jueves, 19 de marzo de 2015

EL VIAJE. CAPÍTULO 46. EL REENCUENTRO.






 





EL VIAJE. CAPÍTULO 46. EL REENCUENTRO DONDE TODO COMENZÓ.




Santiago de Chile, 01 de diciembre de 2015.



Guillermo entró a la habitación del Sheraton Santiago a las 17 horas, y dejó pedido en recepción el remis para la noche.

Apenas llegar, se quedó contemplando la ciudad desde el ventanal, pensando en qué le diría a Pedro si le daba la oportunidad de hablar. Cabía la posibilidad de que lo rechazara y dijera que no había nada que hablar. Era él quien había decidido que no deseaba volver a verlo, pero le había mentido. Le había dicho que podía caminar y que reintentaría una vida convencional junto a Camila. En el hospital luego del accidente, Guillermo no había captado el mensaje, de que de  no recuperarse cortaría del todo la relación entre ellos. Pero ahora todo estaba muy claro. Se trataba de no ser una carga, de liberarlo para otro. Por ello no había querido ir a verlo a Bs. As., para que no descubriera que no podía caminar. Ahora Guillermo podía ver todo. Lo que no sabía era cómo convencerlo para que cambiara de opinión. Y sabía que solo dispondría de unos minutos antes que se marchara por su agenda política de la noche. No sabía qué decirle. Te amo como siempre, era un buen principio, pero eso Pedro ya lo sabía cuando cortó con él, y eso no lo había detenido. ¿Por qué iba a ser distinto ahora?

Había muchas cosas que no sabía, fundamentalmente cómo le había destrozado el corazón al marcharse, al no regresar. Y sobretodo no comprendía que a él no le importaba que estuviera en una silla de ruedas. Lo único  que deseaba era estar con él y amarlo mientras vivieran y más allá de la muerte.

Mientras estaba allí, con la mirada perdida en las luces que comenzaban a centellear aquí y allá, pensando en Pedro, comenzó a pensar que quizá fuese un error intentar verlo aquella noche, que tal vez fuera mejor ir al estudio por la mañana o llamarlo antes. Con las elecciones tan cerca, debía estar ocupado en mil compromisos. Podía esperar a que pasaran, se dijo, pero entonces tal vez Pedro saliera de la ciudad o desapareciera. No quería esperar. Ya había esperado demasiado.







Aquella tarde no pudo comer, intentó dormitar pero no lo consiguió. Al final, se duchó, se vistió, y a las 21.30 horas estaba en el remis rumbo al restó que le dijera el padre de Pedro.

Cuando llegó a la entrada lateral sintió pánico. ¿Y si ya se había ido? Estaba muy nervioso, las manos le temblaban sin permiso, un rocío cubría la frente y el corazón latía errático.
Bajó del coche y se puso a esperar a un lado, desde donde podía ver la entrada y en lo que le pareció un terrible presagio, comenzó a bramar el viento y una cortina de agua empezó a caer del cielo. El agua llegó sin avisar, el viento parecía cómplice para dispersarla por todas partes y Guillermo se empapó sin remedio, pero no le importaba.

Esperó, y esperó sin señales temiendo que hubiera salido por otra puerta, que no hubiera venido, que otra vez la noche lo torturara con preguntas.

 A las 22.30 horas había perdido toda esperanza, sabía que tendría que buscar otra forma, que esperar al otro día. Y decidió esperar hasta las once, por si acaso, pero estaba convencido de que se había ido o nunca había venido.

Cuando faltaban 10 minutos para las once horas, se produjo un cierto revuelo en la entrada, cerca de la puerta. Salieron dos hombres vestidos de civil, y un guardaespaldas con un micrófono, luego un joven apuesto agachado para evitar la lluvia corrió hacia un auto de vidrios polarizados que apareció de la nada. A Guillermo le pareció reconocer al senador, aunque no estaba seguro. Lo observó unos instantes, y no salía nadie más. El corazón se le  detuvo, el aire  se negaba a ingresar a su cuerpo, cuando de la nada, vio una silla de ruedas que avanzaba lentamente. Varias personas pese a la lluvia le hablaban con interés y el hombre asentía aunque Guillermo no lo escuchaba. Impulsaba la silla por sí mismo sin dificultad, y enseguida en medio de la gente vio el rostro bello de Pedro. El corazón comenzó a latirle a toda velocidad cuando lo vio dirigirse hacia las escaleras y empezar a bajar por una rampa que no había visto. El senador y sus hombres lo esperaban en el coche, la gente reingresó al lugar para resguardarse y por unos instantes quedaron suspendidos en la escena, Pedro descendiendo y él yendo a su encuentro por la rampa, bajo la lluvia, en aquella ciudad donde todo comenzara, en julio del año anterior.

Guillermo sintió como si tuviera sus vidas en sus manos.

Se encontraron en la mitad de la rampa. Pedro tenía el pelo empapado, la cabeza gacha intentando sortear la lluvia en la cara, y lo único que vio fueron las piernas enfundadas en el pantalón del traje. Guillermo estaba en medio de su camino, así que Pedro le dijo distraído: “Perdone”, pero él no se apartó.
Guillermo lo miraba y Pedro lo oyó antes de verlo.

… Me mentiste….








Le dijo una voz que Pedro llevaba meses soñando, una voz que pensó no volvería a escuchar nunca más, el corazón volvió a latir, el alma regresó de su peregrinar por el vacío, y lentamente levantó la cabeza para mirarlo, olvidados de la lluvia y del viento que parecieron detenerse, a espiarlos, o para no interrumpirlos, y Pedro no fue capaz de emitir una palabra, quedando suspendido en los ojos negros, limitándose a mirarlo, asombrado, tratando de recuperarse del impacto.


… ¡Hola, Guiie!, qué coincidencia.
.. Pensé que no creías en las coincidencias, al menos es lo que dijiste cuando nos encontramos en Mendoza, de hecho esto no lo es, he venido de Bs. As. Intencionalmente a verte.

Pedro no dio explicación alguna por la silla de ruedas, como olvidado de la mentira y continuaba suspendido y perdido en la mirada que amaba. El viento les azotaba la cara, la lluvia y los nervios los ahogaban y Pedro seguía en trance mirándolo, encontrándolo tan hermoso que se le partía el corazón aunque obligó a su rostro a no mostrar emoción alguna, a parecer desapasionado e indiferente, a ocultar lo que sentía. Se había convertido en un maestro en ese campo. Ahora su vida era una farsa.

… Guiie, tengo que irme, Camila me espera en el coche.
Fue la única excusa que se le ocurrió para huir de la mirada que lo atrapaba lo antes posible, antes de desmoronarse.
…. No, no es verdad. Estás tan solo como yo desde que salió el divorcio, nadie que no sea yo te espera. También mentiste en eso.
… Creo que mentí sobre muchas cosas. Salvo en lo de que habíamos terminado. Esa parte era verdad. Todo él parecía oponerse a Guillermo, pero sus ojos marrones con el alma titilando lo delataban sin excusas, palpitando en ellos el Amor de siempre, el Amor eterno, el Amor Absoluto.
… ¿Y por qué hemos terminado?, Guillermo se mostraba tranquilo aunque cada fibra de su ser estaba en cortocircuito, temblaba de cabeza a pies. Si Pedro era capaz de decirle mirándolo así que no lo amaba, se marcharía para siempre. Pero necesitaba verlo aunque fuera la última vez. Sabía que existía la posibilidad cuando vino. Pero si deseaba dejarlo nuevamente, al menos que lo hiciera mirándolo a la cara, que se lo dijera mirándolo a los ojos.

.. Esas cosas pasan, me extraña que lo preguntes, eres experto en separaciones. ¿Cómo está Fabi y Guillermito?
  Preocupados, todos, por mí, por vos.
.. Lo siento, añadió con suavidad y  algo afectado. ¿Estás bien?







Pedro habría querido abrazarlo, pero no se atrevía. Además le resultaba violento que lo hubiera descubierto y que tuviera que verlo en la silla, aunque por lo demás, estaba más bello que nunca, de traje, ahora empapado, pero con el pelo y la barbilla impecablemente cortados, y Guillermo percibía el cuerpo bajo la ropa esculpido por el ejercicio.
Pedro estaba tan seguro de que sus caminos no volverían a cruzarse y que Guillermo nunca lo sabría,…

… No del todo, pero me recuperaré.
Te he extrañado mucho, hablaba con voz suave y triste.
¿Vos cómo estás?
Guillermo deseaba saber si lo añoraba, si se arrepentía de lo que había hecho, pero él parecía impaciente por irse, y sabía que el senador lo esperaba. Aun así, aquella sería su única oportunidad.

.. Estoy bien. Mejor que nunca. He vuelto a trabajar en el estudio de Martín, me ofrecieron de la presidencia colaborar con la campaña, estoy pensando propuestas políticas. Pedro consultó su reloj, estaban una hora atrasados para el próximo compromiso. Miró a Guillermo con expresión de disculpa, aunque no parecía que quisiera nada de él.
De verdad, tengo que irme.

… Te amo como siempre, Pedro o más. Guillermo se sintió desesperadamente vulnerable, aunque ese era el motivo de su presencia allí. Quería que Pedro lo supiera.
Me importa una mierda que no puedas patinar ni bailar, ni nada. De todas maneras, yo nunca supe hacer nada de eso.

Pedro sonrió con nostalgia durante lo que pareció una eternidad, Guillermo  creyó morir al ver los hoyuelos, y entonces, Pedro extendió el brazo y le tocó la mano. Como en el aeropuerto de Mendoza, la mirada, la sonrisa, los hoyuelos, el roce y el mundo que parecía deshacerse en la lluvia torrencial.

… ¿De verdad has subido a un avión desde Bs. As. para verme?

Guillermo se limitó a sonreír mientras los ojos  se le llenaban de lágrimas, que se mezclaban con el agua del cielo, y se confundían en lo mismo, salvo porque las suyas resbalaban por las mejillas, pero se apresuró a detenerlas.

… Ayer te vi, te vimos por “casualidad”, en TVN, ni sé por qué el televisor estaba en el canal de Chile, un acto fallido supongo, y me pareció comprender por qué me habías mentido. Quería que supieras que no me importa.
.. Lo sé. Lo dijo suavemente, nunca te importó. Pero a mí sí, esa es la cuestión. Nunca permitiría que te hicieras algo así. Te amo demasiado para dejar que arruines tu vida echándote una carga como esta.___Y miró la silla___.Incluso ahora que estás divorciado de Ana, con más razón. Ahora eres totalmente libre, y mereces mucho más que lo que yo podría ofrecerte.






__ Se habían producido muchos cambios en la vida de ambos. Pero nada cambiaba lo que Pedro sentía, no cambiaba su decisión, En realidad, la reforzaba.

… Me alegra que estés bien, Guiie. Y puedes estar mucho mejor.
… Sé que tienes que irte. Estoy en el Sheraton. Si quieres hablar, llámame. Siempre estaré esperando mi amor.

__ Pedro negó con la cabeza.

. No  te llamaré Guiie, hicimos lo correcto para los dos. Ahora tenemos que atenernos a eso.
… No estoy de acuerdo ni lo decidí. Fue algo totalmente equivocado. Para los dos. Tenemos derecho a amarnos, Pedro. Incluso si te quedas fuera de mi vida, no dejaré de amarte. Nunca. Me parece increíble que justo vos pienses ahora así, cuando antes tenías todo tan claro. Seguramente el coma y la bala en la cabeza  te afectaron algo más que la visión objetiva.
… Con el tiempo me olvidarás, no has nacido para estar solo.

Guillermo negó con la cabeza y se hizo a un lado. Pedro lo miró con intensidad.

… Cuídate mucho.__ Habría querido decirle que lo amaba pero no podía___

¿Qué más podía hacer? Acabó de bajar la rampa sin mirar atrás, lo ayudaron a subir al auto, se excusó con el senador y su gente diciendo que se había encontrado con un viejo amigo, y cuando el auto partió todos notaron  que Pedro estaba empapado, sombrío, y a años luz de allí.



Pedro llegó al loft luego de medianoche exhausto, y no lo llamó. Era demasiado tarde, y pensaba que no debía hacerlo. Creía en lo que había hecho por Guillermo, y estaba convencido de que, si lo amaba, era lo mejor. De haberlo amado menos, lo habría cargado con su tara, pero lo amaba demasiado para hacerle algo así, aunque era conciente que ahora estaba destrozado, pero con el tiempo lo comprendería. Era un alivio saber que Ana ya no formaba parte de su vida, no tenía ya ninguna mochila que le impidiera ser feliz, y encontrar a alguien adecuado muy pronto. Nunca lo había visto más hermoso, ni tan triste, pero eso pasaría.
Aquella noche, tumbado en la cama, no pudo pensar en otra cosa.

La lluvia seguía cayendo despiadada, y Guillermo en su habitación, solamente podía pensar en Pedro. Ahora sabía que nunca lo llamaría. En la expresión de su rostro había visto muy claro que estaba decidido a no volver a verlo. Solo sus ojos demostraban que aún lo amaba. Y tenía que aceptarlo.




Incluso si había mentido, eso era lo que quería. Guillermo no se había equivocado cuando pensaba que no existían finales felices. Solo había obstáculos y caídas, y de eso sabía bastante, y Pedro más.
Pasó despierto buena parte de la noche, y cuando al fin  se durmió, soñó con él. Estaba profundamente dormido, embebido en el soñar, cuando el teléfono sonó. Eran las tres de la mañana o más, y era Pedro. Incluso medio dormido, habría reconocido su voz.

.. Siento llamarte tan tarde. ¿Estabas durmiendo?___ Parecía atormentado como se había sentido él antes de dormirse___.
… Más o menos- Pero en el momento en que oyó su voz despertó del todo. Le sonaba agónicamente familiar, como si lo tuviera a su lado, y entonces se le ocurrió una cosa.
¿Adónde estás?
… Abajo, en el vestíbulo del hotel. Supongo que estoy tan loco como tú pero no sabía cuándo te ibas. He pensado que si en  verdad has venido a verme, podíamos hablar.

___ A ninguno de los dos, y en eso no habían cambiado, pareció importarles la hora.


… Me alegra que hayas venido. ¿Por qué no subes?
… No creo que me dejen. ¿Y si te espero y vamos al loft?
… ¿Sigues viviendo allí?
… Dónde mejor para recordar, se lo alquilo a Marcial desde que llegué, el vivía con Camila.
… Me visto y bajo.

__ Guillermo se cepilló los dientes, se lavó la cara, se vistió, se puso el perfume que sabía que le gustaba y se peinó con  cosquillas por todo el cuerpo, como un adolescente en su primera cita, como un enamorado de un ser inalcanzable pero feliz, y en diez minutos estaba junto a Pedro que le sonrió desde la silla, deteniendo la noche y la tormenta. Pidieron un remis y salieron por las calles de Santiago.

Pedro entró al loft, impulsando la silla como en todos lados, lentamente pero con facilidad mientras Guillermo aguantaba la puerta y luego de cerrarla tras él, su mirada vagabundeó por el lugar, que pese a tener otros muebles, tenía la misma calidez de la primera vez, la calidez de su hogar, del sitio impregnado de la esencia de Pedro, porque Pedro era su hogar, y había regresado nuevamente a casa. Hubiera querido tocarlo, pero no se atrevió.

… Siento haber aparecido a estas horas, Guiie. No podía dormir. Me ha impresionado mucho verte a la noche.
Ya conoces el lugar, sírvete tu whisky o si deseas café traeré.
… Está bien, luego.
… Ha sido una locura lo que has hecho.___ Pero ahora no parecía que le hubiera disgustado, estaba conmovido, y preocupado. Había despertado en él muchos sentimientos que había estado tratando de evitar enterrándolos bajo mil capas de tierra por mucho tiempo. Y verlo, había sido como volver a despertar del coma.






Guillermo se sentó en el sofá, frente a Pedro, y se escrutaban uno al otro en profundidad, tenía los ojos amenazantes como el cielo fuera, y una lágrima atrevida solitaria  se  deslizó por la mejilla. Pedro, sin pensarlo tendió una mano y tomó las de Guillermo y le susurró:

.. Lo siento.

Guillermo sonrió entre lágrimas.

.. Yo también. Me he desangrado desde que me dejaste, extrañando cada instante, cada roce, cada mirada, cada hoyuelo, cada risa, todo. Nunca imaginé que no podía respirar el aire en que no estabas hasta que tuve que hacerlo, pero no me servía, me moría en Bs. As. No sé qué hacer con mi vida sin vos.
… Te acostumbrarás. Tardarás un tiempo, pero lo conseguirás. Es un cambio demasiado importante.

En sus vidas desde el reencuentro en Mendoza había mucho de cambios: de lugar,  de gente, el divorcio y las separaciones, los conflictos con los ex, con Fabián, el divorcio de Ana, los atentados, la pérdida del otro.


No habían hecho más que aguantar un cambio tras otro en los últimos meses.

… No sé qué decirte, Guiie, lo dijo con expresión desdichada. No creí que volviéramos a vernos. No pensé que debiéramos. No quería arruinar tu vida. Te mereces mucho más de lo que puedo ofrecerte.
… Creo que eso mismo te dije yo la primera vez que estuve acá y  vos decidiste dejar todo esto para venir a Argentina, a mi lado.
… No es igual. Tú mereces un hombre maravilloso en tu vida, un hombre completo…no como yo.
.. Vos sos completo mi amor. Guillermo le habló con ternura mirándolo sin rodeos. Aún no estaba seguro de lo que Pedro estaba diciendo, ni estaba seguro de querer saberlo. Sonaba como otro adiós, más excusas para justificar que no siguiera con él. Pero al menos esta vez no mentía, solo decía lo que consideraba la verdad, por muy distorsionada que fuera.

… Guiie, los dos sabemos que no es así.

Y Pedro no quería recordarle su desastroso intento de hacerle el amor en el hospital. Para él sus impedimentos físicos eran un absoluto demasiado grande. No quería ofrecerle menos que la totalidad. Y estaba convencido que no podía ofrecerle nada razonable ni justo para él. Recordaba vagamente las cosas que le había dicho Bárbara en el centro de rehabilitación, pero ella era joven e idealista. Tal vez el amor solo era para los jóvenes.





 En cualquier caso, lo había llamado e ido a buscar para verlo, para explicarle las cosas y despedirse como Dios manda. Al menos eso le debía, eso es lo que se había dicho antes de ir al hotel.
Sabía que la forma  como lo había dejado había sido muy cruel, y no se lo merecía.

.. Solamente quería despedirme bien, tratar que me entiendas, y decirte que lo siento.
Tengo la sensación que desde el comienzo todo ha sido culpa mía. Tu hijo se alejó, tus ex se enfurecieron, tu hermano vino por mí  para hacerte daño...
… ¡Basta, Pedro!, nada de lo que dices es así. Tú me has dado el único Amor verdadero que he conocido, me enseñaste el Amor. No creo que tengas que disculparte por eso.

….Siento no poder ser más de lo que soy...lo miraba con los ojos anegados sujetándole las manos. Siento mucho todo esto. Lo miraba desolado.

 Guillermo se inclinó sobre él, lo besó. Pedro lo atrajo con suavidad, parpadeó, aspiró aire posando la mirada en los labios finos mientras los negros le recorrían el rostro y lo besó mientras lo sentaba en su regazo. Sus besos estaban cargados de ternura y pasión, del recuerdo de aquello que habían tenido y perdido, que habían añorado por meses. Entre los labios de Pedro asomó decidida su lengua que con la punta paseó delicadamente sobre los de Guillermo, desesperándolo, los labios se tocaron, se rozaron, se redescubrieron y al fin se trabaron con fuerza y se abandonaron al beso, con todo lo que él implicaba, mientras el deseo ardía en las miradas.

 Mientras lo abrazaba Pedro olvidó su hombría perdida y sintió que el deseo ascendía como una marea incontenible que ninguno de los dos deseaba contener. Y de pronto, no tuvo miedo. Se estuvieron besando una eternidad anhelada y cuando finalmente Pedro lo apartó de sí estaban sin aliento. Sin dar ninguna explicación. ni cruzar más palabras, Guillermo lo ayudó a tumbarse en el sofá y le quitó la ropa con suavidad, mientras Pedro le desabrochaba la suya.



 Por un breve instante Pedro vaciló pero no pudo detenerse. Cada milímetro de su cuerpo estaba hambriento de Guillermo. Esta vez no había ninguna duda sobre lo que pasaba. Los sentidos se recrearon en la experiencia de tener al otro nuevamente al lado, piel a piel, dentro, embebido, absorbido, incrustado. Mientras inhalaban el aroma mezcla de madreselva, madera, rosas, y el otro que flotaba contra el rostro de ambos saturándolos de deleite.
Pedro no recordaba haber hecho el amor así jamás, ni haber deseado nunca de aquella forma. Ni siquiera antes de la tragedia.
Era lo que los dos habían soñado, una naturalidad, una pasión y un deseo que nunca antes habían experimentado, como si el dolor hubiera potenciado aún más el Amor que se profesaban y su manifestación. Para ninguno había nadie como el otro. Y Guillermo esta vez había hecho que Pedro volviera a sentirse un hombre, su hombre.






Los dos ardían en el fuego devastador del deseo casi olvidado y perdido por meses, reavivado al primer roce, al primer beso con una intensidad abrumadora y dolorosa, dulcemente dolorosa. Y se poseyeron, con todos los sentidos saturados del otro, en cada embestida, en cada aceptación, en cada caricia, en cada beso, en cada mirada, se arrasaron , se derritieron hasta los huesos fundiéndose uno en el otro, con el otro, siendo nuevamente Uno, sin límites, sin principio ni fin de uno y de otro, solamente el Uno llegando al paraíso y más allá, comulgando con el universo, y con el Dios en el que volvían a creer en el éxtasis mayor de sus vidas, y de todas, en el grito de gloria al tocar  el sol, y terminar de deshacerse y confundirse en el abrazo divino que los transformaba en energía pura, donde ya no existían limitaciones, ni parálisis, ni sillas, ni mundo, solamente la energía pura del Amor Absoluto que descubrieran en ese mismo lugar hacía  casi un año y medio, en la primera vez en esta vida, y en ese lugar la rueda volvía a cerrase en la fusión cuerpo, alma y espíritu y con la totalidad.

Cuando regresaron a la tierra, Pedro lo rodeó en sus brazos y sonrió. Sus miedos se habían evaporado, barridos por la ternura y por el Amor. Lo que acababa de suceder entre ellos era mejor de lo que ninguno de los dos habría podido imaginar.
Estaba claro que fuera lo que fuese que hubiera quedado de las lesiones de Pedro acababan de curar. Incluso si no volvía a caminar, se sentía un hombre completo, y lo era.

… ¡Vaya!, Guillermo le sonreía anudado al cuerpo que amaba y Pedro sonrió con hoyuelos y picardía, sintiéndose un adolescente en sus brazos.
Ha sido increíble amorcito.
… Como tú.


___ Pero una hora después, Guillermo lo llevó arriba en brazos dejándolo luego en la silla  en el baño, y lo dejó solo, y cuando salió, una hora después, ya se había vestido. La expresión que vio en su mirada le heló la sangre.


… Ha sido una locura que fuera a buscarte, dijo con voz apagada, movido por sentimientos  de culpa y miedo.

No tendría que haber hecho esto. No quiero inducirte a error o darte falsas esperanzas. Sigo pensando que mereces una vida mejor a la que puedo ofrecerte, haber hecho el amor solamente ha complicado las cosas.

Se había pasado media hora en la ducha, agonizando, haciéndose reproches, torturándose, pero también inmensamente aliviado por lo que habían compartido. Había perdido las piernas, pero su hombría había regresado con más fuerzas que antes.

… No veo por qué no íbamos a hacerlo precioso. Somos adultos, y somos libres, ahora sí que no hay terceros. No tenemos hijos pequeños que puedan oponerse y mi grandote te adora.  Todos en Bs. As. hoy te añoran.




No hay por qué buscar problemas donde no los hay. La vida ya es bastante complicada por sí sola, y mirándolo con intensidad agregó, es demasiado preciosa y corta. Podíamos haber muerto los dos en febrero o como casi ocurrió, uno de los dos. Pero no fue así, ni antes, en el primer atentado. No tendríamos que desperdiciar esta vez, este regalo que se nos hizo dos veces.
… Yo no soy ningún regalo, Guiie, lo dijo con expresión decidida. La vida con un hombre en una silla de ruedas no es ningún regalo, de ningún modo.
… Lo es la vida entre dos personas que se aman. Hemos bajado a los infiernos y hemos logrado salir, tenemos derecho a ser felices, a un poquito de felicidad,  sea la que sea. Te amo como  sos, como sea, sin dudas, sin reserva, y deseo pasar el resto de mi vida  con vos, en la casa que elegimos o donde quieras.
… No puedo permitir que te hagas eso, Guiie.  No lo haré. Lo que ha pasado aquí no importa. No tendría que haber dejado que pasara. Ha sido una estupidez y una irresponsabilidad por mi parte.
… Y humano. Este Pedro, ¿alguna vez se permite sentir? Porque el que antes vivía acá lo hizo, se jugó la vida por Amor. ¿Por una vez desde… no podrías permitirte un poco de felicidad en lugar de  martirizarte?

Pedro sonrió, conciente de que en parte, si no del todo, aquello era cierto.

.. ¿Por qué tienes que complicarlo tanto todo? Nos amamos como siempre o más. ¿No puedes dejar que sea así y punto?, como decías antes,… ¿Y si caminamos? Lo que decía tenía mucho más sentido  que lo que proponía Pedro.

… A veces el amor no es suficiente. No sabes dónde te estarías metiendo.
… Si, lo sé. Y también sé lo que siento sin vos.
Casi era la mañana y sabía que pronto tendría que irse.
Pasé más de veinte años cuidando a mi hijo. A vos no tengo que cuidarte, a vos te amo.
Y no estás enfermo. Sos un hombre sano y fuerte. No puedes caminar, nada más. Para mí eso no significa nada ni creo que sea definitivo, has abandonado la rehabilitación a escasos meses de las balas, no has ido al psiquiatra, te has negado a la vida, Pedro. Igual que pensando que nunca podrías volver a hacer el amor, porque lo intentamos demasiado pronto aquella vez. Pero ni siquiera me hubiera importado si eso se hubiera repetido recién y para siempre. Habría vivido perfectamente sin eso también.

Pedro estaba cada vez más abatido pero decidido.

.. No te habría dejado. Y tampoco quiero que te conformes con esto. No quiero. Te fui a buscar para decirte adiós y eso es lo que tenemos que hacer. Y cuando me entere que eres feliz con un hombre que te merezca, entonces volveré a serlo yo, aunque siga en esta silla y encerrado solo, aquí.
… ¿Adónde mierda dejaste tus creencias en los milagros y en nuestro Amor Absoluto, Pedro?, lo que dices ahora es absolutamente estúpido. No permitiré que lo hagas.
… No tienes elección, no volveré a verte.






___ Los dos sabían que era capaz de hacerlo.

… ¿Y entonces qué? ¿Piensas condenarnos a los dos a vivir solos por el resto de esta vida, a pensar en lo que teníamos y hemos perdido, en lo que podríamos tener y nos niegas por testarudo o por efecto de todo lo sucedido en tu cabeza?  Yo era así antes, no vos.
¿Con qué propósito? ¿Quién va a ganar con todo esto?
¿Acaso dan alguna recompensa en el cielo por castigarnos a nosotros mismos en vida, por privarnos de lo que amamos?
De acuerdo, seguramente no será siempre fácil. No será “perfecto”, pero no hay nada ni nadie perfecto en esta vida. Por lo que yo veo, lo que vos y yo tenemos es tan perfecto como cualquier  otra cosa de este mundo. ¿Por qué no puedes dejar que tengamos lo que queremos y merecemos? Ya has sufrido bastante, ¿cuánta más desdicha tienes que imponerte a ti mismo, y a mí? Ya he perdido demasiadas cosas en mi vida, y vos más. Por el amor de Dios, Pedro, sé sensato...

___ Los ojos se le anegaron y las lágrimas cayeron rodando por las mejillas mientras lo miraba, pero Pedro seguía impasible.

… Lo siento Guiie, no puedo. Le dio un beso en la frente y fue a abrirle la puerta mirándolo.
… ¿Por qué has hecho esto? ¿Para qué? ¿Para torturarnos? ¿Para recordarnos a los dos lo mucho que nos amamos y volver a separarnos  para que vivamos en la oscuridad y la pena de antes de  conocernos, pero para siempre? ¿Por qué, por qué si somos tan felices y plenos juntos y sos mi otra parte? ¿Tan difícil es?
.. A lo mejor me equivoqué, quizá no lo eres, o quizá no te amo lo suficiente, o a mí mismo. O a lo mejor no serías capaz de amarme tanto y a pesar de todo como piensas.
… ¡No me hagas jueguitos de palabras Beggio, porque ahora sos político! Las cosas no son tan complicadas. No lo son. Te amo. Eso es lo único que importa. Y lo que vos me quieras a mí será suficiente.
… Yo no soy bastante para ti, de eso se trata. La expresión de Pedro era de tortura, deseaba ir a él y abrazarlo, pero no podía permitírselo.
… Deja que sea yo quien decida eso. Deja que sea yo quien decida a quién quiero y a quién no. No tienes derecho a tomar esa decisión por mí.
… Sí, lo tengo, mi Amor por ti me lo concede.

Pedro lo dijo dedicándole una última mirada, y se volvió. Guillermo un momento después salió, la puerta se cerró de un portazo, y Pedro se quedó en la silla arrasado en lágrimas incapaz de moverse, mientras Guillermo lo hacía tras la puerta en el palier.



___ Guillermo se quedó cuatro días en Santiago. El partido y el senador ganaron las elecciones con lo cual Pedro podría aceptar el Ministerio, se alegraba por él. Lo vio en televisión, sentado en su silla, el poder entre bastidores. No lo llamó ni Pedro a él.




Ahora sí le creía. Y sabía que, por muy equivocado que estuviera, tenía que respetar su voluntad. Resultaba difícil creer que se obstinara de esa forma en sacrificar todo lo que tenían. Pero así era. A Guillermo le partía el corazón, pero no podía obligarlo a volver con él, y así se lo había dicho a los padres el día anterior, a los cuales les dijo que quería vender o enviarles el auto, el yate, y el dinero de la casa, para evitar otra discusión con Pedro.

 Tenía que aceptar su decisión, aunque no estuviera de acuerdo. Estaba en su derecho, lo mismo que él estaba en su derecho de creer que podrían haber tenido una vida maravillosa. Se hubiera sentido como siempre, orgulloso de tenerlo a su lado, con silla o sin ella. Para él no había diferencia, aunque sí para Pedro. Y tenía derecho a decidir cómo vivir su vida.

___Llamó a Fabián para avisarle que regresaba en el primer vuelo del miércoles. Su voz sonaba triste.

… ¿Lo viste?
… Sí, lo he visto hijito. Tiene un aspecto estupendo.
… ¿Puede caminar?
.. No.
… Lo imaginaba por cómo lo vimos cuando se fue a Estados Unidos.
.. Por lo demás está perfecto. Estaré mañana en casa.
… ¿Lo has pasado bien?
… La verdad es que no Fabi, pero me alegro de haber venido-

___Se había visto obligado a aceptar algo que no había querido aceptar hasta entonces.

Había visitado algunos museos y galerías, había visto lugares que le recordaron los días que pasara con Pedro el año anterior allí. Todo le recordaba a Pedro: calles, museos, bares, música,  baile, risas, el aire. Tal vez algún día dejaría de hacerlo. Ojalá. Si no iba a formar parte de su vida, tenía que olvidarlo lo antes posible. Hasta podía ser que algún día sin querer dejara de amarlo. Sería una gran suerte que no pensaba que tendría.

___El miércoles por la mañana recogió las pocas cosas que había llevado, armó el bolso de viaje. El vuelo salía a la una, y salió del hotel a las diez... Cuando estaba cerrando la puerta el teléfono sonó, tardó un minuto en volver a abrir y contestar, pero ya había dejado de sonar al llegar. Al entregar la llave preguntó y le dijeron que habían llamado de recepción para saber a qué hora dejaría la habitación.
El trayecto al aeropuerto fue tranquilo y largo.
Confirmó el billete, y al cabo de un rato, fue a comprar un libro para leer antes y durante el vuelo. Estaba tranquilo, en paz, triste, pero en cierto modo se sentía libre. Por fin dejaría marchar a Pedro, se alegraba de haber ido hasta allí. Pagó el libro, tratando de no pensar en él, estaba dando las gracias por el cambio, cuando oyó una voz inconfundible a su espalda.

… Sabes que estás loco, ¿verdad?




Guillermo cerró los ojos. Aquello no podía estar pasando. No podía ser. Pero lo era y, cuando se dio vuelta, se encontró con Pedro.

… No solo estás loco, sino que te equivocas, lo dijo sereno. Tenía un aspecto familiar y tan poderoso allí sentado que Guillermo sonrió sin querer.

… ¿Me estabas siguiendo o es que te vas de viaje? El corazón se le aceleró de solo verlo. No sabía si era coincidencia o un milagro, como la primera vez en Mendoza, y no se atrevía a preguntarle.

.. Te he llamado al hotel, pero ya te habías ido.
… Tiene gracia, no debo haber entendido, porque el recepcionista dijo que habían llamado ellos por la habitación. Intentaba parecer aplomado, pero las manos le temblaban, aferradas al libro que acababa de comprar.

… Debí llamar después quizá.

___Guillermo imaginaba que había llamado para despedirse, pero entonces ¿qué estaba haciendo allí?

.. Sé que hice lo correcto, apartando la silla del medio. La gente tenía que dar un rodeo para pasar, pero a ninguno de los dos parecía importarle. Tenían los ojos clavados el uno en el otro, Guillermo pálido, Pedro parecía como si no hubiera dormido desde hacía días.

… Te mereces a alguien mejor.
… Ya sé que es lo que piensas. Y otra vez le partía el corazón escucharlo. ¿Cuántas veces piensas repetir siempre lo mismo?
No hay nadie mejor. Te amo a vos, y sos bueno como el que más, al menos para mí, el mejor, al menos para mí. Te perdí y me desangré. Ya no tengo nada que perder, solo a Fabi Dios no lo permita. Pedro, la gente no huye del amor, menos del alma gemela, o no debería. Eso me lo enseñaste vos, acá. Es algo demasiado precioso y raro. Pero se ve que este Pedro sí puede hacerlo.
Sabía que no podía decir ni hacer nada para convencerlo. Seguiría pensando lo que quisiera. Igual que él.

… Quiero alguien mejor para ti. Quiero que tengas una buena vida con un hombre que puedas perseguir y que te persiga por la habitación y que pueda bailar para Nochevieja…
… Yo quiero mucho más que eso. Quiero alguien a quien yo ame y que me ame, alguien a quien pueda respetar y cuidar, con quien pueda hablar y reír, el resto de mi vida y más allá. Y puedo amar lo mismo de pie que sentado. Tal vez vos no...

___Guillermo aceptaba el destino que Pedro les imponía a los dos.







…¿Y por qué estas tan seguro?
… ¿Me amarías si fuera yo quien estuviera en esa silla como debió ser en realidad? Le preguntó con voz suave  y lágrimas rodando y Pedro asintió sin palabras porque al fin comprendía.

… Sí, te amaría más
… No debes tener muy buena opinión de mí si crees que yo no puedo hacerlo.


___ Pedro no dijo nada, se limitó a sentarlo en su regazo, lo miró, lo rodeó con sus brazos al tiempo que Guillermo dejaba caer el bolso y el libro y se zambulló en la boca amada por siglos reencontrándolo todo. Guillermo estaba sin aliento cuando pudo soltarse.


.. ¿Por qué has hecho esto? ¿Eso fue un hola o un adiós?
… Tú decides. Ya sabes lo que pienso. Te amo. Tienes derecho a decidir por ti mismo. Bárbara, una amiga del centro me lo dijo hace tiempo y tenía razón. Por fin me doy cuenta. He tratado de protegerte, pero no puedo seguir haciéndolo. Tienes derecho a decidir tu propio destino, y esta vez puede que también el mío.

… Guillermo sonrió y susurró:
Hola, eso elijo. Mientras ahora él lo besaba y lo abrazaba con fuerza.

… ¿ Y ahora qué se supone que haremos, tengo que ir a  vender todo y ser el esposo del nuevo Ministro de Educación de Chile o vuelvo a ayudarte a cerrar los casos en lo de Martín como la primera vez para regresar a Bs. As.?
Si te decidieras por la segunda opción, sería más sencillo que la primera vez., al menos  en ésta no hay que mudar muebles, ni trasladar el yate, hasta la ropa la tienes en mi vestidor, se trata solamente de tomar un vuelo.
¿Qué eliges?
… Creo que la segunda opción es más práctica, pero sí, o me ayudas a volver a renunciar en todos lados, o te vas y me esperas allá.
… No amorcito, otra vez no, no  me separaré nunca más de vos ni un instante, no voy a volver a arriesgarlo todo. Te esperaré acá, adosado.

 ___ Y cumpliendo las órdenes Pedro lo adosó pero a su cuerpo y selló el pacto tomando los labios y enredándose en la boca en un beso eterno, perdidos, el uno en el otro, en la silla de ruedas, que iba y venía empujada por la gente que pasaba, en un aeropuerto internacional.
El mismo Amor que naciera en otro aeropuerto, en junio de 2014, en el primer recodo de “El Viaje” que emprendieron juntos en esta vida.




 Continuará.

69 comentarios:

  1. Gracias Belén intérprete del Amor y el mío.

    ResponderEliminar
  2. Ahora sí Norma, sos presidenta de la fic más bella hasta hoy, te amo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es la tercera vez que leo el Viaje y aún sabiendo que todo lo que vino despues fue maravilloso sigo creyendo que esto es lo mas bello que leí!!!!

      Eliminar
  3. Gracias Romina, espero comment. te amo.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Alicia Leguizamón, besos.

    ResponderEliminar
  5. Eve querida que hermoso capitulo nos regalaste ese amo nunca podra morir ni en esta vida ni en otra. Gracias por darnos tanto a mi en lo personal es un REGALO PARA MI ALMA, en estos momento de tristeza que estoy viviendo. pero todo pasa y mientras pasa recibo este regalo tuyo un BESO Y ABRAZO DESDE EL ALMA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amor, ¿ Qué te pasa?, Acá estoy y por privado siempre, Este recodo es lo mejor que he escrito aunqy se enojaran es Amor en toda su expresión y como yo veía hasta acá y más disfrutaba de su belleza, me alegro de haber llegado a tu alma y de que estés acá, gracias infinitas y mi amor.

      Eliminar
  6. Eve un reencuentro hermoso lleno de emociones, de realidad aunque pedro trato de evadir lo que sienten sus ojos demostraban lo contrario por que reflejan el alma de ambos, otra vez vos lograste con esa magia que tenes transmitir ese amor, me emocione gracias vos un ser resplandeciente lo demostras al escribir te quiero mucho y siempre aquí lo tuyo es magistral genia besos !!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque se enojaran si juego una carta tan dura es porque veo su desarrollo y el mensaje positivo, y esto es Amor Absoluto y este reencuentro cómo y dónde debía ser y hay mucho más, gracias infinitas y mi amor.

      Eliminar
  7. Eve q puedo decirte, estoy emocionada xq Guille tocó la fibra más íntima de Pedro y después de haber hecho el AMOR logró q su amorcito reflexione. Leí la última parte Cómo 15 veces. Sabes q soy ansiosa pero quiero el 47. Besos.💋

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te amo y sufro porque me lloras, ya espero que no vuelvas a hacerlo salvo de felicidad acá.

      Eliminar
  8. Eve q puedo decirte, estoy emocionada xq Guille tocó la fibra más íntima de Pedro y después de haber hecho el AMOR logró q su amorcito reflexione. Leí la última parte Cómo 15 veces. Sabes q soy ansiosa pero quiero el 47. Besos.💋

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amor Absoluto, el recodo más bello aunque doloroso, con un reencuentro dónde y cómo debía de ser y falta mucho más para dar, pero ya no habrá sufrimiento, gracias infinitas y mi amor.

      Eliminar
  9. Gracias por tanto Norma Ferzola, presidenta orgullosa y mi amor.

    ResponderEliminar
  10. Gracias por tanto María Elena Ventura, besos.

    ResponderEliminar
  11. Vos queres a las niñas sueltas acá las tenes, antes de ir al amor querida Eve tenemos que recordarte que nosotras somos de Guille así que esta vez Pedro estuvo a un paso del atentado se paso de cabeza dura y sus fundamentos sin sentido ya casi nos cansaron, yo sé que las chicas nos van a querer pegar pero hay veces que Cielito se merece una buena patada en su lindo trasero por pelotudos diría Guille...Jajaja pasado ese exabrupto vamos a lo lindo ya te lo había dicho ame a este Guille valiente dispuesto a enfrentar todo por amor aún sabiendo que se podría encontrar con el rechazo de Pedro, pero el no se daría por vencido y ahí con el corazon en la mano dispuesto a dárselo todo a su amor si es que algo le quedaba ya que todo se había llevado con el abandono al que lo tenía sometido y Pedrito esta vez no lo entendí no entendí esa postura de creerse tan poco y a la vez ese gesto de egoísmo de no darle la oportunidad de elegir si querer estar o no con el en las cosas condiciones que se encontraba. Y el amor vence una vez apoderándose de ellos de la mejor forma en que sabes entregarse, dejando que sus cuerpos dancen con la melodía que mejor conocen la de la pasión y la entrega absoluta, terminando con cualquier duda de Pedro sobre si podía no podía volver a ser un hombre completo y se dejó incendiar por la pasión, pero como Pedro esta con la historia de pobre de mi no te merezco sale y puffff otra vez cagandola con la despedida nuevamente y Guille esta vez tan sensato lo acepta aún sin estar de acuerdo y decidió dejarlo ir aún cuando eso representaba dejar ir su propia vida y decide emprender el duro regreso pero como la que guía esas vidas es tu mano encantada les dejas unirse y Pedro recapacita y se deja llevar por lo único verdadero el amor que siente por Guille y gracias mi Eve querida por este reencuentro a esperar el regreso y seguir con la lucha para vencer los últimos obstáculos para ser felices!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Locas mis niñas, pero hay que estar en el luhgar de cielito, y sí se le dieron vuelta todas las creencias, y trato de mostrar las diferentes opiniones en el centro de rehabilitación y obviamente el Amor que todo lo puede, recomiendo una peli, La fuerza del Amor, en vides, que cuenta de esto. Y sí la mentira la hizo bien, pero en realidad cada uno elige su destino y no tenía que mentirle, por eso el final, los llevé de paseo al hotel, pero quise cerrar este recodo donde todo comenzó, o sea en el loft, en Santiago, esto estaba pensado desde los disparos o antes, desde Miguel detrás, gracias niñas y dueña y mi amor.

      Eliminar
  12. Tan emocionante que tengo la cara llena de lágrimas y el corazón a punto de estallar de felicidd...Gracias Eve por enseñarme lo bello y conmovedor del Amor de Almas Gemelas, gracias por tu esfuerzo, por tu dedicación, por tu generosidad al compartir todo lo posible de tus conocimientos...Gracias por tus fics maravillosas, por tu talento, por esa forma que sólo vos tenés de narrar algo y al mismo tiempo hacerme sentir que yo lo estoy viviendo...Sólo puedo decirte que te admiro, que te aplaudo de pie como siempre, que me permito volar y soñar con tu imaginación y tu sensibilidad, y que te quiero con el alma siempre!!!......Alicia Vitolo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y sí Ali adorada, daba para llorar y emocionarse a morir desde los disparos este viaje se convirtió con este recodo en lo mejor que he escrito, orgullosa de haberlo hecho, y terminando de resolverlo en los capítulos siguientes, sé que les dolió pero me aburre la novelita rosa, porque la vida no es así, y mis ficciones tienen mucho de real, además vos mejor que nadie, veías siempre el auto de vidrios polarizados, Miguel estuvo tras ellos siempre, y obvio lo dejé para el final, creo que visto ahora con el reencuentro, es lo más bello de la fic y de todas. Gracias infinitas por verlos y sentirlos y mi amor.

      Eliminar