron dando saltitos sobre la hierba felices, mientras Guillermo los contemplaba embelesado y Pedro a él, viendo que fruncía el ceño se le acercó a acurrucarse en su regazo.


… Estarán bien tonto. ¿Qué puede pasarles aquí? Además están como locos con los hermanitos y ellos con los niños.
… Son maravillosos, los cinco, como tú. Guillermo le acarició el pelo con la nariz para impregnarse de Pedro y descender a tomar los labios que anhelantes se ofrecían en el beso de siempre.
…. Son angelitos rubios, maravillosos los Beggio.
… Y la tuya maravillosa Graziani. Y muy bonita.

___ Guillermo lo besó detrás de la oreja rozándole el lóbulo con los dientes susurrándole.

.. Lo pasé muy bien anoche mientras Romina dormía con ellos. Ahora en vacaciones, deberíamos hacerlo más a menudo, ¿no cree mi precioso marido?
… Tu precioso marido también la pasó muy bien y tiene ganas de devorarte un año seguido.

___ Se abrazaron con fuerza sonriendo con una sensual complicidad que amenazaba con pasar a mayores, pero estaban en medio del prado, con cinco niños cerca, así que uno al otro ignoró la proposición, aunque Pedro se movió en el regazo de Guillermo colocándose a horcajadas sobre él tomándole la cabeza entre las manos y le dio un beso ardiente que dejó los labios latiendo para luego correr a las comisuras y la nariz, besando, lamiendo, mordisqueando y sonriendo mientras Guillermo colaba las manos por la espalda en las caricias.

… OH, Pedro, Dios,… ¿Qué voy a hacer contigo?
… Seguro que ya se te ocurrirá algo, pero me temo que tendrá que esperar hasta luego de la fiesta.

___ Guillermo sonrió y girándolo lo echó, apretándolo contra la manta.

… ¿Y si se me ocurre ahora?
… ¡Guiie, no, los niños!

___ Y de pronto escucharon un llanto agudo de Barby.


Guillermo se levantó con agilidad y corrió al lugar de donde había surgido. Pedro lo siguió a un paso más tranquilo. En el fondo no estaba tan preocupado como él, por el tipo de grito no era señal de alarma, menos en Barby, que se había contagiado de Francesca y no se quedaba atrás con tal de llamar la atención de su papá sabiéndose la reina de Guiie.
Guillermo la tomó en brazos y ella lloraba desconsolada y sensual como Pedro, señalando el piso donde se veían los rastros del palito dejando un charco en la hierba.

… Se le cayó tío, pero mami tiene más.
… Rominita, no te preocupes.
… Papi,.. Ahora Barby celosa de Rominita, tendió los brazos a Pedro y Guillermo se la pasó a regañadientes.
… Bueno princesita, ya está, ya está.
… Pa, otro. Le sollozaba con hoyuelos.
… Lo sé amor mío. Vamos a buscar a Mami, a ver si tiene otro.


__ Pedro le besaba la cabeza y olía a su beba. Tus deditos tienen gusto a  helado, mételos en la boca.

___ Barby lo hizo y dejó de llorar.


… Paa, sí, palito.
… Sonreía chupándose el dedo, y Guillermo pensaba: “mi pequeña seductora, bella como tu padre, como mí Pedro, sensual como él y solo tienes dos años.”
… Vamos, los cinco, vamos a buscar a Romina. Barby, ¿quieres que papi te lleve?
… Sí.
… Guiie, lleva a Francesca y que José vaya de la mano de los hermanos.
…. Barby, creo que papá quiere probar el palito.
Lo miró con los ojazos verdes y le tendió la mano al tiempo que Guillermo derretido de amor  le succionaba los deditos.
… Mmmm,… Qué rico. Como papi y como tú.


___ Barby reía y se fue a los brazos de Guillermo y Francesca a los de Pedro como era lo habitual.


…¿Dónde está Romina?
… En la casa principal tío Pedro.
… Precioso, eres demasiado bueno con las niñas. Esto no puede seguir así.
… ¿Yo?
Yo  le tengo tomada la medida a los Graziani amor, en lo que suceda  con los Beggio no tengo responsabilidad.
… Cierto precioso, los Beggio son míos, los tres.
¿A qué hora llegarán todos mañana?
… Cerca de mediodía supongo, así disfrutan del día y no salen tan tarde luego.
… ¡Dios, será un batallón! 
… Como siempre amor, somos una gran familia, la que supimos construir porque antes supimos merecer, ¿o no?
… Sí precioso, por supuesto que sí. Solamente es que… muero por estar a solas contigo unas horas.  ¿No añoras a veces aquellos fines de semana de amarnos sin medida?
… Siempre, pero te amo igual, como sea y cuando sea, nos amamos y tenemos a estas bellezas, ¿te quejas?
… No, hoy que Romina está acá por tres días, significa que te tengo para mí solo tres noches, y obviamente que no puedo quejarme, prepárate cielito.
… No me provoques Graziani, que sabes que siempre tengo sorpresas.
… Amo tus sorpresas, te amo precioso.
… Pa, ya sabemos que papi está bueno.
… Claro princesa, papi está muy bueno, porque es igual a ti, y tú eres mi reina y él es mi rey.
…. Y Francesca la suya.
… Guiie, amor, calla por favor, estas niñas lo saben todo.

….Olvidé de llamar a Juan y a José, con esto de la adopción de los mellizos están como locos y quizá olviden la fiesta.
… No lo creo,  nuestros amigos, casados, adoptando y José en  enero recuperando la matrícula, tienes que convencerlo que se presente al concurso por la fiscalía.
…. Lo hará, estoy seguro que lo hará.
… ¿Y Ana?
…. ¿Qué pasa con ella?
…. Es el primer año que está casada con otro, ¿crees que vendrá, con el esposo obvio?
… Claro que sí, es la madre que Fabi sigue eligiendo y  es el cumpleaños de Guillermito.
… Bueno, mejor, así al fin conoceremos al famoso Federico.
…. Por suerte, según Fabián están muy bien. Sobrios, casados, felices y hasta me animaría a decir que pensando en tener un hijo.
… NO, ¿verdad?
… Claro, Pueden todavía. Lo merecen.
… Otro hermano para Fabi amor.
… Y otro tío pequeño para Guillermito, no entenderá nada pobrecito.
…  Entenderá, claro que entenderá. Mira, se durmieron.
… ¡Cuánto más bonitas son dormidas!
… ¡Guiiee!
…. Perdón amorcito. En cambio el principito viene de la manito de sus hermanos columpiándose. Bello e inquieto como tú.


___ Pedro se paró en la puerta de la habitación de José y escuchó a Guillermo  leyéndole un cuento, cuando José ya estaba casi dormido. Levantó la vista y al verlo cerró el libro. Se acercó los dedos a los labios, apagó el monitor para bebés que tenían junto a la cama, arropó al niño, acariciándole la mejilla y después se incorporó y fue en puntas de pie hasta Pedro sin hacer ruido. Era difícil no tentarse al verlo. Para  Guillermo dormir a su nene era una ceremonia, la misma que Pedro usaba con las nenas.

___ Fuera en el pasillo, Guillermo lo atrajo hacia sí y lo abrazó.

….. ¡Dios!, los amo precioso, pero dormidos es como mejor están, murmurando sobre los labios que anhelaba poseer.
… No podría estar más de acuerdo en este momento amor.

___ Guillermo lo miró con ternura.

… Casi no puedo creer que lleven con nosotros dos años.
.. Lo sé.

__ Pedro se sumergió en su boca perdiéndose en el recuerdo del nacimiento, tanto como en el aliento de Guillermo. Se transportó a esa noche, a la agobiante ansiedad y terror de Guillermo, a la serenidad de los médicos, al coraje y al dolor de Romina y se estremeció recordándolo.

Recordaba haber tomado a Guillermo en pánico con la mano y con la otra a Romina, el parto natural, cómo ayudaron a que pujara y respirara. Y sobretodo la palidez y el sudor en la frente de Guillermo que moría de susto y él tranquilizándole y diciéndole  te amo.

… Luego el llanto de Francesca, su hija preciosa que lo miró asombrada cuando la pesaban, luego José y sus hoyuelos y al fin la pequeña princesita Barby  y era el recuerdo más bonito que tendría de su vida. Cuando ambos lloraron abrazados la preciosura del milagro de sus hijos, parecidos  a ellos, partecitas de cada uno y de la bella madre que Dios les había regalado.


…. ¡Ey, amor!, ¿en qué piensas?
… Recordaba el nacimiento de nuestros hijos amor.
… Precioso, vamos a preparar los regalos.


___ Guillermo le tomó de la mano y bajaron la escalera hacia el estudio donde estaban escondidos todavía... Guillermo venía esperando ese momento desde el despertar e irradiaba entusiasmo.


___ Para José, Julio Renzo y para Guillermito habían comprado  trenes de madera con motores y ya habían armado toda la instalación. Guillermo parecía ansioso queriendo empujar la salida del sol, Pedro sospechaba que quería jugar él con los trenes.


… ¿Crees que les gustarán?

___ Su mirada dudosa se encontró con la de Pedro.

… Les encantarán.

___Pedro sintió que en esos minutos Guillermo tenía dos años. Y celebraremos una fiesta familiar, con Gaby, Beto, Cuca, Marcos, Isabel y Solange, Juan y José, mis padres, Romina y los niños, Fabi y Valeria, Ana y su esposo y obviamente los invitados de honor, nuestros niños, Julio Renzo y Guillermito.


___ Para Bárbara y para Francesca habían comprado y armado una casita de juguete donde entraran ellas, con mesita y sillas y juegos de mate y de te, además de un teclado  y una batería que no eran para su edad pero igual les encantaron, eso sin contar el derroche en ropa para todos y los regalos que llegarían del afuera.


__ Pedro levantó la vista cuando Romina vino a despedirse para ir a dormir con los niños, y a la vez vio el sol hundiéndose por detrás del río que daba paso a la luna y era la tierra prometida, al verlo ahora sintió la misma emoción que la primera vez en la primera Navidad. El Atardecer mezclándose con la noche y las luces del sol y la luna cruzándose en el Delta eran sencillamente maravillosos.


 … ¡Qué vista amor!
… Sí,…., pero cuando Pedro se volvió para mirarlo vio que lo observaba a él. Le dio un beso suave.
Es una vista preciosa Pedrito, Mi favorita.
… Es nuestro hogar amor.

__ Guillermo sonrió volviendo a besarlo perdiéndose.

.. Te amo Beggio.
…. Yo también te amo Graziani. Siempre.

… Bueno precioso, parece que tendremos la noche libre y tú eres experto en darme sorpresas que me hacen alucinar, muero por una. No te digo de algo que vengo deseando desde que nos mudamos porque  está Romina, pero seguro alguna se te ocurrirá. Sorpréndeme, como siempre.
… ¿Qué es lo que vienes deseando?
…. Amarnos en  la piscina que terminaste con tus manos, como en la casa de provincia, pero por ahora,…, no se puede.
… No, ahora no, pero me guardo la propuesta Graziani, no te calles los deseos ni las fantasías, sabes que los cumplo a todos.
…. Lo sé. Bien, espero,…
… Bañarte en champán y beberlo de ti tampoco, me da pena estropear las alfombras nuevas.
Otra cosa,… (Pedro pensaba)
… Mira vos, mira vos, claro, ya a tres años de estar juntos estás aburrido y te importan más las alfombras que yo, mira vos.
… ¿ Qué dices Graziani? Me estás provocando mal, no, peor, me estás ofendiendo. Ahora verás lo que me importas, ya sé. Ven.


___ Pedro lo tomó de la mano y Guillermo lo miraba expectante y asustado porque sabía que la imaginación de su esposo no tenía fin, pero estaba entregado a él desde siempre y pos siempre.


… ¿Adónde vamos?
…. Al cuarto de juegos. Te bañaría en champán en el prado pero Romina puede necesitarnos, así que voy a amarte hasta morir, pero en la casa.
… ¿Al cuarto de juego de los niños? No me irás a acostar sobre sus….
… Shhhhh, sin preguntas, te recuerdo que  me siento ofendido.
… Te recuerdo que no sé jugar a nada, por tanto  cualquier cosa en que estés pensando ya es tramposa.
… Esa es la idea, que pierdas en algo alguna vez,  por lo que dijiste mereces perder. A ver ¿qué tal  te va la mesa de pool o billar?


___ Entraron y con velocidad Pedro lanzó las bolas sobre el paño y Guillermo lo miraba atónito.


… No voy a jugar a esa payasada cielito, eso y el golf son la misma cosa, no embocaría ni una.
… Acá no hay bichos y te recuerdo que las reglas ahora las pongo yo. ¿Quieres sacar?
… Estás disfrutando porque te sabes ganador, ¿no?
… Bien elijo las blancas entonces.
…. Adelante, déjame las negras entonces.


___ Pedro se deleitaba y sonreía por dentro de su destreza consiguiendo entrar las bolas en rápida sucesión,  mientras Guillermo lo miraba impasible, sin expresar nada, no entendiendo qué tendría eso que ver con sus deseos hasta que comenzó a observar a Pedro en cada movimiento e inclinación y comenzó a enloquecer.


… ¡Dios!; qué tramposo que eres, qué atorrante.
… ¿Qué hice ahora?
… Que entre que no sé nada de esto y la locura de verte,…, así, sabes que no voy a entrar ni una.
… ¿Verme como?
…. Sabes que podría pasar días viéndote inclinarte y estirarte sobre esa mesa, con esos jeans, esa remera, estoy delirando perdido en ti ya.


___ Pedro se ruborizó agradeciendo la ropa que llevaba, Jean ajustado y remera pegada al cuerpo.


… Intentas distraerme del juego a cada momento. Ahora verás.


___ Guillermo se sacó el suéter dejándolo en el respaldo de una silla y  Pedro se dispuso a hacer la primera tirada dejándolo sin respiración cuando se inclinó sobre la mesa.

“¡Dios!, no puede ser tan hermoso, Pedro con jeans y remera blanca, inclinándose así, esos bíceps,… es algo digno de ver y por enojado que parezca es mío”


___ Guillermo sentía que perdía el hilo de sus pensamientos  y Pedro entró cuatro bolas rápidamente, fallando en la quinta.


… Un error de principiante, amorcito.
… ¿Te burlas? No soy más que un pobre mortal amor.
… ¿No estarás intentando perder a propósito?
…. NO, con el premio que tengo pensado,…, quiero ganar.
… ¡Uau!, espero que el premio incluya lo que estoy imaginando y deseo.

___ Pedro se paseaba alrededor de la mesa y cada tanto le daba un beso consuelo mientras Guillermo se dejaba seducir en caída libre y sin remedio.

… Sé lo que estás haciendo precioso.


___ Y continuaban jugando, Pedro exagerando cada inclinación, rodeándolo, besándolo al paso, a veces recostándose sobre la mesa. Guillermo casi jadeaba al ver su cuerpo ágil y flexible reclinándose sobre el paño, los músculos se le tensaban y se estaba perdiendo en Pedro solamente con haberlo visto moverse así, y lo miraba lanzando llamaradas.


---- En la última jugada al fin se puso erguido mirándolo ardiente y regalándole la sonrisa de triunfo con hoyuelos, acercándose pausadamente, con el pelo revuelto, y esa ropa sabiendo que su esposo estaba a punto de atraparlo con desesperación.

… Madre de Dios, eres tan terriblemente sexy cielito.
… ¿No serás mal perdedor no?
… Depende.

___ Pedro introdujo dos dedos en la camisa atrayéndolo hacia él.


___ Guillermo lo dejaba besándole el cuello y la oreja desesperando tratando de mantenerse firme.


…. Veamos las faltas que has cometido amorcito.

…. Uno, darme celos  desde siempre con el personal, cuando desde que estábamos en el departamento te advertí de que no fueras amigable.
… Dos, discutir conmigo todo el tiempo.
… Tres,  contornearte delante de mí desde hace media hora.
… Ajá, ¿y entonces?


___ En los ojos brillaba la excitación, Guillermo le plantó un beso de trompita, y se encaminó a cerrar la puerta con llave. Cuando se dio vuelta los ojos ardían dejando a Pedro paralizado cual zombi, con el corazón desbocado, la sangre hirviendo, incapaz de moverse, pensando en todo lo que sentía por ese hombre como en un mantra.


…. Quiero que te quites los pantalones y esa remera tan provocadores precioso, ya no deberían estar, ¿o quieres que lo haga yo?
… Hazlo tú.
… No es un trabajo tan agradable, pero dado que ganaste, creo que estaré a la altura.
… Por lo general siempre lo estás.


___ Estaban acalorados, sofocados, arrasados en fuego con las miradas que se sostenían y la expectación de lo que   vendría y los ojos se cargaban más y más de ansia y expectación.


Pero Pedro había ganado, por tanto reaccionó y se arrodilló sin palabras frente a Guillermo comenzando a sacarle los zapatos junto con las medias sin apartar la mirada, con rapidez y eficacia mientras Guillermo se apoyó en el borde de la mesa para no caer. Al mirarlo en profundidad en todo el proceso lo sobrecogió el sentimiento que albergaba por ese hombre tan hermoso que amaba y era suyo.


___ Pedro le tomó las caderas, introdujo los dedos por  la cintura del pantalón y desabrochó el cinturón y el cierre observándolo a través de sus largas pestañas, con su sonrisa magistral mientras lo iba despojando de los pantalones. Guillermo daba un paso y otro sin apartar los ojos negros, para dejarlos caer mientras Pedro se aferró por detrás en sus piernas deslizando la nariz entre sus muslos haciendo que su esposo llegara al límite de derretirse o fundirse en el fuego y lo besó, profundo e íntimo haciéndolo gemir. Pedro volvía a besar su miembro y esos labios gruesos lo acariciaban sin piedad, era una sensación maravillosa, y al fin se levantó con la mirada intensa. Sonriendo comenzó a desabrocharle la camisa y sus diestros dedos terminaron enseguida sin quitársela al tiempo que mordisqueándole la oreja le susurraba… ¿soy tu amante perfecto?

… Sí, mi esposo, mi amante, mi todo.

___ Pedro dio vuelta a la mesa y se le puso detrás obligándolo a inclinarse a hacer una tirada. Colocando una mano sobre el muslo derecho de Guillermo, recorriendo con sus dedos la pierna, arriba, abajo, hasta las nalgas, regresando al descender acariciando.

… Si sigues haciendo eso me temo que fallaré en todos los tiros.

… Solo deseaba verte medio vestido, recostado sobre la mesa. ¿Tienes idea de lo sexy que estás así?

__ Y Pedro le acariciaba las nalgas una y otra vez sin descanso ni piedad mientras Guillermo gemía, o jadeaba excitado….

… ¡Dios!, ¿cómo puedo resistirme a tus juegos?, nunca pude, menos ahora.
… Eh, espera.
.. Cielito, los límites no, ya basta con esta agonía.

___ Pero Pedro se colocó detrás mientras Guillermo cerró los ojos cuando repitió el proceso en el muslo y la pierna izquierdos y nuevamente hacia el acceso.

__ Ya no podía evitar gemir, el deseo se retorcía en sus vísceras, intentaba tirar inclinándose a un lado y al otro y Pedro lo seguía por detrás acariciándolo mientras Guillermo impaciente se echaba hacia atrás.

… ¿Impaciente amor?
.. Te deseo con locura.
… Bien, acabemos con el tormento entonces.


__ Pedro le fue deslizando hacia abajo con delicadeza el bóxer y dejando un reguero de besos desde las nalgas hacia abajo y Guilletmo gemía, hasta que se inclinó sobre la mesa sobre él, lo recostó y Guillermo lo sintió en su total virilidad contra sí.

…. Pon las manos sobre la mesa amor.

___ Guillermo gemía sintiendo el corazón en la garganta. Empezó a respirar entrecortadamente y un escalofrío ardiente e intenso corría por su sangre. Pedro lo acariciaba desde abajo en su totalidad, colocó la mano ahuecada en su nuca presionándole con el codo la espalda hacia abajo.

… Abre las piernas mi amor.

___ La respiración de Guillermo se hacía más y más intensa y oírlo excitado al límite alimentaba el propio deseo en Pedro que comenzaba a desesperar.


… Necesito hacerte el amor Guiee, murmuró anhelante.
.. Sí, por favor precioso, poséeme.

 Pedro se desabrochó el cierre  bajando y tirando el Jean en velocidad mientras Guillermo gemía acostado en la mesa, anhelándolo.
Pedro deslizó dos dedos dentro de su posesión moviéndolos en círculos que lo poseían, lo ampliaban, lo sentían, lo acariciaban y Guillermo se deleitaba en sensaciones cerrando los ojos, y lo sabía detrás separando más su piernas, y al fin lo pudo sentir retirando los dedos y hundiéndose en su interior lentamente, sujetando las caderas con firmeza, volvió a salir, y luego lo penetró con fuerza haciéndolo gritar quedándose quieto, en la pausa.

.. ¿Otra vez? ¿Estás bien?
… Sí, estoy bien… Déjate llevar… Llévame contigo donde sea, casi sin aliento.

___ Pedro con un quejido ronco salió  y lo embistió de golpe tomando ritmo urgente, para volver a repetir las embestidas otra vez lentamente con un ritmo deliberadamente celestial y alucinante.

Cuando las vísceras de Guillermo comenzaban la aceleración Pedro lo percibió e incrementó el ritmo, embistiendo más y más rápido, con dureza y profundidad, una y otra vez, y más y más y sucumbieron explotando en un orgasmo devastador que les arrebató el alma y los dejó exhaustos gritando uno el nombre del otro al llegar a la gloria, dejándose ir y perdiéndose uno en el otro hasta la inconciencia del dos para ser el UNO, Pedro clavando los dedos en las caderas derrumbándose sobre su esposo agotado . Se deslizaron al piso fusionados y Pedro lo acunó cubriéndole la cara de besos dulces y livianos mientras se daban las gracias.

….Al recuperase de la muerte instantánea y eterna saliendo a regañadientes de la fusión buscó la mirada.
… ¿Qué te ha parecido?
… Intenso, delicioso, perfecto como siempre contigo.
… Pedro cerró los ojos abrazándolo con fuerza y sintiéndose exhausto  y embebido de su amor.
.. Eres precioso, inteligente, audaz, sexy, divertido, mi esposo, mi socio, mi amante, el padre que mis hijos necesitan, y agradezco a Dios todos los días haber visto tu foto, y,… que hayas regresado luego... Besándole el pelo.
… Shhhh Vamos, Una baño y a la cama que mañana estamos de fiesta.



___ Al rato estaban en la bañera, uno frente  al otro adorándose, cubiertos de espuma, envueltos en el dulce aroma de las sales y jabones, Guillermo masajeándole los pies, por turnos.

… Guiie, eso es tan agradable como tú, debería ser ilegal. Y Guillermo le besó el empeine. Pedro suspiró en profundidad hasta sentarse en su regazo sonriendo radiante,  haciendo que el agua se derramara por todas partes y regresando al beso asfixiante y sin retorno volvieron a desearse y esta vez Guillermo fue quien volvía a amarlo a su merced,  como tantas veces en el agua. Y volvieron a perderse, a separarse del mundo para ser Uno con el otro en su universo de dos.


___ Al fin se tendieron en la cama agotados, plenos, felices, ardientes, luminosos y aunque no era medianoche se sentían  agotados.
Guillermo le besó el pelo húmedo y la frente y Pedro fue por los labios finos y al susurro de te amo se acurrucó en sus brazos, en su lugar en el mundo desde la primera vez y el sueño los encontró amándose en el abrazo.


___ Pedro despertó y Guillermo estaba a su lado, anudado, entrelazado por los pies. Se frotó los ojos viendo el reloj que marcaba apenas las siete de la mañana. Por la ventana se colaba una luz amarillenta tenue. Se sentía cómodo y a gusto con su amor a su lado en esa hermosa casa que construyeran. Se desperezó y giró hacia su delicioso hombre que de pronto abrió los ojos parpadeando, medio dormido.

… ¡Buenos días!

___ Pedro sonrió, y le acarició la cara inclinándose para besarlo...


.. ¡Buen día precioso! Qué raro, normalmente despierto antes que tú, me asombras.
.. Es temprano amor
… Así es cielito y me quedaría amándote todo el día pero lamentablemente tenemos visitas, y muchas.


___ Se perdieron en el beso largo rato hasta que Guillermo salió de la cama y Pedro volvió a dejarse caer.

…. Vamos dormilón, levántate que nuestros hijos deben estar enloqueciendo a la madre.

___ Guillermo se inclinó a besarlo ya limpio, afeitado y perfumado, vestido.


.. ¿Qué pasa?
… Ojalá volvieras a la cama.
… Eres insaciable como siempre, por seductor que seas y por caritas que hagas ahora no. Te espero para desayunar, arriba.


___ Pedro se duchó, se vistió, para unirse a Guillermo y a todos en el desayuno y mientras Guillermo le pasaba un brazo alrededor besándole bajo la oreja, el buscó los labios besándolo sin reparos cuando José los interrumpió.


 …. ¡Papi!, ¿está rico papá?
… ¡Dios Guiie!, dije que las niñas sabían todo, me equivoqué, los tres nos han descubierto. Y te amo.
… Y yo mi amor,  y que ellos lo sepan.


Continuará.


Esta vez termino el capítulo con una contribución de mi querida amiga del alma, seguidora de Espérame desde siempre, genia de las letras y amada por mí. Gracias Mirta Ardemagni por esto y por todo.

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