RELATOS CORTOS. PREDESTINADOS. CAPÍTULO 16.

 

RELATOS BREVES, PREDESTINADOS. CAPÍTULO 16.

Córdoba, sábado 28 de octubre de 2014.

Pedro fue hacia la barra con los recuerdos de lo vivido  en los instantes previos con Guillermo flotando en su mente desconcertada. Se sentía cansado, confundido, agobiado y de mal humor. Guillermo había sido una parte de él desde el comienzo de los tiempos. Lo llevaba en su corazón, en el alma, se le había metido en los huesos y en la misma piel. Dejarlo ir ahora sería como amputarse una parte de sí mismo, una parte vital. Pero a pesar de eso, no tendría más remedio que hacerlo si Guillermo no rectificaba el camino. No entendía si dudaba de las percepciones o ahora temía dañarlo por creerlo enfermo.

Esperaba que cumpliera con la promesa de ir a su suite y poder hablar de todo al fin.

… Pedro, ¿estás bien?

.. Cansado Matías, no ha sido un día normal en verdad.

___ Matías le cogió la mano entre las suyas, y le rozó los nudillos con el pulgar.

… Matías,…, lo que me une a Graziani es muy difícil de explicar y muy fuerte, no se va a desvanecer con el tiempo.

… ¿Y si me dieras una oportunidad? Juro que emprendería una batalla a muerte para conseguir tu amor. Sería más tarde un esposo devoto y generoso, y no habría lugar en mi corazón para nadie más.

“¿Es Matías lo que  me está deparado ahora y tengo que sacar partido de esto?, NO, no pueden estar equivocados los sueños”

… Igualmente entiendo a Graziani, le importas demasiado y tiene miedo.

.. ¿De qué?

… Del daño que puede hacerte.

… Eso no tiene sentido. No creo que jamás pudiera lastimarme.

… No a propósito, pero por su vida, su pasado, su forma de ser, tal vez sí.

… Pero,.. es obvio que es un hombre con muchas cualidades.

… No sé si Guillermo estaría de acuerdo.

… Lo aceptaría a pesar de todo.

… Creo que no importa lo que digas Pedro. Lo conozco, nunca lo he notado así, creo que esta vez está determinado a protegerte  de sí mismo.

… ¿Y qué puedo hacer?

… Sé que me odiarás por esto, pero creo que nada.

… ¡¿Qué has dicho?! Perdón. Estoy preocupado por él, lo perdí de vista y temo que le haya pasado algo.

… Quédate acá, lo buscaré. Sé que están con un caso peligroso.

___Matías encontró a Guillermo en el jardín, parecía un demonio, con la cara salpicada de sudor y los ojos brillantes con un fuego infernal. Aunque Matías había llegado a conocerlo bien en los últimos años, jamás lo había visto así.

Estaba tentado a lavarse las manos y dejar las cosas así, convencido que tenía cosas mejores que hacer que intentar que Guillermo viera la luz que era Pedro en su vida y recobrara el juicio. Debería dejarlo sufrir las consecuencias de sus propias acciones, pero una renuente compasión lo invadió.

… ¿Qué quieres?

… Mientras te escondes acá, Pedro está preocupado por vos.

… No me estoy escondiendo.

.. Quiero hablar con vos.

… Y yo no quiero que te metas en mis asuntos.

… Alguien tiene que intentar introducir algo de sentido común en tu cabeza.

… Cállate.

… Estás aferrándote a tus malditas cadenas de siempre más que nunca.

… Si no cierras la boca...

 ….Si sólo te estuvieras haciendo daño a vos mismo, ni diría nada. Pero también le estás haciendo daño a Pedro, y no parece importarte una mier…

___ Guillermo se lanzó sobre él, atacándolo con una fuerza tal que los envió a ambos al suelo, y rodaron sobre sí mismos tres veces, luchando por alcanzar la posición dominante.

Cuando al fin se separaron, Matías fue el primero en hablar.

… No te denuncio porque  te desconozco. Estás decidido a echar a perder tu vida cueste lo que cueste, ¿verdad? Esperaba mantener una conversación razonable con vos, pero al parecer estás fuera de foco.

___ Guillermo lo fulminó con un destello de odio frío.

… Me has convencido y si sigues así acabarás por convencer a todos. Por mí puedes ahorrarte el esfuerzo, tienes razón. No eres adecuado para Pedro.

…Espera. ¿Te gusta Pedro de verdad?

… Mírate Guillermo. Estás hecho un desastre, podría hacerte encerrar en una celda por tus golpes, encima tienes que aguantar un sermón de mí.

___ Aunque daba la impresión que las palabras caían en saco roto, Matías las continuó.

… Vos no estás hecho para esto. No tienes aguante para la bebida, has tomado de más y de por sí sos violento, y esto más los celos sacan lo peor de vos.

Puede que no conozca todo tu pasado, pero conozco lo suficiente, como ese carácter tan complejo que te hace incapaz de  tener al hombre que amas estando a tu lado, pero yo te voy a contar una verdad de mí, que conoces, pero quizá te ayude, es una sencilla verdad que supera a todo lo demás: “la vida es corta”, demasiado corta a veces maldita sea.

___ Matías sabía que era el único que se interponía entre Guillermo y su destrucción total, que tenía unas cuantas palabras esenciales, un argumento crucial, que no podía guardarse para sí. Aunque no hubo respuesta de Guillermo. Ni siquiera una mirada.

… Sabes que nunca hablo de Leonardo. De hecho, puede que ésta sea la primera vez que digo su nombre completo desde que murió. Pero te voy a decir algo sobre él.

.. No lo digas. Acabarás por ponerte en ridículo. Las palabras de Guillermo eran duras y frías.

… Es algo que por lo visto me sale bastante bien. Y no me has dejado otra maldita opción.

¿Comprendes lo que has creado en tu interior Guillermo? Una cárcel a medida. ¿Para qué te voy a denunciar?, si estás preso, seguirás estando siempre prisionero por elección. Toda tu vida ha sido y será una prisión.

___ Matías pensó en su ex pareja, en sus rasgos que ya no estaban tan claros en su  mente. Aunque él seguía habitando en su interior como la luz del sol en un mundo que se había vuelto helado desde su muerte. Pensaba en que lo habían compartido un tiempo con Guillermo, en que le había dicho al morir,…, que lo dejara ir.

… El infierno no es un agujero de fuego y de azufre. El infierno es despertarte solo, con las sábanas mojadas con tus lágrimas y tus fluidos, sabiendo que el hombre con el que habías soñado jamás regresará en esta vida.

Desde que perdí a Leo, todo lo que hago es pasar el rato y aturdirme, en mi profesión y en la vida. Es difícil que me llegue a interesar algo o alguien, pero por lo menos vivo con la certeza de que luché por él. Por lo menos disfruté de cada condenado momento que pude tener con él. Y Leo murió sabiendo que lo amaba.

___ Matías clavó los ojos claros sobre los negros.

.. Pero vos, lo estás tirando todo por la borda y, de paso, le estás rompiendo el alma a Pedro, porque sos un maldito cobarde. O eso o sos un tonto o un loco de remate. ¿Cómo puedes dejarlo pasar?

… Cállate, maldita sea.

… ¿Qué será de vos si alguna vez Pedro se viene conmigo, o con otro cualquiera?

Permanecerás en esa cárcel interior que vos solito has creado, eso está claro, como vienes viviendo hasta ahora. Pero Pedro estará mucho peor, estará solo, no tiene familia. Casado con alguien inadecuado que lo verá como un objeto decorativo, un objeto de placer, para colocar en un estante y él igual. ¿Y cuándo su belleza desaparezca o ella pierda su valor para la persona con la que viva sin amor? ¿Cómo lo tratará entonces?

___ Guillermo estaba paralizado, con la vista perdida y la expresión desencajada.

… Ni vos ni yo valemos nada, aunque seas el mejor penalista del país y yo el mejor clínico de Bs. As... Pero ninguno de nosotros estará más que medio vivo, como la mayoría de las personas, pero la única diferencia es que nosotros lo sabemos.

___ Matías hizo una pausa, levemente sorprendido por la sensación agobiante que sentía, como si alguien le hubiera colocado una soga al cuello. Sus emociones lo habían dejado agotado, de repente se sintió tan cansado que pareció requerir toda la energía de su cuerpo, simplemente para mantener el corazón latiendo.

… Maldito seas Graziani, cuando Leo murió, me alentaste y me empujaste a seguir viviendo en esta mierda sin él, pero estoy seguro, que si a Pedro le pasara algo te matarías, que si Pedro hubiese muerto vos no hubieras seguido acá.

Casi me obligaste a seguir viviendo sin el hombre que amaba, mientras que vos no tienes agallas ni ninguna maldita intención de hacer lo mismo.

¡Por Dios!, si tienes los huevos para morir por Pedro, ¿no crees que podrías reunir el mismo coraje para vivir con él?

___ No hubo otra cosa que silencio cuando Matías se alejó entrando al salón. Se preguntó qué diablos había dicho y qué consecuencias tendría.

 Lo cierto era que Pedro era el primer hombre que le había movilizado emociones luego de la muerte de Leonardo, y que no soportaba el evidente amor que le profesaba a Graziani, que  inexplicablemente, por primera vez en la vida se escapaba de alguien en lugar de tirársele encima como siempre.

___ Pedro estaba en un sillón tomando un jugo, y seguía preocupado por Guillermo, en silencio, y se reprendía a sí mismo por ello, ¿qué derecho tenía a preocuparse por él?

… Pedro, es tarde, ¿te acompaño hasta  tu suite que es vecina a la mía?

___ Después que Matías lo hubiera acompañado hasta la puerta de la habitación, sin permiso y de súbito besó a Pedro,  y no lo apartó. Fue un beso persistente, que se tornó húmedo, cuando lograra abrirle los labios. La paciente dulzura de la boca de Matías sobre la suya había sido, si no impactante, sí muy  agradable.

Pedro pensó que Matías podría ser una pareja cuidadosa, correcta, amable,  si él lo empujara a hacer el amor, cosa  para lo cual no se sentía capacitado por motivos que sí deseaba confesarle a Guillermo, pero no a otra persona. Matías no parecía demasiado interesado en ello, lo que era una decepción y a la vez un alivio. Si lo hubiera mirado una vez con una sola fracción del hambre y la necesidad que Guillermo sentía por él, quizá podría haber despertado una respuesta en él.

Pero Pedro percibía que aunque Matías lo deseaba, sus sentimientos no se acercaban ni de lejos a los anhelos de vidas que sentía Guillermo. Y se le hacía difícil imaginar  a Matías perdiendo el control, la compostura, incluso en el  más íntimo de los actos.

No podía imaginarlo sudando, gimiendo, jadeando, y abrazándolo con  fuerza.

Sabía instintivamente que Matías no se permitiría jamás llegar a tal nivel de abandono.

Y también sabía que por lo mismo, en el futuro, existía la posibilidad, de que se acostara con otros hombres, aunque para la sociedad eso no fuera condenable.

… Gracias Matías, el lunes o en las próximas horas tendré que declarar, luego al regresar a Bs. As. me pondrán no sé por cuánto tiempo en un plan de testigo protegido hasta el juicio, quedaré sin trabajo, la verdad es que no la tengo fácil.

Además hasta hace unos días yo estaba de novio, con una mujer. ¿Entiendes?

… Lo imaginaba. Hasta que conociste a Guillermo supongo.

… Hasta un poco antes de encontrarlo, aunque no he roto formalmente con mi novia siquiera. Es una historia larga. ¿Hasta cuándo te quedarás acá?

… El lunes tengo que regresar a Bs. As., y espero que apenas te  acomodes a tu vida allá me visites en la clínica para que  te haga hacer un chequeo general, mucho más sabiendo que haces deportes.

… Está bien, iré, pero es la primera vez que me pasa algo así, y creo que tengo motivos para ello.

…. Puede ser, pero mejor es estar seguros.

___ Pedro se duchó, se colocó una bata, apagó las luces y se tumbó mirando el techo en la oscuridad, no tenía ganas de leer, no lo iba a llamar a Guillermo. Estaba abatido de hacerlo, de buscarlo con lo que todo eso significaba en su vida, algo mucho más difícil que para Graziani que ya se reconocía gay y estaba en pareja con un hombre.

Después de no supo cuánto, el sueño lo venció. Consiguió finalmente evadirse de todo en un sueño muy profundo.

Pero, un poco más tarde, mientras seguía en la oscuridad, algo lo despertó y se sobresaltó, un golpe suave en la puerta y una voz.

Frotándose los ojos se incorporó, fue hacia la puerta y una enorme sombra se cernió sobre él al abrirla, antes que el desconcierto diera paso al miedo. Y escuchó un susurro familiar, sintió la cálida presión de los dedos de su hombre destinado en sus labios.

… Soy yo, no te asustes.

___ Movió los labios silenciosamente sobre los dedos.

… Pedro, tenemos que hablar,…

___ A Pedro se le encogió el corazón y el abdomen con un dolor placentero, pero aún estaba enojado por su comportamiento y esperaba que esta vez no se escapara como siempre.

¿Qué quería? ¿Qué estaría pasando por su mente?

Su respiración era más rápida que lo habitual cuando lo siguió hasta la cama y su aliento le rozó el pelo y los ojos de Pedro ahora que comenzaban a acostumbrarse a la oscuridad vislumbraron su rostro, al tiempo que Guillermo tomó el suyo entre sus manos fuertes, con la mirada fija y diciendo solamente dos palabras que lo desmoronaron de Amor. Explicaban todo lo que estaba haciendo, y lo que pensaba hacer.

… Sos mío precioso. Te amo.

 No tienes que recordarme cada vida, cada sueño, lo sé. Fui tu verdugo en Polonia, el náufrago, tu hijo y tu esposa, tu amigo y tu amante desde el comienzo de los tiempos, y en esta vida te estuve cuidando, te visité en Chile cuando tenías  doce o trece años, luego cada noche te dormías tomando mi mano. Lo sé todo. Lo creo todo.

___ Pedro cerró los ojos, anhelante y tembloroso, ahogando sollozos no causados por miedo o infelicidad, sino por un alivio salvaje. No era un acto impulsivo. Al fin Guillermo confirmaba lo que ambos sabían.

… Ven a mi lado, tenemos que hablar. Tengo cosas que decirte de mi vida actual y tú de la tuya.

 Pero igualmente… Te amo Guillermo Graziani.

Continuará.

“Todo lo que inspira,

también guía y protege.

Richard Bach.”