NAUFRAGIO. CAPÍTULO 25.

 

NAUFRAGIO.  CAPÍTULO 25

Bs. As., martes 23 de noviembre de 2014.

… Amor, ¿te gustó el abogado?

… Sí, lo importante es que se ponga en contacto con Fabián y que terminemos con el divorcio lo antes posible. El  resto será derivar los casos de la clínica, creo que no tendrán problemas con ello.

Suerte que ya tenemos en regla los papeles del auto. Ahora una vez que ellos se contacten, supongo que vendrá el formalismo de la famosa audiencia de conciliación, pero si Ana no hace ningún quilombo y  nos podemos poner de acuerdo, en 4 a 6 meses tengo que ser un hombre libre.

… Eso de libre… será un ratito Graziani, porque a los cinco minutos te casarás conmigo, te lo  firmo y te lo sello.

… Agradece que estás manejando porque…., mejor me callo ahora, pero, ¿sabes por qué anoche te invité a cenar o acaso no has recordado aún qué día fue ayer?

… El cumple mes de tus besos Graziani, jamás lo podría olvidar, los besos que me atraparon para siempre. Creo que lo festejamos a lo grande en nuestra habitación.

… Sí. Y seguiremos haciéndolo toda la semana y con la salida del sábado supongo.

…! Uau!, mira que te tomo la palabra.

… Camila, mi amor, hoy Pedro está de guardia, no tiene sentido esperar una semana más, vamos a hacer el test casero y si es positivo terminaremos con la duda.

… Si quedé embarazada el 22 de octubre es muy pronto, podría dar  negativo.

… Lo repetiremos entonces, pero si es positivo ya podrás hablar con la obstetra y con Pedro. ¿Estás de acuerdo?

…Está bien, lo voy a hacer. Gracias por estar a mi lado

Manuel, ¿estás seguro de desear casarte conmigo aunque el hijo sea de Pedro?

… Es lo que más deseo en el mundo, embarazada o no te amo, quiero que seas mi esposa.

… Bueno, voy a hacer esto, porque además tengo que definir lo de la residencia, si es

Positivo.

… Todo hubiera sido tan sencillo si hubiera sido tuyo. Además le temo a la reacción de Pedro, teníamos una especie de pacto, no sé si podrá asumir la paternidad.

¿Le dijiste a María?
… No, hubiera sido demasiado. Imagina que se enteró de lo de Mirna, de la condición de Pedro, de que ahora eres mi mujer, no podía decirle también que estás embarazada de Pedro porque la iba a matar. Ya veremos si viene, si se queda allá. Supongo que se lo dirá Pedro en su momento...

… Listo, ahora a esperar unos minutos. ¿Te das cuenta que nuestros hijos serían hermanos de éste, y primos?, es un lío.

… Camila, es obvio que formaríamos una familia un poco rara, pero si logramos el lazo de amor entre todos, que se sientan primos, hermanos o lo que sea estará bien, además será como mi hijo más que mi sobrino. Mi relación con Pedro al ser gemelos es más que la de un hermano. Todo estará bien hermosa, no es fácil pero todo va a estar bien.
… ¿Piensas que vendrá?  María digo, ¿dejaría a tu padre?

… No lo sé Cami, le dije que la quería tener cerca, más para nuestro casamiento, pero no lo sé. Bueno, ¿miro yo?
….Positivo. Raro, pensé que daría negativo

… Felicitaciones mamá hermosa. Te amo, y siempre estaré a tu lado, ahora llama a Pedro y queden en hablar mañana.
… ¿Y si espero a tener la ecografía?
… Tiene derecho a elegir acompañarte, corresponde que lo sepa ahora. ¿Quieres que se lo diga yo?
… No,  se lo diré yo, lo llamo y le pediré que pase por mi departamento mañana al salir de la clínica y que sea lo que Dios quiera.
… Amor, en el último de los casos, que no sucederá, pero si Pedro o Guillermo, o por algo, no aceptaran a este bebé, sería mi hijo, ¿lo sabes verdad? Nada de pensar en cosas raras. Cuando todo esté encaminado hablaremos con tu padre.

…. Bueno, mañana cenaremos juntos, a solas. No podría hablar delante de Guillermo, no lo conozco, los traté pésimo cuando fui a la clínica.

… Está bien, Pedro le contará, es lo correcto. ¿No quieres que yo esté allí?

… No Manuel, ven más tarde si quieres o habla con Pedro luego, necesito decírselo a solas.

… Como lo prefieras, estaré cerca, al primer llamado o mensaje en minutos estaré allí, ya sea  Pedro o tú que me llamen.

… Gracias por ser tan bueno.

… No sé si soy tan bueno, pero sí que te amo.

Bs. As., miércoles 24 de noviembre de 2014.

“…Debería estar feliz, sé que debería estarlo, casi tengo 35 años y es una bendición tener un hijo, pero no lo estoy. Pedro se va a poner furioso, y además es todo tan complicado para todos. ¿Qué va a pasar con mi trabajo? Ojalá me vaya bien en un consultorio. ¿Y mi papá? ¿Qué va a ser de Pedro y de mí? Si Guillermo lo dejara por esto me odiará toda la vida. Manuel dice que nos casaremos igual, ¿pero si viene María y lo convence de que no? Lo amo. ¿Quizá no debería decírselo a Pedro? Quizá…quizá debería poner fin a esto. No, soy médica, no puedo pensar así por Dios, quiero tener este hijo.”

__Camila instintivamente esperaba a Pedro en el sillón, y llevó las manos al abdomen con los ojos llenos de lágrimas.

.”.¿Qué voy a hacer?”

___ Cerró los ojos y se recostó, apareciendo la imagen de un niño pequeño, con los ojos verdes y el pelo rubio, corriendo por un prado con ella y Manuel con Pedro detrás, y eso la tentaba, le llenaba la cabeza de posibilidades.

Luego veía aparecer a Guillermo que lo tomaba en brazos llevándolo hacia la casa con Pedro, mientras ella  con  Manuel iban de la mano detrás.

“¿Será  posible esto como cree Manu?” “Ahora me veo gorda, con un embarazo avanzado”

__ De pronto al sonar el timbre abrió los ojos sobresaltada temiendo la reacción de Pedro.

…Hola Camila, estás preciosa.

…Hola, Camila susurraba con la mirada hacia abajo. Pasa, siéntate. Lástima que no quieras cenar.

… Me espera Guillermo, voy a cenar luego con él.

… Está bien. ¿Un café, una copa?

… Estoy bien. ¿Qué pasa Cami, es  Manuel?

… No. Nada. (“Ahora, tengo que decirlo ahora”)

¿El trabajo en la clínica te gusta?

… Sí, me encanta, gracias. Camila, te conozco bien. ¿Qué ocurre? La voz de Pedro sonó más firme y Camila se asustó.

.. Solo que te extrañé, eso es todo. He estado preocupada por como los traté en la clínica. Fue todo tan raro, tan rápido, que no pude entenderlo.

… Es lógico, hasta a mí todavía me cuesta. Lo tuyo con Manuel fue igualmente rápido.

.. Lo sé. (“Cuéntaselo, no puedes ser tan cobarde, Pedro es bueno”)

Tengo un tiramisú muy rico, sirvo un poquito, ¿sí?

… Bueno, ya que insistes. El sábado íbamos a salir con Manuel, Guillermo y unos amigos, puedes venir si lo deseas.

… Me contó, me gustaría, según lo que opine Guillermo, no quiero que se sienta incómodo.

… No lo creo, pero se lo diré, no te preocupes.

___ Camila picoteaba el postre sin ganas, con un nudo en el estómago, convertido en una bola de nervios que la oprimía.

…  Camila, ¿vas a decirme lo que te pasa?, creo que luego de convivir cuatro años puedes confiar en mí. Por favor. Me está volviendo loco verte así mujer, sabes que te quiero mucho aunque no te ame.

… No Pedro, no estoy bien, pero no es por lo nuestro o por Manuel. No sé qué hacer. Tengo algo que contarte y me vuelve loca saber que te vas a poner furioso, prométeme escucharme por favor.

.. Pero sí mujer, habla por favor.

___ Camila tragó saliva, tratando de reprimir el pánico que le atenazaba la garganta, inspiró hondo tratando de calmarse.

… Estoy embarazada, es tuyo Pedro.

___ Pedro quedó petrificado, y lentamente el color le fue abandonando la cara.

…¿Qué?

… Estoy embarazada, me hice anoche el test, y es tuyo.

… ¿Cómo?

…¿Cómo que  cómo? ¿Qué pregunta ridícula es esa? ¿Y tú cómo crees?

__ La expresión del rostro de Pedro y la mirada se transformaron tensándose y  helándose al mismo tiempo.

… ¿Te olvidaste de ponerte la inyección?

___ Camila se quedó mirándolo incapaz de hablar, estaba furioso. Y ella no sabía ya si lo había olvidado, eso había pensado al comienzo, pero ya estaba tan aturdida que no lo recordaba.

Pedro golpeó el apoyabrazos, levantándose de repente, pasándose las manos por el pelo, por el rostro.

… ¡Dios, Camila! Solo tenías que recordar una cosa, una puta cosa. ¿Cómo puedes ser tan estúpida?

… ¿Estúpida?, quizá no lo olvidé y la inyección no funcionó, a veces pasa, y tú  ¿por qué no te cuidaste? Yo creo que fue el día que conociste a Guillermo y luego me hiciste el amor como loco, entonces no te cuidaste.

…. Teníamos un acuerdo sobre eso.

.. Lo sé, lo siento.

… ¿Que lo sientes? ¡Carajo! Te vas a casar con mi hermano, soy gay y me casaré con Guillermo. ¿No tienes algo mejor para decir?

… Sé que no es el mejor momento ni la circunstancia,… pero por algo será, nunca antes nos había sucedido.

___ Pedro cerraba los ojos intentando controlar la confusión, la ira.

Pero no lo logró.

… ¿Se te olvidó o lo hiciste a propósito? ¿De verdad quieres casarte con Manuel o me quieres cazar con un hijo? ¿Cómo sé que es mío si ni un ADN serviría en este caso?

… Mierda Pedro, ¿cómo crees que sabiendo que eres gay voy a querer cazarte con un hijo y arruinarme la vida? ¿Por quién me tomas? Por supuesto que amo a Manuel, y es tuyo, porque con él nos cuidamos siempre, solamente contigo pasó lo del descuido.

___ Los ojos de Pedro echaban chispas emanando furia desde él como un campo de fuerza.

… Manuel lo sabe, supongo.

.. Sí, y está feliz, lo ama, será su tío.

… ¿Cómo se lo diré a Guillermo? Yo nunca quise tener hijos Camila.

… Pedro, por favor, no me grites.

… No empieces con lágrimas ahora. ¿Crees que con lo que he pasado estoy preparado para ser padre?, con la voz quebrada por una mezcla de pánico y de furia.

… Entiendo, está todo claro. Entiendo el miedo y el arrebato de odio que veo en tus ojos, es la rabia de un adolescente impotente. Ya sé que ninguno de los dos está preparado para esto, más bajo las circunstancias actuales, pero creo que vas a ser un padre maravilloso, Manu también lo piensa y Guillermo tiene un hijo, lo tiene que entender. Tienes el mismo derecho a ser padre y es tu única oportunidad quizá de ser padre biológico ahora. Ya nos arreglaremos.

… ¿Cómo sabes todo eso tan seguramente? ¿Cómo?

___ Los ojos de Pedro ardían en un sinfín de recuerdos y emociones que cruzaban el rostro rápidamente, y el miedo era la más destacada de ellas. Levantó las manos aturdido, en gesto de derrota, y se encaminó hacia el vestíbulo agarrando su saco al salir sin más del departamento.

… Mañana tengo turno con la obstetra, pensé que desearías ir.

… No puedo, estoy de guardia.

___ El portazo que dio hizo saltar a Camila, que se quedó en silencio, sola, acurrucada en el sillón, estremeciéndose involuntariamente mirando la puerta cerrada sin expresión, apoyando luego la cabeza entre los brazos sobre la mesa comenzando a sollozar.

“Se ha ido, su reacción ha sido mucho peor de lo que esperaba, nunca lo va a aceptar, menos querer”

___Cuando Manuel entró con su llave apenas reaccionó.

… Camila, mi amor-

… No lo quiere Manuel, está furioso. Nunca podrá aceptarlo.

___ Camila se incorporó limpiándose las lágrimas de la cara.

… Te traigo un té, no puedes tomar alcohol ahora.

__ Manuel recogió los platos mirándola y se encaminó a la cocina pensativo. Camila lo siguió sentándose en el banquillo del desayunador mirándolo mientras le preparaba el té. Al poco tiempo puso la taza humeante delante.

… ¿Preparo algo para cenar?

… No para mí, no podría, gracias. Pide algo para ti.

… Para ambos.

… No tengo hambre.

.. Pero ahora necesitas comer. Ahora tienes que preocuparte por alguien más que por ti. Deja que prepare algo amor. ¿Qué te gustaría?

… No puedo Manu, te juro, no podría.

… ¿Le dijiste o preguntó de cuánto estás?

.. Le dije que creo que de cuatro semanas, pero ni sé si escuchó que mañana voy a la obstetra. Sé que es un shock para él, pero esta reacción ha sido exagerada Manu. Es el padre.

… Ya se calmará y regresará, déjalo que lo procese, y además que hable con Guillermo. Si no quieres comer al menos descansa un poco.

… ¿Y si no vuelve? No sé qué  hacer. Estoy perdida, Manu, es su padre. Es tan frágil en tantos sentidos que sabía que no iba a reaccionar bien ante esta noticia, que no está preparado, que siente que todas las circunstancias están fuera de control, pero esto ha sido demasiado

¿Y si no puede superar esto?

… Lo hará, si es mi hermano de verdad, podrá, créeme. Volverá, lo hará. Sé que lo hará. A pesar de los gritos, del enojo, de las palabras duras, te quiere, quiere a su hijo y será un gran padre. Lo sé.  

….Pedrito, mi amor, ¿qué te pasa? ¿Qué te ha hecho Camila?

…. Es una mierda amor, todo esto es una mierda.

… A ver, ¿me puedes decir qué pasó o tendré que llamarla o a Manuel?

… Está… embarazada Guille, estoy esperando un hijo de ella.

___Guillermo quedó de piedra, mientras un sudor frío le cubría la frente y comenzaba a temblar sin remedio, alejándose de Pedro sin control.

…¿Me vas a dejar? Es eso, ¿me vas a dejar porque está embarazada?

.. No, Guille, no amor.

… ¿Y entonces? ¿Inicié mi divorcio con Ana para  que sigamos siendo amantes porque te irás con Camila?

… Guille, escúchame, amor, por favor.

¿Te has vuelto loco? ¿Cómo puedes pensar algo así? ¿Adónde vas?

… A tomar aire, no puedo, con esto no puedo, necesito pensar.

… Guillermo, mi amor, no te vayas. Te necesito.

…Hola Pedro, Manuel, ¿qué estás haciendo hermano?

… Guillermo se fue Manu, cree que por el embarazo de Camila  lo voy a dejar, no me dejó explicarle nada.

… Ya regresará, es un hombre grande, pero Camila está destrozada.

… ¡No me digas! ¿Cómo crees que estoy yo?

… Fuiste muy cruel y frío con ella, te necesita como el padre de su hijo Pedro. Y no tienes derecho a decirle que quedó embarazada a propósito cuando el descuido fue tuyo, hasta a mí me contaste lo que sucedió ese día. Sabe que debió haber prestado más atención a la fecha de las inyecciones, pero se mudaron, luego comenzaron a buscar trabajo, pasaron mil cosas en días, no lo hizo a propósito.

… Ella metió la pata hace cuatro semanas cuando olvidó colocarse la puta inyección.

… Pedro, hermano, en todo caso no es tan perfecta como tú. No te reconozco. El embarazo es un hecho, no seas infantil y acompáñala a la obstetra mañana.

… No puedo, tengo guardia, además Guille se fue. ¿Qué no entiendes?

… Está bien, iré con ella, cuando se te pase llámame.

“… Mi pequeño, puede que tu padre sea una causa perdida, pero espero que no. Con suerte se calmará y volverá…pronto. ¿Por qué, Dios mío? ¿Por qué has llegado así?”

… Tranquila Camila, amor, basta. Vamos a descansar y mañana te acompañaré a la obstetra, así sabremos al fin la verdad de las fechas, de todo. Tienes que confiarle todo, es tu amiga de la facultad.

__Pedro despertó frío y temblando, desorientado en el sillón del living y mirando el reloj vio la hora: 23 hs, tenían guardia el jueves y Guillermo no había regresado. Se levantó del sillón con dificultad para corroborarlo y cinco minutos después comprendió lo irrefutable, no estaba en el departamento.

“Amor mío, no entendiste nada, ¿adónde estás? Que no te haya pasado nada. ¿Estarás en la clínica? ¿En lo de Alberto? No, no puedo ponernos en evidencia por una sospecha.

Seguramente has ido…. ¿adónde? ¿A quién recurrirías ante un problema si prácticamente no tienes amigos y estás enojado con tu familia? Necesito localizarte, si te envío un mensaje, me tienes que contestar y te iré a buscar para hablar.”

___ Pedro buscó el celular, al llamar saltaba el contestador y le escribió:

“¿Adónde estás? Tenemos que hablar. Camila se casará con Manuel. Jamás te dejaría, solamente voy a reconocer a mi hijo, si es que existe. Te amo.”

__ Luego de pulsar enviar salió para el baño y llenó la bañera  con un torbellino de imágenes y de emociones desde su infancia en Kenia a la última charla con Camila paseando por su mente y por su ser.

Cuando salió del baño, Guillermo no había regresado. Pedro al pasar por el dormitorio desocupado del departamento recordó que estaban por comprar la casa, y de pronto  pensó en que ahora debería tener un dormitorio más para su hijo. Un hijo suyo y de Camila, su única oportunidad de tenerlo le había dicho ella, y tenía razón. Se asombró de darse cuenta de sus pensamientos y se quedó en bata de pie en el umbral del dormitorio meditando en ello.

Un cuarto que pintaría de celeste o de rosa. Ese pensamiento tan dulce quedó empañado por el hecho de que Guillermo se había ido furioso, en lugar de ver a ese niño como suyo también.

Tomó el edredón y volvió al living para esperarlo en el sillón.

___ Algo lo despertó, un ruido. Guillermo en el vestíbulo. Y estaba murmurando, hablando solo.

Pedro se levantó justo al momento de verlo entrar tambaleándose. Estaba borracho. Se le erizó el vello, Guillermo solamente bebía una  medida de  Whisky en la noche, jamás se emborrachaba. Odiaba a los borrachos que llegaban a la guardia.

Salió del sillón de un salto y corrió hacia él que se había quedado apoyado en el marco de la puerta con la mirada perdida.

… Guillermo, ¿estás bien?

… Pedro...

Pronunciaba hasta su nombre con dificultad, estaba muy borracho y Pedro no sabía qué hacer.

… Estás precioso.

… ¿Adónde has estado?

… Shhhh.

… Será mejor que vengas a la cama, estás muy borracho  y tenemos que madrugar.

… A la cama con vos, sí.

___ Pedro estaba furioso porque le sonreía intentando seducirlo. Le rodeó con los brazos la cintura para llevarlo a la habitación porque apenas se tenía en pie.

… Vamos. Apóyate en mí. Deja que te lleve a la cama, estás muy borracho como para hablar.

… Y vos estás más bonito que nunca.

.. Termina Guillermo, no es gracioso verte así, soy yo el que tendría motivos para esto, no tú. Casi nos caemos los dos. Camina, voy a llevarte a la cama.

… Está bien.

__ Avanzaron con dificultad por el pasillo hasta al fin llegar a la habitación, Pedro lo echó en la cama intentando colocarlo derecho, quitándole los zapatos.

… La cama.

… Sí, la cama, suéltame.

… Ven conmigo a la cama.

… Guillermo, necesitas dormir, tenemos guardia de 48 horas, mejor dicho tengo porque  en este estado dudo que puedas levantarte y no quiero que mates a nadie.

… ¡Qué gracioso!

… ¡Qué borracho!

… Sí.

___ Guillermo reía hasta que una expresión de angustia cambió el rostro haciendo que a Pedro se le helara la sangre. Era la expresión que hablaba de recuerdos desagradables y Pedro pensó en los propios pero también en la infancia de Guillermo luego del naufragio. ¿Y si ambos estaban marcados por ello como para temerle a la paternidad?

Pero él ya tenía a Fabián.

… Sé en qué piensas, los recuerdos horribles de hechos que ningún niño tendría que presenciar,…, menos padecer. Ven conmigo.

___ La expresión de angustia desapareció.

… Voy a desnudarte primero.

___ Guillermo esbozó una amplia sonrisa de borracho.

… Ahora estamos hablando el mismo idioma.

… Siéntate, así te saco el saco y la camisa.

… Me da vuelta todo.

.. ¿Vas a vomitar?

… No. Sos un mandón.

… Sí, siéntate y déjame sacarte la ropa.

___ Guillermo se sentó torpemente apoyándose en los codos y antes de que se cayera nuevamente Pedro lo tomó de la corbata y le quitó el saco.

… ¡Qué rico perfume!

… En cambio el tuyo, deja mucho que desear Graziani.

… A alcohol.

… No es gracioso.

___ Mientras Pedro le quitaba la camisa, Guillermo lo tomó de las caderas intentando tumbarlo a su lado, tirando de Pedro hacia él hasta lograr posar la boca en el abdomen mirándolo a través de las largas pestañas con ojos brumosos y a Pedro se le encogía el corazón, porque en ese estado no podría hacerle entender las cosas.

… Lo preferirás a él antes que a mí.

…. No sabes lo que dices, no estoy eligiendo a nadie. Y puede que sea ella.

… ¿Ella? ¡No!

___ Guillermo se tiró sobre la cama tapándose la cara con el brazo y Pedro aprovechó para aflojarle la corbata.

Luego le quitó las medias y al volver a mirarlo comprendió por qué no había opuesto resistencia. Estaba profundamente dormido.

Se quedó mirándolo extasiado. Le parecía hermoso incluso borracho, dormido y roncando. Relajado y borracho, pero lo amaba.

No tenía la energía y la fuerza necesaria como para quitarle el resto de la ropa, preguntándose además adónde había estado. Pero al menos estaba allí.

Pedro le sacó la corbata, le desabrochó la camisa y el cinturón, la camisa se salió de los pantalones y no pudo vencer la tentación de besarlo, en el límite del abdomen y la pelvis. Guillermo se movió, flexionó la cadera hacia delante pero seguía dormido.

Pedro se sentó, le acarició las mejillas y le dio un beso en la sien.

… Guille, ¿qué voy a hacer contigo si te pones así apenas te nombré lo del niño? Te amo, incluso cuando has estado bebiendo por ahí y regresas borracho te sigo amando, y siempre será así.

… Mmm...

___Pedro volvió a besarlo en la sien viendo en qué posición se colocaría para dormir a su lado, pero antes decidió taparlo, fue por el edredón que había estado usando, y lo cubrió para luego recoger su ropa, y al intentar colgar el saco, se le cayó el celular abriéndose la casilla de mensajes, y entonces vio el último  que no era el suyo y no pudo dejar de leer.

…” Te felicito, no te preocupes, Pedro será un padre fantástico y vos ya lo sos.

Me ha encantado verte” Juan.”

“…. Mierda, no. Allí es adonde has ido, a verlo a Juan, tu único confidente. A ese tipo que me odia le has contado que voy a ser padre. Yo te necesitaba a mi lado y fuiste a emborracharte con él.”

Pedro se quedó mirando el mensaje atónito para volver a dirigir la mirada a Guillermo que dormía. Ha estado con Juan hasta la una de la madrugada bebiendo… ¡con él!

Guillermo roncaba en el sueño inocente de los borrachos, ajeno a todo, sereno.

No. Las piernas de Pedro se querían desmoronar y se dejó caer en una silla junto a la cama, incrédulo.

Una sensación de traición cruda, amarga y humillante le recorría el cuerpo.

“¿Cómo has podido? ¿Cómo has podido buscarlo a él?”

Unas lágrimas calientes y furiosas agrietaban las mejillas. Podía entender su ira, su miedo, incluso la necesidad de atacarlo, quizá hasta pensaba que había estado con Camila más tarde que el inicio de la relación de ellos, podía perdonarle todo, menos…, más o menos. Pero esto… era una traición, era demasiado.

Pedro subió las rodillas apretándolas al pecho y comenzó a sollozar bajito. Su mundo y sus planes se habían desmoronado en horas.

“Debí imaginar que esta relación fue demasiado rápido. Pero te amo. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Cómo has podido hacerme esto? Sabes lo que pienso de Juan. ¿Cómo has podido recurrir a él y contarle todo? ¿Cómo?”

Pedro sentía un cuchillo que se estaba hundiendo en el corazón y en el alma lenta y dolorosamente haciendo la herida más profunda. “¿Siempre será así?

___ Con los ojos anegados, la silueta de Guillermo se veía borrosa.

… “Guille, estoy acá porque te amo, y sé que también me amas. Sé que es así. Recuerdo cada palabra y cada cosa que hemos vivido, pero, ¿podré recuperarme de esta traición?

Pones a prueba toda mi confianza, toda mi fe, y aún así te amo.

Pero ahora ya no solo se trata de mí. Ahora voy a tener un hijo, con una mujer que quiero, que se casará con Manuel que la ama y amará a mi niño, pero será tu hijo también.

___ Pedro trataba de detener las lágrimas sin remedio mientras Guillermo estiraba el brazo buscándolo aunque seguía dormido.

…” ¿Qué voy a hacer contigo Guille? ¿Y qué demonios hacías con Juan? Necesito saberlo.”

___ Pedro miró el mensaje y se lo reenvió a su celular suspirando. Luego comprobó los restantes, pero no había de Juan, solamente de Alberto, de Gaby y suyos, al menos  le aliviaba que no intercambiara mensajes a diario.

“¿Qué estoy haciendo?, en un rato tengo que despertar. Ha sido un día agotador y me esperan dos de guardia. No hay correos de Juan, eso me consuela en cierta manera”

___ Pedro miró el despertador, pasaban minutos de las dos de la mañana y decidió hacerle las cosas difíciles a Guillermo y no dormir allí. Sacó del vestidor una manta y fue al  living porque el otro cuarto estaba desocupado, colocó una almohada y se cubrió con la colcha. Sabía que a la mañana Guillermo se volvería loco buscándolo y pensó que lo merecía.

Se acurrucó en el sofá, se envolvió en la colcha, miró los mensajes y se encontró con el de Juan, puso responder y escribió:

 “¿Quieres que Juan se una a nosotros cuando hablemos de este mensaje que te ha enviado? Me parece lo mejor así no tendrás que salir corriendo a buscarlo después. Tu hombre”

 Apretó enviar y puso el teléfono en modo silencio acomodándose bajo la colcha.

Pedro se sentía abrumado por el accionar de Guillermo. Debería ser un momento feliz, iban a ser padres, lo imaginaba feliz abrazándolo y sabiendo que ese hijo sería de ambos, diciéndole cuánto lo amaba a él y al niño de una mujer que quería, como él en su momento a Ana, en lugar de una desconocida por dinero o adoptivo. Pero allí estaba. Solo y con frío.

 Sabía que la relación con Guillermo no sería fácil, pero esta vez sintió que había superado un límite. Si deseaba pelea, se la daría. No estaba dispuesto a dejar que se acostumbrara a salir corriendo a buscar a Juan ante el menor problema.

Le daría a elegir, o Juan o él y su hijo ahora. Estaba agotado y el sueño lo dominó apenas decidir lo último.

___ Despertó sobresaltado y desorientado momentáneamente sin saber la hora. Tomó el celular y vio: 07.30 horas. Al momento escuchó a Guillermo que había quedado encerrado en la habitación que lo llamaba gritando:

…! Pedro!

___ Al volverse al celular vio tres llamadas perdidas de él y mensajes que ahora no tenía tiempo de leer. Se levantó de un salto, no deseaba llegar tarde a la guardia, se envolvió en la colcha y abrió con cautela la puerta.

Guillermo lo miraba atónito, estaba con la ropa que lo dejara a la noche, pálido y tan lindo que casi se le paró el corazón al verlo. Los ojazos negros estaban muy abiertos y no supo si era miedo o furia. Era difícil saberlo. Seguía mirándolo con intensidad.

…. ¿Dónde estabas?

___ Pedro lo ignoró y dejando la colcha se dirigió hacia el baño escuchando los pasos de Guillermo por detrás, al momento de cerrar la puerta con llave.

… Pedro, respóndeme.

Guillermo golpeaba la puerta y Pedro abrió la canilla de la ducha apagando con el sonido del agua la voz mientras la puerta temblaba.

.. Abre la maldita puerta.

…! Vete!

… No me voy a ninguna parte.

… Como quieras.

… Pedro, por favor.

 Entró en la ducha y le pareció deliciosa, con el agua caliente que lo acariciaba arrastrando el cansancio de la noche y el agobio del día anterior. Durante un breve momento pudo fingir que todo estaba bien. Se lavó el pelo pensando y añorando los dedos de Guillermo y cuando terminó se sintió mejor y más fuerte para enfrentarlo.

Se envolvió en una toalla y abrió la puerta viendo a Guillermo apoyado en la pared de enfrente con expresión cautelosa  mientras Pedro entraba al vestidor.

… ¿Me estás ignorando?

… Qué perspicaz, en un murmullo distraído buscando algo para ponerse.

___ Pedro se volvió hacia el dormitorio, y los buenos modales de Guillermo pudiendo con todo lo demás, hicieron que se apartara de su camino aunque Pedro sentía a los ojos negros atravesándolo cuando se dirigió a los cajones, viéndolos en el espejo.

Dejó caer la toalla al piso, fingiendo que no se daba cuenta de que estaba desnudo y Guillermo gimió, mientras Pedro lo ignoró.

… ¿Por qué haces esto?

… ¿Tú por qué crees?, con voz suave como terciopelo mientras buscaba el bóxer blanco.

… Pedro… Guillermo se paralizó mientras lo observaba ponérselo siguiendo con la mirada los dedos, el recorrido de la tela y más.

… Pregúntale a Juan. Seguro que él tendrá una explicación para ti.

.. Pedro, ya te he dicho que él no es mi…

… No quiero oírlo El momento de hablar era ayer, pero en vez de hablar conmigo  entendiste cualquier cosa, decidiste gritarme y después ir a emborracharte con ese tipo que abusó de ti a los doce años, pero que consideras tu confidente, porque no tienes amigos. Llámalo. Seguro que estará dispuesto a escucharte más que yo.

___ Guillermo entró en el dormitorio colocando las manos en las caderas.

… Y tú, ¿por qué espías mis mensajes?

___ Pedro a pesar de su resolución, no pudo evitar sonrojarse.

… No estamos hablando de eso, Guillermo. El hecho es que cada vez que las cosas se ponen difíciles tú puedes decidir ir corriendo a buscar a Juan.

… No fue así.

… No me interesa, es tarde.

Pedro sacó el par de medias y al agacharse la mirada profunda seguía sus movimientos y sus piernas, la ascensión de las manos de Pedro por ellas y sentía la mirada intensa carcomiéndole la piel, hasta terminar y volver al cajón a buscar el secador.

…. ¿Adónde estabas? Respóndeme., con voz baja y ronca.

___ Pedro encendió el secador y dejó de escucharlo, pero observaba con los ojos entreabiertos por el espejo la mirada con ojos entornados y helados, hasta que apartó la vista centrándose en secarse el pelo.

“! Se va con ese maldito tipo por ahí y está furioso conmigo! ¡Cómo se atreve!

Con el pelo indomable y alborotado apagó el secador.

… ¿Adónde estabas?

… ¿Y a ti qué te importa?

… Pedro, no te pases.

__ Guillermo cruzó la habitación hacia él, Pedro se volvió dando un paso atrás.

. No me toques.

… ¿Dónde estabas?, con la mano en un puño junto al cuerpo.

… No estaba emborrachándome con mi ex. ¿Te acostaste con él? ¿O mejor, te dejaste violar para darle consuelo?

… ¿Qué? ¡NO! Lo miraba con la boca abierta, pareciendo herido y enojado al mismo tiempo-

¿Crees que te engañaría?

… ¿Y tú crees que me casaría con Camila porque voy a tener un hijo con ella? Ya  me engañaste Graziani. Al tomar nuestra vida, o mejor dicho mi vida privada y salir corriendo como un cobarde a contársela a ese tipo.

… ¿Un cobarde? ¿Eso crees de mí?

… Guillermo, he visto el mensaje. Eso es lo que sé.

… Ese mensaje no era para ti.

… Bueno, la verdad es que lo vi al caerse el celular cuando fui a colgar el saco que tuve que sacarte anoche porque estabas demasiado borracho como para desvestirte.

¿Sabes cuánto daño me has hecho por haber ido a ver a ese tipo?

¿Te acuerdas anoche cuando llegaste? ¿Recuerdas lo que dijiste?

___ Guillermo empalideció, mirándolo sin comprender.

.. Bueno, tenías razón. Elijo al bebé indefenso por encima de ti. Eso es lo que hacen los padres que quieren a sus hijos. Eso es lo que mis padres deberían haber hecho y entonces no estaríamos teniendo esta conversación. Pero ahora soy adulto. Y hay que crecer, enfrentar las cosas y dejar de comportarse como un adolescente. Puede que no estés contento con lo de este bebé, tampoco yo estoy extasiado dado que no es el momento, las circunstancias y que tu reacción ha sido mucho menos que agradable ante esta nueva vida, pero sigue siendo carne de mi carne. Puedes hacer esto a mi lado, que ese hijo sea nuestro, o lo haré solo. La decisión es tuya.

Ahora me voy a trabajar, si quieres puedes no venir, total eres el jefe. Cuando regrese mudaré mis cosas a la otra habitación, la voy a habilitar.

___ Guillermo parpadeó perplejo.

… Ahora si me disculpas, me gustaría terminar de vestirme.

… ¿Eso es lo que quieres?

… Ya no sé lo que quiero. En susurro y haciendo un esfuerzo monumental para fingir desinterés.

.. ¿Ya no me amas?

… Aún estamos juntos, ¿no?

…¿Has pensado en dejarme?

… Si tu... casi... marido prefiere la compañía de su ex a la tuya, no es buena señal.

___ Pedro se sentía sexy, en medias, con el bóxer blanco, se puso de pie mirándolo con frialdad. Guillermo parpadeó y sus ojos recorrieron rápida y ávidamente el cuerpo amado palmo a palmo.

.. Sé lo que estás haciendo precioso. Cálido y seductor.

.. ¿Ah, sí?

___ Guillermo se acercó y Pedro retrocedió.

… Ni se te ocurra tocarme Graziani.

.. Sos mi hombre.

… Soy el hombre que te ama y ahora está esperando un hijo de una mujer que quiere, como tú tienes a Fabián de Ana, al que abandonaste ayer cuando más te necesitaba.

… No era mi intención.

___ Pedro casi no podía respirar sabiendo que si lo tocaba iba a sucumbir, sabía el poder que Guillermo tenía sobre él y sobre su cuerpo traidor. Y para evitarlo se aferró a la furia.

… Me tomé unas copas con una persona a la que estuve unido más de cuarenta años, hemos arreglado nuestras cosas, es mi confidente. Pero no lo veré más  si es lo que deseas saber.

… ¿Fuiste tú a buscarlo?

… Al principio no. Intenté localizar a Alberto, no pude, y por costumbre supongo terminé en el edificio de Palermo, y Juan llegaba. Pero no subimos, fuimos al bar que frecuentábamos.

… ¿Y esperas que crea que no vas a volver a verlo? ¿Y la próxima vez que crucemos una barrera? Tendremos la misma discusión una y otra vez. ¿Si cometo algún error no irás corriendo a buscarlo de nuevo?

___ Por fin Guillermo entendió cómo se sentía Pedro, mirándolo parpadeando.

.. ¿Qué significa eso?

… ¿Por qué puedes hablar con él y no conmigo?

… Estaba confundido, enojado porque pensé que ibas a casarte con Camila, cometiendo el error que yo con Ana,  no sé lo que se me cruzó.

… ¡No me digas!, bueno ahora yo estoy muy enojado contigo.

… ¡Qué espectáculo estás haciendo, Pedro!

… Bueno, al menos aunque vaya a tener un hijo de una mujer sigo resultándote entretenido.

… Necesito una ducha.

… Y yo te he entretenido bastante ya, con mi espectáculo.

… Muy interesante por cierto.

___ Guillermo dio un paso al frente y Pedro retrocedió.

…  No hemos resuelto nada, ¿no?

… Yo diría que no. Solo que me voy a mudar de habitación.

___Los ojos negros soltaron llamaradas.

… Juan no significa nada para mí.

… Excepto cuando lo necesitas o él a ti.

… No lo necesito a él, te necesito a vos.

… Ayer no. Ese tipo es un límite para mí, Guillermo.

… Está fuera de mi vida.

.. Ojalá pudiera creerte. Por favor deja que me vista y me vaya, te esperaré en la clínica.

… Te veré allí a la noche, tengo inter hospitalarios.

___ Durante un breve momento Pedro deseó abrazarlo, consolarlo y consolarse, pero se resistió porque estaba muy enojado. Guillermo se dio vuelta rumbo al baño y se quedó petrificado hasta escuchar que cerró la puerta.

Entonces Pedro fue hacia la cama y se dejó caer.

No había llorado, no había caído en los juegos sensuales,  se sentía merecedor de una medalla, pero también lo invadía desde el interior una profunda tristeza vital. No habían resuelto nada, estaban al borde del precipicio. ¿Estaría en riesgo la relación? ¿Por qué no entendía que se había portado como un idiota por haber salido corriendo a ver a Juan? ¿Cómo podía creerle ahora?

Al mirar el reloj, saltó a vestirse, y sin despedirse, mientras Guillermo seguía en la ducha salió.

 En el auto solo, el día gris amenazante reflejaba su estado de ánimo y los ojos comenzaban a anegarse sin remedio. Había tenido menos de  veinticuatro horas para asimilar la noticia de su hijo y Guillermo menos, Manuel estaba yendo con Camila al obstetra. Y aún se sentía fatal cuando entró al despacho por un café, y no escuchó a Gaby que entraba detrás.

..¿Pedro, estás bien?

… No, pero es largo Gaby, vamos a la revista mejor.

___ Pero el celular sonó, pensó en Guillermo pero era Manuel.

.. Pedro, ¿qué hacía Guillermo buscándote como loco más temprano?

… Buenos días Manu, ¿cómo estás?

… ¿Qué pasa?

… Hemos tenido una pelea, estaba durmiendo en el sillón.

… ¿Te ha hecho daño?

… Sí, pero no lo que pudieras imaginar, pero no quiero derrumbarme en una guardia ni terminar llorando. Tengo revista. ¿Hablamos luego?

… Está bien,  pero, ¿estás bien?

… Sí y no. ¿Vas con Cami a la obstetra?

.. Por supuesto. No te preocupes, seguramente harán los test de embarazo, verán el estado general,  es normal que aún no puedas venir. Para la próxima estoy seguro que estarás con ella, y quizá vengas con Guillermo.

… Gracias hermano, te quiero. Y dile a Camila que deseo a ese hijo, que los quiero.

.. Lo sé.

___ Pedro sintió una emoción repentina ante sus palabras para con su hijo y ante la compañía y comprensión de su hermano, y cuando Alberto entraba, las lágrimas rodaban libres por las mejillas.

… Pedro, ¿y Guillermo?

… Vendrá más tarde.

… ¿Están bien ustedes?

… Hemos tenido una pelea, ya lo arreglaremos en algún momento.

… Es una buena persona.

.. Lo sé, pero tiene sus cosas Alberto, como todos supongo, vamos a la revista mejor.

___ Cuando Pedro regresó al despacho luego de las cirugías Guillermo no estaba, almorzó a solas, pastas, charlando con la Sra. de cocina.

 Había dejado transcurrir las horas chequeando mensajes y mails y al no tener ninguno supuso la furia de Guillermo y mantuvo la suya, y se ahogó en el trabajo solamente deteniéndose para almorzar.

A las 21 horas, continuaba en el despacho solo y decidió llamarlo.

… ¡Hola!, Pedro.

… Hola. ¿Vas a venir a la clínica?

… Estoy reunido todavía.

… ¿Sigues en las jornadas?

… ¿Adónde  esperabas que estuviera? ¿Con Juan?

… Te dejo mejor. Te estaré esperando para cenar.

… En un rato iré.

___ A las 23 horas Pedro continuaba solo, ya había hecho la revista de la noche. No deseaba hablar con nadie. Ni siquiera con Camila o Manuel. Se fue a la habitación, se acurrucó bajo la colcha, apenas pudiendo sostener abiertos los párpados y de súbito dejó salir todo, los sentimientos y emociones reprimidos en las últimas 24 horas desbordaron en un llanto sonoro con sollozos ahogados contra la almohada que contenían de todo, pero además la añoranza y el Amor por Guillermo.

En el pasillo, una figura fuerte se acercaba a la puerta, temblando a solas en el silencio de la oscuridad y todavía como una estatua permaneció unos instantes allí.

En las presentes circunstancias, colarse en la cama de Pedro resultaba inaceptable, incluso reprensible.

Pero también inevitable.

Una vez que sus ojos se adaptaron del todo a la oscuridad giró a la derecha, echó a andar por el pasillo sin hacer ruido, en dirección a la puerta de la habitación. Cuando se encontró frente a ella, levantó la mano titubeando, pero al fin llamó con suavidad.

Transcurrió un minuto de silencio, hasta que  oyó las suaves pisadas de unos pies descalzos. Un instante más tarde, la puerta se abrió.

Sonrojado por el sueño, con el cabello revuelto, Pedro lo miró parpadeando. Con la boca entreabierta, irradiaba calidez y la promesa del paraíso.

Los ojos marrones  se encontraron con los negros. Por espacio de un largo minuto, Pedro se limitó a mirarlo, luego dio un paso atrás y le indicó que entrase.

Guillermo cruzó el umbral y Pedro cerró la puerta tras él, se volvió… y se echó en sus brazos.

Guillermo lo estrechó contra sí, los labios se sellaron. No necesitaba palabras para decir lo que deseaba decir.

 Continuará...

UN DESTINO… UN AMOR… GUILLE Y PEDRO…. PEDRO Y GUILLE.