EL VIAJE. CAPÍTULO 45, PARTE DOS.

 

EL VIAJE. CAPÍTULO 45. SEGUNDA PARTE.

Nueva York, 22 de setiembre de 2015.

A Pedro le perforaba el alma mentirle a Guillermo, pero no tenía otro remedio, y aquello estropeaba cada llamada. Guillermo era amoroso, maravilloso, vulnerable y confiado. Pedro lo amaba por todo ello. Lo bastante como para no querer seguir en su vida en aquel estado. Solo era medio hombre y no tenía nada para ofrecer. Aunque parte de su cuerpo seguía activo, otras partes no, ya no funcionaban ni funcionarían nunca más Lo que le habían dicho los médicos le había destrozado la vida, y la felicidad que había compartido con Guillermo.

Cuando no estaba hablando con Guillermo ya planificaba su vida en Chile.  Tenía mucho por hacer.

… Hermano, ¿no habíamos quedado en que preparara todo en la planta baja del loft?

.. Déjalo como está y no me voy a internar nuevamente.

.. Pedro, estás loco. No abandones todo, puede que te recuperes en cualquier momento, pero no si te vuelves a atrofiar.

… Voy a contratar un enfermero de día, por tanto me puede ayudar a subir la escalera, además algo puedo sostenerme. Sé de memoria los ejercicios que debo hacer, y los haré en el gimnasio y la piscina del edificio, no quiero seguir en un hospital, hace un año que vivo en ellos, desde el primer atentado de Guiie, Marcial, necesito  aferrarme al trabajo.

…¿Y vas a renunciar a Guillermo después de todo  lo que hiciste por él?

… Marcial, le hemos hablado un millón de veces, no me vayas a traicionar.

..No lo haré, te espera Martín en el estudio desde el 15 de octubre, además un poco por él y otro por tu padre,  preguntan desde la jefatura del partido si participarías como antes de irte en la campaña por las legislativas, a cambio, la presidenta te quiere como Ministro de cultura.

…¿Qué? ¿En silla de ruedas?

…. Basta Pedro, y sí, te quieren aunque sea en camilla, ¿te vas a quedar acostado en el loft o al menos vas a trabajar?

… Está bien, lo último lo voy a pensar, al menos por ello me levantaré y seguiré haciendo ejercicios.

… ¿Y las propiedades que dejaste en Argentina, el yate, el auto?

… No quiero nada, Guiie tiene poder para usarlo todo.

… ¿Acaso piensas que Guillermo se va a consolar porque le dejes tus bienes a cambio de no verte más?

… No quiero nada de lo que está allí Marcial. Punto. Ya pensaba en esto cuando le dejé el poder. En un tiempo, cuando pueda pondré el yate a nombre de Fabián.

.. Estás loco, Pedro, pero no puedo hacer más que ayudarte. Tus viejos se van a morir cuando sepan que no te vienes a internar, el tío estuvo hablando con gente especializada.

.. Ya basta Marcial, dejen de torturarme. Mi avión llegará el 30, espérame en el aeropuerto, y gracias por todo. No digas nada a mis viejos todavía, quiero estar solo unos días.

__Pedro se sentía enfermo por lo que estaba por hacerle a Guillermo, pero había tomado una decisión y estaba convencido que era lo correcto. No había más que hablar. Ahora  lo único que faltaba era decírselo a Guillermo.

. Seguía yendo a terapia con Danny, le había dicho a todos que se reinternaría en Chile, pero a su amigo no  le podía ocultar su estado.

.. Pedro, ¿estás bien? Últimamente te veo apagado, te veo raro. Sé que has tocado techo con la rehabilitación a o al menos eso dicen, me preocupa el efecto que  esto tenga en ti.

Mira Pedro, todos hemos pasado por lo mismo, y hay que afrontar la realidad, pero si me permites un consejo, también he visto milagros, gente que  lo ha logrado mucho tiempo después de salir de acá o con ayuda psicológica.

… Estoy bien Danny. Me estoy preparando para volver al mundo real. Tengo mucho trabajo que hacer.

… Pero me he dado cuenta que has perdido el interés por la terapia hace rato. También has dejado las sesiones con la sexóloga y no aceptas ayuda psiquiátrica, y nada de ello te ayudará.

.. Danny, desde que he perdido mis esperanzas de tener una vida con el hombre que amo, ya no estoy acá para seguir torturándome.

Pedro parecía distraído y triste, cuando no estaba concentrado en la gente que lo acompañaba, que era lo más frecuente, caía  en profundos pozos oscuros donde la depresión y la angustia vital ganaban la batalla.

El 29 de setiembre sus amigos le organizaron una despedida en la cafetería, estaban sus médicos y ayudantes también, pero apenas se quedó un rato, hasta que Bárbara llegó llorando y se excusó diciendo que deseaba hablar con ella a solas, dijo unas palabras, prometió escribir, y besó a uno por uno antes de salir con su amiga en las sillas al patio, y luego a su habitación.

… ¿Puedo ayudarte?, Bárbara lloraba con la cara entre las manos, y Pedro notó la ausencia del anillo de compromiso, el resto no era difícil de adivinar.

¿Tengo que adivinarlo o me vas a contar?

… Mierda, Pedro, llevábamos seis años juntos antes del accidente, me pidió compromiso después, pero ahora sé que fue por culpa, porque trabajaba para él cuando sucedió.

Y,… me acaba de decir que no puede hacerlo, que no puede casarse, que es demasiado duro y necesito demasiadas atenciones. Dice que necesita a alguien independiente en su vida. Por culpa de esta puta silla,… y se interrumpió por el llanto.

…. Seguramente está asustado. No creo que te hubiera gustado que te dejara una vez casados.

Si no es el hombre adecuado… mejor que lo sepas ahora.

Era su teoría con Guillermo, aunque sabía que él jamás lo hubiese dejado, y puesto que sabía que Guillermo no tenía suficiente sentido común para dejarlo lo haría él en su lugar, en los últimos días no había dejado de darle vueltas, y estaba convencido de que era lo correcto. Lo que el novio de Barby le acababa de hacer a días del casamiento, no hacía más que confirmar su opinión. El sitio de la gente “completa”, no estaba con los que no lo eran.

… Bárbara, créeme, un día   te alegrarás de que esto haya sucedido.

… ¿Por qué me voy a alegrar por esto? No tiene sentido.

… Porque no creo que quieras ser una carga para él. Lo único que hubieras conseguido es que acabara odiándote.

… Yo no soy una carga. No soy diferente a como era antes del accidente cuando se enamoró de mí. Sigo siendo la misma.

… Ninguno de nosotros es la misma persona. No podemos. Tenemos limitaciones. Hay cosas que nunca volveremos a hacer.

Pedro le hablaba pensando en Guillermo.

…¿Como qué? ¿Bailar? ¿Patinar? ¿Esquiar? ¿A quién mierda le importa? ¿Cuántas veces lo hiciste en tu vida Pedro?, Bárbara lloraba con más fuerza.

… A Sergio parece importarle, a eso me refería. El tipo ha sido sincero, tendrías que respetarlo por ello.

… No. No lo admiro, no lo respeto. Es una basura. No le he hecho nada para que me dejara tirada.

… No. Solo has tenido mala suerte. Como todos nosotros. Por eso estamos aquí.

… ¿Me estás diciendo que nadie va a querernos nunca porque estamos así? Porque si es eso, creo que te equivocas, y es terrible que digas algo así...

¿Es eso lo que piensas? ¿Que nadie se quedará con nosotros ni nos querrá? Es un disparate y tú lo sabes, al menos eso espero. Tenemos derecho a las mismas cosas que cualquiera.

… Puede que no. Al menos yo no... Solo puedo hablar por mí mismo. Pero no creo que tenga derecho a cargar a nadie con esto___Y señaló con un gesto la silla__ No sería justo. Los dos sabían que hablaba de Guillermo y Bárbara pareció más inquieta.

… ¿Has hablado alguna vez con el psiquiatra, Pedro?, preguntó más preocupada por él que por ella. Me parece que te haría mucha falta. Tu actitud apesta. Creo que mi ex es un cerdo, y, sí, puede que tengas razón, es mejor saberlo ahora que luego de casada, pero no creo que tenga nada que ver con la silla. Y las señaló como Pedro antes.

Tiene que ver con el hecho de que me quiera o no y con la clase de esposa que cree que voy a ser. A lo mejor piensa que no soy lo bastante buena.

.. Ahí es donde quería llegar.

… No es así, Pedro. Estás equivocado. Tú piensas que perdimos el derecho a ser amados el día que nos pusieron en una silla de ruedas. Yo no lo creo, ni lo creeré nunca.

Hay mucha buena gente ahí afuera a quien le da lo mismo si estamos en una silla o de pie. A mí tampoco me gusta andar así. Preferiría bailar y usar tacos. Pero no puedo. ¿Y qué? ¿Me estás diciendo que no podrías querer a alguien que vaya en silla de ruedas? No puedo creer que seas tan limitado.

.._ Puede que no___ Pero conciente que había algo de verdad en las palabras de su amiga. Porque, de haber sido Guillermo quien estuviera en una silla de ruedas,  o en coma, como de hecho se había planteado cuando sufrió el primer atentado, él lo hubiera amado igual, habría recogido los pedazos se había dicho entonces. Pero esa no era la cuestión.

.. Lo único que digo, es que hay personas que no son lo bastante fuertes para hacer esto. Pero incluso si lo son, tienes que pensarlo bien, y decidir si realmente quieres hacerles algo así. ¿Quieres atarlos a esto, o los quieres lo suficiente como para renunciar a ellos?

Pedro estaba hablando de él mismo y la chica parecía confundida.

… Si hay amor, lo demás no importa, eso lo es todo. La silla, las muletas, etc. o poder vivir sin ellas no significa nada. Al menos para mí. Me da lo mismo si el hombre que amo es ciego, mudo, sordo, si es buena persona y nos amamos, entonces es lo bastante bueno. Esta silla no significaría nada para mí si fuera otra persona la que estuviera en ella.

… Bien, entonces cásate conmigo, le dijo Pedro para hacerla sonreír entre lágrimas.

… No te gusto, y tus opiniones son un asco. Sigo pensando que tienes que ponerte en terapia con un psiquiatra o vas a hacer una verdadera estupidez.

.. ¿Como qué?

…. Como dejar a la gente que quieres porque piensas que eres una carga para ellos. ¿Por qué no dejas que sean ellos los que decidan? No tienes ningún derecho a controlar sus opiniones o a decidir por ellos.

… A lo mejor lo hago porque soy el más sensato. Cuando uno ama a alguien trata de protegerlo, a toda costa.

… No se puede proteger a la gente Pedro.

__ Pedro se había dedicado a levantar pesas todo el tiempo y había evitado acudir al psiquiatra. Ella lo sabía, y lo veía perfectamente.

… La gente tiene derecho a tomar sus propias decisiones. No puedes quitarles eso, lo mismo que ellos no nos  lo pueden  quitar a nosotros. Es una cuestión de respeto.

… Puede que tengas razón, Pedro quedó pensativo. Yo no tengo las respuestas. Solo preguntas. Y soy mucho mayor que tú. Quizá si tuviera tu edad sería más valiente. Puede que tengas razón y que tu novio sea un cerdo. Pero si es así, estarás mejor sin él.

… En eso estamos de acuerdo. Pero sigue doliendo.

… Sí. Duele. Pero la vida es así. Hay muchas cosas que duelen. Hay gente que nunca deja de defraudarte, y lo mejor es alejarte de ella.

___ Siguieron hablando buen rato, Bárbara ayudó a Pedro a preparar el bolso de viaje con las pocas cosas que tenía y luego se despidieron anegados en lágrimas, por lo sucedido, lo dicho y por la partida de Pedro.

Cuando Guillermo llamó aquella noche lo encontró agitado. Algunas cosas que Bárbara había dicho lo habían confundido. Había insistido tanto en que las limitaciones físicas no eran importantes para la persona que ama que casi pensó si no tendría razón.

Pero él era hombre, y tenía que poder ofrecer algo más.

… Se te escucha cansado precioso. Guillermo intuía que estaba deprimido, había creído absolutamente su mentira.

¿Has estado caminando demasiado y te has agotado?

Pedro lo escuchó mirando la silla con un sufrimiento y un sentimiento de culpa que le impedían respirar. Aquella era la mentira que le impediría volver a verlo. Era como envenenar su propia comida. Pero ese era su plan. Y no pensaba echarse atrás. Ya había ido demasiado lejos, y seguía pensando que era lo correcto. Guillermo sería libre, de Ana, de sus ex, y de él, y sería feliz con un hombre adecuado. La única duda era cuándo ejecutar su salida.

… Sí. Supongo. Tengo muchas cosas que hacer antes de irme, decía impreciso.

… Has hecho un gran trabajo mi amor.

Guillermo hablaba confiado, y dulce. Pedro deseaba darle su libertad, liberarlo de una carga que sin duda habría arruinado su vida, le estaba quitando el derecho a decidirlo, pero estaba convencido de estar haciendo lo correcto, y sabía que Guillermo jamás lo habría abandonado.

Hacía días que él lo notaba raro en la voz, aunque no habría sabido decir en qué. Estaba diferente, triste, apagado, distante. Lo único que se le ocurría es que tal vez estaba nervioso porque en breve saldría de la seguridad del centro y tendría que empezar una nueva vida o regresar a la que dejara hacía demasiado tiempo. Pero, ahora que podía caminar, todo sería mucho más fácil, y eso lo tranquilizaba.

… ¿Cómo está todos, Fabi, Guillermito?

… Mejor que nunca, pensando en hacer un viaje de intercambio en la facultad.

… Bien. Al decirle que todos estaban bien Guillermo no sabía que acababa de sellar su destino.

… ¿Cuándo regresas mi amor? La casa está lista, incluso hemos mudado cosas. Fabi ha hecho que dejen el spa listo para que continúes rehabilitando en parte allí.

… Ya veremos Guiie.

___ Pedro pensaba que podría haber ido a verlos una vez más, pero ahora no podía darse ese lujo, porque sabrían que no podía caminar. Él mismo se había puesto los obstáculos que le impedían ir a verlo.

… Ya pensaremos la fecha de salida.

Fue lo único que pudo decir, las lágrimas pugnaban por ganar la batalla, y cuando colgaron Guillermo quedó preocupado. Tenía la sensación de que Pedro lo evitaba, y no entendía por qué.

 Lo que no sabía era que las evasivas habían comenzado el día en que el médico le confirmara que no tenían nada más que hacer. Aquello había sido el factor decisivo. Pedro se había prometido a sí mismo que si eso pasaba dejaría de llamarlo y no volvería a verlo. Pero al momento no había sido capaz de dejar de llamarlo.

Por su parte Guillermo temía haber dicho algo que le hubiera molestado. Aunque no parecía enojado sino distante y triste. Hacía cinco meses que  no lo veía y aún no tenía decidida la fecha de regreso, y le resultaba extraño.

Nueva York, 30 de setiembre de 2015.

 Cuando Pedro salió de la habitación, un paramédico lo acompañaría hasta dejarlo en el vuelo y nuevamente revivió las escenas de cuando dejara el hospital en Bs. As., despidiéndose de todos, se sentía fuertemente unido a Danny y a Bárbara sobretodo y los invitó a pasar días en Chile. Lo acompañaron hasta el coche  pero esta vez, el panorama era distinto. De Bs. As., había partido con un sueño, con la esperanza de regresar recuperado, ahora regresaba a Chile que nunca imaginó, como muerto en vida, si fe, sin esperanzas, sin alma, con un cuerpo remendado e inútil para muchas cosas, y para cuando saludaba con la mano, las lágrimas rodaban a raudales.

Durante todo el viaje, esta vez sin dolores, no dejó de pensar en Guillermo, repasando la película desde junio, en el lugar donde deseaba terminar sus días recordándolo, porque en cada rincón de ese loft se habían amado, y así lo vería cada día, en todos lados, en cada terremoto sabría lo que sintió al entregarse por primera vez y descubrir además su condición, su vida ahora sería el trabajo, en el estudio y en la política, tareas sociales, y vivir recordando al amor de su vida que también habitaba en el loft de Santiago.

Bs. As. Y Santiago de Chile, 10 de octubre de 2015.

Guillermo estaba muy preocupado, hacía diez días que Pedro no llamaba, él no se atrevía a hacerlo, atenazado por un temor difuso indescifrable. Pedro había levantado un muro entre ellos y él aún no lo sabía.

Pedro desde apenas llegar, se quedó encerrado solamente con la ayuda del enfermero, sin hacer ejercicios, apenas comiendo, con la sensibilidad que se resentía, los dolores que reaparecían conforme pasaban los días y negándose a ver a su familia, hasta que al fin decidió efectuar la llamada la noche del 10 de octubre, cuando ya estaba en la cama, solo.

Para entonces, Guillermo estaba muy preocupado, Pedro no contestaba el teléfono, había llamado  varias veces en los últimos dos días, en el centro al fin le decían que no podían dar información y que había sido dado de alta.

Pedro veía las llamadas perdidas en el celular, pero no había tenido el valor para contestarlas. Se había limitado a quedarse 10 días casi postrado, pensando en él, deseando haber muerto.

Al fin aquella noche, cuando Guillermo atendió estaba muy asustado.

… ¿Adónde has estado? Pensaba que te habías ido a Europa sin mí para festejar a lo grande.

Guillermo bromeó, pero al instante Pedro supo que estaba preocupado y dolido y se odió a sí mismo por ello. Y sabía que aquella preocupación no era nada, comparada con  el daño que estaba a punto de hacerle, después de un año de amor.

 Le resultaba inconcebible pensar que ya no formaría parte de su vida. Pero tenía que hacerlo.

… Guiie,… tengo... algo que decirte.

Guillermo sintió que se le paraba el corazón. Antes de oír lo que era, sabía que se trataba de algo malo.

… ¿Por qué será que no me gusta como suena eso? Contuvo la respiración esperando el golpe.

Hubo un largo silencio al otro lado de la línea, mientras Guillermo intentaba imaginar luego de todo lo pasado qué cosa podía ser mala.

… Hace días que salí del centro, estoy en Chile.

… ¿Cómo?
¿Y eso qué significa exactamente? ¿Fuiste a visitar a tus padres antes de venir?

 Guillermo sentía ganas de gritar pero esperó que le explicara.

… Estoy viviendo en Chile, no regresaré nunca a Bs. As.

.Guillermo comenzó a temblar y no contestó.

…. Guiie, hemos sufrido mucho,…, demasiado. Nuestra relación comenzó mal, siguió peor, y salvo a solas, nunca pudimos vivir en paz, fue todo muy doloroso, y casi terminamos muertos.

… Estás diciendo estupideces, nada de ello tuvo que ver contigo o con nuestro Amor, sino con mi pasado, con la gente de mierda que  había en él, pero ahora de eso no queda nada.

… Quedan cicatrices, no puedo regresar. Casi he muerto, casi quedé en coma, y en verdad deseo llevar la vida que tenía antes de conocerte, quiero formar una familia, tener hijos.

… ¿Qué? Pensé que ese proyecto lo teníamos ambos, juntos.

.. Me refiero a otra cosa,… Cuando estaba en el Centro, Camila fue a visitarme, me dijo que seguía amándome. Hemos decidido volver a intentarlo. Quiero tener hijos propios Guiie y a ella la quiero con el alma.

… ¿Qué? ¿Volver con una mujer con tu condición?

… En todo caso es lo que elegiste tú, ¿no? Y si mi condición me pide otra cosa, Andrés también me espera.

…. ¿Te volviste loco? ¿Y nuestro Amor?

Pedro le mentía por segunda vez, la primera al decirle que caminaba, ahora con que deseaba una familia convencional.

… Las cosas han cambiado mucho durante los meses que estuve internado. Me han ofrecido un puesto político, me gusta, tengo que guardar apariencias.

… ¿Cuándo mierda has decidido todo eso?, Guillermo intentaba parecer tranquilo pero estaba temblando y sentía que la  vida se le escapaba por el teléfono.

Pedro trató de sonar arrogante y de no pensar en lo que estaba haciendo.

… Estas últimas semanas cuando la presidenta me hizo llegar la propuesta.

… Ya sabía yo que algo andaba mal, pero jamás imaginé algo así, casi te mueres por mí, casi quedas en coma o inválido, ¿para ahora fingir una vida junto a Camila por un puto puesto político?

… No es solamente por el puesto, ya te dije, quiero tener una familia convencional, que dejen de señalarme, quiero tener mis propios hijos y a Camila la quiero, no es tan sacrificado.

… Era por eso que no hablabas de venir, sabía que estabas preocupado por algo, pero no entendía por qué.

¿Qué significa esto para nosotros?

… Creo que no deberíamos seguir llamándonos.

Aquellas palabras les desgarraron a ambos más que el impacto de las balas. Por un momento a uno y otro lado quedaron sin habla, pensando que morían, el aire no entraba, el corazón dolía, el alma cruzaba la cordillera.

Era como si Pedro hubiera arrojado una bola de demolición o mayor y habían quedado demasiado deshechos como para articular sonidos.

… No esperaba algo así Pedro, pero no puedo culparte. En parte tienes razón. Y yo lo supe cuando fui a buscarte a Chile, te traje a una selva, quizá esto sea lo mejor para vos. Te amo lo suficiente para desearte lo mejor. Ahora estaría todo bien, pero te asustaste y es lógico que no lo creas.

Y ahora ambos coincidían en el desapego como manifestación de Amor Absoluto, pero el otro no lo sabía.

No sé que decir, Pedro. Si estás decidido a probar esa vida, me alegro por ti. Vas a recuperar a los tuyos, tu lugar, no solamente has recuperado tus piernas sino que con esta decisión, supongo que mucho más.

Pedro lo oía llorar y se sentía muerto. Pero sabía por él, que eso también pasaría y que estaría mejor, que era lo mejor para Guillermo. Si hacía algo tan espantoso, era justamente porque lo amaba al punto de  dar la vida por él. Al hacer aquello se estaba quedando sin su propio corazón, sin alma, con un cuerpo roto. Pero era el último sacrificio que haría por Guillermo y Guillermo por él.

… Quiero que te cuides mucho Guiie, que no dejes entrar más ese tipo de gente a tu vida. Ahora eres libre para comenzar algo mejor.

Ya no podía protegerlo, cuidarlo, salvo con su amor, y en aquellos momentos… parecía bien poca cosa.

… Que detalle que te preocupes por eso. No entiendo nada, Pedro. Jamás me contaste de Camila. Menos que pensaras en volver con una mujer. ¿Cómo ha sido eso? ¿Cuándo?

… No lo sé, fue a verme, se separó de Marcial por mí, y luego acá estaba cuando regresé y la quiero, y con eso me basta.

… Quiero que seas feliz Pedro. Sea lo que sea que eso signifique después de tanto sufrimiento eso para ti ahora. Y que sepas que te amo con mi alma, y que siempre te amaré.

.. Lo sé. Las lágrimas agrietaban las mejillas de Pedro, pero trató que no se notaran en la voz. Todo dependía de que Guillermo le creyera, y estaba decidido a hacerlo bien. No tenía que dejar duda alguna que lo impulsara a llamar a Marcial o a Camila, porque ellos no sabían esta parte del plan.

Habría querido decirle que siempre lo amaría, pero no podía hacerlo tampoco.

… Cuídate mucho. Si alguna vez necesitas algo llámame. Siempre estaré aquí.

… No creo Pedro, que a Camila le hiciera mucha gracia. Espero que seas muy feliz, muy feliz. Sé bueno Pedro. Te  mereces lo mejor. Sollozando.

Pedro sabía que merecía arder en el infierno por lo que estaba haciendo, pero seguía creyendo que a pesar del daño que le estaba causando a Guillermo, a la larga sería lo mejor, algún día lo comprendería. Y su corazón era de Guillermo, siempre lo sería. Solo que él no lo sabría.

… ¿Vas a venir por tus cosas o quieres que venda todo y te gire el dinero?

… No quiero nada, es tuyo, la casa, el auto, son tuyos Guiie, y el yate será de fabi.

… Estás loco si piensas que  voy a aceptar eso.

… Lo hablaremos luego, ¿sí?  Alguien te llamará si no lo hago yo. Adiós Guiie. Te quiero. Y colgó dejándose anegar por sus propias lágrimas y devastar por el dolor de cuerpo y alma.

Guillermo colgó también y empezó a llorar en forma compulsiva. Sintió que alguien había muerto, y así era: Él.

.. ¿Qué pasa pa? Fabián entró corriendo al escucharlo. Nunca lo había visto así. Para cuando llegó estaba sin aliento.

Por un momento Guillermo fue incapaz de decir nada pero sabía que tenía que serenarse por su hijo. No sabía qué decir y  deseaba que  Fabi creyera que Pedro seguía internado, al menos hasta que él mismo entendiera algo.

.. Un viejo amigo, ha muerto.

 Y en algún sentido así era, Pedro había muerto para él. Se había ido, lo había perdido al fin. Lo que siempre juró que no haría, la última tragedia lo había conseguido, pero no podía imaginar la vida sin él, sin llamadas, sin…

Era una sentencia a una vida donde casi no tenía nada, a una muerte en vida. Y ahora la tenía que soportar por Fabián y Guillermito.

… Estoy bien hijito, un poco triste, nada más. Voy a dar un paseo.

… Lo siento pa. Fabián lo abrazó como siempre.

… Yo también hijito, no imaginas cuánto.

___Salió sin rumbo y estuvo caminando llorando durante horas. Casi era de noche cuando regresó, sus ojos eran profundos hoyos de dolor, las lágrimas no dejaban de resbalar por las mejillas.

Aquella noche no hizo más que pensar en Pedro, estaba destrozado, más de lo que lo había estado en toda su vida. Él se había llevado la esperanza, la risa, el consuelo, el Amor y más en aquellos oscuros días. Ahora ya no tendría a quien acudir en su soledad, pero tampoco le importaba. Ya no le importaba nada. Seguiría superviviendo para cuidar de Fabián y de Guillermito hasta que llegara la hora.

Pedro permaneció tendido en la cama desde la llamada, mirando el techo y no tenía intenciones de moverse  más, tampoco durmió en toda la noche, ni siquiera fumaba ahora. Se limitó a quedarse tendido y llorar.

Pero había hecho lo correcto. Era su único consuelo.

__Ahora que Pedro había salido de su vida, a Guillermo  se le hacían eternos los días, no había principio ni fin. Casi no estaba yendo al estudio, a veces no se levantaba  o ni siquiera bajaba a comer con su familia. Había perdido peso y todos estaban muy preocupados, parecía un enfermo terminal. No comía, no dormía, no iba a trabajar o apenas, no hablaba o muy poco,  solamente a veces se esforzaba por Fabián o Guillermito lograba hacerlo jugar un rato, pero sentía como si lo hubieran dejado caer a un abismo sin sol, sin luz.

Necesitaba aunque sea oír la voz de Pedro, pero ya ni siquiera sabía adónde encontrarlo.

Pero estuviera donde estuviese no formaba parte de su vida. Nunca lo había hecho.

Había sido un regalo temporal que le mostró el Amor y la Vida y daba gracias por ello.

Pero el dolor por haberlo perdido era tan grande que a diario se preguntaba si lograría sobrevivir.

Perder a Pedro era peor que las heridas de los atentados y el accidente, esta vez el disparo había sido al alma, el golpe lo había recibido allí.

Todos se preguntaban si su estado tendría que ver con los atentados, aunque había pasado demasiado tiempo para ello.

… Pa., ¿estás enfermo?

… No me siento bien, tengo dolores de cabeza.

Lo decía  para explicar la expresión de su rostro, lo cierto es que no podía dormir ni comer, ni trabajar, solamente deseaba cerrar los ojos e imaginarlo, o permanecer en su cama donde lo había amado mirando la foto que había colocado en la mesa de noche al regresar del hospital.

…Viejo, quiero que vayamos al médico o lo llamaré para que te vean.

__Guillermo sabía que no tenía sentido, tenía el corazón destrozado en esquirlas y nada tenía que ver con los atentados, o quizá sí, pero no en la forma en que todos lo veían.

Le resultaba imposible creer que Pedro no formaba más parte de su vida y muchas veces se descubría pensando y deseando haber muerto a manos de Miguel. Habría sido mucho más fácil. No sabía si aquel dolor desaparecería algún día, aunque lo dudaba.

Cada día era pero que el anterior. No tenía ninguna ilusión, nada en que pensar, nada que desear, nada en que creer, no tenía fe en lo que la vida pudiera depararle.

Pedro se lo había llevado todo con él y no le había dejado más que recuerdos y dolor.

Lo amaba desesperadamente, siempre lo amaría. Se sentía como un animal que había perdido a su pareja y solo buscaba un lugar tranquilo donde morir.

…Viejo, ¿qué pasa? Todos en el estudio están tan preocupados como nosotros, así no podemos ayudarte.

… Nada, solamente estoy cansado hijito.

___ Fabián percibía que todo había comenzado el día del llamado donde recibió la noticia de la muerte de un amigo. Nadie conocía un amigo cuya muerte pudiera afectarlo así, todos intuían que estaba en un estado de depresión mayor.

 Y empezaron a preguntarse si quien había muerto  no habría sido Pedro y lo estaba ocultando, pero nadie se atrevía a preguntar. Temían por su vida.

Había sido mucho más fácil superar los atentados que la pérdida de Pedro. Cada mañana despertaba pensando en él, con la certeza de haberlo soñado y deseando estar muerto.

.. Y del otro lado de la cordillera, las cosas eran peores si era factible.

Bs. As., 30 de noviembre de 2015.

Fabián y Valeria acababan de llegar de la facultad, cundo Guillermo volvió a ver a Pedro por un toque del destino. No sabiendo qué hacer estaba en el sillón con el televisor puesto sin verlo, y de pronto en TVN, Chile, estaba en una audiencia del Senado Nacional, sentado a una larga mesa. Lo que decían le pareció excesivamente técnico y aburrido, pero quedó hechizado en cuanto vio el rostro de Pedro y de pronto Fabi y Valeria entendieron todo.

Si Pedro estaba en Chile, en la tele, era que estaban separados y ello explicaba el martirio y el estado de  Guillermo.

Como siempre había pasado un día malo y había encendido la tele para distraerse.

No podía dejar de mirar cómo hablaba y se movía, de escuchar su apasionado discurso a favor de las políticas sociales del gobierno, y ante el asombro de su familia se volvió hacia la cámara como si le estuviera hablando a él.

… ¡Cabrón!, habría  querido desearle lo mejor en sus renovados votos con Camila que ya suponía su esposa, pero no podía. Aún estaba demasiado dolido por lo que había hecho.

Recordaba cada palabra. No se merecía que le hiciera aquello. Él lo amaba, y habían sido muy felices a pesar de todo. Estaba recordando aquello con el corazón en pedazos, cuando la cámara ofreció un plano más general y vio que alguien se lo llevaba empujando la silla de ruedas y se derrumbó en el sillón, mientras Fabián y Valeria se sentaban a su lado estupefactos. Guillermo se quedo boquiabierto. Pedro le había dicho que podía caminar y por lo que estaba viendo, era evidente que seguía en silla de ruedas.

Pero, ¿por qué?

¿Por qué iba a decirle que podía caminar si no era cierto? ¿Qué sentido podía tener aquello? Y entonces, mientras veía cómo Pedro se retiraba saludando con la mano, recordó lo que le había dicho al principio. Ya en Bs. As., en el hospital, había dejado entrever que si no podía caminar no se quedaría con él para no ser una carga. Nunca lo había dicho directamente, pero él lo entendió perfectamente, aunque en aquel momento pensó que solamente era porque estaba deprimido. No le había creído, pensaba que estaba siendo fatalista, pero ahora pensó que lo había dicho en serio.

Era como si pudiera oír sus palabras, claramente. Ni siquiera había vuelto a pensar en aquello, porque Pedro había insistido tanto en que podría caminar… ¿Sería posible aquella mentira?

Estuvo sentado un buen rato en la cama, preguntándose qué debía hacer, cómo podía averiguar lo que había pasado. Habría querido tomar el teléfono y preguntárselo.

Pero de haber querido que supiera la verdad, se la habría dicho en su momento, en lugar de mentirle. Estaba confundido. Echó  a un lado las mantas, se levantó de la cama, y se puso a caminar en la habitación mientras el televisor ahora de su habitación seguía encendido. Lo apagó para poder pensar con claridad.

Y entonces tuvo una idea, recordó haber agendado el teléfono del padre cuando le dijo lo del matrimonio, tomó el teléfono y lo llamó. Sujetaba el auricular con la mano temblorosa y al fin el padre de Pedro le contó la verdad.

… Guillermo, le pido disculpas, jamás imaginé que el Amor de ustedes fuera tan fuerte, y como mi hijo sufrió tanto allí, lo apoyamos, pero ver cómo vive o supervive ahora, no lo puedo soportar. Nunca retomó la rehabilitación, cuando los médicos que consulté me dijeron que incluso que no camine puede ser un factor psíquico. Apenas nada un rato los fines de semana, come y duerme mal, solamente trabaja y trabaja aturdiéndose en el estudio y con la política.

Por favor, si lo ama, venga a buscarlo, él lo ama con locura y cree que  esto era lo que debía hacer para no estropearle la vida.

… ¿Qué si lo amo? Me estoy desangrando desde que me dijo que deseaba reintentarlo con Camila.

… ¿Qué? ¡Dios!, Camila se casó con Marcial hace menos de un mes y están en Europa.

___Guillermo cerró los ojos, Pedro le había mentido en dos cosas para supuestamente dejarlo en libertad de ser feliz: No estaba casado, estaba solo amándolo y no podía caminar.

Ahora entendía todo. Lo había dejado libre, por su bien, a causa de la disparatada idea de que se lo debía, porque lo amaba.

… Muchas gracias Sr. Beggio, tomaré el primer vuelo a Santiago, mañana mismo estaré allí. ¿Adónde  lo puedo encontrar?

… Tiene horarios muy desordenados, la semana que viene son las elecciones legislativas, por lo que sé, a la noche tiene dos cenas con unos senadores,  a las 22 horas entrará al Sheraton y saldrá a las 23 horas, quizá en la mañana vaya al estudio. Llámeme cuando llegue si no lo encuentra y veré de hacerlo.

 Gracias Graziani, le pido mil disculpas por cómo lo traté en el hospital, por todo,  salve a mi hijo de esta vida se lo suplico. Es más, estoy seguro que a su lado volvería a caminar retomando rehabilitación y terapia psiquiátrica.

…  Haré lo imposible por recuperarlo Sr. Beggio, no tenga dudas, muchas gracias.

 ___A medianoche, Guillermo como en julio de 2014, buscó en la compañía aérea el primer vuelo a Santiago, encontró a primera hora del primero de diciembre.

Echó algo de ropa en un bolso de viaje, llamó a los chicos y les contó, que viajaría a buscar a Pedro, o al menos a intentarlo.

…¿Por qué lo hizo viejo si te adora?

… Porque no puede caminar Fabi, y cree que me protege así.

… Lo imaginé, por la gravedad de las lesiones.

… Los llamaré para decirles dónde me alojo y cuándo regreso, y recen para que vuelva con Pedro. Volveré pronto.

… No tengas prisa pa, lo importante es que regreses con Pedro.

… Gracias Hijito.

___ Aquella noche Guillermo no pudo dormir.

___A las siete de la mañana salió para aeroparque en taxi, tenía el vuelo a las diez hasta Mendoza y a las 13 horas de Mendoza a Chile por Lan. Lo pensaba y no lo podía creer. El mismo recorrido, el mismo objetivo. Ir a buscar a su Amor al mismo lugar un año y medio después.

Durante el vuelo no podía contenerse, no sabía adonde abordarlo ni qué le diría. Tal vez Pedro se pondría furioso cuando lo viera. Si hubiera deseado estar a su lado lo habría hecho. Se lo había dejado todo muy en claro pensaba mientras sobrevolaban la cordillera.

 Pero Pedro se equivocaba, allí estaba el problema. No tenía que hacer aquello por él, no tenía que sacrificarse, ni dejar el Amor que los unía. A él le daba lo mismo si volvía a caminar o no, incluso si no podía hacer el Amor igual deseaba envejecer a su lado.

Ahora lo único que podía hacer era buscarlo y decírselo, pero no sería fácil, era testarudo como él, su otra parte.

Cuando el avión aterrizaba en Santiago cerró los ojos y rezó porque Pedro lo escuchara. No sabía si lo logaría, pero al menos ahora podía intentarlo.

Tenía la dirección del estudio, pero temblando subió al taxi y dio la dirección del hotel, donde había hecho reserva la noche anterior. Ahora lo que tenía que hacer era enfrentarlo.

Tenía un montón de argumentos y no sabía cuál sería el adecuado.

Al fin decidió esperarlo fuera, para cuando saliera a las 23 horas de la cena, como le dijera su padre, o tal vez a las 22 horas cuando entrara, seis horas más tarde.

 Las seis horas más largas de su vida… las horas en que se jugaba la vida para que ambos la recuperaran por medio del Amor que estaba seguro había sobrevivido y vencido a la muerte, al espacio, a la distancia y al tiempo.

CONTINUARÁ-