MÁS ALLÁ DE LA FICCIÓN..PREDESTINADOS. CAPÍTULO 18... LAS ESPERAMOS EN LA MAÑANA O TARDE... BESOS..

 

MÁS QUE UNA FICCIÓN...RELATOS BREVES. PREDESTINADOS. CAPÍTULO 18.

Córdoba, domingo 29 de octubre de 2014.

___ Guillermo despertó con Pedro en sus brazos por primera vez en esta vida, su niño doliente, su joven amante de siglos, su hombre sabio, su Amor eterno, con el cual todavía no había concretado la unión física en esta vida pero al cual sentía que amaba y conocía desde el inicio de los tiempos y más, luego de la confesión de aquella noche.

“ Precioso, te han hecho tanto daño, debías tener tanto miedo de enamorarte de mí y sin embargo a pesar de mi alejamiento la peleaste, no dudaste, a pesar de que te avasallé las primeras veces y del abuso que sufriste no huiste, no me rechazaste, no te fuiste con Matías. Estás dispuesto a aceptar que somos  amantes eternos y tengo que estar a la altura de lo que siento, y cuidarte, amarte con dulzura, de a poco, lentamente y respetando tus tiempos aunque sé que deseas hacer el amor. Me tengo miedo, sos mi roca pero sos de cristal aunque no lo desees, lo que te hicieron pocas personas lo pueden soportar, mucho menos superar.

Sos tan hermoso, que mientras más te miro y admiro, te aprendo de memoria, más te deseo, quiero ser tu roca, tu simiente y tu cemento, tu cielo, el aire que respiras, el alimento de cada día, el agua que te sacie, el viento y el sol que te acaricie y te abrase, quiero ser la nada y el todo, dos y el UNO, quiero ser tu AMOR”

Pedro ronroneaba ante los besos de Guillermo en el pelo y no deseaba despertar porque estar inhalando su aroma le parecía el sueño de siglos, pero sabía, intuía su mirada, sus pensamientos, su piel, estaba empezando a reconocerlo con los cincos sentidos y más.

Al fin mientras peligrosamente Guillermo le besaba el rostro, los labios gruesos anhelantes tomaron los finos sin permiso ni aviso. Con la suavidad del terciopelo, Pedro los saboreó, los hizo suyos milímetro a milímetro, mordisqueando, succionando, y Guillermo gemía sin creerlo, mientras se estremecía de deseo contenido por vidas, y Pedro le dio acceso a su boca invitándolo entreabriendo los labios buscando su lengua con el extremo de la suya, hasta que al fin se encontraron, se enroscaron, se entrelazaron mientras sabían al aliento y a la saliva del otro, que se hacían uno, y los dientes chocaban, cuando el deseo in crescendo llevaba a las lenguas torpes a colisionar a su vez en el camino exploratorio de huecos y paladar, hasta llegar a la garganta para recomenzar la batalla en el extremo, con los labios sellados y las manos espiando bajo la ropa sendos territorios vírgenes en esta vida, recodos, huecos, montes y llanuras, dibujando los nuevos mapas que cuando decidieran iban a recorrer para llegar a la conquista del otro y del Todo y el Uno que deseaban ser como en cada vida y como siempre y para siempre.

…. Bueno, bueno, Pedrito, basta amorcito, que no soy de piedra y te dije que aùn no haremos el amor.

… Esto lo es, esto es hacer el amor también. ¿No te gustó reconocer  parte de nuestra fusión?

___ Guillermo le mordió el lóbulo de la oreja con desesperación en respuesta, hundiendo la lengua en el oído, para regresar al vicio de besar esos labios que ya sabía que nunca más podría dejar de anhelar a  cada instante.

… ¡Buenos días mi amor! ¡Qué lindo despertar en tus brazos!

… ¿Dormiste bien?

…. Como nunca, ¿qué hora es?

… Casi mediodía.

… ¿Por qué no me despertaste?

… Porque soy muy egoísta, y te estaba recorriendo y aprendiendo de memoria mientras dormías, extasiado en y con tu belleza. ¿No puedo?

… Lo sabía.

… Mira que atorrante, te hacías el dormido entonces.

… Sí y no, pero intuía  tu presencia. ¿Pedimos el desayuno?

… ¿A esta hora? No lo traen ya precioso. Mira, voy a ducharme a mi habitación, me cambio, haces lo mismo y bajamos directamente a almorzar, previo café doble.  ¿Qué te parece?

Y luego hablaremos un poco de lo de mañana, con un poco de suerte a la noche o el martes regresaremos a Bs. As.

… No tengo mucho apuro en verdad. Allá correré más peligro que acá.

… No a mi lado amor, nunca a mi lado.

___ Se miraron ansiosos. Solo habían estado juntos un día, pero se sentían tan a gusto compartiendo noche y día que ya la idea de separarse era una utopía.

… Para mí podrías convertirte en un hábito adictivo, difícil de romper.

… Imposible necesito escuchar.

… Mira, mira vos, atorrante y pretencioso.

___ Pero sabían que era así para ambos, estaban saltando barreras que antes respetaban, para adentrase en el territorio desconocido del otro en esta vida.

… Bueno, basta de besos, y me voy o en lugar de almuerzo pasaremos a la cena.

… Guille, ¿por qué no deseas hacer el amor?

… ¿Quién dijo  que no lo deseo?, muero de  deseo por amarte, pero necesito que sea sin estrés, cuidarte, mimarte,  que sea tu primera vez, que lo vivas así y se borre la pesadilla en lugar de resurgir, salvo que…

… ¿Salvo?

… Que quieras poseerme  vos, que en lugar de enloquecerme a besos y con esos dedos que hacen magia continúes, y te pongas a prueba.

… No, no amor,  prefiero que la primera vez me poseas tú. Tengo miedo de mí mismo, no me perdonaría hacerte daño.

… No existe esa posibilidad, mira los besos que me has dado.

 Está bien, guardaremos el deseo de siglos para nuestra primera noche en Bs. As., entonces te haré el amor, si me dejas.

… ¿No me dirás adónde iremos?

… No aún, por seguridad, lo diré cuando estemos allí, además me preocupa el día de mañana y tenemos que ponernos de acuerdo amorcito.

Bueno, voy a la habitación y te veo en media hora en el comedor, ¿sí?
… Guille, quisiera que el tiempo de estar juntos se detuviera, porque sé que tenemos cosas por resolver, pero pasa de prisa. Esta noche quizá sea la última acá, y luego de esos días en que me escondas en Bs. As. quizá por mucho tiempo  tendremos pocos momentos.

… Shhhh, los aprovecharemos, hasta que podamos estar juntos en todos los momentos. Te amo Pedro Beggio.

… Yo más Guillermo Graziani, me encantó dormir contigo, vestidos.

… A mí también, igual la ropa no fue una barrera para mi mirada, porque te conozco de memoria desde antes.

… Luego de hablar de trabajo y de la cena, ¿me llevarías a bailar esta noche?, para compensar el rechazo de la primera vez

.. ¡Uy qué golpe bajo!, es una extorsión, pero no puedo rechazar semejante propuesta esta vez, iremos a bailar, lo prometo. Pero no vayas a invitar a Matías o te mato.

… Es buen tipo.

… Sí, digamos que está mejor, pero me matan los celos y ya me confesó que le caes demasiado bien.

… Se va mañana, no creo que quiera salir.

… No lo tientes por las dudas.

___En media hora estaban tomando un café doble en la barra, amargo para Guillermo, dulce para Pedro y Matías de lejos notó una energía distinta y en verdad se alegró sabiendo que quizá sus palabras habían hecho pensar y actuar a Guillermo y no se acercó. Pedro ya tenía la tarjeta de la clínica.

A poco les dieron mesa y almorzaron asado con papas, disfrutando de un poco de vino, porque Guillermo no le dejaba a Pedro tomar más hasta que no hiciera los estudios.

… Guille, ¿puedo hacerte una pregunta?

… Dos.

… Una por ahora. ¿Vas a continuar por mucho tiempo esa relación con el fiscal?

… Ya no existe cielito, nunca existió de mi parte ni con él ni con nadie. Te buscaba en otros cuerpos y no eras y los poseía por cobarde, por no saber estar solo, por instinto, pero no hay nada allí, al menos de mi parte. Cuando comenzaron los sueños,  y desde entonces solamente le he visto por tu caso.  No tenía cómo averiguar,  él contactó a Pérez, éste a Moravia y aquí estamos. Cuando esto termine le diré adiós a la persona, ¿conforme? Vamos al salón de hombres, quiero repasar la declaración, los papeles, los de tu  ex-suegro me sorprenden, debe estar muy seguro de que los atraparán porque los ha firmado.

___ Se instalaron en la mesa junto a la ventana y repasaron el caso y las pruebas.

… Bueno, entonces, en cuanto allanen las dependencias de acá, va a declarar el testigo protegido local, luego iremos con lo nuestro.

Toma, tu documento.

… ¿Lo tenían?

… Claro precioso, por si algo se filtrara no pueden encontrarte hasta que no caigan los de Bs. As., aquí tienes el documento bajo el cual vas a declarar, y si el juez toma el caso y lo pasa a la justicia Federal, desde allí Pérez tendrá libertad para allanar en Bs. As y esperaremos a que vayan ante el juez los cabecillas para que puedas aparecer. En tanto te tendré secuestrado.

.. ¡Uy qué lindo!, mi victimario. Prometo amarte como toda víctima.

… No, no hables así que me recuerda  el encuentro en Varsovia, no quiero  eso para esta vida. En ésta, quiero disfrutarte mucho tiempo, en paz.

¿Entendiste todo?

… Todo, y si terminamos antes de media tarde nos iremos en la noche.

…  Preferiría viajar el martes en la mañana, la casa donde iremos está en el campo y llegar de noche no me gusta.

…. ¡Guau!, solos en el campo.

Me voy.

… ¿Adónde?

___ Pedro se acercó y le susurró al oído.

… A ponerme más lindo para ti, para la cena y el baile.

Más tarde luego de cenar fueron a un bar gay, tomaron unas copas en un ambiente agradable, sentados en sillones de cuero sin poder apartar la mirada uno del otro, detenidos en la charla sin importancia, sus miraban se internalizaban y se quedaban perdidos en su espejo por largo rato.

Guillermo  pensaba que tal vez sería peligroso bailar, pero no podía resistirse a tenerlo en sus brazos y seguramente a hundirse en esa boca que lo tenía embobado. El aire se cargaba con la intensidad de lo que sentían y ambos lo percibían en cada poro y en su esencia.

Guillermo al fin pidió champán y brindaron por el reencuentro. Luego dejó su copa, lo tomó de la mano temblando ambos al contacto, y lo invitó a bailar. Pedro lo siguió a la pista encantado, bajo un techo de pequeñas estrellas centelleantes. Era el sitio más romántico que había visto nunca, y esta vez, mientras bailaban sus cuerpos fueron como uno solo. Y se movían lentamente amoldándose y reconociéndose, al ritmo de melodías conocidas, embriagados en la mirada. Ninguno de los dos dijo nada, se limitaron a pegarse uno contra el otro, incrustándose  pese a las barreras y cerrando los ojos inhalándose.

Pasó mucho rato antes que salieran de la pista. No querían pensar en el día siguiente de conflictos ahora que estaban en el cielo.

Cuando salieron del local, Pedro se estremeció de cabeza a pies cuando Guillermo lo rodeó con un brazo, con una noche cálida y estrellada como testigo.

Caminaron un trecho, luego tomaron un remis, se sentaron muy juntos tomados de la mano. Ambos pensaban en el día siguiente y en qué pasaría en Bs. As., se palpaba la seriedad en el ambiente. Le indicaron al chófer dar un paseo en esa bonita noche antes de volver al hotel y Pedro apoyó la cabeza en el hombro fuerte susurrando.

… La he pasado maravillosamente Guillermo.

… Yo también

___ Entonces Guillermo se volvió, mirándolo con intensidad y  se sobresaltaron ante las palabras, porque ambos tenían la misma pregunta.

… ¿Qué vamos a hacer con?

__ A Pedro se le puso la piel de gallina.

… ¿Con qué? ¿Con esto,…, lo nuestro?

… Sí, con nosotros. Estoy enamorado de vos Pedro. Quiero que lo sepas, que lo grabes en el alma y en la piel, que siempre lo lleves con vos, te amo. Y ahora sé que desde siempre y para siempre y jamás me he sentido tan vulnerable.

.. Lo sé. Y ya no podemos detenernos, te vengo amando desde el comienzo de los tiempos.

___ Guillermo le levantó la barbilla, le acarició las mejillas, zambulló su mirada en esos labios ardientes prometiéndole...

.. Te amaré para siempre y no quiero perderte en ninguna vida más. Sos todo lo que siempre he buscado y al fin he podido encontrarte.

… Te amo Guillermo, pegándose estrechamente a él. Te amo con la vida.

__ Mientras Pedro pronunciaba esas palabras, Guillermo posó sus labios sobre los de él, y se dio cuenta que ambos llevaban una eternidad esperando esos besos, que los unía más de lo que nunca se habían acercado. Guillermo lo besaba con veneración y Pedro lo abrazaba, lo único que podían pensar es que nunca habían sido tan felices, que no deseaban que ese momento acabara nunca, se sentían totalmente a salvo, uno en el otro, con el otro y el tiempo pareció fundirse en el espacio como sus labios y sus cuerpos adosados con la ropa puesta.

Continuará.

PREDESTINADOS.

EL REENCUENTRO DE DOS ALMAS GEMELAS, DESTINADAS A AMARSE PARA SIEMPRE.