lunes, 19 de enero de 2015

EL VIAJE... CAPÍTULO 22.







… Pedrito, precioso, despierta que nos hemos dormido en cubierta.
… ¡Hola mi amor! ¿qué pasó? El anillo…
___ Pedro lo sintió en su dedo, lo miró, tomó la mano de Guillermo y las unió extasiado al tiempo que los labios se sellaron y las lenguas se entrelazaron en batalla campal.

… Soy oficialmente tu prometido amor.
… Exactamente, y espero que Matías y demás te miren la mano y entiendan.
… ¡Guiie! tan temprano no. ¿Qué hora es?, el champán, lo bebimos todo.
… Sí, todo. Ven  vamos dentro que está frío, vamos a la cama a dormir hasta más tarde que es sábado recién.
….Guiie, llevamos un mes juntos día y noche, a cada momento. No podría separarme un instante de  ti, aunque dicen que la distancia lleva a amarse más.
…. Como mi corazón reaccione a algo amándote más todavía, pegará un salto, saldrá de mi pecho y se meterá en el tuyo
___ Pedro se derritió, Se puso en cuclillas para darle un beso y ayudarlo a incorporarse.
… Es lo más bonito que me has dicho hoy, pero no pienso en dejarte un minuto mi amor. Desayunamos y deseo amarte como nunca, antes del amanecer para luego volver a dormirnos y que me ames a mí.
… Y en medio alguna comida ¿te parece?
___ Entraron abrazados recogiendo la ropa que estaba en el piso, miraron el río donde serpenteaban los colores del amanecer y Guillermo mientras guardaba la ropa se quedó mirando a Pedro que caminaba hacia la cama. Estaba abierto a experimentarlo todo y dispuesto a hacerlo con él. Decidió hacer café y le llevó a la cama con  galletas y  mirándose mientras tomaban el desayuno el corazón  comenzaba a acelerarse. Pedro retiró la bandeja, rodeó la cama y avanzó a gatas por ella llevando a Guillermo a posicionarse de manera de quedar ambos de rodillas, cara a cara. Mirándole el alma, le tomó ambas manos en las suyas mientras Guillermo pensaba en lo sexy que era. Poco a poco los latidos de su corazón volvieron a un ritmo normal mientras se miraban a los ojos sin palabras. Guillermo avanzó un poco el cuerpo y lo besó y Pedro tomó ese gesto como la señal que le animaba a iniciar aquel nuevo asalto a los sentidos de su prometido y transformó el beso suave en algo muy distinto, profundo y apasionado y el corazón de ambos latió con violencia ante la muerte instantánea en el beso.
Pedro dejó los labios y se lanzó con la boca abierta a la mandíbula, al cuello, a la garganta, al lóbulo de la oreja de Guillermo sorprendido por la invasión de sensaciones
… ¿Estás bien Guiie?, confía en mí. Te gustará que probemos cosas nuevas.
… Así es precioso, lo que quieras inventar. No hay ningún problema.
___ Pedro le dio un breve beso en los labios, se puso en pie sobre el somier y le hizo levantar los brazos por encima de la cabeza, Guillermo quedó de rodillas aunque sin lograr apoyar las nalgas en los talones y Pedro saltó al piso apartándose para contemplarlo.
… Estás francamente sexy Guiie, muy sexy.
___ Pedro fue a buscar una caja que Guillermo no había visto y vino a colocarle una gruesa venda de seda negra en los ojos, trató de oponerse por lo que amaba mirarlo.
… No cielito, no quiero. Quiero poder verte.
.. No pasará nada. Confía en mí. Te haré llegar al cielo amor.
___ El rostro de Pedro desapareció de la vista de Guillermo en cuanto la venda estuvo bien colocada y no estaba para nada convencido de poder disfrutar de algo sin mirarlo.
… ¡Dios, qué sexy estás así!
___ Luego Pedro le colocó los auriculares de un  MP3 con música suave y culta que a Guillermo le encantaba oír, pero antes le susurró.
.. No te voy a hacer daño amor, quiero privarte de los sentidos dominantes para que disfrutes de lo que voy a hacerte sentir, sin verme, sin tocarme, sin escucharme, ¿vale? Confía en mí.
___ Guillermo aguardó con el corazón latiéndole con mucha fuerza. ¿Qué haría Pedro ahora que no podía verlo ni oírlo?
 Notó entonces que algo caliente y húmedo le cruzaba los hombros y el cuello por debajo del mentón. Se sintió asaltado por el aroma de Pedro. Gimió y hundió la nariz en el pecho de su hombre, estaba húmedo de sudor. Los dedos de él le tocaron un punto situado en la base de la espalda y su cuerpo se estremeció. Privado de la vista, todos los demás sentidos estaban muy despiertos, nunca nada le había parecido tan excitante, escuchaba música, sentía el aroma de Pedro que le llenaba la mente, el roce suave de sus dedos y todas aquellas sensaciones juntas dispararon mil sensores en su piel. Y entonces supo que aquellos juegos de Pedro lo llevarían a la locura.
--- Algo le rozó los pezones, suave, ligero¿ Una pluma? Se concentró en la sensación, trató de comprender lo que sentía. La pluma rozaba sus pezones, su pecho descendiendo a su vientre para ascender por el otro lado. Se estremeció y un gemido suave escapó de la garganta. Al instante Pedro le mordió los pezones, primero uno, luego el otro contrastando con la suavidad de la pluma era sumamente placentero y luego para compensar lo acarició con la lengua y los labios haciéndolo delirar.
… Cielito, por favor, no te detengas.

__ De repente  algo suave y frío  descendió entre las escápulas, por su columna. ¿Tela? ¿Podía ser seda? Descendió hasta llegar a las nalgas y gritó.
 Entonces Pedro se situó a su espalda y colocó todo su cuerpo pegado al de él. Notó el pecho desnudo contra su espalda y su sexo contra sus nalgas y Pedro le sacó un auricular…
… ¿Sigues bien?
.. Muy, continúa, esto es excitante hasta el delirio, continúa mi amor.
___ Segundos después sintió una cosa  fría y húmeda que le rozaba los pezones. Y comenzó a gotear agua por su piel, porque los cubitos de hielo que Pedro sujetaba entre sus dedos comenzaban a derretirse por el calor de su piel contra su pecho. Pedro comenzó a frotar con los cubitos su piel dejando un surco mojado y helado a lo largo del recorrido. Bajó hasta el ombligo, lo rodeó y continuó descendiendo hasta el sexo, todo el cuerpo de Guillermo se estremeció cuando lo dispuso ente sus nalgas en el acceso y lo empujó dentro de sí con los dedos. Los músculos se apretaron sobre su mano forzándolo a quedarse allí. El hielo fue derritiéndose y Guillermo sintió el agua goteando desde su interior. Pedro le tocó el mentón con el pulgar y cuando Guillermo abrió la boca él en el beso le depositó algo en la lengua, Un bombón de chocolate se derritió en su boca. Y Guillermo giró la cabeza para inspirar el aroma de Pedro en profundidad y su aliento fue como un soplo de brisa que lo hizo estremecer.
… ¿Quieres que pare?
… Desde luego que no, esto es alucinante, en mi vida lo podría haber imaginado.
--- Pedro reía y a Guillermo imaginar su sonrisa le erizó el vello corporal. Estaba tan pendiente de él, que hiciera lo que hiciese todo lo estimulaba.
Pedro sujetó la cintura de Guillermo envolviéndolo con un brazo, y lo ayudó a desdoblar las piernas y a que finalmente se recostara boca abajo.
Desorientado, Guillermo palpó el somier con las manos.
… ¡Uff Pedrito!, con el corazón latiendo con fuerza por la excitación y la expectativa.
___ Nuevamente giró la cabeza buscando inspirar el aroma de Pedro que se había mantenido pegado a su cuello. Lo absorbió profundamente, movió las caderas, y pugnó por aliviar la tensión que le creaba la excitación insaciable,…, jadeaba por motivos que se escapaban cuando notó que el somier  se hundía a su lado.
Las manos de Pedro recorrieron con movimientos amplios toda su espalda, extendiendo un líquido por toda su piel, apretando con las palmas de sus manos comenzó a masajearlo en los músculos, y al mismo tiempo con los dedos iba acariciándolo. Primero en los hombros y después lentamente, fue descendiendo por la espalda, Cuando llegó a la zona lumbar, se montó sobre Guillermo y éste notó el vello de las piernas de Pedro rozando su piel. ¿Estaba completamente desnudo? ¿Significaría que pronto comenzaría a penetrarlo? Las manos de Pedro descendieron algo más y comenzaron a masajearle las nalgas. Aquellas manos producían un placer asombroso. A lo largo de los movimientos circulares de las manos, los pulgares de Pedro le rozaban la piel de su ingreso y Guillermo notaba que estaba emitiendo desde la garganta ruidos propios de un animal salvaje.
Alzó las caderas invitándolo a ingresar, Pedro dejó de masajear y Guillermo no podía aguantar aquello ni un minuto más.
 … Por favor Pedro, Por favor penétrame, ingresa mi amor.
___ Pero Pedro se separó de él y lo dejó quieto, respirando hondo, con jadeos de su inútil esfuerzo.
 Entonces se le acercó nuevamente y se sentó sobre sus muslos. Pudo notar su miembro apoyado entre la grieta dibujada por sus nalgas. Las manos de Pedro recorrían su espalda tocándole la piel suavemente con dos guantes, uno de textura suave como la seda y el otro áspero, como una esponja natural pero seca. Los guantes diferentes se movían de  prisa por  los costados  y la espalda de Guillermo. Eran un estímulo diferente, completamente diferente al que habían producido los masajes anteriores, esto era vigorizante, enloquecedor. Luego  Pedro escurrió las manos por debajo del cuerpo y las pasó repetidas veces por el vientre y las caderas y aquello hizo que Guillermo se estremeciera de manera violenta.
… ¡Dios mío precioso!, estás volviéndome loco.
___ Notó que los labios de Pedro se apoyaron en su hombro y después comenzó a frotarle la punta del miembro por la grieta de las nalgas. Mientras, seguía haciéndole caricias en la piel, con una mano suave, con la otra áspera. Guillermo solo deseaba que terminara el juego  e ingresara hasta atravesarlo.
… Penétrame amorcito, por favor.
___ Pedro se alejó nuevamente. Y Guillermo gruñó de frustración. Al cabo de un tiempo volvía el hielo, pero ahora dispuestos los cubitos aleatoriamente en la espalda hasta que fueron fundiéndose. Luego le puso unos cuantos más, distribuyéndolos por los muslos, la cara posterior de las rodillas, los gemelos, y otro lo pasó en la grieta entre las nalgas, se lo frotó y con el dedo lo empujó muy adentro. Hizo luego lo mismo con un segundo cubito, y con un tercero. Los de la piel habían formado  charcos fríos y desde ellos, hacia el centro de la espalda o hacia los costados viajaban riachuelos de agua fría, y también se estaban fundiendo los cubitos del interior goteando líquido helado. Entonces Pedro se colocó entre las piernas de Guillermo y de una sola arremetida lo penetró.
… Sí, sí. Gracias. Dios mío gracias.
… Volvió a ingresar esta vez no tan a fondo, y lo volvió a hacer una y otra vez para luego salir del todo junto con el agua. Luego se introdujo nuevamente y dejó caer su cuerpo sobre  Guillermo, como si quisiera reposar allí, se frotó contra él como tratando de controlarse. Salió y volvió a levantarse de la cama.
 Al regresar le dio algo con sabor a menta en la boca y le sacó la venda que quedó en la frente de Guillermo. La luz intensa que al inicio no estaba lo hizo parpadear. Cuando los ojos se acostumbraron a la luz pensó que podía llegar al orgasmo de  sólo quedarse contemplándolo. Pedro lo miraba con el cabello mojado en sudor, de rodillas en la cama, con su miembro muy erecto levantado entre sus cuerpos y Guillermo ya no podía esperar un segundo para que al fin lo poseyera. Pedro se roció la palma de la mano con aceite y se frotó con ese lubricante el miembro, desde la base hasta la punta cada vez más de prisa sin que Guillermo pudiera dejar de mirarlo Volvió a mirar el rostro de Pedro con la cabeza inclinada hacia atrás, la boca abierta, la expresión tensa, concentrándose en su miembro y Guillermo jamás había contemplado algo más excitante. Las miradas se encontraron, ambos desesperaban en el  abismo y al fin Pedro lo penetró hasta lo más profundo, embistiendo al ritmo que antes acariciara su miembro, más y más de prisa sabiendo que la liberación estaba llegando para ambos. Los labios se buscaron entre las embestidas salvajes en un beso muy profundo, lamieron sus lenguas y un espasmo les dominó por dentro en el momento culminante en que llegaron y se arrogaron juntos al abismo de la liberación en un orgasmo al unísono jamás experimentado.

___ Yacían entrelazados en estado de  duermevela, Pedro acariciando el pecho y Guillermo el cabello y sin palabras fueron hundiéndose en el dormir, plenos, felices, amados,  embebidos uno en el otro.
 Al anochecer Guillermo despertó aturdido, sin saber dónde estaba, pero seguro porque en sus brazos estaba  quien debía de ser: Pedro, el hombre que amaba,…, con su rostro perfecto que parecía sonreírle y el cabello alborotado. Al ver que habían dormido todo el día luego de aquella locura de amor que lo transportó a otra galaxia, trató de incorporarse sin despertarlo, dejándolo suavemente entre las sábanas revueltas para ir a ducharse. Se puso un pijama  de tela liviana y fue a la cocina a preparar unas pastas luego de subir a saludar a Julián al cual todavía no habían visto desde que subieron al yate. La noche ya  aparecía.
 Mientras hacía la salsa Pedro dirigido por el aroma empezó a desperezarse y a buscarlo pero no  sintió la presión de sus brazos y se sentó asustado en la cama llamándolo.
Guillermo lo escuchó y fue  a su lado.
… ¡Guiie!, me quedé dormido.
…. Así parece precioso, luego del juego de esta mañana nos derrumbamos.
…. Pero,…, te has duchado sin mí y ese olorcito…
…. Lindo, hemos dormido todo el día, desperté, me duché y te quise esperar con unas ricas pastas porque alguna vez tenemos que comer.
___ Guillermo le enmarcó los labios para que formaran la trompita que adoraba y le dio un tierno beso con ruido ante los cual Pedro se le colgó al cuello y lo atrapó con toda su boca llena de ansiedad.
… ¡Pedrito, ya amorcito!, espera, vamos a cenar como corresponde. No me provoques que todavía estoy alucinando con lo que inventaste esta mañana. Te duchas, te vistes aunque sea con pijama y vienes a cenar.
…. ¿Te gustó de verdad?
… ¿Qué cosa?
…. Lo que inventé esta mañana.
___ Guillermo se derritió ante la pregunta y esta vez fue él quien se zambulló entre los labios carnosos hasta el jadeo.
…. Fue fascinante. Único, jamás hubiera imaginado vivir algo así. ¿Me dejarás otra vez que te lo haga  a vos?, no será sorpresivo como lo fue para mí pero me encantaría disfrutarte así.
…. Obvio mi amor, soy tuyo y puedes inventar las formas de amarnos que desees. Disfruté y mucho al ver el placer que sentías y es justo que tú lo puedas experimentar. Cuando lo desees me lo haces.
… ¿Te dije que te amo, a cada instante más que en el anterior?
___ Se sellaron los labios una eternidad y en el jadeo se separaron. Pedro huyó en dirección a la ducha y Guillermo le fue a buscar un café que dejó junto al somier para cuando saliera, y no pudo evitar asomarse y contemplar la belleza de ese hombre que le pertenecía,  irresistible como siempre, con toda la piel mojada, enloquecedoramente sexy. Tenía que reconocer que estaba perdido en él. Regresó a poner la mesa para la cena, encendió las velas como a su chiquito le gustaba, bajó las luces y puso música suave cuando lo vio aparecer con pantalón pijama blanco y el torso sin nada y no pudo evitar estremecerse, pero al menos se había  colocado el pantalón, tenía el pelo mojado y revuelto y le sonreía con todos los hoyuelos. Se quedó inmóvil mirándolo beber el café.
…. ¡Ey, amor!, ¿ya está la cena? Gracias por este cafecito.
…. Sí precioso, pero  me sigues provocando, más que antes así, es inútil, no importa. Ven  que ya saco las pastas.
___ Guillermo soltó un suspiro y sacó las pastas del fuego.
… ¿Por qué sos tan dulce cielito, tan bello? Me está costando horrores mantener cierta distancia para poder comer. A ver ayúdame. ¿Tienes un colador?
… ¿Qué?
… Precioso, para escurrir la pasta.
…. En el segundo cajón, en el mueble que está junto a la heladera. (Soltando un profundo suspiro)
___ Pedro se levantó, llevó los platos y los cubiertos a la mesa, abrió los vinos y al sentarse a comer se tomaron de la mano perdiéndose en la mirada.
… Parece que teníamos apetito, no hemos dejado ni rastros.
… Así parece, apenas habíamos desayunado. ¿Quieres postre?, helado o fruta.
…. Otro postre quiero. Helado Graziani ¿Podrá ser?
…. ¡Dios!, sos imposible. Pero elijo esto, tenerte a solas para mí antes que lo que sucediera en el otro fin de semana. Creo que siempre elegiré esto. Vamos a lavar y a dejar todo ordenado que mañana regresaremos de día a la ciudad.
…. Sí, pero nos quedaremos en el loft, es muy lejos ir hasta la casa Guiie, el lunes sí desde el estudio vamos.
… Está bien, domingos  dormimos en tu loft.
___ Apagaron las luces y velas en el estar, llevaron agua hacia la zona del somier y  fueron hacia allí tomados de la mano, Pedro miraba con expresión expectante sabiendo que ahora el mando lo tendría su novio.
Apenas se veía tras la luz de la luna que se filtraba, encendieron velas aromáticas y Guillermo sonreía  mientras le acariciaba las mejillas  para luego pasar el pulgar por el perfil de la cara mirando a los labios ávidos y anhelantes, pensando:
“¡Qué hombre! Bello, inteligente, divertido, honesto, creativo para amar, sexy y más. Es imposible no enamorarse de vos precioso. Mi corazón y mi alma están en tus manos. No me importa, te voy a mimar, a  conceder todo, si deseas experimentar cosas nuevas, haré lo que sea para que las podamos disfrutar, porque tampoco las he conocido antes””. “Vale la pena atesorar  a esta joya de hombre, tomarme todo el tiempo para hacerlo feliz”
Mientras Pedro también pensaba y lo mismo.
“Guiie, prefiero pensar que soy el primero, tu único hombre, el único con el que has experimentado una pasión ilimitada como esta mañana. El dueño de tu ser” “Y voy a hacerte tan feliz como nunca nadie”
 ___ Guillermo se acercó, apoyó sus palmas en el vientre de Pedro y lo sintió tensarse, comenzó a sentir la respiración acelerarse, bajó la mirada a los labios pero comenzó el beso en los párpados, luego en las mejillas, en la punta de la nariz y a pesar de que Pedro le ofrecía los labios, se negó  a aceptarlos. En cambio sí le besó el mentón, y luego el cuello, detrás de la oreja. Allí notó la sangre latiendo justo debajo del roce de sus labios. Suspiró y hundió los dedos en el cabello y Pedro inclinó la cabeza para facilitarle el acceso. Tenía la piel húmeda y fresca y Guillermo usó sus labios para calentar un camino que iba bajando a lo largo del cuello. Notó un estremecimiento.
…¿Tienes frío?
___ Le susurró acercándolo a  la cama y Pedro sonrió.
… Estoy ardiendo mi amor.
___ Guillermo decidió aproximarse a ese incendio, dispuesto a quemarse. Lo tomó en brazos y lo depositó suavemente en la cama y deseaba comenzar por donde él menos se lo imaginara. Se arrodilló en el extremo de la cama, le hizo levantar las piernas, le cogió con delicadeza uno de los pies, y, con los pulgares, se puso a hacerle masajes en la planta, primero en uno, luego en el otro. Los colocó sobre sus hombros y fue retirando el pijama descubriendo que no había nada más. Pedro levantó las piernas para que lo sacara y así siguió besándole tobillos, piernas, cara posterior de las rodillas sin dejar de mirar las partes tentadoras. Pedro suspiró mientras la lengua de Guillermo jugaba con la delicada piel detrás de sus rodillas, trazando círculos eróticos, una y otra vez y el deseo en ambos llegaba a doler.
___ Guillermo no deseaba invadirlo como un adolescente desesperado, pero le bastó ladearlo y observar aquella hendidura de acceso al camino que deseaba ser recorrido y llenado, para que se le fueran las manos  a desvestirse en un instante echando al suelo el pijama y liberando a su sexo palpitante que en vano intentaba controlar. Pedro reía y Guillermo buscó la mirada sin dejar de lamer la cara posterior de las rodillas.
… ¿Dónde está la gracia, te hago cosquillas?
…. No,… sólo que sé lo que estás pensando.
… ¿Y qué es lo que estoy pensando, a ver?
… Que tienes a la vista el acceso a un terreno suave que necesita que lo llenen y recorran y deseas esperar todo lo posible antes de llegar a hacerlo.
___ Guillermo sonrió y muy despacio coló un dedo en el camino, para luego llevar otro mientras Pedro se estremecía.
.. ¿Te refieres a este conducto sedoso? Me encanta la vista de tener mis dedos allí y no desearía retirarlos, quiero acariciar tu interior.
___ Con dos dedos dentro acariciaba el conducto y con el pulgar la piel del acceso y Pedro se sacudió, retiró un poco los dedos y los recolocó a mayor profundidad concentrado en la visión de los movimientos de su mano pero sintió que esperar ya no era una posibilidad. Se recostó tras la espalda de Pedro, lo tomó de las caderas y lo atrajo hacia sí pero lejos de penetrarlo lo alzó ante la sorpresa de Pedro que cruzó sus piernas en las caderas para sostenerse hasta que lo depositó en el vanitory.
… ¿Aquí?
…. Quiero poder verlo todo, en los espejos, ¿lo hemos hecho así alguna vez?
…. Yo no, 
--- Pedro iba a continuar pero en lugar de ello le besó la frente y se instaló al borde del tocador, abriendo las piernas de modo que nada estorbara la visión a Guillermo que quería poseerlo, en aquel instante, sin más espera.
… Vuélvete precioso, dame acceso y recuéstate en la mesada.
___ Guillermo deliró al verlo y tomando su miembro lo insertó en aquel lugar tan cálido que Pedro estaba ofreciéndole y al penetrarlo en profundidad gimieron y bajaron la vista para observar detenidamente lo que sucedía entre sus cuerpos.
La sola visión de su miembro introducido en Pedro sumada a la sensación que le producía notar el calor del conducto envolviéndolo con fuerza, hizo que se encogiera de deseo y Pedro movió su cabeza para poder ver lo que sucediera también.
Guillermo dejó  que el deseo ferviente llevara el control del ritmo, entrando y saliendo cada vez más de prisa, mirando el movimiento de la piel de él y  de Pedro aceptándolo tan fácilmente. Giró sobre sus pies para poder embestir con más fuerza, lo penetró en profundidad para provocar en Pedro un sonido ronroneante de súplica que lo enloquecía aún más. Le enloquecía escucharlo una y otra vez ante cada embestida y de pronto intentó no escucharlo para concentrarse en la visión de su miembro reflejado, desapareciendo en el abrazo del cuerpo de Pedro. Notar ese calor que le rodeaba dentro, el leve dolor en los brazos que apoyaba para ir más profundo y allí donde Pedro clavaba sus uñas, su aroma, su sabor, el sudor lo llevaron al delirio. No deseaba oír nada que no fueran aquellos sonidos de amor emitidos por su Pedro desde la garganta, saborear sus labios hasta buscar la boca e introducir su lengua  pensando en la dulzura de ese sabor.
___ En un momento arrancó su boca y lo llamó:
… ¡Pedro!, te amo.
… ¡Guiie!, yo más.
___ Lo bajó del tocador, y manteniéndose en su interior abrazándolo por delante lo condujo a la cama. Lo empujó sobre el somier y él encima  introduciéndose más con todo su peso mientras Pedro arqueó la pelvis y emitió el sonido que llevó a una embestida a fondo para luego retirarse.
… ¿Qué deseas amorcito?
… Penétrame Guiie, profundo, no me dejes.
___ Nuevamente ingresó y arremetió con mucha fuerza al interior, con movimientos rápidos y profundos y ahora el que gritaba su  nombre era Pedro.
… ¡Así Guiie, así!
Y el cuerpo de Pedro se contorsionaba debajo del suyo, los músculos de los glúteos se cerraban con fuerza en torno a su hombre con espasmos intensos y Guillermo sintió que  así le absorbió su miembro a su interior de una manera que lo volvió loco
… ¡Guiie, por favor!, no puedo más.
___ Y Guillermo sonriendo embistió más fuerte, más de prisa, introduciéndose, retrocediendo, saliendo y reingresando y los cuerpos experimentaron sacudidas incontrolables.
… ¡Dios mío amor, Dios mío!

…. ¡¿Ah, sí! Precioso, juntos al paraíso.
.. No  te detengas Guiie,  no te detengas nunca amor.
___ Y Guillermo volvió a embestir sin piedad, montando sobre Pedro para introducirse más y éste empujándolo desde atrás, mientras recibía los embates ahora rítmicos y lentos en aquel calor paradisíaco y Guillermo cabalgó de prisa, aumentando las necesidades en ambos, sintiéndose morir dentro de Pedro, apretado, caliente, suave, resbaladizo, incendiante.
... ¡Dios mío!, amorcito no puedo contenerme más.
… Ni yo amor, ni yo
 Y estallaron, emitiendo al mismo tiempo un grito sofocado, Guillermo echando su ser dentro de Pedro, sintiéndose maravillosamente liberado deseando depositar una semilla que sabía imposible. Se desplomó sobre Pedro, que lo envolvió desde atrás para apretarlo y sentir más su cuerpo. Y se sumergieron en el sueño,…, Guillermo con la mejilla apretada a la espalda de Pedro, éste  con el corazón latiendo dolorosamente bajo su peso, pensando ambos lo mismo aunque no lo pusieron en palabras.
… “Por fin. Lo he encontrado. Mi pareja, mi hombre. Mi Amor Absoluto.”

___ El domingo despertaron a mediodía y salieron a cubierta abrazados con recaudos para no ser vistos, solamente a respirar el aire del río y ver la luz del sol y apenas las miradas se encontraron Pedro se lanzó sobre Guillermo a besarlo en forma febril, y todos los planes que había trazado acerca en cómo le haría el amor se evaporaron en segundos, se aproximaban a la costa y no deseaba regresar al mundo. Porque su mundo era ese, el uno en el otro. Y lo llevó de la mano  adentro con urgencia, apenas podía pensar en una cosa, en resguardarse dentro de él. En sepultarse dentro de Guillermo, en el cálido y resbaladizo camino que le pertenecía.
…. ¡Por Dios Pedrito, poséeme!, hazme tuyo amorcito.
…. No es necesario que lo pidas mi hombre adorado, aunque me gusta escuchártelo decir.
___ Lo llevó hacia la cama y se desplomó sobre él cuando Guillermo cayó dándole la espalda y arqueándose abriendo las piernas para recibirlo y apretarlo en los tobillos.
Pedro dirigió su miembro al lugar preciso y lo llenó de una primera embestida violenta y profunda.
.... ¡Dios Pedro, es perfecto!
___ Continuó  retirándose e ingresando, estremeciéndose para regresar a penetrar con más fuerza y el deseo de derramar su todo dentro de su hombre se iba haciendo poco a poco incontenible.
 De repente supieron que estaban más cerca del éxtasis que nunca, Guillermo experimentó fuertes espasmos en todo su cuerpo, Pedro se quedó sin respiración, el impulso de su cuerpo se aceleraba hasta que se  tensó de pies a cabeza y estalló en mil esquirlas dentro de su amor que gritó al unísono mientras el cuerpo se desplomaba temblando descontroladamente tratando de recuperar la respiración, buscando el beso y Guillermo tratando de acariciar el cabello.

___ Cuando dormitaron un rato y se recuperaron fueron a la ducha y a vestirse para desayunar  a la tarde mientras llegaban al Tigre y al rato recuperaban el Sonic partiendo  hacia el  loft.

…. Bueno, casita, una de ellas y mañana  a ver si  vamos a juicio o a mediación. Amor,  antes de cenar, quisiera ir al gimnasio a correr solamente, un ratito.
.. NO, al gimnasio no.
… ¿Por?
… Pedro, no empieces, regresamos al mundo y comienzan las amenazas. No quiero que ese pibe te vea.
… ¡Guiie, mi Dios!, luego de lo que hemos pasado estos días y de habernos comprometido, ¿qué mierda te importa ese pibe y el que sea? Además Diego corre a la mañana, no a esta hora.
… Está bien precioso, no te enojes, pero voy con vos, también deseo andar en la cinta un rato. Y te pones pantalones largos y remera.
….! Uf!, está bien.
___ Se cambiaron y fueron al gimnasio,  Guillermo subió a la caminadora y Pedro corrió y luego se fue a lo demás hasta que secándose con las toallas se acercaron y entonces lo escucharon detrás.
… ¡Hola! Pedro, qué tal Guillermo.
… Diego,… ¿Qué haces acá a esta hora?
… Llegando de paseo,…, y necesitando una corrida antes de dormir, ya entienden ¿no? Ya que los encuentro,… ¿Les gustaría el jueves venir a mi cumpleaños?, es algo sencillo, acá en el SUM del edificio con amigos. Va a estar bueno.
___ Guillermo lo acribilló con la mirada y Pedro se puso delante por las dudas.
… No podemos, lo siento Diego, me hacen un asado de bienvenida en el estudio.
…  ¡Qué pena!, bueno, quedan invitados igualmente, quizá puedan acercarse más tarde a tomar una copa.
… Vemos, gracias, vamos amor, que hay que ordenar la ropa para mañana. Chao Diego.
… Chao.

___ ¿Qué te dije, estaba al acecho o no?
… Guiie, mi Dios, vive acá y tiene derecho a ir a correr, no veo por qué no puede ser nuestro amigo, si sabe que estamos juntos, no me ha faltado el respeto como Matías.
… Dale tiempo y oportunidad y verás.
… Otra vez, Graziani, te lo vuelvo a proponer.
… ¿Qué cosa?
…. Que busquemos una solución a esto. Que me dejes venir a ese cumpleaños y tú ve a otro lado con la parejita gay, con Beto, que confiemos, uno en el otro, que nos despeguemos.
… No. He dicho que no.



… Miguel, ¿qué quieres a esta hora?
… ¿Qué quiero?, que me sirvas para algo Anita, eso quiero. Tu Guillermo y el putito  se me pierden por días, estoy confundido, pensaba que vivían en ese edificio, pero en la semana no aparecieron, el fin de semana  se los tragó la tierra y no sé qué mierda pensar. ¿Podrías averiguar de una puta vez adónde están viviendo? Desde acá adentro no me resulta fácil.
… No Miguel,.., te dije que no cuentes más conmigo. Me arrepiento de haberte contado.
… ¡Ah!, sos una loca de mierda. Ya vas a volver llorando cuando mi hermanito te vuelva a cagar y no te voy a estar esperando. ¡Qué boludo!, ya sé, mira, no te necesito, es verdad que andan mucho en taxi, van y vienen separados, pero me han dicho que también andan en un auto llamativo, el auto obviamente debe ser del putito y   siguiéndolo llegaré a los escondites. Chao cuñada.
___ Ana se sentía culpable, no deseaba que Miguel les hiciera daño, ni por ella ni por Fabián, no sabía si advertirle a Guillermo,…, pero no, se enojaría con ella por haberlo buscado al comienzo. No podía hacer nada  con eso, solamente esperar a que Miguel no los encontrara  o desistiera.

--- El lunes en el estudio se encerraron en el despacho con los representantes de la empresa Multinacional que aparentemente aceptaban ir a una audiencia de conciliación, aceptaban la mediación a cambio de que no se filtrara nada a la prensa y de consensuar las cifras de indemnización.
… Miren, lo de la prensa lo   aseguraremos mañana con la otra parte para que el nombre de la compañía no se vea afectado, a cambio de que se retiren del país obviamente. En cuanto a la indemnización a las víctimas tendremos que dejar que los peritos y especialistas evalúen los daños para fijarla. De antemano todavía no lo sabemos.
…. Está bien Graziani, pero no iremos a tribunales hasta tener una idea de cuánto nos van a pedir, no firmaremos nada antes.
…. Guille, sobrinito, perdón, tienes un llamado,… ¿Podrías venir?
…. Voy Cuquita. Pedro  trata de ir redactando con los Sres.  el escrito que llevaremos a tribunales si mañana acordamos la cifra  adecuada con las víctimas y si ella coincide con los daños que evalúen los peritos. Sres. esto no se hará en un día porque hay que revisar a cada familia. Ya regreso.


___ Tía, ¿quién mierda es para que me saques de la reunión?
…. Perdón Guille, es Juan, y me pareció mejor no mencionarlo frente a Pedro.
…  ¿Juan?, voy.
… NO hermano, no puedo salir ahora, ya te dije, menos estando Pedro acá.
… Guille, por favor, necesito hablarte, estoy en el bar de siempre,  no te voy a robar más que unos minutos.
…. Mira, mira Juan, si fuera José lo mandaba a la mierda con lo que hizo.
… Sí, me contó, lo sé.
… Mejor entonces, siendo vos, está bien, voy pero unos minutos.


…. No Guille, otra vez, cuando no es uno es el otro y no me gusta mentir.
… Beto, Betito, no quiero que mientas, solamente que si Pedro me busca le digas, no sé,…, que estoy en el baño, que ya vengo, en verdad voy y vengo.
… Ustedes siempre me dicen lo mismo y quedo en el medio, encima Gaby lo adora ahora y si sabe me mata.
… Está ocupada, ni me va a ver.
… Está bien, anda,…,  rápido.


… Mira Juan, no tengo tiempo para esto, menos a escondidas de Pedro y menos con la provocación de José ¿Se puede saber qué mierda les pasa a ustedes dos?, creía que eran mis amigos ahora.
… Nos separamos Guille.
… ¿Qué?
…. Eso, que José luego de lo del otro día volvió como loco, discutimos, me contó y nos separamos, no sé si es definitivo.  Pero necesito que sepas algo.
… ¿Que?
…. Que lo intentamos, tanto él como yo. Cuando lo dejaste y comenzamos a salir, teníamos cosas en común, nos llevábamos bien, compartíamos el ir al comedor, la profesión, pero ahora que lo hablamos en profundidad,…
… Y dale, hombre, habla.
… Lo que más nos unió es haberte tenido Guille, fuiste nuestro lugar en común, el sentimiento en común, la frustración compartida de que no nos eligieras.
… ¿Qué? ¿Con qué pelotudez me estás saliendo ahora? ¿Tengo que recordarte que me empujaste a buscar mi felicidad, que me empujaste a ir por Pedro?
…. ¿Y si él no lo fuera Guille?, es muy jovencito. ¿Si está confundido porque sos el primero, si te deja?
… ¡Ahhh, qué mierda dices Juan! Pedro es el hombre más maduro del mundo, se curtió en su infancia de dolor para que sepas, no está confundido, está enamorado como yo de él. Mira, hemos pasado un fin  de semana de ensueño y nos hemos comprometido. Ya basta.
Mira Juan, Pedro me despertó de un largo periodo de adormecimiento, de anestesia afectiva, de una muerte en vida,…, y también me enseñó lo que es amar y en ese Amor a entender el daño que he hecho antes, a entender el sufrimiento ajeno. Y yo tengo que pedirte perdón, sí, a vos antes que a nadie, porque no supe jugarme, no pude enamorarme como lo estoy de él, porque te marqué de por vida y no me di cuenta,  pero ahora sí, gracias a él ahora veo todo y me siento una mierda, pero no puedo cambiar mi pasado.
__ Lo miró profundamente con tristeza.
… Te he querido mucho Juan, seguramente de no haber existido Pedro te hubiera elegido entre todos, pero existe, y es el patrón de lo que es el Amor, ¿entiendes? Ya no puedo confundirlo con otra cosa.
… Guille, ¿te acuerdas de cuando nos conocimos en la facultad, de tus dudas, de aquel pibe encantador que te las quitó y del que te enamoraste?
Ese hombre soy yo, hoy puedo volver, te conozco como nadie, podríamos volver a intentarlo, vivir juntos otra vez, sin escondernos como entonces. Yo jamás tuve intención de hacerte daño, he cambiado, ya no soy un tarambana, ahora soy una persona mucho mejor. Y lo único que no ha cambiado es que te amo Guille, que te sigo amando y gracias a José lo pude ver. Lo suyo no sé si es amor o deseo y revancha pero lo mío es amor, el mismo amor de siempre ¿Me crees, verdad?
… Bastó que oyera esa declaración para que la culpa le oprimiera el pecho. Nada había cambiado. Estaban en el mismo punto al que siempre llegaba con Juan en el que le pedía que volvieran a estar juntos, como cuando se divorció de Silvina, como antes, como cada vez que no pudo jugarse por él. Era horrible escuchar aquello, y sí Juan era el mismo, pero el que había cambiado era él: Guillermo Graziani ya no era el hombre que Juan amaba, había conocido en qué consistía el amor de un hombre bueno, ingenuo, grande,…, Pedro y él había conseguido  que entendiera en qué consistía la diferencia.
 Miró a Juan deshecho.
…. Juan, te creo, te creo todo lo que dices de vos, te quiero mucho, pero no te amo, hoy no te amo, tal vez lo que sentí hacen más de 20 años con mi conciencia de entonces era amor, pero no pude jugarme,  no pude elegirte y te dejé ir.  Hoy tengo pareja. Alguien que me respeta y que me ama y a quien amo con locura y se llama Pedro Beggio. Pedro es todo para mí, nos celamos, nos peleamos, nos reconciliamos,…, pero todo lo hacemos por Amor, por cuidarnos el uno al otro de todos y de todo lo que puede dañarnos.
Y además de amarlo porque le entregué mi alma al instante de verlo, ese hombre de 33 años sí se jugó, siempre se jugó, es un valiente, un sabio, un ser íntegro sería lo que mejor lo define. Quizá porque es todo lo que yo no pude ser a su edad es que más lo respeto y más lo amo. Sus padres pertenecen a la aristocracia de Chile, pero por ser distinto desconociendo el por qué su padre lo molía a palos y su madre fue testigo pasiva de ello, hasta que decidió dejar esa vida de opulencia y se fue de todo eso, se costeó sus estudios y su vida, se convirtió en una persona especial y en un abogado exitoso y brillante, con mucho dolor interno, con mucho sacrificio, pero todo lo hizo sin apoyo, excepto de un primo que a veces estuvo a su lado. Y como si  eso  fuera poco para que lo admire y lo ame más, cuando la sociedad le impuso el mandato de tener novia lo aceptó, estuvo 2 o 3 años con una mujer, Camila y a punto de casarse la dejó porque supo que no era el Amor que el define como lo Absoluto, desconocía su naturaleza pero supo que ella no era y no dudó un minuto en no seguir a su lado por mandatos de terceros.
 Así lo conocí, lo amé desde el primer instante y él sin saberlo también, lo demás ya lo sabes, desconocía su condición y la mía, estuvo 3 semanas atormentado por mi presencia en su ser sin entenderla, buscó la manera de hacerlo y cuando lo supo inmediatamente me llamó y corrí a su lado. Hoy muchos nos juzgan, otros quieren vernos separados, los menos están felices, pero nuestro mundo, el suyo junto al mío es perfecto. Sabemos que en el compartir con los demás nunca nada será fácil, mi hijo no me comprende o no quiere hacerlo,  somos posesivos y celosos y creo que con motivos, porque así como vos me estás confesando tu amor hacia mí, él lo  supo cuando te vio, y Matías, el fachero de Baunes se enamoró de él y ya le di una trompada,…, pero en medio de todo eso siento que vale la pena, es mi vida Juan, aunque perdiera a mi hijo lo seguiría eligiendo.
Sin Pedro no podría respirar, el vacío y la soledad  me quitarían el alma, mi corazón no tendría motivos para latir. Él es la fuerza que mueve el motor de la vida, una vida que vislumbré con vos pero que no me atreví a vivir, pero él sí. Es otro tiempo, otras las circunstancias, yo lo tenía a Fabi, pero aún así podría haberte elegido y me ganó la cobardía y la comodidad. En cambio él, el mismo día que descubrió que lo que le sucedía era Amor, no dudó, no sabiendo mi condición me lo confesó, y cuando viajé enfrentó y se jugó ante su madre, su ex novia, sus socios, a la semana de estar a mi lado me presentó a todos como su pareja, se jugó todo y lo dejó todo por mí. Por ello Juan además de amarlo lo admiro, lo admiro profundamente, es el hombre que yo no supe ser a su edad. Estamos conectados a todos los niveles de existencia, alma, mente, cuerpo, en todo, somos Uno sin dejar de ser dos.
Es muy difícil de explicar. Juan, ese hombre es mi vida. Pedro es mi vida y mi vida se llama Pedro. Si por alguna razón lo perdiera la sensación de vacío sería inevitable, la sensación de miseria y desolación también. Espero que puedas entenderlo.



___ La mirada de Juan  se endureció pero las lágrimas igual asomaron y suplicó seguir hablando y más.
… Guille,  no sé que va a pasar con José, si nos daremos otra oportunidad o no, si conoceré a otros,…, pero te pido una noche, una vez,…, para poder cerrar mi historia con vos y luego me iré de tu vida y quizá del país,  una sola noche de amor, de mi amor ya que el tuyo no me pertenece.
… Pero Juan, no, ¿por qué te humillas así?, hermano no. Yo no voy a usarte, no puedo darte nada como hombre, solamente mi amistad y mi cariño. Nuestra historia se cerró cuando no pude elegirte hacen 20 años, tienes que tratar de volver con José. Aunque no sea un gran amor, puede ser la persona adecuada.
 ¡Dios! me tengo que ir, Pedro debe estar buscándome debajo de los muebles.
…. Guille, ¿cenamos mañana?, te prometo que solamente quiero seguir charlando, una despedida, la despedida como hombre que necesito  permitirme, por favor.
…. Juan, a Pedro no le va a gustar.
… Por favor.
… Lo voy a intentar, pero no puedo prometerte nada. Valórate hermano, y  vas a encontrar a alguien que lo haga como mereces.
 No entiendo algo Juan, ¿Por qué ahora?, hacen años que aceptaste ser mi amigo, y José hace menos pero también, ¿por qué ahora justamente que no estoy solo quieren de mí lo que no puedo darles?
… No sé Guille, cuando te separaste de José y te escondiste en el trabajo y en la familia pensamos que nunca más intentarías nada, y de pronto en un día caíste rendido ante un pibe, eso nos movilizó a que quizá no habíamos peleado por vos lo suficiente.
… Pero no hombre, nada que ver. ¿Vos no peleaste?, años me bancaste. Me retiré de intentar nada porque me harté de  esa vida sinsentido y pensé que no había nacido el hombre que me pudiera hacer sentir lo que hoy siento, pero existía, lejos, pero había nacido y ese hilo rojo que dice la leyenda nos unió en La Toma y ambos lo supimos, pero lejos de darles oportunidades a ustedes o a otros me une a él para siempre. Entiende Juan por favor, te necesito como el amigo que habíamos podido rescatar.

___ Guillermo regresó sin poder creerlo, Juan su amigo Juan. ¿Por qué ahora sentía esto? Mientras regresaba caminando con las manos en los bolsillos no esperaba ese abrumador sentimiento de culpa, había luchado contra las punzadas, aquí y allá cuando lo tenía delante, pero ahora lo consumía. Y no  era solamente Juan, José,  Franco, Joaquín, Ana, Silvina, Fabián…. ¿Había sido adicto a los hombres al igual que Ana a él antes de Pedro?, ¿adicto por mero instinto para obtener placer?  Excepto con Juan sabía que con los demás solamente había conectado en la relación sexual, en la cama, todo lo demás habían sido pesadillas. Peleas, el ir y venir de relaciones malditas como con sus mujeres,  falta de respeto del uno por el otro, físico y emocional.
“Pedro, mi amor, me tienes en un pedestal, me amas, me salvaste de todo y sos mi vida”

___ Pedro había percibido en la fiesta exactamente lo que él no había imaginado y sentía pena, culpa y hasta dolor por Juan pero también sabía que no podía hacer nada por él.

…. Amor, me dejaste con esos tipos.
… Perdona precioso, un cliente VIP de Marcos me distrajo (“¿Por qué le miento?, pero no quiero discutir.”)
… Todo bien, hicimos el borrador y según las pericias de los daños y lo que hablemos mañana con la otra parte les enviaremos el borrador con las cifras y si aceptan pediremos turno para la mediación.
… Perfecto precioso, perfecto. Van a aceptar.
…. Amor, ¿te pasa algo? ¿Es por la fiesta de Diego?
…. No precioso,…, me llamó Juan. ¿Te molestaría si ceno con él mañana? Quiere hablar conmigo a solas.
…. ¿Qué si me molestaría,… a ver, te gustaría que vaya a cenar a solas con Matías? ¿Responde eso a tu pregunta?
… No deseo discutir, tal vez quiera hablarme de lo que pasó con José o de Miguel, no lo sé. Vamos a casa ¿Sí?
… Vamos.

___ Esa noche se durmieron abrazados pero hablando apenas y sin hacer el amor, Guillermo se sentía culpable porque no había dicho la verdad que ni él podía procesar y Pedro estaba herido, y cansado de discutir. Luego de cenar casi sin hablar más que de la mediación, se ducharon, Pedro lo besó con ternura y se acurrucó en sus brazos durmiéndose sin decirle te amo por primera vez en ese mes.
___ Al día siguiente en el estudio, se reunieron con los representantes de las víctimas y acordaron el peritaje de los daños para enviar a la empresa multinacional. Hablaron a los especialistas y concertaron las citas para las víctimas, que se harían en el transcurso de la semana.
 A las 18 hs partieron para la casa, y Guillermo le había dicho que cenaría con Juan, Pedro  había pospuesto su asado con Beto para la semana próxima, no estaba de ánimo para bienvenida esa semana y pensaba cada vez más a menudo en ir al cumpleaños de Diego sin Guillermo, a conocer a chicos de su edad, solamente a divertirse, y deseaba que su pareja saliera entonces con sus amigos, no esa noche a solas con Juan, esa parte no la entendía y presentía que algo no le estaba contando. Pedro por momentos estaba furioso, no lo decía pero sabía que Juan estaba enamorado de Guillermo, que José lo deseaba, que ese matrimonio era un premio consuelo, que muchos otros hombres como el pibe de Rosario lo querían, y no deseaba mostrar la alianza para ubicarlos, quería que fuera Guillermo quien lo hiciera. No eran pasado, estaban en su presente.

… Esa noche Guillermo entró al dormitorio tras una ducha y sacudió la cabeza al ver a Pedro acostado en medio de la cama,  vestido sólo con unos bóxers blancos ajustados y dejando patente la expresión de que no deseaba que saliera con Juan.. Guillermo se sentó delante del espejo del vestidor a secarse el pelo, y al apagar el secador escuchó un montón de resoplidos y bufidos provenientes de la cama. ¿Se estaba comportando como un chico celoso nuevamente o tenía razón? Guillermo no le hizo caso  como si no pasara nada y fue la cuarto de baño. Pedro entró como si tal cosa y se echó en el diván suspirando. Reclinó sin descaro su cuerpo esculpido colocando los brazos detrás de la cabeza. Lo que acentuaba todavía más los músculos  de su cuerpo perfecto.
Guillermo luchaba por hacer como que no estaba pero verlo pasearse con los bóxers blancos ajustados de Armani era algo difícil de ignorar aunque lo estuviera haciendo adrede. Guillermo salió al vestidor para ponerse la ropa interior y vestirse bajo la mirada crítica de Pedro, pero antes de llegar al cajón de su ropa lo tomó por sorpresa y lo echó en la cama haciéndole caer la toalla sin que Guillermo lo hubiera imaginado... No lo dejaría salir, lo marcaría hasta que su esencia impregnara su cuerpo y su alma...
 Lo colocó de rodillas con las piernas separadas y lo tomó de la cintura. Acercó los dedos a su sexo y comenzó a moverlos con maestría para prepararlo. La repentina invasión obligó a  Guillermo a hundir la cara en la ropa de cama para amortiguar el grito. Pedro comenzó a trazar círculos alrededor de la entrada a su hombre  que gimió de deseo.
… Guiie. No quiero hacerte daño. Ingresó los dedos en su interior y los músculos de Guillermo se tensaron para evitar la invasión mientras lanzaba un grito.
… Relájate amor.
___ Guillermo deseó ser saciado y sólo Pedro podía darle lo que necesitaba Y entonces lo sintió en su entrada.
… Guiie, deja de resistirte, esto es lo que deseas con locura, no salir con Juan.
___ Pedro se quedó en su ingreso y sus dedos fueron adelante a acariciar el sexo de Guillermo y entonces se relajó al instante, el tacto de esos dedos hicieron estallar sus sentidos y se echó hacia delante. Pedro pulsaba el botón con el que tenía contacto directo y lo ahogó en una oleada de inmenso placer
…. ¡Pedro!, no.
…Sí mi amor, es lo que ambos deseamos.
 Volvió a ingresar con los dedos y a rozarle la periferia con el pulgar obligándolo a empujar hacia atrás en un intento desesperado por obtener más fricción. Volvió a sacarlos y extendió toda la humedad por las nalgas de Guillermo
… No Pedro, por favor.
--- Y sintió como su miembro empujó contra su orificio y  como su cuerpo lo deseaba con locura y su mente dejaba de hablar.
… Guiie, sé que te encanta, sé qué es lo que deseas.
--- Pedro empujó y lo penetró a un ritmo lento y controlado-… Guillermo quería gritar pero eso no evitó que empujara hacia atrás para recibirlo hasta el final, su seductor difícil al que nunca le diría que no, su deseo que no podía evitar.
___ Pedro jadeó, lo tomó de la cintura y se clavó muy adentro dejándolo sin respiración, lo llenó por completo y empujó más y más.
… Guiie, me encanta estar dentro de ti, eres mi mundo.
___ Empujó más aún y dejó escapar un largo gemido mientras Guillermo se concentraba en controlar su respiración entrecortada, respiró hondo, levantó los brazos para agarrarse a las barras de la cabecera. El cambio de posición le permitió a Pedro penetrarlo más profundo, se detenía y embestía acariciándole la espalda y  los fuegos artificiales que amenazaban con estallar se tornaban dolorosos.
… ¿Estás bien agarrado?
… Sí amorcito, no te detengas.
___ Pedro lo empujó hacia delante saliendo y volviendo a ingresar hundiéndose en una potente estocada y Guillermo gritó.
… Agárrate amor, no te sueltes.
___ Repitió el delicioso movimiento una y otra vez.
… Por favor Pedro, por favor.
… ¿Te gusta?
… Sí, como siempre, más que nunca.
--- Pedro levantó las manos de las caderas, tomó a su hombre de los hombros antes de embestirlo nuevamente, una y otra vez, gritando de placer en cada arremetida, acariciando el sexo por delante. Guillermo gritó empujándolo desde atrás clavando los dientes en sus brazos y la cabeza comenzó a darle vueltas con una mezcla de placer infinito y de dolorosas puñaladas, cercano al clímax empujó hacia atrás contra él y sus incesantes movimientos. En instantes ambos  soltaron un alarido que resonó en la habitación estallando en el nirvana absoluto jadeando y retorciéndose hasta que Pedro se echó palpitando en el interior, extendió su esencia por cada mm del torso amado y pegó los labios a los de Guillermo que abrió los suyos y aceptó los ansiosos lametones de su lengua, gimiendo y suplicando más.

…… No juegues conmigo Guiie, a solas con nadie, salida de chicos separados el jueves, tú vas con ellos, si quieres cenan en otro salón del loft y yo voy al cumpleaños de Diego, confiando uno en el otro.
… Lo sé, te amo.
… Yo te amo, aunque me ocultas cosas. Lo sé.
…. ¿Siempre supiste que no me dejarías ir a la cena con Juan no?
… Guiie, si para ti este anillo que pusiste en mi dedo tiene el mismo significado que para mí, tendrías que comprender que esa cena, como cualquiera con alguien que sabes que tiene interés en ti está fuera de lugar. Como una de mi parte con Matías que dice estar enamorado de mí.
Necesitamos poder confiar el uno en el otro porque el amor es libertad, dejar de andar por el mundo a las piñas,.., y te pido que organices una cena con ellos, con cuantos hombres quieras invitar y que me dejes que intente hacer amigos en el cumpleaños de Diego, separados y confiando el uno en el otro. Eso no está mal, no podremos estar pegados o aislados como en el yate toda la vida.
… Te prometo que lo voy a pensar, en verdad tengo que hablar con Juan y con José, y si están juntos mejor. Quizá también al menos con ese pibe Joaquín.
… ¿Me dirías la verdad ahora si te pregunto adónde fuiste con él en la fiesta?
… Sí amorcito. Me dijo lo de siempre, que sigue enamorado de mí, etc., pero además que se vino a vivir  a Bs. As. Y quería que lo incorporara al estudio.
.. ¿Qué?
… Tranquilo, le dije que era una locura y que además acababas de asociarte vos. Pero vive acá ahora. ¿Conforme?
…. Me da pena ese pibe, no es como los demás, siento que te ama, tiene mi edad, me lleva a preguntarme…
.. NO, no digas lo que no quiero escuchar y lo que nunca va a suceder. Nunca te prometí un jardín de rosas, te dije que venir a Bs. As.  para vos iba a ser una mierda si antes no solucionaba mis problemas, pero que te amo y que jamás te dejaría,…, de eso no puedes dudar.
… No dudo amor,  lo sé.


---- El miércoles en el estudio trabajaron con las pericias de las víctimas de la contaminación y Guillermo recibió un llamado.

… Juan, no pude, Pedro hizo lo imposible, lo insólito, y no pude llegar a la cena. Mira, en verdad lo que deseo es otra cosa.
Mañana Pedro irá a un cumpleaños de un vecino, es en el edificio, en el SUM, yo no. Ya sabes que odio las fiestas y el pibe tiene su edad. Quisiera invitarlos a ustedes, a vos y a José a una cena, hay otros salones en el edificio, yo mismo puedo hacer el asado, o puede ser en el estudio y le digo a Beto. Hemos planeado con Pedro salidas por separado con amigos y necesito que José y vos  puedan escucharme. ¿Lo puedes hablar?, les pasaré el lugar por mensaje. Por favor Juan, no me fallen.
… Guillermo Joaquín, ¿cómo estás? No, no te llamo para que vengas al estudio, pero sí para invitarte a una cena con amigos, mañana, necesito hablarlos. ¿Cuento con tu presencia?

…. Amor, ¿no sabes adónde quedaron los papeles de las últimas familias que vinieron ayer?
¿Pasa algo?
… Acepto precioso.
… ¿Qué cosa?
… La salida por separado, mañana. Le avisé a Juan y a Joaquín, le diré a Beto que haga un asado acá, que se quede con Marcos si lo desean, no tengo nada que ocultar. Y tú ve al cumpleaños de Diego.
___ Pedro lo miró colmado de amor y sus labios se perdieron en los finos y en la boca que le ofrecía para agradecer esa muestra de confianza que tanto necesitaban.


____ El jueves salieron temprano del estudio para ducharse y cambiarse en el loft. Guillermo iría de sport al asado organizado en el estudio al cual acudirían: Juan, José, Joaquín  y Beto que lo organizaba  además de ser el apoyo moral de Guillermo. Marcos  no había aceptado participar y Franco no fue invitado, Guillermo no recordaba al resto de hombres anónimos que pasaran por su vida, a las mujeres no las podía reunir en el mismo sitio y  a Matías luego de lo sucedido prefería no verlo. Su furia por lo que había intentado con Pedro estaba intacta y no deseaba terminar a las piñas nuevamente.
Pedro también bajaría de sport elegante al cumpleaños de Diego, no conocía a nadie y justamente esperaba poder hacerse de amigos allí.

…. Amor, te llevo al estudio y regreso.
… No, voy en taxi.
… Pero,…, si no me cuesta nada.
… No Pedro, que no quiero peleas antes de empezar y si lo ves a José  no sé lo que vas a hacer esta vez. Voy y regreso en taxi.
… Está bien, por ahora tienes razón. Estás muy lindo.
…. ! Uy no!, no me hagas mirarte y decir cómo estás vos porque no vamos a ningún lado y vos menos. Me tortura verte así vestido. No, no es la ropa, sos vos.
 Cuando regrese del estudio pasaré a buscarte, llámame cada tanto.
… Guiie, no soy un adolescente.
…. No, justamente sos un hombre, mi hombre que dejo salir  sin mí por primera vez desde que  lo encontré en esta vida, bueno no, desde que…  Déjalo ahí, llámame por favor, porque necesito escucharte al menos.
…. Está bien mi  dios arrogante.
…. Ven acá mi seductor imposible, que si esto sale mal que conste que fue idea tuya, no me gusta separarme de vos ni un instante.
___ Pedro lo acercó, apoyó su frente en la ajena para buscar la mirada, Guillermo le apartó el mechón de la cara y lo besó intensamente para marcar su propiedad. Parecía tan abatido por la separación de dos horas que Pedro deseaba ir con él.
… No bebas cielito.
… No lo haré.
…. Lo digo en serio.
…. No voy a beber Guiie, lo digo en serio. No pienso discutir, deja de provocarme.
… Te vuelves vulnerable cuando te pones borrachito y ni siquiera sabemos quiénes estarán en esa fiesta.
… Guiie, que no me pongo borrachito y además es acá, seguramente hasta venga la familia de Diego. Amor, por favor, esto es para nuestro bien, tenemos que superar esa ansiedad tan irracional que sentimos cuando no estamos juntos.
… Lo sé.
… Te llamaré. Y no olvides que te amo y que este anillo significa mucho para mí.
… ¿Que?
…. La marca, la grabación de tu alma en la mía, que soy tuyo, que te puedo amar solamente a ti.



__ Luego de despedir el taxi entre besos y rezongos, recomendaciones y temores Pedro se dirigió al SUM y Diego salió a recibirlo, efectivamente estaban sus padres, unos primos e iban llegando amigos, algunos gays y otros no.
… ¡Qué alegrón Pedro!, lamento que Guillermo no haya venido, pero vos tenías derecho a conocer gente, de nuestra edad digo. ¿Qué quieres beber? Mira que trasladé una empresa privada al edificio así que  pide lo que desees.
…Vino solamente, como buen chileno es lo que más me gusta.
___ Se sentaron a una mesa de bar y Pedro al primer sorbo a la copa de vino dejó escapar un suspiro de placer.
… Está riquísimo.
…. ¡Dios mío! ¿Qué diablos es eso que llevas en el dedo?
___ Diego se abalanzó sobre la mesa, le tomó la mano y lo miró incrédulo.
¿Tu dios arrogante?
…. Sí, estoy loco por él.
… Pero si sólo lo conoces desde hace ¿Cuánto?, ¿un mes?
… Dos ¿Y?
… Y nada, sólo era un comentario.
___ Ante el tono hostil y a la defensiva de Pedro,  Diego volvió a su butaca resoplando.
… ¿Y, cuándo ha ocurrido eso? La última vez que te vi sólo estabas acostándote con él.
… La última vez que nos viste, ya lo llevaba, nos comprometimos el sábado, y nunca te dije que me acostaba con él sino que es mi pareja y el hombre que amo. No es lo mismo, al menos no para mí. Y por ello voy a casarme con él.
… ¿Qué?  ¿Cómo puedes estar tan seguro?
… Diego es así, simplemente ha pasado, lo amo,…, para siempre.
___ Pedro conciente del exhaustivo interrogatorio con cada uno que  le causaría el anillo se refugió en la copa de vino y Diego resoplaba a cada respuesta.

___ En el estudio  Beto les servía el asado en el patio y Guillermo les dijo a todos lo mismo que hablara con Juan respecto de sus sentimientos para con Pedro y de su cambio ante los propios.

… Bueno, esa es la situación. Pedro es mi vida, mi socio, mi amigo, mi amor, mi  amante perfecto y será mi esposo cuando Ana me dé el divorcio.
 Muchachos, de Pedro no tengo retorno, de ese chiquilín lindo no se regresa.
… Joaquín, vos me dijiste para mi cumpleaños que alguna vez aparecería alguien que me volaría la cabeza, que entonces entendería y sí, cuando ya pensaba que no había nacido ese alguien, existía, lejos pero estaba esperándome y el hilo rojo que dice la leyenda nos condujo a La Toma y al verlo en Mendoza me voló la cabeza, el alma y el corazón, ocupó todo mi ser, cada átomo de mi existencia.
 También dijiste que  conocería el sufrimiento que vos sentías si lo perdiera y sí, tienes razón, pero sabes qué, si algo o alguien me separara de Pedro, me mataría.
… ¡Guille!
…. Es así Beto.
…. Juan, José, Joaquín, a Franco y a Matías no los invité porque ya cruzamos trompadas, a todos los que pasaron por mi vida les diría que si están vivos a pesar de ello, es porque yo no valía la pena en esa vida, no era quien ustedes creen que soy. Cuando se  respira a través del otro, cuando el corazón late al unísono, cuando el alma es una, si uno se va el otro no sigue, yo no seguiría sin Pedro.
Juan, José, dejen de joder y no sean pelotudos, por algo llevan dos años casados, no se pierdan por pensar que puedo darles algo que solamente tengo para ofrecerle a Pedro, los quiero mucho y los necesito como amigos. Y deseo verlos felices.
Joaquín, sos muy joven, muy lindo, ¿sabes el tiempo que tienes para esperar a ese hombre que te vuele la cabeza?, no soy yo. Nunca fui yo.
 Pero toda esta oratoria de horas que ya parece una audiencia no es más que para  decir una palabra, una palabra que lo dice todo: “perdón”. Yo, Guillermo Graziani, a todos, les pido perdón…
___ Juan y Beto tenían lágrimas en los ojos, Joaquín permanecía atónito, pensativo y José se levantó de la mesa.
…. Che José, ¿qué haces?
… Me voy Guillermo, ¿eso es todo lo que tenías para decir? Ya escuché.
… Pero, no seas pelotudo, quédate con Juan un rato más.
… Guille, déjalo, me pidió espacio y se lo voy a dar, ya veremos qué sucede.
… Gracias Juan, necesito caminar y pensar, ¿puedo Guillermo? Gracias por  el asado, muy bueno Beto, saludos a Gaby. Buenas noches.
… Juan, anda con él.
.. No Guille, quiere estar a solas, pensar. Dios dirá más adelante. Ahora es lo mejor. Yo también me voy, supongo que también necesito resetear mi cabeza y mi corazón y ver si logro verte como el amigo que deseo conservar. Supongo que mueres por ir con Pedro. Chao hermano.
… Guille, yo me quedo un rato ordenando este quilombo, mañana que sigan Cuca y Solange pero al menos guardo todo.
… Guillermo, yo quisiera ir con vos, quisiera disculparme con Pedro. En la fiesta sé que lo provoqué. Estoy en coche, ¿te puedo llevar?
….Joaquín, no puedo dejar que trabajes acá, ¿entiendes? Pero si te quedas puedo hacerte una recomendación para Baunes, es un estudio de prestigio.
…. Gracias, ya veremos.

___ En el edificio,…, Pedro estaba a gusto.
 La siguiente hora fue conociendo amigos, la pasaron  riendo, charlando de todo un poco, picando  y bebiendo. Eso le dijo a Pedro que tendría que discutir con su dios imposible más sobre el asunto, necesitaba tener amigos que compartieran otros intereses como salir a correr, deportes, etc. Y Guillermo los suyos.
Había entre los amigos un tal Ale que era gay y muy divertido.
… Che Diego,…, ¿y cómo está Matt?
… ¿Por qué me preguntas?, ¿todavía quieres cogértelo?, mira que picotea conmigo de vez en cuando.
… NO, sólo preguntaba por joder.
___ Pedro se ruborizaba a cada palabra y al entender que los de su edad al parecer también llevaban la vida de antes de su hombre, que lo de ellos era lo no habitual. Diego no dejaba de mirarlo.
“Me sorprende tanto que ese viejo ogro de Graziani esté al lado de este bombón joven, tranquilo, relajado y divertido,…, pero más que Pedro se conforme con él”
…. Pedro, ¿Cómo está Guillermo y adónde?
___ Pedro tenía la copa en los labios, listo para inclinarla  cuando escuchó a Diego. No podía evitar el tema de que estaba comprometido con Guillermo Graziani durante toda la noche. Y sentía que muchos sabían de él, que lo tenían por un tipo imposible y que algunos lo habían visto en ocasiones que prefería ignorar.
…¿Por qué? ¿Lo quieres coger a él?
…. Bueno, bueno,…, es la noche de meterse con el del cumpleaños.
… Eso parece Diego. Guiie,…, te absorbería…hasta la… médula. (Pedro lo dijo levantando la copa muy serio)
… ¡Pedro!, no te enojes.
… Vamos, que tengo que estar escuchando historias sobre tortuosas aventuras sexuales y encima me sometes a un interrogatorio.
… Ya Pedro, me voy un rato, necesito un cigarrillo.
… Y yo, y voy al baño dijo Ale.
___ Quedó en la barra observando a la gente y el cambio de luces, un pasatiempo que le gustaba, pero entonces Matías apareció en su campo visual y por instinto se agachó. El anillo en el dedo le ardía en la carne y brillaba. Comenzó a transpirar.
“Por la cresta, entonces cuando ese Ale hablaba de Matt era Matías, y picotea con Diego. Cuando me vino a buscar al loft venía de estar con Diego y el muy caradura me quería seducir, qué mierda, ¿adónde me metí?”
Justo cuando pensaba que había logrado esquivarlo sus ojos claros se clavaron en Pedro  que se hundió en el taburete mientras se acercaba.
 Pedro lo volvió a mirar y el ojo morado se le estaba curando. Aplaudió mentalmente a Guillermo por la trompada y de repente se arrepintió  de no haber cedido a sus deseos y haberse quedado en casa con él... Matías lo saludó alegremente como si nada hubiera pasado.
… ¡Pedro!, qué bueno verte. ¿Conoces a Diego?
… No tanto como tú al parecer, somos solamente vecinos y conocidos del gimnasio.
…. Soy abogado de su familia y bueno, a veces  salimos a tomar algo con él, somos solteros.
… A picotear, ya sé.
… Matías, creo que será mejor que te vayas.
… ¿Qué?, Pedro por favor, escúchame. Lo siento muchísimo, de verdad. Me comporté como un auténtico imbécil. Me  merecía todo.
Si estás saliendo con Guillermo lo asumo. Me destroza pensarlo pero lo acepto.
¿Aún estás con él?
…. Eso no es asunto tuyo Matías.
___ Entonces apoyó los codos en la mesa y se acercó demasiado y Pedro desvió la mirada.
… Pedro, aún pienso que podemos ser felices juntos.
…. Mierda Matías, ¿ qué te contesto? Acabas de decirme que aceptabas todo y la sigues. ¿Cuántas veces tengo que repetirte que no tienes nada que hacer? Bueno mira a ver si esto sirve, Guillermo y yo nos hemos comprometido y esto no va a cambiar, ¿entiendes ahora?
___ Pedro vio venir a Diego y le dieron ganas de abrazarlo para sacarse de encima a Matías que al apartarse de la mesa tiró el vino y las copas y Ale se agachó a recoger los vidrios.
….¿Se conocían ustedes? No puede negarse que está muy bueno, es un fachero nato.
…. No, no lo está, no para mí Diego, estoy harto de Matías. Ahora mismo me parece que está de todo menos bueno. Me crispa los nervios.
Sácalo de mi vista por favor.
___ Diego se llevó a Matías que saludó con la mano en alto y Ale se lo comía desde atrás, al parecer era el único que no veía sus encantos.
…. ¡Uy! ¿Adónde va el bombón de Matías?
 …. Espero que a tirarse desde el mirador Ale.
___ Pedro terminó la copa y luego de ver a Matías deseaba otra.
… ¿Por qué tiene un ojo morado?
…. Porque mi pareja le plantó una piña por acosarme.
…. Ha sido un placer gente, pero Matt y yo creemos que acá hay muchos heterosexuales y tenemos ganas de otra cosa, ¿vienen?
… No gracias Diego, espero a Guillermo acá.
___ Diego, Matías y Ale salieron en busca de acción pero en el camino los primos y los padres los interceptaron, con lo cual tuvieron que quedarse.
Pedro fue a la  barra colándose entre la gente y mientras esperaba turno para pedir un trago atrajo la atención de un baboso musculoso fornido que le lanzó una mirada lasciva que ignoró y pidió la copa.
…. ¡Hola!, ¿te invito con algo?
…. Gracias, acabo de pedir.
… Vamos, sólo una copa.
___ Insistió y se acercó más aún.
…. He dicho que no, que  acabo de pedir una.
----El camarero dejó la copa de vino en la barra y se excusó en que tenía que ir por más bebidas dejándolo a Pedro con el grandote que lo miraba babeando. Y el camarero no aparecía para darle una propina.
… ¿Y si nos vemos algún otro día lindo?
___ Ahora estaba muy pegado a Pedro. Pedro creía imposible que no viera el anillo y dio un sorbo al vino.
…. Estoy comprometido con alguien.
… ¿Y?
… Y… Estoy comprometido con alguien.
___ Pedro le puso el dedo frente a los ojos y percibió que el reto lo hacía aparecer más interesante.
…  Pero el no está  aquí, ¿verdad?
… No, por suerte para ti no.
___ Pedro sintió alivio al ver al camarero, la mirada lasciva del musculoso lo estaba poniendo muy nervioso... Dio un largo trago al vino intentando hacer como que no estaba, pero el tipo se acercó más.
… Si fueras mío no te dejaría, no te perdería de vista.
… Mira, he intentado ser amable, apártate.
… Creo que podríamos pasar un buen rato juntos (Pasándole un dedo por el brazo a Pedro)
---- Dio un brinco esforzándose para mostrar exasperación y al disponerse a escapar del pulpo se movió demasiado brusco y se le cayeron billetes al suelo. Nuevamente dejó la copa en la barra para recogerlos y al levantarse se tambaleó.
Maldijo:
“Por la cresta, ahora pensará que estoy borracho y que soy presa fácil”
___ Al darse vuelta se encontró al imbécil de frente.
…¿Estás un poquito borracho lindo?
… ¡Vete a la mierda! He intentado ser paciente...
… Vaya qué carácter.
___ Pedro lo dejó plantado pensando en la suerte que tenía de que Guillermo no estuviera allí, de lo contrario estaría hecho papilla en el suelo... Camino a llegar hasta  Diego dejó la copa con tanta efusividad que derramó parte del contenido, se sentó en el taburete tambaleándose y Diego lo miró preocupado.
… ¿Estás bien?
… Sí, estoy bien, no estoy borracho, es sólo mi tercera copa.
… ¿Quién era ese imbécil?
… Eso, un imbécil, si no sabes tú, es tu cumpleaños. Parece que tienes cosas que contarme.
…¿Ah, sí?
…. Matías por ejemplo. Guille y yo somos de la competencia, él me acosa y dice estar enamorado, antes lo hizo con Guille y picotea contigo.
… No es que me vaya a casar con él Pedro, cuando nos aburrimos tenemos sexo, unas copas, vamos a bailar, pero si lo quieres para vos todo bien.
¿Qué está pasando?
… ¿Con qué?
…. Hablo de Guillermo, ¿por qué no está con vos?
…. Porque no le gustan las fiestas, quise venir a hacer amigos y él esta cenando con los suyos.
… Entonces, ¿todo anda bien?
… Perfecto.
…. Pedro, si fuera tú estaría loco,… ¿Cómo puedes sentir que está todo bien?, ese tipo es imposible.
… Bien, entonces ayúdame, con Guille no tengo problemas, voy a contarte porque valoro tu opinión, uno de mis problemas es el acoso de Matías, el otro el acoso de José Miller a Guillermo.
… ¿Y ese quién es?
…¿Matías no te lo nombró? Es un ex de Guiie, el último para ser preciso, fiscal de la Nación.
 … ¿Guillermo se acostó con un Fiscal?
… Con él y con su esposo, Juan un abogado.
… ¿Participó de un trío?
… Quizá, no lo sé, no me lo había planteado, demasiado tengo con que al parecer siguen enamorados de mi novio, mi prometido, bueno lo que sea.
… Pedro, ¿estás bien?
… Voy al baño, ya regreso.
___ Se dirigía a la entrada dispuesto a subir al loft, se llevó las manos a la frente y se frotó las sienes en un intento por aliviar repentinas punzadas... Abriéndose paso el sonido se transformó en un zumbido, la vista se le nubló, pero en sus atractivos rasgos distinguió la expresión de ira. No sabía por qué, no estaba borracho, no había bebido de más y se tambaleó quedándose plantado, mirando al hombre que lo atravesaba, al único que podía hacerlo que comenzó a avanzar hacia él.  Pedro sintió que las piernas no lo sostenían y lo último que vio antes de perder el conocimiento fue la expresión de furia de Guillermo que se transformaba en terror.
 Cuando Pedro se desmayó todos corrieron y las miradas se cruzaron, hacia Pedro, hacia Guillermo, Matías entre ellos, Diego y Joaquín que le resultaba conocido pero no sabía de dónde, Joaquín entre Diego y Matías.
Guillermo en su desesperación los veía borrosos por los ojos arrasados en lágrimas pero le gritó al más conocido:
…. ¡Matías,… mierda!, ¿puedes servir para algo y llamar a una ambulancia y luego a Beto por favor?



…Guillermo, relájate. Sólo se ha tomado tres copas de vino. No estaba borracho.

___ La mirada de Pedro se vio atraída por una luz fluorescente que estaba en todas partes. Se sentía como si le hubieran golpeado la cabeza con una barra de hierro varias veces.
… ¿Dónde carajo estoy?
___ Cerró nuevamente los ojos y levantó los brazos para apartarse el pelo de la cara. El suave contacto de las manos en la cabeza le provocaba punzadas en el cerebro.
Guillermo con voz tranquila  y tomándole la mano le habló:
… Pedrito, mi amor, abre los ojos por favor.
___ Pedro hizo todo el esfuerzo pero los párpados no le respondían y todo le resultaba demasiado doloroso, no recordaba haber bebido lo suficiente como para que eso fuera la peor resaca de su vida. La única.
Guillermo rugió:
…. ¿Quiere alguien contarme qué carajo está pasando aquí, qué mierda le hicieron Diego?
---- Pedro abrió nuevamente los ojos y  miró el extraño espacio que lo rodeaba. Lo único que le resultaba familiar era esa voz iracunda curiosamente reconfortante.
… Pedro, chiquito.
___ Pedro entornó los párpados intentando enfocar y se encontró con los ojos negros suplicantes y llenos de preocupación. El calor de su palma acariciándole la cabeza le hacía gritar, le hacía daño.
… ¡Hola!, agua. Tengo la garganta seca.
___ Guillermo le cubrió el rostro de besos casi sin poder respirar.
… ¡Mierda, al fin! Pedrito.
…¿Estás bien?
___ Pedro siguió los sonidos de otras voces conocidas y fue viendo inclinarse sobre  él a Diego, Beto, Matías y, ¿Joaquín?

“Por la cresta, ¿qué está pasando acá?”
… Sos pelotudo vos Diego. ¿A vos te parece que está bien?
… Tranquilo Guille.
… Guiie, amor. ¿Dónde estoy? Necesito beber agua.
___ Guillermo le acarició la cara y le besó la frente.
… Estás en el hospital, en la guardia amorcito, tranquilo.
…¿Qué carajo hago acá?
___ Pedro intentó incorporarse pero Guillermo  se lo impidió presionándolo contra la cama. Pedro apartó con fuerza los persistentes brazos de su hombre, se sentó y al instante levantó los brazos para tomarse la cabeza cuando sintió que toda la fuerza de gravedad caía sobre ella.
…! Mierda! Sí que esta debe ser la peor resaca de mi vida.
___ Cruzó las piernas delante, apoyó los codos en las rodillas y la cabeza en las manos.
…. Quiero ir al baño.
…. Guille, lo acompaño.
… Beto, no jodas,
… Puedo, estoy bien.
___ Se volvió y bajó los pies y todo dio vueltas a su alrededor.
… A mí no me lo parece amorcito.
___ Adoró escuchar esa voz y al instante sentir esos brazos que lo levantaron en  ellos para llevarlo al baño, dejándolo de pie pero sosteniéndolo.
… No, precioso, dame las manos.
___ Y volvió a levantarlo para devolverlo a la cama.

… A ver, mi amor, ¿qué te ha pasado?
… No lo sé, tengo mucho sueño.
…. Yo sí. (Guillermo lo miró con ojos acusadores)
… No estaba borracho Guiie.
… Claro, te desmayaste porque estabas sobrio, ¿no?
… Guille, no le grites, le duele la cabeza.
___ Guillermo comenzó a pasear por la sala de guardia con las manos en los bolsillos.
… Guillermo, estuve con él casi todo el tiempo, no terminó la tercera copa de vino.
…. Diego ¿había comido algo antes?
… Sí, era un cumpleaños, estábamos comiendo y bebiendo.
___ Guillermo se sentó a acariciarle el brazo.
… ¿Qué recuerdas?
___ Pedro reflexionó sobre la noche y le costaba hacer memoria.  Pero recordó a Matías, después el musculoso baboso que lo había acosado, pero eso no pensaba contárselo. Pensó que no había mucho por decir que no despertara la furia de Guillermo y que no sabía cómo estaba vivo Matías allí.
… Vamos Pedro, intenta hacer memoria.
… No recuerdo nada raro. ¿Por qué están haciendo una montaña con esto?
___ Guillermo montó en cólera.
… Pedro, son las seis de la mañana, has estado seis horas inconciente.  No me digas que no haga una montaña con esto.
… ¡Seis horas!, una noche de sueño.
___ Todos se volvieron al entrar una enfermera, les explicó que tenían que retirarse, le hizo los controles y Guillermo quedó junto a la cama tomándole las manos.
… ¿Quieres una taza de té?
… Sí, por favor.
…. ¿El médico?
… Está esperando los resultados de los análisis Sr.
___ Pedro no quería discutir a solas con Guillermo y al recostarse volvió a dormirse.


… ¡Buenos días!, me dijo la enfermera que había despertado. Soy el médico a cargo. ¿Cómo te sientes Pedro?

… Bien,.., cansado, me duele mucho la cabeza. Aparte de eso bien. Quiero irme a casa Dr.
… Me alegro. ¿Qué recuerdas de anoche?
…. No mucho.
___ Guillermo le apretó las manos con fuerza y su ira era evidente.
… ¿Quién es usted?
… El esposo. Guillermo Graziani.

___ Guillermo lo dijo sin dudas y sin apartar la mirada de Pedro que lo regañó en forma silenciosa como diciéndole que olvidó decir “futuro”

… En la historia clínica dice que es soltero.
… Nos casamos el mes que viene.
… Ah, de acuerdo.
--- Guillermo lo atravesó con la mirada pero Pedro no tenía energía para discutir.
El médico acercó una silla y se sentó con ellos.
… Pedro, es importante que intente recordar qué pasó anoche, con quién habló, con quién estuvo….
___ Guillermo a través de las manos transmitía hostilidad.
…. ¿Qué está intentando decir Dr.?

___ Pedro ni podía reprenderlo por el tono hacia el médico que hizo la vista gorda.
…. Hemos realizado un test más exhaustivo, teniendo en cuenta los síntomas.
…. ¿Qué síntomas?
… Hemos encontrado restos de droga en la orina Pedro, de Rohypnol más precisamente.
.. ¿Qué es eso?
… ¿Qué?, ¡mierda!, esa es la droga que usan los violadores.
___ Guillermo le soltó la mano, se puso de pie temblando, transpirando de ira.
… ¿Es la droga que usan los violadores?, conteste.
… Sí, en efecto. Es un hipnótico si es recetado, pero en este caso, estando en una fiesta…
… ¡Me cago en Diego, Matías y en la puta madre!
…. Guiie, basta por favor.
…. Pedro, ¿puedes recordar si estuviste solo en algún momento?
…. Creo que no.
___ Guillermo caminaba con las manos en la sien, parecía al borde del estallido, de  convertirse en un tornado que devastaría el hospital.
… Tendremos que examinarlo para determinar si lo violaron.
… ¿Qué, está loco?, no quiero.
…. No estuvo solo, me contaron los amigos y llegué justo en el momento que caía, se desmayó en mis brazos. Vi como perdía la conciencia y fui corriendo.
___ Guillermo se volvió a Pedro con los ojos atormentados y Pedro se sentía vacío, en shock.
…. ¿Está seguro de eso?
… Lo estoy.
… Sr. Graziani, aun así, me gustaría examinarlo, puede haber algún arañazo, algún hematoma.
… Lo he mirado de arriba abajo. No tiene ninguna marca. Lo conozco de memoria.
___ Diego llamó a la puerta, Pedro escuchó un intercambio de palabras y todos fueron a él.
… Pedro, Diego dice que en un momento salió con un amigo, que quedaste en la barra solo, ¿recuerdas?
… Sí. ¿Por qué?
“Guiie, no voy a decirte que vino Matías y luego el musculoso, ni muerto”
… Pedro, porque no quiero que nadie te toque si no es necesario. Por favor, haz memoria. Antes de que yo llegara,…, ¿estabas bien? ¿Te acuerdas de todo?
… Sí.
…. Bien, pero me quedaría más tranquilo si pudiera examinarlo.
… ¡NO! Sé que no pasó nada, Guiie, no pasó nada con nadie.
…. Si está tan seguro no puedo forzarlo.
…  ¡Por supuesto que no puede forzarlo! Carajo, quiero llevarlo a casa de inmediato.
…No pasó nada. Lo recuerdo todo hasta que él llegó Dr., verdad. Me acuerdo de todo.
___ Guillermo le acarició la mejilla al ver que estaba temblando, temiendo un ataque de pánico como en La Toma, nadie lo conocía como él.
… Lo sé, te creo precioso.
…. De acuerdo, sus signos vitales son normales, le dolerá la cabeza por unas horas y seguirá con sueño, pero nada más. En un rato podrá irse, cuando  estén listos los papeles del alta.
… ¿Cuánto tiempo tardarán?
… No tengo idea.
… Voy a llevármelo a casa ahora mismo, somos abogados.
___ Pedro lo miró y al instante supo que era inútil discutir para todo aquel que deseara seguir viviendo y asintió.
… Firmaré el alta voluntaria Dr.
… Está bien.
___ Pedro cerró los ojos mientras seguían hablando pensando en cómo había sucedido, en que no había perdido de vista la bebida en ningún momento. Tampoco había aceptado la copa que le ofreció el baboso. Había tenido cuidado.
“Por la cresta. ¿Qué mierda pasó? Si Guiie no hubiera llegado podría haber quedado inconciente y ajeno a todo. Me podrían haber violado. De repente comenzó a sollozar hasta deshacerse en el llanto franco y ver que Guillermo corría a su lado.
… No, precioso, no llores, por favor.
___ Sintió como su calidez lo atrapaba y lo estrechó con fuerzas mientras su cuerpo se agitaba debajo de él.
… Pedrito, me voy a volver loco si lloras.
… Lo siento mucho Guiie. No sé qué es lo que siento, tal vez haberte desafiado a  salir por separado. La verdad es que no lo sé, pero siento remordimientos.
___ Guillermo le acariciaba el pelo y lo estrechaba con fuerza.
… Pedrito, cállate, por favor.
___ Al fin Pedro se recompuso en algo, y Guillermo le secó el rostro.
… ¿Estoy hecho un asco?
Quiero ir a casa.
___ Se puso de pie y un muro fuerte y feroz lo detuvo y lo alzó mientras Diego y Beto entraban.
… ¿Qué pasó?
… Lo llevo a casa. Diego, ¿nos llevas?
… Claro.
… Guille qué fue.
… Lo drogaron Betito.
… ¿Qué?
… Para violarlo.

___ Al llegar al loft Diego se retiró  y Guillermo colocó a Pedro en la cama.
 Pedro tuvo vagos recuerdos de que le fue quitando la ropa y al fin suspiró aliviado de ella. Adormilado se dio vuelta percibiendo el aroma que más amaba en el mundo. Sabiendo que estaba de regreso en el lugar al que pertenecía: Guillermo.



Continuará.


No hay cielo
ni infierno,
sólo estos mundos infinitos
que creas
hasta que consideras
Que has logrado el mundo perfecto.


 El manual del mesías.


 Richard Bach.

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