EL VIAJE. CAPÍTULO 45, PRIMERA PARTE.

 

EL VIAJE. CAPÍTULO 45….PARTE UNO.

 Bs. As., 01 de mayo de 2015.

… ¿Qué tal el viaje amorcito? ¿Cómo ha ido?

… Espantoso, contestó sinceramente. Me siento como si estuviera en una cárcel. Pedro miró desolado a su alrededor, pero aunque sabía que para lo que  estaban diseñados aquellos lugares no estaba nada mal, le deprimía profundamente. Odio estar aquí amor. Era como oír a un niño que llama de un internado  y añora su hogar.

.. Vamos precioso. Sé bueno. Harás cosas muy buenas allí. Guillermo lo animó como había hecho con Fabián cuando iba al colegio. Te acostumbrarás, y antes que te hayas dado cuenta ya todo habrá terminado. Tal vez solo tengas que quedarte dos o tres meses.

Estaba intentando animarlo pero lo percibía abrumado y su corazón voló hacia él. Habría deseado abrazarlo, poder ayudarlo, pero a aquella distancia era difícil. Los dos tenían que librar sus batallas en soledad, y la de Pedro era mucho más dura, no solamente por la gravedad de las secuelas sino porque estaba solo, y él tenía a Valeria, a Fabián, a Guillermito y a la gente del estudio.

… ¿Y si tengo que quedarme un par de años?

… Eso no pasará. Estoy seguro que saldrás antes de tiempo. ¿Qué tal la gente por ahí?

Desde Bs. As. habían temido que Pedro se viera rodeado de ancianos con apoplejías, gente con la cual tendría muy poco en común, pero no. Para sorpresa de Pedro, por lo poco que había visto, la mayoría era gente incluso más joven que él, víctimas de accidentes de esquí, de montaña, o en una piscina o en coche. La mayoría eran jóvenes con una vida larga y productiva por delante.

… Parece que están bien. Pedro suspiró y descubrió mirando por la ventana una piscina olímpica, varias personas nadando, y sillas de ruedas aparcadas alrededor.

Pero no quiero estar acá Guiie, quiero regresar a Bs. As., contigo, trabajar. Me siento como si la vida estuviera pasando de largo.

___ Pero ninguna de esas o posibilidades eran factibles. Y lo que más le aterraba es que nunca volvieran a serlo.

Para volver al trabajo, tenía que ser capaz de pasar muchas horas de pie o sentado, tener disponibilidad de viajar, de ir a tribunales, de manejar un coche, capacidad de movimiento y una mente despejada. Y además, seguramente encontraría cierta resistencia psicológica.

 La gente percibía las cosas de forma extraña y era posible que verlo en silla de ruedas les hiciera sentir que no sería capaz de llevar nada a buen puerto. Nunca se sabía por dónde llegarían los prejuicios. Era indispensable que volviera a caminar.

A Guillermo no le importaba cuándo caminaría, pero por Pedro esperaba que lo consiguiera pronto. En cambio, su amor por él no cambiaría por eso. Y así se lo había dicho, pero Pedro estaba obsesionado. No quería depender de nadie. Ni de él, ni de sus compañeros de trabajo, ni de su familia. Pero ciertamente nunca de Guillermo. Si no podía protegerlo. Cuidarlo, estar junto a él como un hombre y hacerle el amor como siempre, no quería formar parte de su vida. Para liberarlo. Muchas cosas dependían de su recuperación, y aunque  no se las había explicado todas, Guillermo intuía que las apuestas eran altas y Pedro lo sabía.

Lo único que podía hacer en aquellos momentos, era escucharlo y rezar por él

… ¿Cómo está Guillermito? ¿Y tú?

… Guillermito enorme, los chicos están cursando y como mucho no puedo hacer todavía les he dado un poco de libertad, han pasado demasiadas cosas en poco tiempo.

Guillermo se cuidó de no nombrar a Gaby, no quería que se tocara el tema de su divorcio para no presionar a Pedro, quería que pensara el mayor tiempo posible que seguía casado. Así no pensaría que lo estaba esperando para casarse. Si algún día salía el divorcio y siempre, él lo estaría esperando. Si lo hablaban lo único que haría  sería complicar las cosas. Seguiría con la farsa de su matrimonio con Ana lo más que el tiempo le permitiera.

…Yo me siento bastante cansado, me acuesto temprano, en el día juego con el nene. Me han invitado a comer fuera pero solamente de pensarlo me siento agotado. Ya sabes que según el médico pasarán meses antes que me sienta totalmente recuperado, además se suma al atentado anterior en poco tiempo.

… Mi viaje ha sido una tortura amor, en mi vida había sentido tanto dolor, aún ahora acostado estoy deshecho.

… ¿Qué vas a hacer esta noche?

___ Guillermo le preguntó dulcemente porque por la voz lo notaba cansado y triste.

… Creo que dormiré. No hay servicio de habitaciones pero sí un minibar, no deseo cenar, he picado algo. No quiero tomar analgésicos, no quiero convertirme en adicto, no quiero comenzar con los medicamentos otra vez.

… Quizá deberías echar un vistazo.__ No le gustaba la idea de que se quedara solo en su habitación, parecía demasiado triste, y temía que su depresión empeorara.

… Mañana amor. Además no tendré opción. Empezaré con la terapia a las siete de la mañana y no volveré a la habitación hasta las cinco de la tarde.

Tienen un régimen muy estricto, pero por ello he elegido el sitio. Trabajando así de duro, conseguiré resultados más deprisa. Todavía no he comenzado y ya deseo marcharme. Te llamaré a la mañana, en cuanto me despierte. Si te llamo al regresar será tarde para ti. Te llamaré mañana, estoy tan cansado que casi no puedo seguir hablando.

La espalda lo estaba matando, el cuello estaba agarrotado y tenía el ánimo por el suelo. Era como si Guillermo y la vida que conocía, hubieran quedado en otro mundo.

En Estados Unidos se sentía en medio de ninguna parte, en una isla desierta, y estaba condenado a quedarse allí un año. No era un pensamiento reconfortante y tampoco era su plan, y solamente lo había hablado bajo juramento con Marcial la última tarde, antes de viajar.

… Te amo Pedrito, nunca olvides que te espero amor mío.

Cuando colgaron, Guillermo se quedó tendido en la cama pensándolo, imaginándolo, sintiéndolo. Habría querido abrazarlo y que se acurrucara en su pecho o en su hombro como siempre, consolarlo, pero a la distancia, lo  único que podía hacer era amarlo, y mandarle pensamientos del mismo tenor.

Pedro al colgar, se durmió de inmediato sin siquiera desvestirse. Y a la mañana siguiente la alarma lo despertó a las seis. Sentía el efecto meridiano, estaba cansado y casi no podía moverse. Llamó para que viniera un celador y lo ayudara a subir a la silla y meterse en la ducha. Media hora después se sentía mejor y llamó a Guillermo antes de salir de la habitación.

.. ¿Cómo te sientes amor mío?

…Mucho mejor que anoche Guiie. Estaba hecho polvo. Disculpa si me porté como un chiquillo en un internado.

Guillermo sonrió al oírlo porque era lo que él había pensado.

.. Lo sé. Y yo tuve ganas de volar hasta allí y traerte de vuelta conmigo.

… Eso es lo que hacen las madres. Los padres se limitan a decirles que aguanten y sean fuertes. Es una gran diferencia.

… Pero no soy tu padre, soy tu casi esposo, y te extraño.

… Y yo mi amor. Será mejor que me vaya a ver qué torturas me tienen preparadas. Estoy seguro de que este sitio lo han convertido en una forma de arte. Pero no sé si estoy preparado para el régimen que me tienen listo.

… Lo harás mi precioso, podrás. Te amo.

__Tras la suave terapia que habían iniciado en Bs. As., aquello era como entrar al ejército. Se dedicó a la calistenia lo mejor que pudo desde la silla de ruedas. Le hicieron un programa de pesas para fortalecer  la parte superior del cuerpo, natación para todo el cuerpo y ejercicios en diferentes aparatos. Tenía una terapia especial para el cuello, y ejercicios especiales para las piernas sobretodo en el agua. Apenas tuvo media hora para el almuerzo.

Para cuando regresó a la habitación a las 05 horas PM estaba tan cansado que apenas podía moverse. Ni siquiera fue capaz de pasar solo a  la cama, y tuvo que llamar para que lo ayudasen. Cuando el hombre lo oyó gemir sonrió-

… ¿Ha trabajo más que bien Sr. Beggio?

Era Johnny, un joven americano deportista que se había lesionado hacía cinco años, estudiaba fisioterapia, Pedro se animó al ver que no quedaban señales de sus lesiones, que estaba en forma, y tenía 26 años.

… ¿Es un chiste? Creo que intentan matarme y rápido.

.. De aquí a un par de semanas ni lo notarás y querrás más y así cada semana.

Johnny le dio un masaje y para cuando se fue, Pedro había decidido saltar nuevamente la cena y quedarse en la cama. Estaba dormitando cuando golpearon la puerta, preguntó quién era y medio dormido, cuando abrió los ojos vio a  un chico de unos 20 años que ya había entrado.

… ¡Hola, soy Danny!, soy tu vecino de habitación. ¿Podemos contar contigo para un partido de baloncesto a las ocho?

Pedro dejó escapar un gemido y los dos se echaron a reír. Danny estaba en silla de ruedas, solo podía utilizar un brazo, era atractivo. Seis meses atrás había estado en un accidente donde su hermano gemelo manejaba, en medio de la nieve habían chocado de frente con otro coche, su hermano, su novia y dos ocupantes del otro vehículo habían muerto.

… ¿Un partido hoy? Creo que podrían usarme de balón. No creo que pueda volver a sentarme nunca más, ni digamos moverme.

.. Al principio es duro, pero luego te acostumbras. Es un sitio estupendo. Hace seis meses yo estaba completamente paralítico y solo podía mover los ojos.

Pedro con esfuerzo se incorporó gimiendo en la cama.

… Tienes la ventaja de la edad.

… Aquí esas cosas no cuentan. El capitán del equipo tiene ochenta, tuvo apoplejía.

.. Creo que estoy fuera de onda, debí enrolarme en el ejército.

.. Tal vez fuera más fácil, pero nunca tan divertido.

Decididamente a Pedro Danny le gustaba, era atractivo, amable, inteligente y simpático.

… Parece que has estado muy ocupado.

… Voy a Nueva York los fines de semana, apenas es media hora de viaje, si  quieres acompañarme alguna vez, encantado.

… No es mala idea. Pero en estos momentos me siento incapaz de moverme.

… ¿Por qué no vienes a hacer de hinchada?, te presentaré a alguno de los chicos.

Danny era un delegado de la planta de adultos, en tareas sociales, justamente era el trabajo que le habían encargado hacer con Pedro, sacarlo del aislamiento. Para la moral de los pacientes era muy importante que participaran de actividades grupales además de la terapia, era parte del programa. Era lo que había salvado a Danny, que le confesó que cuando llegó al centro solamente deseaba suicidarse.

… ¿Y qué hay de las chicas?

… ¿Estás casado?

… No.

… Hay un par de chicas en el equipo de mi edad.

… Creo que preferiría mantenerme al margen Danny.

… ¿Cuántos años tienes Pedro?

…  En teoría 35, pero desde hace más de dos meses me siento de noventa.

… ¿Has cenado?

.. Pensaba dormirme sin cenar.

… No es buena idea, pasaré a buscarte a las  seis y media, luego decidirás si juegas o no. No preguntó, era una decisión y antes que Pedro pudiera responder ya no estaba.

Para su sorpresa, a las seis, Pedro  ya estaba en la silla de ruedas y se sentía mucho mejor. Se había duchado, afeitado, y vestía un Jean con una remera,  la ropa que había traído era muy poca, había dejado todo en el vestidor de Guillermo. Se dirigieron al comedor como dos críos, Danny parecía conocer a todos y fue presentando a Pedro. Estaba licenciado en la universidad, y quería comenzar derecho el año siguiente, tenía apenas veintidós años.

En el hospital la mayoría tenía historias terribles, como una mujer baleada en la columna mientras estaba de compras durante un robo, gente que había sufrido accidentes, niños, y la mayoría tenía apoyo psiquiátrico a la par. La idea era que cuando salieran pudieran llevar una vida productiva, plena y sorprendentemente normal. Había doscientos internos y otro tanto en programas ambulatorios, una cuarta parte eran mujeres, la mayoría estaba en el rango de edad entre 20 y 30 años y muchos eran  de la edad de Pedro.

En la mesa donde estaban había una chica muy linda que a Pedro le recordó a Camila, joven, y Danny le dijo que era modelo. Se había caído de una escalera hacia atrás en una sesión de fotos, había estado ocho meses en coma, ahora estaba en silla de ruedas porque tenía vértigos y se desmayaba, tenía problemas en el habla, pero era muy querida por todos, estaba de novia con el fotógrafo con el que estaba el día del accidente y tenía planeado casarse al salir de allí, en efecto Pedro le vio el anillo de compromiso. Su mejor amiga allí era bailarina, había sufrido un accidente de coche, y estaba decidida a regresar a la danza. En efecto había personas que habían tenido que afrontar grandes desafíos, hacer esfuerzos increíbles para amoldarse a la  situación que les había tocado vivir y Pedro comenzaba a admirarlos a todos y a cada uno.

Pedro y Bárbara se quedaron juntos viendo el partido, Danny jugaba, y comenzaron a charlar, efectivamente la chica era muy agradable y le contó su historia. Todo el mundo gritaba y alentaba a su equipo, parecían animados y felices, independientemente de quién marcara. Pedro estaba impresionado por el espectáculo que estaba presenciando.

…¿Estás casado?

Pedro era tan lindo que en otras circunstancias se hubiera sentido atraída por él, pero amaba a su novio y desconocía la condición de Pedro.

.. No. Estaba por casarme antes del accidente que me trajo acá.

…  Harás muchos puntos acá con esa pinta.

Pedro veía a chicos muy lindos y más jóvenes que él, aunque nada le interesaba, él no estaba disponible. Amaba a Guillermo y eso nunca iba a cambiar, regresara o no.

.. ¿Tienes novia?

Pedro estuvo a punto de decir que no, pero decidió ser sincero.

.. Sí.

… ¿Vas a casarte cuando salgas de acá?

.. No creo. Y entonces tiró la precaución por la borda. Allí no había necesidad de  guardar secretos.

Es casado, está casado todavía, divorciándose, soy gay Bárbara. Pero ahora ya da lo mismo.

… ¿Y eso qué quiere decir?

La chica lo miraba incrédula, a su alrededor era un jaleo, pero a ella le interesaba la opinión de Pedro.

.. Significa que ya tiene demasiados problemas solo como para tener que cargar también con los míos. Lo último que le hace falta es un marido en silla de ruedas. Es evidente.

…¿Y por qué no? ¿Qué diferencia hay? ¿Es lo que piensa tu novio?

… Seguramente no. Pero lo pienso yo por ambos. No quiero ser una carga para él.

… ¡Qué bonito! ¿Y qué me dices de ellos?, le señaló a los jugadores__ ¿Te parecen una carga?

Pedro los vio jugar, reír, chocar las sillas a toda velocidad en la pista, pasándolo bien.

… No estoy casado con ellos. Pero quizá lo pensaría si lo estuviera. Mira, Barby, no puedo bailar, no puedo mantenerme en pie,  no puedo caminar por la calle, ni siquiera sé si podré volver a trabajar. No puedo imponer algo así a nadie. Y no mencionó el fracaso al intentar hacer el amor.

..¿Algo? ¿Ni persona te consideras? ¿A qué te dedicabas? ¿Al patinaje?

Era brillante y a Pedro le gustaba hablar con ella.

.. Soy abogado.

… ¿Y ese trabajo no se puede hacer sentado?, no lo sabía.

… Ya sabes a qué me refiero.

… Sí, lo sé. Antes pensaba igual, pero  me di cuenta que era una estupidez. Hoy digo las palabras mal, a veces no me puedo dar a entender, tengo que estar en la silla porque me ando desmayando. Es embarazoso. Pero sé que dentro de poco podré volver a trabajar, sé lo que valgo. No voy a renunciar a mi vida por esto. Valgo mucho más que esto. Aún estoy más o menos bien.

Pedro la miró incrédulo, ya la sentía amiga, allí la amistad nacía pronto de la necesidad y aquel vínculo los unía deprisa.

…A mis amigos,…, a mi novio no le importa y si le importara no lo querría. A lo mejor tengas que darle a tu novio la oportunidad de decidir por él mismo, Pedro.

… Es mucho más complicado que eso.

… ¿Y qué hay en la vida que no lo sea? Asegúrate de no tomar decisiones por motivos equivocados. Apuesto lo que quieras a que si es digno de ti como creo si lo amas, no le importará si caminas o dejas de hacerlo.

… Así es en efecto, es una condición que me he puesto a mí mismo sin que lo sepa.

__ Las palabras de Bárbara lo habían conmovido hasta lo más profundo, no solamente por el contenido, sino por su sinceridad. Para cuando el partido terminó y se despidieron había pasado una tarde estupenda.

.. ¿Jugarás con nosotros la próxima vez?

.. Creo que prefiero mirar Danny. Nos vemos mañana.

Había disfrutado mucho de la conversación con ambos, estaba pensando en todo lo que le había dicho Bárbara, aunque seguía sin estar de acuerdo. No pensaba ser una carga para nadie, y desde luego menos para Guillermo que había soportado a Miguel, a Ana y su adicción más dos atentados. Sin dudas merecía algo mejor que un marido inválido.

Se sentía mal, porque no había llamado a Guillermo, a esa hora en Bs. As. sería las  cinco de la mañana, y decidió esperar despierto hasta que Guillermo  se levantara. Se tumbó en la cama, intentando leer para no dormirse aunque todavía necesitaba anteojos para ello, y entonces a medianoche, llamó y Guillermo contestó enseguida desde su cama.

… Amorcito, ¿estás bien?, estaba preocupado.

… Estoy bien. He ido a ver un partido y a cenar. Me están dejando hecho polvo, pero es un sitio impresionante. —Entonces le contó de las actividades y de la gente que estaba conociendo, de las historias que había escuchado, de las sesiones de terapia del día.

.. ¡Dios mío!, yo no podría hacer nada de todo eso.

… Tampoco estoy seguro de poder por mucho tiempo amor. ¿Cómo estás mi vida?

… Bien, me acabo de levantar, los chicos me esperan para desayunar antes de irse, voy a las sesiones tres veces por semana, vienen a casa el resto de los días, pero nada parecido a lo que cuentas, el resto de entrenamiento lo hago con Guillermito.

Te amo precioso, le diré a Fabi y a Valeria que te estás adaptando.

__Para cuando colgaron, Guillermo aún pensaba en Pedro cuando fue a desayunar y al regresar a la habitación, al vestirse, vio su ropa y se quedó embebiéndose de su aroma e imaginándolo. Se vistió y se sentó a mirar el jardín desde la ventana, con el pensamiento y el alma puestos en Pedro. Lo entristecía mucho pensar que no iban a verse por un año.

Aquella noche, en la cama, Pedro estuvo pensando en Guillermo, sonriendo para sus adentros, hasta que el sueño le ganó. Las palabras de Barby regresaron a su mente cuando comenzaba a dormirse, tenía razón, pero no en su caso. Él no formaría parte de la vida de nadie, menos de Guillermo si no conseguía volver a caminar. Lo creía de corazón, aunque era algo que todo aquel lugar parecía contradecir. Para él si no podía regresar a la vida de Guillermo por propio pie, prefería no hacerlo.

 Nueva York, 01 de junio de  2015.

 Al mes de terapia full time y llamados diarios a Bs. As. Pedro recibió la visita de Camila y Marcial, ya que su madre estaba grande para el viaje, y apenas llegaron, les mostró las dependencias y les presentó a sus amigos, ya se manejaba con soltura con la silla de ruedas.

A media  tarde fueron a la cafetería, al otro día comenzarían un Tour guiado por la ciudad, luego seguirían viaje por la costa Este, hasta Ontario.

… Marcial, ¿sabe Camila?

.. Nadie hermano, aunque no estoy muy de acuerdo, te banco en todas, ya sabes.

…  Estoy algo mejor, pero nada extraordinario para el esfuerzo que estoy haciendo, nada que no pueda hacer en Chile, quería venir y conocer opiniones, el lugar y la gente es muy buena, pero si en unos meses me traslado, allá puedo ir a un centro de día, a días alternos y  si Martín lo permite intentar comenzar a trabajar.

… Ya lo hablé, sabe todo, te espera para cuando lo desees, pero trata de quedarte un tiempo más, es muy pronto todavía.

… Lo haré, solamente quiero saber que tienes todo listo allá, además es algo que tengo que hablar con Guillermo.

.. ¿De qué hablaban?

… De vos, de lo linda que eres, ya vengo.

___Dos días después Camila fue a cenar con Pedro, mientras Marcial salía con unos amigos, porque ya se marchaban a Washington, cuando entraron en la cafetería le presentó a Bárbara y a Danny.

.. ¡Qué linda!

Pedro le contó la historia.

Camila se quedó sorprendida, la gente reía, se saludaba, parecían felices, caminaran o no. Iban en sillas de ruedas o incluso en camillas sujetos con correas. Todos parecían conocerse y tener algo de que hablar. Era uno de los sitios más animados que había visto. Luego fueron a charlar a la habitación.

… Pedro, estoy con Marcial porque lo quiero, pero sigo enamorada de ti. Siempre será así. No me importa si caminas o no vuelves a hacerlo

.. Cami, ¡qué dices! Entre nosotros no queda nada.

…Sí que queda, mira, llevamos horas charlando. ¿No podemos intentarlo otra vez?

…No me queda nada para dar, y justamente yo también te quiero con el alma, pero no te amo, ya sabes. Siempre te querré, pero no como para volver a intentar ser tu pareja. Estaré mejor solo y tú con Marcial Camila, él es la persona adecuada.

… Tú eras la persona adecuada hasta…

… Puede que sí, puede que no.

… Entonces yo era una estúpida. Ahora he madurado.

… Los dos lo hemos hecho, por tanto tenemos que actuar como adultos.

Camila suspiró sin agregar nada, sabiendo que cuando Pedro tomaba una decisión no había marcha atrás.

… ¿Qué pasa con Guillermo?

Pedro no quería hablar de él con Camila.

… ¿Qué pasa con él? No hay nada que decir.

.. ¿Por qué no?

Camila estaba sorprendida, estaba tan claro que se amaban, que le resultaba difícil creer que estuviera dispuesto a renunciar a ello también.

… Es casado. Yo estoy aquí, así. Se acabó Cami.

… No es propio de ti rendirte tan fácilmente. ¿Por qué lo haces?

… Créeme, es complicado de explicar y de entender. No pienso cargarlo con mis problemas, merece algo mejor. Y tú también.

Lo hago por mí mismo también. Pero pienso mantenerme alejado de Guiie por su bien. A menos que puedan hacer un milagro conmigo en los próximos meses. Ya sabes lo que dijeron en Bs. As., acá dicen más o menos lo mismo.

… No te hagas eso Pedro, no podrás salir de aquí en patines, no esperes milagros, pero quizá con el tiempo vuelvas a ser el de antes.

.. ¿Cuánto tiempo Cami? ¿Años? No le voy a pedir a Guiie que me espere años.

Camila estaba preocupada, era una razón terrible para dejar a alguien que quieres. Si hubiera querido regresar con ella, no lo  hubiera pensado dos veces. Sabía que por años no lo había valorado, hasta ahora no se había dado cuenta el gran partido que era, el ser humano que había perdido.

.. ¿Sabe que quieres dejarlo?

… No lo sabe. Pero no puedes mantener viva una relación a distancia a largo plazo. Nos iremos distanciando, sobretodo cuando él se recupere totalmente y comience a trabajar, a salir, se irá olvidando de mí. Voy a pasar mucho tiempo aquí. Lo superará y podrá ser feliz. A veces, al repasar todas las cosas que pasaron en los meses que estuvimos juntos, o desde que nos conocimos hace un año casi, pienso que me crucé en su vida solamente para ayudarlo, y luego dejarlo ir. Me necesitaba,… para decir su verdad, para tomar coraje, para deshacerse de sus miedos y prejuicios, de cargas del pasado insostenibles, pero por algo ha pasado esto cuando íbamos a casarnos. Más allá de nuestro amor, nuestro recorrido juntos, estuvo marcado por la tragedia, pude salvarlo de todo, y si lo dejo libre, ahora lo será verdaderamente, y podrá tener una vida feliz.

… ¿Y tú?

… Veremos lo que recupere, me quedaré en Chile, con ustedes, con mis padres, me aferraré al trabajo que me gusta.

… Yo no estaría tan segura  de que Guillermo sea feliz si lo dejas, por lo que sé, no tiene mucho a lo que aferrarse en la vida. Fabián es adulto y tiene su familia. Y lo que es más importante, ¿lo superarás tú? ¿Qué necesidad hay de hacer algo así?

 Si es la mitad de buena persona que sospecho que es para que lo ames a ese extremo, no le importará, tu estado. Eres mejor que muchos hombres que andan sobre sus piernas, Pedro. El amor no tiene nada que ver con eso.

… Puede que no. Pero se trata de lo que soy. Nunca le haría algo así.

___ Cuando Camila se fue, Pedro quedó pensativo largo rato, pensaba como Bárbara. ¿Por qué todos pensaban que no importaba que estuviera en silla de ruedas? A él le importaba, y sabía  que a Guillermo a la larga también le importaría. Si no tenía libertad de ir al trabajo, de estar con su gente, de ir a reuniones por él, sería una carga. No quería seguir ese camino ni con Guillermo ni con nadie. Camila no tenía idea lo que era aquello, ella misma no lo podría soportar a su lado. Habría acabado odiándolo por todo lo que no era capaz de ser y hacer, por lo que ya no podía hacer. Nunca le impondría algo así a Guillermo. Incluso si eso incluía tener que mentirle que ya no le importaba. Estaba decidido a no volver a Bs. As  a buscarlo, si no podía bajar del avión por sus propios pies. Y hasta Camila le había recordado que eso era  prácticamente imposible.

___ Para Pedro las semanas comenzaron a pasar deprisa en el centro. Estaba tan ocupado, que si le decían que hiciera 10 ejercicios, hacía cien y así en cada uno, tan cansado, tan concentrado trabajando en las diferentes terapias que no tenía tiempo para parar a recuperar el aliento.

Le gustaban la mayoría de los médicos y  terapeutas que lo atendían, eran afables, fuertes de carácter cuando se derrumbaba, a veces hasta despiadados en las exigencias, pero de eso se trataba, eran enérgicos, jóvenes, se preocupaban mucho por sus pacientes.

A diario llamaba a Guillermo que cada día se iba sintiendo mejor, algunos días iba al estudio.

Solamente había una médica a la que no le gustaba asistir, además del psicólogo y del psiquiatra a los que se negó rotundamente, La Dra. Carla, la sexóloga.

En la primera reunión le dijo que aquella terapia no le interesaba.

… ¿Por qué no,  Pedro?, en  su ficha dice que es casado y tiene 35 años.

Le observaba con expresión tranquila desde el sillón del escritorio., era de su misma edad y una mujer confiable y atractiva.

¿Acaso ha pensado renunciar al sexo? ¿O quizá todo va sobre ruedas?

Pedro pensó en mentirle, pero la sinceridad que veía en sus ojos lo detuvo, no quería hablar con ella de su inexistente vida sexual, pero se dio cuenta que bajaría muchos puntos si salía corriendo. Por alguna razón le importaba la opinión de aquella mujer sobre él, imponía respeto, era atenta, amable.

… ¿Crees que tu esposa vendría a consulta? Muchas veces resulta que cuando hay resistencia de parte del esposo, hablar con la pareja ayuda.

.Pedro, estoy casi segura que tu vida sexual se ha visto afectada por tus lesiones, y si no quieres hablar tú, tal vez ella quiera.

Pedro le cerró esa puerta en la cara.

.. Soy gay y soltero, no llegué a casarme, estoy solo acá.

…Eso es interesante. ¿Tuvo el accidente algo que ver con que no llegaras a casarte?

… No, en realidad no,  mi pareja no obtiene el divorcio de su ex esposa aún. El accidente hizo que tomara una decisión, nada más.

… ¿Has tenido algún contacto sexual desde el accidente?

… Sí. Un monosíbalo no daba pistas.

___ El tono de ella era amable, pero no excesivamente comprensivo. Era una mujer práctica, realista, no había nada en ella que reflejara compasión.

… ¿Cómo fue?

… ¿Cómo fue para mí? En realidad no pasó nada de nada, supongo que es lo que le dicen todos acá.

…¿No hubo erección, o eyaculación, ninguna de las dos? , preguntó fríamente

.. Ninguna, no llegamos tan lejos.

.. ¿Había sensación? ¿Débil o definida?

… Definida, lo sentía todo... bueno, casi todo, pero no llegué a tener erección. No funcionó.

.. Normalmente tarda un tiempo. Pero a pesar de lo que me dices es posible que puedas volver a llevar una vida sexual activa. Hace mucho lo que la persona siente al respecto. El éxito puede ser una cuestión de creatividad.

Pedro no quería ser creativo, ni redefinir su concepto de éxito, sabía lo que era la plenitud porque con Guillermo había tenido el Todo, y no deseaba menos, era el Todo con él o la nada. De hecho ni siquiera quería volver a intentarlo. ¿Y con quién iba a intentarlo? ¿Con Guillermo?, él estaba en Bs. As., y no tenía intención de castigarlo con otro fracaso, menos de volver a intentarlo con Camila, con una mujer sería más humillante. De Camila no estaba enamorado, ya no lo estaría de nadie.

.. ¿Tienes pareja?

.. No, acá no. Ya no.

… Está bien. Podemos hablar del tema. Usted puede experimentar por su cuenta. No solo se trata de problema físico o de capacidad, en parte depende de cómo se siente, de cómo afronta la situación.

.. No quiero afrontar nada. No creo que sea relevante para mí en estos momentos.

… ¿En estos momentos o nunca?

… Exacto Dra. Nunca. No pienso volver a ponerme en ridículo, sabiendo que no va a funcionar.

… ¿Y si funcionara? Es una faceta demasiado importante de la vida como para que renuncie a ella.

… A veces las cosas son así. Me enterraré en mi trabajo cuando pueda salir de acá.

… Yo también trabajo, Pedro. Tome, es un libro que creo podía encontrar interesante.

… ¿Dejó de tutearme?

… Es mejor así, léalo, me interesaría su opinión.

Dio por terminada la sesión y Pedro deseaba pedir no regresar jamás a ella, se sentía bastante menos optimista que la médica. No quería terapia sexual, ni aprender a ser creativo y arrojó furiosamente el libro sobre la cama.

 Quería ser un hombre y si no podía, daría la espalda a todo aquello que quería, o al menos a Guillermo, que era todo en verdad. Y después de largo, tampoco pensaba empezar a salir con mujeres para ver si podía tener y mantener una erección. Al menos quería conservar la dignidad.

Cuando habló con Guillermo omitió nombrar lo de la sexóloga, pero la conversación seguía preocupándolo, días después leyó el libro asombrándolo que era muy completo. Aun así, seguía siendo muy escéptico, aunque por lo que leyó su primera experiencia fallida era lo normal en casos como el suyo. Seguía pensando que quizá sería uno de los muchos que conservaban parte de la sensibilidad pero no tenían control suficiente y no podían  mantener la erección, era más fácil cerrar esa faceta de su vida y una semana más tarde se lo dijo a la Dra., prefería ser célibe a otro desengaño,  o a hacer daño a Guillermo.

Nueva York, 01 de julio de 2015.

 Cuando aquella noche regresó de cenar en la ciudad con Danny y Bárbara, le resultó chocante que todo el mundo tuviera a alguien en su vida, menos él. Seguía enamorado de Guillermo, pero estaban a años luz de distancia. Por primera vez en mucho tiempo se sintió solo al volver a su habitación, desesperadamente solo. Se metió en la cama, intentó leer pero no logró concentrarse.

Por su parte Guillermo la pasaba mejor, estaba físicamente mejor, Fabián, Valeria y Guillermito le hacían la vida más sencilla, iba al estudio de a ratos o trabajaba en el estudio de la casa, y  a fines de junio era un hombre libre.

 Ana y Federico habían venido a cenar una vez incluso, las cosas parecían ir por buen camino al igual que el embarazo, pensaban casarse en agosto. Parecía un hombre inteligente, agradable. Se lo veía enamorado de Ana cosa que complació a Fabián y a Guillermo.

Hablaban con Pedro hasta dos veces por día confesándose su amor mutuo intacto. Pedro siempre decía que todo iba bien, pero en la voz Guillermo intuía que estaba estresado y que se sentía abrumado.

Aquella noche hablaron horas, Pedro se sentía vulnerable, hacía dos meses que no lo veía, lo extrañaba terriblemente, igual que Guillermo a él. Habían cumplido el año de haberse reencontrado en esta vida, estaban a días del aniversario de la primera entrega en Santiago, y sin siquiera poder plantearse  volver a  verse, a Pedro le quedaban muchos meses de rehabilitación por delante.

Después de colgar, y de mucho tiempo, los ojos se le anegaron entre sollozos sonoros, y estuvo llorando el dolor acumulado en meses, hasta que se zambulló en el sueño, y en él al soñar, por primera vez volvió la luz blanca.

“Él iba hacia ella que lo succionaba sin piedad, cogido de la mano de Guillermo. Cuando se volvió a mirarlo él lo besó. Y lloró en sueños,… iba en silla de ruedas. Guillermo caminaba lentamente a su lado, estaba triste. Luego se detenía. Y le preguntaba por qué no le había advertido de lo duro que sería la vida compartida es su estado, mientras Pedro le reprochaba por qué no le había dicho lo duro que sería regresar cuando lo atrajo de nuevo hacia la vida tras la tragedia.

Nueva  York 15 de setiembre de 2015.

A siete meses de la tragedia, Pedro llevaba cinco en el centro de rehabilitación. Se sentía más fuerte y más saludable de lo que había estado en muchos años.

 El cuello en sí  con la artrodesis no le causaba problemas, la musculatura  general estaba más desarrollada que nunca por las pesas y la natación, los aparatos pasivos para las piernas. Tenía sensibilidad alterada en las mismas, con hormigueos y sensaciones extrañas, a veces adormecimientos cuando no efectuaba ejercicios, pero en forma habitual había recuperado sensibilidad  y los reflejos. Se manejaba con facilidad en silla de ruedas, pero no solamente no era suficiente para poder caminar sino que ni siquiera podía mantenerse en pie sin ayuda.

Sus piernas no tenían la fuerza necesaria para sostenerlo.

Ni siquiera las muletas y tablillas ortopédicas que le habían preparado le habían servido, se caía con más facilidad que antes de usarlas, por lo cual la silla seguía siendo su medio más seguro.

A pesar de la resistencia inicial, continuaba yendo a la sexóloga a quien le seguía diciendo que su vida sexual había terminado.

El fracaso con Guillermo, le había resultado demasiado traumático, y estaba convencido de que eso no iba a cambiar.

La primavera estaba llegando a Bs. As. Y en los últimos meses poco había cambiado para Guillermo, excepto porque acababan de darle el alta y estaba recuperado del atentado, nuevamente se había recuperado de sus lesiones, por lo cual ya podía llevar vida normal, hacía días que había comenzado a manejar y a ir al estudio en el nuevo Sonic de Pedro que con el poder que le dejó colocó a su nombre. Del desastre solamente al parecer quedaban esporádicos dolores de cabeza, y las cicatrices en las cirugías de la pierna y del brazo.

 En los fines de semana iban con Fabián a ver la casa del Delta, al comienzo los recuerdos lo apuñalaron, pero estaba tan hermosa y distinta al día del atentado que no parecía el mismo lugar, sino el sitio en el mundo que había elegido con Pedro para ellos.

Hacía meses que no lo veía, para ambos una eternidad. A veces intuía que Pedro tendría miedo de abandonar el centro de rehabilitación, que lo vivenciaría como salir del útero. Intuía que le haría bien regresar y  a como diera lugar volver a su gente y al trabajo pero que tendría miedo a retomar el curso de su vida.

Sabía que era pronto planificar ir a verlo, cada vez que lo hablaban, Pedro contestaba con evasivas, y Fabián no se lo permitiría, pero ya tenía tomada una decisión.

Como sucediera en julio de 2014 cuando voló a Santiago a buscarlo, de no haber regresado en diciembre esta vez volaría a Nueva York, caminara o no, pudiera hacer el amor o no. Pero no lo comentó a nadie.

Pedro seguía llamándolo a diario, pero sabía que tenía que tomar una decisión. A pesar de sentirse más sano, más fuerte, no hubo cambios significativos.

Su cuerpo había sanado, y aunque inicialmente le dijeron que debía quedarse un año, le dijeron que pronto podría seguir terapia ambulatoria, en diciembre, tal vez. Pero Pedro no pensaba en quedarse ya más. Le dejarían ir si pedía el traslado o el alta voluntaria, porque en verdad lo que sucedía y no le decían es que ya no podían hacer más nada. Dependería de la silla de ruedas de por vida. No había milagro ni operaciones. Tendría que asumirlo. Era el peor golpe que podían darle. Solamente la muerte de Guillermo podía ser peor que aquello. Para él, el hecho de no volver a caminar, significaba renunciar a Guillermo, por tanto a la vida. Pero habría preferido morir a manos de Miguel a cargarlo con sus secuelas.

Cuando al fin, le dijeron francamente que no podían hacer más por él, aunque las lesiones óseas podían cicatrizar recién a los tres años, sintió que había muerto. Y aún no le había dicho a Guillermo que su relación había terminado ni sabía la forma. Sabía que tenía que hacer algo pronto, antes que cambiara de opinión y  fuera a sus brazos en ese estado. Se había prometido a sí mismo que se retiraría discretamente. Estaba desanimado por no haber hecho mayores progresos en el centro y ahora pensaba que lo único a lo cual podía aferrarse para supervivir a como diera lugar hasta que  estuviera dispuesto, porque ya no estaba seguro de que existiera un Dios, era al trabajo. Y el plan que había ideado y planteado a Marcial se imponía.

Vivía atormentado, torturándose porque daba la vida por ver a Guillermo una vez más, pero pensaba que no estaba bien. Una vez que le dijeron que no volvería a caminar, las conversaciones telefónicas dejaron de parecerle inocentes.

Se sentía como si lo estuviera engañando. Desde su punto de vista, ya no podía ofrecerle nada. Quizá su apoyo incondicional de por vida y las veces que alguna vez pudieran verse de tanto en tanto. No podía ofrecerle un futuro juntos y no deseaba la compasión de Guillermo.

No habría podido soportarlo.

Pero conociéndolo, si realmente quería dejarlo ir por  su bien, la única manera sería haciéndole pensar que era un hombre completo. Si Guillermo tenía la más mínima sospecha de que él lo amaba o lo necesitaba, no lo dejaría  marchar. Lo conocía lo suficiente como para saberlo.

Pero cada vez que pensaba en dejarlo, en no volver a llamarlo se le partía en pedazos el corazón y se quedaba sin alma.

 No quería que se sintiera abandonado, aunque a la larga sería mejor para él. Si hubiera podido ofrecerle un futuro, el futuro que él quería, hubiera luchado eternamente, pero ahora que sabía que no era así, tenía que dejarlo ir. Por su bien. Y más aún si no podía hacerle el amor. Aquel asunto se había convertido en una lucha diaria entre Pedro y su conciencia.

 Pedro lo llamó el 21 de setiembre, en el aniversario de su primera entrega, y por primera vez le dijo una  mentira. El día previo había coordinado su traslado a Chile con el centro y con Marcial y su padre para el día 30 de setiembre.

 Con el corazón encogido de dolor y de angustia, lo llamó para decirle que tenía una noticia fantástica, y trató de sonar convincente  haciendo pausas cuando los sollozos amenazaban con ganar la batalla. Guillermo lo conocía tanto que tenía  miedo que supiera que mentía. Pero no sucedió. Era tan fuerte su deseo y su Amor que le creyó cuando le dijo que aquel día había conseguido dar sus primeros pasos sin muletas, que volvería a caminar en breve, y Guillermo estalló en llanto de emoción y Pedro de culpa y de dolor.

… Al parecer dicen que he conseguido volver a conectar mi sistema nervioso y mis piernas.

“Me siento morir mi amor, pero tengo que hacerlo. Tengo que dejarte marchar, por tu bien, tengo que convencerte que soy un hombre completo y que ya no te necesito aunque me muera luego. Ya no tengo nada que ofrecerte. No soy un hombre completo.  No quiero destrozar tu vida y por ende de todos allá. No puedo dejar que te conviertas en mi enfermero. Que me salves, me cuides y sientas compasión .Lo que acabo de decir, que hoy he caminado, es el primer paso para dejarte ir, es como liberar un hermoso pájaro. Siempre te amaré Guiie, siempre”

 Hablaron mucho tiempo, y Guillermo le preguntó como se sintió al dar los primeros pasos, si había tenido miedo. Y Pedro  se explayó a sus anchas sobre lo que alguna vez había pensado que sucedería.

 Y en los días que siguieran se dedicaría a reforzar su historia. Pero mientras estaba hablando con Guillermo  estaba planificando su futura vida en Chile, solo, en el loft que con el sueldo del estudio  alquilaría a Marcial que vivía con Camila, en el loft donde Guillermo lo había ido a buscar hacía más de un año, en el que se había entregado a él por primera vez en medio de un terremoto, en el lugar que ahora deseaba enterrarse para alimentarse de esos recuerdos, lo único que tendría  a partir del instante en que tomara el vuelo  de regreso a Chile, finalmente regresaría a su lugar, pero solo…

Continuará.