sábado, 28 de marzo de 2015

NAUFRAGIO. CAPÍTULO 28.


 



NAUFRAGIO. CAPÍTULO 28.




Bs.As., domingo 28 de noviembre de 2014.


…¿Les gusta por acá?
… Sí hermano, es lindo el lugar. ¿Te gusta Camila?
… Sí amor, muy lindo. Guillermo, Pedro, tienen que ver  la ecografía, la tengo en CD y en la tablet, o si quieren esperan dos semanas. Me gustaría que vengan los tres a la próxima, la Dra. es amiga, ella me lo propuso.
.. Sí Cami, obvio que iremos, queremos conocer a nuestro hijo, y Manuel a su sobrino. Era linda la casa de Martínez, lástima que no había otra cerca, ¿no?
… A mí me siguen gustando las dos del Delta, ¿qué opinas Manuel?
.. Me encantan Guillermo, pensé que a ti no te gustaría, por la historia del naufragio. Pero a Camila y a mí nos encanta, ¿no amor?
… Sí, obvio. ¿Les contaste del barco?
.. A Pedro sí. Guillermo, tengo un catamarán, Camila lo conoce, hasta  lo manejó, es grande, pero no te voy a invitar a navegar porque supongo que no lo deseas.
.. No Manuel, desde  hace cuarenta años, no he vuelto a subir a barcos ni a aviones te diría, pero Pedro me hizo entrar al mar cuando pasamos un fin de semana en la costa. Tal vez cuando llegue mi madre lo pueda superar.
.. Ojalá, así vamos todos a navegar. Bueno almorzamos y luego vemos las casas que nos quedan, en la semana podemos seguir viendo con inmobiliarias, porque creo que no se puede demorar más la compra.
.. Esta semana hay que decidirse, de no encontrar algo mejor, mi voto es por las propiedades del Delta, hay que remodelarlas, en parte se puede edificar y ampliar, pero están en precio y son de buena estructura. ¿Pedrito, amor, qué dices?
… Sí, me encanta, tú te encargarás del parque y Manuel y yo de las piscinas. Pensaba que si quieren casarse antes que Camila tenga la pancita ya tendríamos que saber la fecha, ¿hermano, qué dices?
… Por mí me casaría mañana, estoy esperando que la Srta. lo diga. Obviamente espero que seas mi testigo y mi padrino Pedro, o mejor Guillermo testigo y tú el padrino.
… Te mato si buscas a otro, aunque no, Camila, Orestes querrá entrar de tu brazo.
… Bueno, tengamos padrinos dobles, claro que no tengo a mi mamá, pero podrías entrar con Nancy, mi amiga de la facultad, ¿recuerdas? Y mi papá con Mirna, o con María si viniera, qué les parece, mejor dicho salir porque entrar entraría conmigo.
… Podría ser, pero si se casan ahora,… ¿Piensan viajar luego?, digo, por el embarazo.
… Pedro, no te preocupes, que no te privaría de ver crecer a tu hijo, yo solamente quiero que Cami sea la Sra. de Beggio, luego, cuando el bebé deje la lactancia materna, ya estando Mirna, podrán hacerse cargo los papás y yo la raptaré unos días.
.. No muchos Manuel, porque tan chiquito extrañan a la mamá, pero sí, sería perfecto así, total el viaje puede esperar.
… Ya que estamos hablando del niño, a mí me  gustaba llamarlo Pedrito, pero tu hermano Manuel, no quiere darle su nombre y lo entiendo, por tu padre. Ahora creo que este tema es cuestión de estado, a decidir entre todos, ¿pensaste Camila?
… Me gustan José Thomas o Benicio, hagamos algo, si no les disgustan demasiado, si es varón elijo yo porque Guille los aceptó y si es nena eliges tú, ¿qué te parece?
… Está bien Pedro, me gustan esos nombres, igualmente yo tendré más hijos con Manuel para elegir nombres.
… José Thomas entonces, si es niña eliges tú. ¿Está bien amor?
… Sí precioso, ya lo habíamos  acordado.
… Mañana llamaré a Kenia Guillermo, ¿te parece?, para decirle a Mirna lo del estudio, ya no queda más tiempo.
… Bueno, sí, gracias Manuel. Entonces estamos de acuerdo, si en la semana no encontramos por inmobiliaria algo superior, la semana  siguiente compraremos las propiedades del Tigre.
… Bueno amor, a mí me encantaron.


___ El día transcurrió entre los gemelos y sus parejas viendo casas, hasta que al atardecer se despidieron.

… Manuel, ¿te parece llamar el miércoles a Kenia, pero desde  casa así Guille está presente?
… Bueno, Pedro, cuando digan.
… ¿Por qué no vienen a cenar el miércoles? y de paso vemos qué casas elegimos y haces la llamada, ¿te parece precioso?
.. Sí amor, perfecto.
… Bueno gente, nos despedimos que Camila tiene que descansar.
… Pedro, lo olvidaba, me mudé ayer al departamento de Manuel, Nancy   necesitaba quedarse en Bs. As. Y le alquilé el mío, no tenía sentido que buscara otro, quiere  estar cerca del centro, y no estar lejos de su hijo, además quizá estando acá, pueda arreglar las cosas con su ex.
…. ¿Quién es Nancy?
.. La mejor amiga de Camila, Guille, ya la conocerás. Me parece perfecto Cami, y me quedo más tranquilo sabiendo que vives con Manuel, Orestes viaja demasiado y no quiero que te quedes sola.
… No te preocupes hermano, que yo la cuidaré, los cuidaré. Nos llamamos y quedamos para el miércoles entonces.
.. Yo los veo mañana, iré a la clínica a presentar la renuncia, luego veré consultorios, no quiero ser una mantenida de los gemelos Beggio.
.. Camila, por favor.
… Era un chiste, pero  además, estoy acostumbrada a trabajar. Buenas noches Guillermo.




___ Cuando tomados de la mano en el ascensor Guillermo y Pedro se miraban….


.. ¡Qué lindo día hemos pasado!, la verdad es que Manuel lo hace todo sencillo, y Camila se ha adaptado a todo muy bien.
… Gracias a Dios, me alegro por ellos y por nosotros. Manuel me allanó el camino en forma increíble. Bueno amor, el miércoles ya estaremos a pasos de comprar la casa, la última semana antes de la llegada de Mirna estaremos corriendo con los arreglos, y además ella tendrá noticias de los Graziani.

… Lástima, hemos demorado demasiado, vamos a tener que mudarnos con la casa sin terminar, y aún queda poner en venta el departamento.
… Si compráramos por inmobiliaria sería más sencillo darles el departamento como parte del pago, y bueno, si no está terminada para el 14 de diciembre, dejaremos listo lo esencial para mudarnos, y el resto se hará con la familia dentro. No te preocupes amor, todo estará bien, además cuando veas a tu madre y ella a ti, no les importará si la casa está en condiciones o no. ¿Y Fabián?
… ¿Qué pasa con él?
.. Que ha comenzado tu divorcio, y no tienes domicilio legal, no has alquilado el departamento de pantalla que dijimos. ¿Qué domicilio le diste al abogado?
.. Tienes razón amorcito. Esta semana tengo que alquilar lo que sea, porque Fabián puede querer  verme por algo y aún no puedo contarle nada. Al abogado le dije que ponga el de la clínica por las horas que paso allí.
Al fin en casa, estoy cansado.

…¿Quieres que pida algo a un delivery o cocino algo rápido?
.. Hemos comido durante todo el día, no tengo ganas de cenar precioso, quizá luego alguna picadita, ven acá.



___ Guillermo aplastó a Pedro contra la pared del vestíbulo al tiempo que tomaba su boca con avidez, jadeando frenéticamente.

… Cómo te extrañé, sos mío amorcito, y  me cuesta horrores mantenerme lejos de esto, al tiempo que llevaba  sus cálidos labios a la garganta de Pedro mientras las manos de ambos, presurosas hacían caer los sacos al suelo para estrecharse en un molde perfecto.
Luego fue la boca de Pedro la que se apoderó de la de Guillermo que se quedó inmóvil al sentir que lo atravesaba una cálida sensación. Pedro soltó un sollozo.

… He nacido para ti amor, y es inútil tratar de disimularlo y tú para mí.

Pedro ladeó la cabeza y se entregó a él, separando los labios y permitiendo que la lengua de su hombre acariciara la suya. Guillermo sintió su respuesta gimiendo, y respirando entrecortadamente buscó además la mirada y la expresión del rostro cambió.
Un extraño estremecimiento de adueñó de Pedro al sentir los dedos entrelazados a los de su par, soltó un trémulo sonido al sentir el roce de los labios finos en sus manos. Guillermo mirándolo le mordisqueó la suave piel de los nudillos y deslizó la lengua entre sus dedos. A Pedro, el corazón le galopó en el pecho, haciendo que se le encogieran hasta los dedos de los pies. Luego sintió el calor de la boca masculina en las palpitantes palmas de las manos antes de que Guillermo le soltara las muñecas y lo atrajera hacia sí. Pedro se tensó en segundos, pero al observarse en la mirada de Guillermo, al ver la desesperada expectativa en ella, se sintió perdido en él y por él. Lentamente le deslizó los brazos alrededor del cuello y atrajo su cabeza hacia la de él.

… ¡ Pedro..!, susurraba Guillermo, y sus bocas se abrieron, y amoldaron a la vez, saboreando, moviéndose, acariciándose apasionadamente en una expresión física de su Amor.

 A ciegas, Guillermo hundió las manos en el pelo de Pedro, enterrando los dedos en el cuero cabelludo. Cualquier otra realidad, cualquier otra pasión, había desaparecido, como si nunca hubiera existido nadie más que él. Pedro lo abrazó con más fuerza, permitiéndole el acceso total a su boca, a su cuerpo, a su vida. Necesitaban aquel éxtasis sin titubeos.

Se besaron y se acariciaron sobre la ropa con abrasadora  ferocidad, ofreciendo y recibiendo, fundiendo y amoldando los cuerpos derretidos, deshechos.
Pedro sintió que Guillermo tiraba de su camisa con urgencia y en espejo lo siguió, los dos quitándolas de los pantalones y desabotonando con ansiedad hasta que la prenda se deslizó en ambos descubriendo los hombros en una caricia abandonada, mientras Guillermo presionó la boca en la delicada curva de la garganta y luego hundió la  cara en el sedoso cabello cuando él inclinó la cabeza sobre la de Pedro. Ya no fingían, ni preguntaban, no había nada salvo desnuda sinceridad: se amaban, se deseaban, ninguno de los dos podía resistirse… y tampoco querían hacerlo.
Fundidos en el beso, sin apartar la mirada, fueron con dificultad hasta el sillón del estar, sobre el cual se tumbaron sin abandonar el beso.

… La ropa amorcito…

 Guillermo hablaba con el rostro contraído por el deseo y  cubrió con las palmas el pecho de Pedro que lo elevó hacia su boca con desparpajo y descaro, hasta notar los delicados picos en los dientes de Guillermo, que provocaron que Pedro clavara las uñas en el sillón. Cuando Guillermo acarició los pezones con su lengua aterciopelada e introdujo la cima en su boca con aire posesivo Pedro se arqueó. Luego deslizó las manos por la espalda desnuda y fue Guillermo quien lo alzó hacia su boca.

 Las manos entrecruzadas comenzaron presurosas a desabrochar los cintos y pantalones, a bajar los cierres, y a descenderlos con hábiles ondulaciones y movimientos siseantes de caderas, y cuando  sintieron una suave brisa en la piel desnuda se recompensaron con un beso profundo, saboreando al otro, tensando los brazos en la espalda ajena. Hasta que jadeando se separaron manteniendo el contacto visual, para con temblorosas manos quitarse pantalones, bóxers y medias, bajándolos con celeridad. No había palabras, pero el sonido áspero de las respiraciones cortaba el silencio de la habitación.
 Pedro había sido el primero en llevar las manos a la bragueta de los pantalones de Guillermo y se estremeció al sentir la pulsante dureza de acero que cubría la  tela. Abrió los botones uno por uno, y el cierre, liberando la cálida y erecta masculinidad, y la acarició delicadamente con la yema de los dedos mientras en espejo Guillermo lo imitaba, mientras gemían profundamente, acercando las caderas desnudas para el beso íntimo que se uniera al de las bocas.
Ahogaron con sus labios gritos y jadeos, mientras Guillermo lo penetró tenso, pesado, duro y desesperado de excitación. A pesar de la intensidad del rugiente deseo, Guillermo ingresó en Pedro muy despacio, saboreando la sensación milímetro a milímetro, y dándole tiempo para abrazarlo y albergarlo por completo. Pedro tenía la respiración entrecortada y ardía de deseo.
Separó los muslos con avidez, sintiendo cómo ingresaba en su cuerpo hasta que Guillermo ya no pudo darle más, más de lo que él podía tomar que era el todo.
Se entrelazaron en una húmeda danza, Pedro sintiendo la violencia de las embestidas de Guillermo en su cuerpo, elevándolo en cada una mientras él llevó las manos detrás para ayudarlo en su tarea de poseerlo como un rayo, empujando, arañando con desesperación, pero sus abrumados sentidos, sólo podían concentrarse en la pujante fuerza con la que él se movía dentro de sí, y no fue capaz más que de aferrarse a él rodeándole las caderas, arqueándose contra cada ingreso, en armonía y contrapuntos recién inventados del ritmo impuesto esa  vez. Envuelto en una sensación febril, Pedro respondió a sus poderosos movimientos con fuerza y dureza, hasta que se sintió sobrecogido por la intensidad de las sensaciones. Se arqueó hacia arriba con un ronco gemido roto, mientras Guillermo le murmuraba algo tierno al oído, acunando el estremecido cuerpo entre sus brazos , prolongando el placer tanto como fuera posible. Besándose, mirándose, Guillermo moviéndose en él con envites lentos y profundos, negándose a liberarse.

.. Deja que dure, disfruta, recreándose en la sensación de sentirlo estremecerse, retorcerse y morir bajo su cuerpo poderoso y alrededor.

Al fin se permitió seguirlo en un  salvaje clímax agónico, y Pedro sintió un cálido estallido en su interior, mientras el enorme cuerpo de Guillermo temblando como si le fuera la vida, se desplomó sobre su espalda con las palmas en los hombros, gritando su nombre.
Inconcientemente Pedro también lo hizo, sintiendo en el grito la humedad que le corría desde las comisuras de los ojos hasta las sienes. Saboreando sus lágrimas con la lengua, Guillermo le sostuvo la cabeza mientras deslizaba los labios a su rostro para beberlas. El placer los atravesó en sedosas oleadas, como surcando suavemente por el agua.

Mientras, continuaron fusionados, y las manos acariciando las zonas sensibles y los alrededores, cálidos, húmedos, y se encontraron flotando en un mundo de ensueño, formando parte del silencio y la oscuridad,  retorciéndose bajo los movimientos lentos e indagadores de las manos y la lengua que volvía a explorar el interior de la boca.
Las caricias continuaron hasta encontrarlos reexcitados y listos para volver a arder en el fuego del mismo incendio  interior que uno alimentaba en el otro con brasas continuas y potentes.

… Guille, gimió Pedro, arrancando la boca de él, no puedes hacer esto.
.. ¿Qué me haces vos precioso? Nunca ha sido así. Con nadie. ¿Sabes que sos el único hombre que amo y deseo? No puedo apartarme de vos y si lo hago me muero, me apago. Y que lo haga si no consiguiera que vuelvas a alcanzar el éxtasis y caer a tu lado nuevamente.

Las manos fuertes fueron a acariciar los pliegues por delante, Pedro sintió una sacudida y trató de apartarlo.

… No hagas eso.

 Jadeó en señal de protesta y las caricias de Guillermo eran tan suaves que apenas podía percibirlas, mientras comenzaba a moverse  y a endurecerse nuevamente en su interior. Pedro se relajó y aceptó el suave cosquilleo, el crecimiento a la fricción,  el agigantamiento a la presión, y comenzó a gemir en agónicos sollozos bajo Guillermo y él embistiendo fue absorbiendo los inquietos sonidos con su boca, mientras continuaba embistiendo, masajeando, con caricias lentas, hasta que Pedro alzó la mirada hacia Guillermo con las pupilas dilatadas y vio en él los ojos más negros que nunca en el mismo estado, cuando comenzó a retorcerse y convulsionar nuevamente bajo él, murmurando en un hálito su nombre.

… No luches contra esto, precioso, estás tan bello llegando a la cima.

Guillermo bajó la boca sellando los labios, amortiguando los gritos de placer, mientras los cuerpos se estremecieron con violencia aceptando el profundo nirvana que los atravesó sin remedio hasta la muerte instantánea de uno en el otro, con el otro y por el otro, en el Uno, en el Todo…

 Se abrazaron anudados con fuerza, sosteniéndose uno al otro, con las extremidades temblorosas. Pedro enterró la cara en el cuello de Guillermo y se dejó llevar por la mezcla de sensaciones anegado en lágrimas y sollozando por alguna razón que no supo explicar ni comprender, mientras apretaba la cara contra la piel de Guillermo.

… Precioso, no llores, Guillermo lo acariciaba con ternura.
… Antes de esta noche,.. Pensaba... que podía controlar...
… Igual que yo. Dios mío, no llores. No puedo soportar verte llorar.
Mi precioso hombrecito, no puedo ni pensar en la ropa, en los zapatos,.., ni en nada que no sea deshacerme de lo que se interponga entre nosotros.
Ya sé que estabas acostumbrado a arreglártelas solo, le dijo sentándolo y sujetándolo cuando intentó escapar de su regazo.
Pero ahora estamos juntos, déjame que te ayude.

__Pedro permitió que lo acunara en su pecho ancho.


 ….Déjame ir a preparar el baño para llegar luego a la cama.
… Shhhh, luego, quédate un rato así. Te amo.



Bs. As., lunes 29 de noviembre de 2014.



“Guille, llevas horas comportándote como un novio enamorado… enamorado de mí. Eres adorable, complejo pero adorable, estás enamorado de mí y yo de ti. Siento que algo en mi interior estalla de júbilo al verte sonreír ante los residentes en medio de la revista, no puedo concentrarme. Quiero saborear este momento en el que me siento capaz de conquistar el mundo.”


… Dr. Beggio, está usted fascinante como siempre.
… Usted también Dr. Graziani, pero acá es mi jefe. Intente disimular. Mejor voy con los residentes.
… Un rato, luego ven al despacho, y avísame cuando entres a quirófano.


.. ¿ Pedro?
… Camila, pasa,  ¿viniste a renunciar?
.. Ya está, me dio un poco de lástima, pero es por una causa justa, al fin creo que seguiré siendo médica de familia.
… ¿Por?, luego del parto nos arreglaremos para que hagas la residencia.
… Pedro, estaré casada con Manuel, con un hijo, él no es médico, es muy difícil. No la hice a la edad que correspondía y en una mujer eso es un problema, Gaby tiene razón, ella hizo cada cosa a su tiempo. Pero estaré bien en consultorio, no te preocupes.
 Me vas a matar, pero necesito pedirte un favor.
… Dime, eres la madre de mi hijo. ¿Qué necesitas?
… Estoy llamando a Manu y está en audiencia, olvidé las llaves del departamento, salimos juntos y como es el primer día estoy en la calle, y no quiero estar fuera en mi estado. ¿Puedo ir al tuyo ya que están acá hasta que localice a Manuel?
… Pero… Camila. Lógico. ¿Quieres que te lleve?, no estoy de guardia, puedo salir.
… No, no hace falta.
… Toma, las llaves, quédatelas, eres la madre de mi hijo, somos familia, yo tengo más juegos, ve, descansa, almuerza, y cuando Manuel pueda que te pase a buscar, nosotros no regresaremos hasta la noche.
… Gracias. ¿Se aman verdad?
… Se nota mucho creo, como tú y Manuel y me alegro.
… Y yo Pedro, juro que estoy feliz.
No te molesto más, la verdad, me muero de sueño, no sé si es que perdí la costumbre de madrugar o por el embarazo, creo que llegaré y dormiré otro rato. Te quiero. Gracias.



__Pedro almorzó un sándwich en la sala de residentes, y entonces mientras pensaba en escribirle a Guillermo no mail desde lo de Martín, sino un sms su celular vibró y era Camila.

… ¿Cami? ¿Qué sucede?
… Hola, Pedro, tanto tiempo.


___ Al teléfono de Camila escuchaba una voz masculina familiar: Juan.


A Pedro se le erizó el vello corporal de todo el cuerpo cuando la adrenalina se disparó. El mundo dejó de girar. Era Juan, con el teléfono de Camila. Guillermo le había contado del embarazo, los había amenazado, estaba casi seguro que los seguía, ahora conocía a Camila.
Casi no conseguía que las palabras salieran, tenía la garganta atenazada por el miedo. Toda la sangre abandonó la cabeza y se sentía mareado, perdido.
Juan  habló con voz suave, Pedro intuía su sonrisa de burla y tristeza.

… ¿Te quedaste mudo? Tranquilo que tu ex está bien, y tu hijo también,… todavía.
… ¿Qué mierda quieres hijo de puta? Pedro intentaba pensar lo más rápido posible.
… Te estarás preguntando por qué te he llamado ¿Por qué tengo el teléfono de Camila?
.. Sí, claro.
… No pienses en colgar, Pedro. Por el bien de todos. He estado hablando un ratito con tu ex, es muy amable, muy bonita. Pero, mira que buena onda que hasta le prestas el departamento.
.. ¡Qué!, Camila. ¡NO, Camila y mi hijo no!
¿Qué has hecho hijo de puta?, Pedro intentaba controlar el miedo.
… ¿Y vos me insultas a mí? Escucha bien calientapijas,… me has hecho mierda la vida.  Todo lo que pueda hacer,… me lo debes. Vos y ese cabrón de Guillermo, de tu noviecito ahora y toda su puta familia y la tuya me la van a pagar. Tengo a tu ex y a tu hijo  aquí, pensaba empezar por Manuel, pero le tengo cariño, después de todo somos compañeros de trabajo.

El desprecio y el veneno de la voz de Juan impactaron cual rayo o disparo en Pedro.
¿Su, mi familia? Pero… ¿qué demonios hará?

… ¿Qué quieres?

… En principio, que seas un padre como debe ser y que te cases con esta bella chica. Que dejes en paz a Guillermo pelotudo, eso quiero.
.. Estás loco Juan, aunque  lo dejara jamás volvería contigo, eres una mierda.
… Eso lo veremos bonito. Cuarenta años no se borran en un día. Si vos no hubieras aparecido, las cosas hubieran sido muy diferentes, lo sabes, Guillermo jamás me hubiera dejado.
.. No lo sé. Pero sí sé que nunca te amó ni te amará, así me mataras.
¿Cuánto quieres infeliz? ¿Cuanto dinero quieres para desaparecer de nuestras vidas y no tocar a Camila ni a mi hijo? Porque luego de esto, o te vas para no regresar o por mi vida que te hago meter preso, es más, Manuel lo hará.
… No quiero tu dinero Beggio, lo quiero a Guillermo, a mí hombre.
Tienes tres horas para inventar algo o esta linda nena y tu hijo lo van a pasar muy mal. Inventa lo que quieras, pero si en tres horas no me entero que te dejó o lo dejaste por algo muy convincente, olvídate de ser papá. Y no le digas nada a Guillermo, ni  a  Manuel, menos se te ocurra llamar a la policía, parezco estúpido pero no lo soy Pedro. ¿Entendiste?

Pedro intentó responder pero la rabia y el pánico le habían cerrado nuevamente la garganta.

..  ¡Te pregunté si entendiste!
… Sí.
… O la mato, por ende a tu hijo y los encuentras acá.
No te separes del teléfono, no cuentes a nadie, o me la cogeré antes de matarlos.
… Juan, no es creíble, vete a tu casa, deja en paz a Camila, necesito más tiempo. Te doy mi palabra de…
.. ¿Por quién me tomas infeliz? Que te vea a los besos con Matías, sedúcelo, mucho no te costará si es eso mismo lo que hiciste con Guillermo,  o  coge la primer enfermero puto que se te cruce y que te vea. Tres horas, no más o puede regresar Manuel de tribunales, y no querrás que te deje sin tu gemelo también, ¿verdad?
…¿Y cómo sé que los tienes?

Juan cortó y Pedro quedó en trance mirando el teléfono  aterrorizado.  Sentía el sabor metálico del terror y la boca seca por el miedo.
¡Camila!. ¿La tiene? Su mente daba vueltas ante la horrible posibilidad de que estuviera en su departamento. ¿Y si se la llevaba? Pedro sentía mareos y el estómago revuelto, estaba paralizado.
Inspiró hondo tratando de calmarse para pensar las posibilidades: ¿De verdad tiene a Camila? ¿Estarán en el departamento? ¿Y si le digo a Guillermo? ¿Si busco a Manuel o a la policía? Necesitaba tiempo,.., para pensar. Pero solo podía seguir sus instrucciones. Jamás dejaría a Guillermo pero no podría vivir si les hiciera daño a Camila y al bebé. Tenía que jugarse por ir solo al departamento y rezar para encontrarlo.

… ¿Pedro, estás bien?
… Más o menos Gaby, estoy algo mareado, tengo que salir un ratito, no le digas nada a Guillermo por favor.
… Está operando con Alberto, pero,… ¿está todo bien?
… Sí. Pedro salió disparado hacia el despacho, había visto por casualidad un arma en el cajón del escritorio, nunca le preguntó a Guillermo si sabía tirar y para qué estaba allí, pero Juan debía estar armado, él sabía tirar, había hecho curso de tiro con Manuel en Kenia, y no lo dudaría si tenía que salvar a Camila y al bebé.



… Déjame ir, por favor.
… Cállate estúpida. No abuses porque Manuel me cae bien.

…“Tengo que mantener a Pedro a salvo de este loco, y a ti mi bebé, tengo que mantenerlos a salvo a los dos, o a los tres porque quizá lo quiera a Manuel.”

Camila sin intención llevó las manos al abdomen, acurrucada en el sillón, mientras Juan se paseaba de un lado al otro.


__Pedro corrió hacia el ascensor rogando no cruzarse con nadie más, pulsó el botón, las puertas se abrieron y entró pulsando frenéticamente el botón al subsuelo donde estaba el auto ahora en el valet parking de la clínica. Subió, encendió el motor, y las ruedas chirriaron cuando salió hacia la entrada a toda velocidad. Al cruzar la barrera soltó el aire que había estado reteniendo todo el tiempo y aspiró  tratando de pensar en el camino cómo neutralizar a Juan, sin escuchar que el celular sonaba, pero era Guillermo que alertado por Gaby quería saber dónde estaba.


__ Pedro entró por la puerta de servicio para no ser visto por Juan.


… “¡Dios Santo!... Esta ahí, mirándome con semblante inexpresivo e inquietante, y con una pistola en la mano. ¿Y Camila, adónde estará?”
El subconsciente de Pedro era víctima de un desmayo letal. Parpadeó repetidas veces mirando a Juan, mientras su mente no paraba de dar vueltas frenéticamente.

…” ¿Cómo entró?; seguramente llamó y Camila le abrió,  habrá dicho que era amigo de Manuel, de Guillermo, era fácil. Por Dios… ¿Adónde está Camila… y mi hijo?”

El miedo creciente  que atenazaba el corazón se convertía en terror, y cada uno  y todos los folículos de los vellos corporales y del pelo se erizaban.

“¿Y si les ha hecho daño?”

La respiración de Pedro se aceleraba, la adrenalina y el pánico paralizante invadían el cuerpo:

“Mantén la calma”, repetía mentalmente como un mantra.

Juan lo miró inexpresivo, y Pedro sentía que había tardado un siglo en procesar la situación cuando en verdad había transcurrido una fracción de segundo.
Estaba como la primera vez, sucio, desaliñado, con aspecto enfermizo, mugriento. El pelo lacio con grasa pegada, los ojos apagados, turbios, vagamente confusos como si estuviera drogado, como les advirtiera Manuel. Ahora entendía por qué Fabián lo quería echar del estudio.

… ¿Qué hiciste pelotudo?, no tenías que venir, ni solo ni acompañado.
… Hola, Juan hablemos.

Los labios de Juan se curvaron de manera desagradable, el tono de Juan era un sonido fantasmagórico, suave y ronco, el de Pedro dulce como dirigido a un niño… o a un loco.

… ¿Estás solo aquí? ¿Dónde está Camila?

Pensando en que la hubiera dañado se le desbocó el corazón y Juan parecía a punto de echarse a llorar lo cual no hizo más que incrementar su miedo.

… Estoy solo, ella está durmiendo. No te muevas.

La profundidad de la tristeza de la palabra solo le desgarró el alma a Pedro. ¿Qué quería decir? ¿Que estaba solo sin Guillermo o solo porque había hecho daño a Camila y al bebe?

.. Puedo ayudarte, Juan. En el estudio ya nadie te quiere, Manuel y yo podemos ayudarte si depones esta actitud.
 Pese al sofocante ahogo que sentía, las palabras de Pedro eran un discurso atento, sereno, amable. Y Juan parecía aturdido, sin decidirse  a emprender acción violenta alguna contra él.  Seguía sosteniendo el revólver, pero relajado. Pedro no hizo caso a la opresión en el pecho e intentó otra táctica.

… ¿Te gustaría tomar algo, un café, un whisky?

Juan negó con la cabeza y Pedro pensaba en desarmarlo, sin sacar su arma. Inspiró una profunda bocanada de aire para tratar de  calmar el pánico que le detenía la respiración y los movimientos, si pudiera hacerlo como con Martín, pero el temor a no saber de Camila lo atenazaba al piso.
Pedro se desplazó a la cocina a preparar café y Juan lo siguió, Pedro sabía que si quisiera matarlo lo hubiera hecho, pero lo miraba, sin curiosidad, mientras Pedro pensaba si Camila estaría herida, atada, amordazada.

.. ¿Hay alguien más en el departamento? ¿Estás seguro que no quieres un café?
.. No tengo sed, y Juan dio un paso cauteloso con la mirada fija en Pedro. Toda la sensación de fortaleza lo abandonó y comenzó a jadear de miedo, denso, tempestuoso, dominando su sangre. Si los mataba nadie lo sabría. Haciendo acopio de todas sus fuerzas se sirvió el café.

… Ya te lo pregunté una vez. ¿Qué tienes que yo no tenga?
… ¿A qué te refieres Juan?, Pedro preguntaba con toda la amabilidad de la que era capaz
… Guillermo es feliz  con vos y duerme con vos todas las noches, no te esconde como hizo conmigo por cuarenta años. Están juntos todo el tiempo. Para él éramos todos lo mismo... le daba igual, pero vos no. Vos dormís con él todos los días. Se va a divorciar por vos. Conmigo nunca se lo planteó, jamás se quedó dos noches seguidas luego de nacer Fabián.

Era como un espectro etéreo, perdido, haciendo el balance de su vida junto a Guillermo y comparando con la que llevaba junto a él. Los había visto allí, en el restó, en muchas partes quizá.

… Es un hijo de puta, pero siempre lo he querido, desde que nació, ¿entiendes?
… ¿Quieres darme el revólver, Juan?  Guillermo es un hombre bueno y te quiere mucho. Desea que sean amigos.
… Yo no.  Soy su hombre, no puedo ser amigo. Y aferró el arma con más fuerza.
.. Es mía, es lo único que me queda. Así podré reunirme con mi Amor.
…¿Qué amor… Guillermo?

Pedro sintió como un puñetazo en el estómago. Guillermo podría aparecer con Manuel o Alberto de un momento a otro si veía que había desaparecido. ¿Tendría intención de dispararle? La idea era tan terrorífica que volvió a atenazarle la garganta, se ahogaba y le oprimía el pecho



___ De repente se escuchó un estruendo, la puerta se abrió y entraron Guillermo y Manuel.

… ¿Qué le hiciste a Camila  hijo de puta?
… Quieto Manuel, que la cosa no es con vos.
… ¡Dios Juan!, ellos tenían razón, te volviste completamente loco.
… ¿Y qué pretendías dejándome por este pendejo luego de haberte dado mi vida?
… Guille, Manuel, no sé si tiene a Camila, me llamó desde su celular, pero no la he visto.
… La cosa es conmigo Juan, déjalos ir.
… No Guille, no.


___ Juan parpadeó varias veces, por momentos pareció que recobraría la cordura pero se aferró al arma nuevamente.

Pedro conocía sus intenciones, contuvo el aliento sintiendo a su corazón bombear con tal fuerza que los latidos se trasladaron a los oídos, mirando desesperadamente a Guillermo.

…No.  No, Guille no.

Su mundo se sostenía precariamente en manos de ese hombre despechado, sin saber si había matado a su hijo o si pensaba dispararle a su amor y matarse. Pero todos estaban en peligro, todo era atroz.
Luego de una eternidad durante la cual el tiempo quedó suspendido entre los cuatro, Juan agachó la cabeza levantando la mirada hacia Guillermo. Éste levantó la mano para indicarles a ellos que no se movieran.
Manuel estaba lívido de miedo y furia, pero no se movió. Ambos quedaron quietos mientras Guillermo y Juan se miraban en intensidad.
Pedro se dio cuenta que estaba conteniendo la respiración. ¿Qué harían? Pero se limitaron a mirarse, Guillermo con una expresión cruda, desconocida para Pedro: Lástima, miedo, compasión,… ¿amor?
“¡No Guille, amor no!”
Guillermo lo fulminaba con la mirada pero a pocos minutos la atmósfera y el aire cambiaron. Manuel y Pedro lo notaron. La tensión entre ellos aumentó y Pedro percibió una conexión, una electricidad, un algo desconocido ente ambos que lo hizo estremecer.

“! No!, me siento yo el intruso. No puede ser. Guillermo me ama, me elige.”
Pero Pedro sentía que era el que interfería entre ellos, que seguían mirándose fijamente, y se sintió un espía de una escena íntima y prohibida, escondida detrás de las cortinas.
El brillo en la mirada de Guillermo se intensificó y parecía más alto, más poderoso, más grande.
Pedro con el corazón encogido y el estómago revuelto vio la respuesta de Juan ante la mirada profunda. Separó los labios respirando con dificultad y ruborizándose le declaraba su amor a Guillermo.
.. “¡No, es horroroso presenciar esta escena del pasado de Guillermo!”

 Juan lentamente abrió la mano dejando caer el arma que ruidosamente chocó con el piso de madera, Guillermo tranquilamente se agachó para recogerla y la guardó en el bolsillo del saco.

… Pedro y Manuel hablaron casi al unísono.

… ¿Adónde está Camila Juan?
… En la habitación, la dormí, chillaba demasiado.
… ¿Qué?, hijo de puta, no puede, está embarazada.
… Pedro, Manuel, busquen a Camila, llévenla a la clínica a que la revisen y déjenme a solas con Juan.
.. No, yo no. Manu...
.. Me encargaré de Camila.
… Pedro, dije que te fueras con Manuel y Camila.
… No.
.. Pedro...
… Camila, ¿estás bien? Pero Camila se desmayó en brazos de Manuel.
… Mierda, ¿qué le diste?
… No la drogué, solamente un clonazepam.
… llévala Manuel, que le hagan análisis, dile a  Gabriela.
… Pedro…

En la voz de Guillermo había advertencia. Pedro lo miró incapaz de moverse. No quería dejarlo, no con Juan.
Pero Guillermo se aproximó a rodear los hombros de Juan protegiéndolo, Juan estaba quieto, todo era antinatural.
Pedro no pudo dejar de mirarlos,… a los dos… juntos.

… Por el amor de Dios, Pedro. Por una vez en la vida, ¿puedes hacer lo que te pido y marcharte?

Guillermo le habló con voz fría como témpano de hielo fulminándolo con la mirada, con calma deliberada que ocultaba furia.
Pedro hubiera querido abofetearlos a los dos.

… ¿Por qué?
… Vete. Vuelve a la clínica. Necesito estar a solas con Juan.

Pedro creyó que intentaba transmitirle un mensaje, pero estaba tan alterado que no logró captarlo, tenía el corazón helado y Juan esbozó una levísima sonrisa. Pedro tenía ganas de llorar.

… ¿Esto necesitas Guillermo? ¿Es esto lo que quieres?

Pedro estaba inmovilizado ante el terrorífico espectáculo que tenía frente a él, y sus temores crecían. Guillermo y Juan… juntos... cuarenta años. Acaso, ¿se podía romper un vínculo así?, amantes desde niños…

Salió diciéndose no para sí pero lo último que vio fue a Guillermo acariciando la cabeza de Juan con ternura.
Mientras bajaba, intentaba asimilar lo sucedido en los últimos minutos, o eran horas o menos. Guillermo y Juan,.. Juntos. ¿Qué haría Guillermo a solas con él?


__ Apenas llegar al hall del edificio entraba Alberto alertado por Guillermo al salir de la clínica.


…Pedro, vi salir a Manuel con Camila, ¿qué está pasando?

Pedro se sintió aliviado de ver a Alberto, era una persona confiable.

… Juan Alberto, Manuel tenía razón, secuestró a Camila, me extorsionó con matarlos a ella y a mi hijo si no dejaba a Guille, está loco.
… ¡Dios!; gracias a Dios que están bien. Apenas Gaby nos contó y Guille no te encontró te llamó.
.. Estaría manejando, me amenazó con que no le dijera a nadie o los mataría. ¿Cómo supieron?
… Estabas con el celular corporativo, lo rastreamos. Guillermo se  me adelantó porque me pidió que hablara con el psiquiatra, está al llegar.
… ¿El psiquiatra? Entonces entiende que Juan está loco y que es peligroso.
… Supongo que sí. ¿Por qué no cruzamos a tomar algo? Veremos todo desde allí, no te veo bien.


Pedro abrazó a Beto obteniendo un cierto respiro respecto de lo que estaba sucediendo en el departamento.


… ¿Qué está pasando arriba, estaba armado?
.. Sí, pero Guille le quitó el arma, la echó al piso al verlo mejor dicho. Está loco  Beto, o peor, se hará el loco, pero tú eres médico y sabes que un brote psicótico es raro a esta edad, es un psicópata, y no sé  si Guillermo lo puede ver. Guillermo está…

___A Pedro se le llenaron los ojos de lágrimas.

…. ¿Alguien ha llamado a la policía?
… No, me amenazó si lo hacía.

___Pedro sollozaba, y en cuanto comenzó no podía dejar de llorar, las lágrimas liberaban toda la tensión acumulada, y notó que Alberto estaba desconcertado.

… Ánimo Pedro, podría haber sido peor, vamos a tomar algo.

___Le dido unas palmadas pareciendo incómodo y Pedro también se sintió incómodo y avergonzado, lo que realmente deseaba era estar solo. Pero asintió y aceptó alejarse de allí, alejarse de lo que fuera que pasase arriba.


… Dejé el saco arriba, no tengo nada encima Beto.
… No te preocupes, pago yo.


___ Eligieron un bar en la vereda de enfrente y se sentaron junto a la ventana para mantener la visión de ver quién entraba y sobretodo quién salía.
Pedro no quería pero Beto le pidió una cerveza.


… Problemas con un ex, Pedro, ahora con Camila a salvo no es grave.
… Es mucho más complicado Beto.
… Tengo tiempo, ¿a qué le temes?
… Juan no es un ex más, ni me interesan los otros, fueron pareja cuarenta años y cree tener derechos. Ha vuelto a perseguirlo luego de hacerse el amigo, de amenazar más tarde, y ahora llegó directo a mí amenazando a Camila.
… ¿Perseguir a Guillermo?
… Tenía un arma Beto. De hecho no amenazó a nadie con ella. Creo que pretendía dispararse a sí mismo y que Guille sintiera culpa por el resto de su vida.
… Pero por lo que dices  no está bien.
… Hace mucho que no está bien, Manuel nos lo dijo, Fabián lo quiere echar.
… ¿Y qué está haciendo Guillermo con él?
… No lo sé. Esto es lo que me angustia Alberto. ¿Qué mierda están haciendo? Hablar espero. Solo hablar. Pero lo único que visualizo es la mano de Guillermo acariciándole el pelo mugriento.
Juan está trastornado y él se preocupa por él, eso es todo, pero Pedro continuaba triste aunque intentara racionalizar.

… A veces temo que Juan sepa satisfacer las necesidades de Guille más que yo, físicas y emocionales, no tiene amigos, él fue siempre su único confidente. Y esa idea me deprime.

__Pedro intentaba recordar sus palabras de la noche, cómo le había hecho el amor, pero nada parecía ser suficiente, y bebió otra botella de cerveza, Alberto se quedó allí charlando e intentando levantarle el ánimo.
Pero solo era eso… una distracción.
 La mente de Pedro, el corazón y su alma seguían todavía en el departamento con su amor, y el tipo que decía que todavía lo amaba, Juan.

Mientras bebían, un vehiculo con vidrios polarizados estacionó frente al edificio, bajaron tres hombres, dos con batas azules y entraron por la puerta principal.

.. ¿Quién es, Beto?
… El psiquiatra, Pedro, tranquilo, seguramente le harán una evaluación y luego se verá si va a un psiquiátrico o a la cárcel si  Manuel, Camila o vos hacen la denuncia.

___Al cabo de minutos volvieron a salir, Guillermo llevaba a Juan envuelto en una manta, subieron al vehículo y se alejaron a toda velocidad. A Pedro le dolía el corazón.


…¿Quieres emborracharte o ir tras ellos y de paso saber cómo están Camila y tu hijo?
… Perdón, tienes razón, ni llaves para entrar al departamento tengo, aunque quisiera enfrentarme a esto solo… o simplemente acostarme hasta mañana, pero no puedo.


___Cuando llegaron a la clínica, Pedro salió del ascensor y fue al despacho, apenas abrir vio a Guillermo hablando por teléfono.

… Ya está aquí, gracias.

¿Dónde carajo estabas? Y no se acercó.

… ¿Está enojado conmigo? ¿Acaba de pasar Dios sabe qué con Juan y estás enojado conmigo?
… ¿Has estado bebiendo?
Te dije que regresaras aquí. Estaba preocupado por vos, y aún no he podido ir a obstetricia a ver a Camila.
… Fui enfrente a tomar una copa con Alberto, mientras atendías  a tu ex, no sabía cuánto tiempo ibas a estar… con él.
… ¿Por qué lo dices en ese tono?
Pedro, ¿qué pasa?

___En la mirada de Guillermo había miedo.

.. ¿Adónde está Juan?, alzando la mirada.
…. En un hospital psiquiátrico, lo evaluaron acá y lo derivaron. Pedro, ¿qué pasa?
¿Cuál es el problema?
… Yo no puedo ser lo que necesitas.
… ¿Qué?
Vos sos lo único que yo necesito.
… Solo verte con él…
… ¿Por qué piensas así? Esto no tiene que ver con vos, sino con Juan En este momento está muy enfermo, Manuel tenía razón.
… Pero yo lo sentí… lo que tenían juntos.
…¿Qué? NO.

Guillermo se quedó mirándolo atenazado por el pánico.

… ¿Vas a dejarme?, con los ojos abiertos por el miedo mientras Pedro intentaba ordenar el caos de su mente y el torbellino de emociones que lo dominaban.

… No puedes hacerlo. Sos mi hombre, mi amor, él es mi pasado.

___Pedro luchó por aclarar sus ideas.

…Necesito tiempo, tiempo para asimilar todo. Dame tiempo.
… ¡NO!!No!
… Yo…
… No puedes dejarme Pedro. Te amo.
… Yo también te amo, es solo que…
… No, dijo desesperado, Pedro, no. Y la mirada de pánico aniquiló a Pedro.
Te amo Pedro.
… Yo también te amo Guillermo. Necesito ver a Camila y saber si mi hijo está bien, luego hablaremos en casa, ¿sí?
… Nuestro hijo, …,te acompañaré.



CONTINUARÁ.





UN DESTINO…. UN AMOR…



 Guille y PEDRO… Pedro y guille.


50 comentarios:

  1. Eve esta es una historia muy bella intensa me encanta, este capitulo fue impactante, y a la vez muy fuerte, es difícil para pedro aceptar esa situación que viven con juan es el pasado de guille cuando esta tan presente, ese momento que describiste cuando se miran es imposible pensar que no sienten nada, pero seguro todo se va aclarar, sos única genia te quiero solo vos escribís asi tan sublime gracias Te quiero besos!!!!!!

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    1. Bienvenida mi bella amiga que creía de vacaciones, tienes un montón por leer. En este Naufragio mientras s e va ensamblando la familia entre Guille , los gemelos, Camila alrededor del hijo y luego con Mirna, Juan, Fabiá, Etc, están y molestan, Guillermo no termina de cortar tantos años de unión a Juan y es peligroso, pero no hay tragedias acá, no hubo disparos, solamente peleas y reconciliaciones, gracias infinitas por tanto y mi amor. Feliz de que hayas regresado.

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  2. Gracias Mónica Hernández, te amo.

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    1. No Valeria, se pelean pero se reconcilian, Guille está muy ciego con Juan, pero no hay tragedias acá, raro que estuvieras en casa vos. Te amo, más tarde subo predestinados. Besos mil.

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  4. Emocionante Eve, sentí tantas sensaciones que por un momento se me erizó la piel...Miedo por Camila y el bebé, por la aparente locura de Juan, por Pedro, que muerto de miedo por Cami y su hijo también pensó que le podía hacer algo a Guille, y su sufrimiento al verlos juntos...No sé cómo Pedro puede dudar del Amor Único que siente Guillermo por él, pero también comprendo que él lo Ama de la misma manera, y su inseguridad y los celos terminaron por destrozar sus nervios...Por suerte no pasó nada grave, y esas dudas de Pedro se van a ir en cuanto se sienta en los brazos de Guille...Intenso Eve y, como siempre, genial...Te aplaudo mi querida amiga y espero ansiosa el próximo capítulo...Beso grande!!!......Alicia Vitolo

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    1. Lindo capítulo de Amor y odio, en esa familia que ese hijo va ensamblando sumando al amor de los gemelos y luego a Mirna, expulsando a estos personajes oscuros como Juan, y sí Guille lo ama a Pedro pero le cuesta desprenderse de Juan luego de una vida y eso es lo qque pone mal a Pedro, porque ve a Juan con otra visión, como lo ve Manuel, un poco son celos, otro poco es que Guillermo no ve la realidad que es Juan ni siquiera en esta situación límite todavía, a cualquiera le pasaría en una relación tan larga y de aislamiento de a dos como ellos tuvieron. Gracias infinitas y mi amor.

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  5. Gracias Alicia Leguizamón, besos.

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  6. Hay Eve hoy vamos a tratar de ponernos por fin al día le escena de amor fue sublime y nos morimos de pasión y amor esa entrega sólo entre ellos puede ser así de perfecta pero esta vez mis niñas y yo vamos a dedicarle tiempo y palabras al puto de mierda traumatizado de Juan ese se esta buscando primero que lo busquemos lo atemos a una silla y le vayamos sacando diente por diente, obvio con pinzas poco asepticas luego dejarlo unos dos días y puffff super alveolitis muy dolorosa, luego vamos por las manos y pies a sacar uñas a lo loco!!!!jajaja basta niñas que parcemos unas locas jajaja pero ese sorete saca lo peor de nosotras y entiendo los 40 años y demás pero si fuéramos Guille mínimo 4 cachetadas por idiota!!! Locas a esperar por mas

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  7. EVE QUE EMOCIONANTE CAPITULO CREO QUE ESTE AMOR PARECE TENER QUE PASAR POR MOMENTOS DIFICILES POR UR LADO EL JUEZ Y POE EL OTRO JUAN QUE EN SU LOCURA CASI COMETE UN DESASTE. RELAMENTE MARAVILLOSO TIENE TODOS LOS CONDIMENTOS QUE NECESITA ESTA HISTORIA QUE ME TIENE ATRAPADA GRACIAS TE QUIERO MUCHO UN BES

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