NAUFRAGIO. CAPÍTULO 16. PARTE DOS.

 

NAUFRAGIO. CAPÍTULO DIECISEIS. PARTE DOS.

Bs. As., jueves 11 de noviembre de 2014.

….. Alberto no pienso cubrir a Pedro porque no corresponde, pareciera que se lleva muy bien con Graziani que lo saca a pasear.

… Bueno Martín, basta, fue una orden de Guille, pero yo lo arreglo, Pedro pidió el día de mañana para trámites de residencia y hoy, considerando la noche del accidente Guillermo le anuló la guardia, pero ya la distribuyo entre quienes corresponda, sigue con los preparativos del congreso.

… No sé si vaya.

… ¿Cómo?

… Eso, que no sé si vaya, entre otras cosas Pedro tenía que venir, que ayudarme con las presentaciones y hace dos días que no lo veo.

Mejor voy a ver pacientes.

.. Sí, mejor.

… ¿Qué le pasa a éste?

… Que me parece que se está enganchando con Pedro, está celoso, que esto va a dar que hablar amor. ¿Cómo está el muchacho?

… Igual, Matías lo tiene en coma farmacológico, por ahora está estable pero es una bomba de tiempo. El chiquito está respondiendo muy bien, creo que la semana que viene podremos darle de alta.

.. ¿El golpeado?

.. Sí, está respirando solito en forma intermitente ya.

.. Bien, eso lo hará  feliz a Pedro.

… ¡Hola a todos!

… Pedro, voy a ver si Matías necesita una mano.

… Está igual el muchacho Guille, Pedro el pibito está mejorando. ¿Por qué no vas con Martín que está furioso?, dice que tenías que ayudarlo con lo del congreso.

… ¡Uy sí, con el lío de  lo del accidente lo dejé plantado! Estoy en la sala de residentes Guille.

… Cuidado con eso, ya sabes.

… Tranquilo.

___Pedro fue a ayudar a Martín pensando en que se adelantaba la escapada porque Guillermo había dicho que había pedido el viernes para trámites, se sentía culpable y no, porque en verdad de entrada había tomado la guardia, responsabilidades mayores, y quería festejar su Amor y su cumpleaños por primera vez, dejarse sorprender.

Estaba sentado frente a la pantalla resumiendo las presentaciones de Martín y sonriendo como idiota enamorado. La tarde pasó lentamente y en cierto momento le escribió a Guillermo.

.”. Estoy aburrido y deseando que llegue la noche. ¿Cómo estás? ¿Qué haces? Te amo.”

___ Al momento recibió la respuesta.

…” Deberías venir a trabajar conmigo y no te aburrirías. De hecho, se me ocurren varias opciones para entretenerte.

Estoy con trabajo rutinario, esperando la noche. Te amo”

___  A las 18 horas en punto, Martín se acercó llevando un atuendo informal, con remera y Jean.

… ¿Una cerveza Pedro? Acostumbramos como te dije a la salida cerca del fin de semana a cruzar al bar de enfrente.

… ¿Acostumbramos?

… Sí, vamos casi todos, menos quienes queden de guardia… ¿Vienes?

___ Por alguna razón desconocida que Pedro no deseaba analizar lo invadió una sensación de alivio.  Irían todos, y eso lo incluía a Guillermo y luego podían escapar.

… Me encantaría.

… Nos vemos allí entonces, perdona el exabrupto de hace un rato con Alberto.

¿Qué te gustaría beber por si voy pidiendo?

… Una cerveza está bien.

.. Muy bien.

___ Apenas irse Martín Pedro escribió a Guillermo.

.” Mi amor, dice Martín que acostumbran a reunirse a la salida en el bar de enfrente a tomar algo, me gustaría encontrarte allí”

“… Obvio,  espérame y lejos de ese tipo. Tomamos algo con todos y nos vamos, no preguntes.” Guillermo.

___ Pedro se cambió, se peinó, al fin las escapadas con Guillermo y el trabajo no le habían dejado tiempo ni para cortarse el pelo ni para comprar el auto, pero tenía color en las mejillas y los ojos ardientes. Estaba feliz. Sonrió frente a su imagen y se acomodó la camisa azul claro dejando los primeros botones sin abrochar como le gustaba a Guillermo, también se puso  sus jeans y el perfume que le atraía a su hombre y salió.

Cuando el ascensor se abrió en planta baja escuchó que lo llamaban.

… ¿Dr. Pedro Beggio?

___ Se volvió sorprendido y encontró a un hombre delgado, de la edad de Guillermo, con pelo largo entrecano, alto, con piel cenicienta que se le acercó con cautela. Parecía un fantasma,…, pálido y extrañamente inexpresivo.

… ¿Dr. Beggio?

… ¿Puedo ayudarte en algo? ¿Cómo sabes mi nombre?

… No importa. No….solo quería verte.

___ Hablaba con voz baja, inexpresiva, sus ojos castaños no tenían la menor chispa de vida y la tristeza parecía grabada en las arrugas de la cara.

… Lo siento,…, pero estoy en desventaja.

___ Pedro le habló en forma educada, intentando no percibir el escalofrío de advertencia que lo recorría y el nombre que su mente le traía: Juan Arismendi. De cerca tenía aspecto raro si era él, descuidado, ¿borracho?, ¿drogado?, no podía darse cuenta del todo.

Y se echó a reír con un sonido extraño y discordante que incrementó la ansiedad de Pedro.

… ¿Qué tienes vos que yo no tenga, o mejor dicho que no le haya dado alguna vez?

… Perdona,.., ¿quién eres?

… ¿Yo?, hoy,…, nadie. Hoy no soy nadie.

“… ¡Dios, tiene que ser Juan! El mail, ahora vino a conocerme, no puede ser otro.”

… Que tengas buen fin de semana Pedro.

___ Mientras Pedro se quedó clavado atónito, dio media vuelta y salió caminando.

… ¿Y esto qué fue?

--- Pedro confundido cruzó la calle, intentando asimilar el encuentro, mientras su interior le decía que todo tenía que ver con Guillermo, y casi le confirmaba que ese hombre era Juan.

… ¡Hola Pedro!

.. Salud Alberto, Gaby, hola a todos.

___ Le ofrecieron la cerveza y chocaron las botellas mientras seguía pensando en Juan, y quizá en hablarlo con Alberto pero no era el momento ni el lugar, él siguió conversando con Gabriela. Eran una pareja perfecta. Y vio que Martín le sonreía con simpatía.

… ¿Cómo te ha ido  en tu primera semana?

… Bien, gracias Sebastián. (Era el jefe de residentes). Todo el mundo ha sido muy amable conmigo.

… Hoy se te ve mucho mejor que siempre.

… Es que llega el fin de semana supongo. ¿Ustedes tienen planes?

__ Se desvió a Alberto y a Gaby que le contaban de Aída y de Julio Renzo y con aire distraído se preguntó cómo estaría Camila, si se habría quedado con Manuel, pero apartó las ideas porque ese fin de semana no quería hablarlos ni pensar en nada que no fueran él y Guillermo.

Sin darse cuenta Martín le pasó otra cerveza.

.. Gracias.

____ Y la bebió, mientras hablaba con Sebastián que era respetuoso y agradable, cuando se crispó al ver acercarse a Martín.

… Pedro, ¿crees que tomaste una buena decisión al ingresar al servicio?

___Le hablaba como siempre demasiado cerca y en un tono suave y seductor.

….Esta semana he estado muy a gusto y sí, creo que he tomado la decisión correcta.

… Sos muy inteligente Pedro. Llegarás lejos.

.. Gracias. (Pedro no sabía qué más decirle)

… ¿Vives lejos? ¿Tienes planes para este fin de semana con tu novia?

___ Ahora Martín se había apoyado en la barra, casi acorralándolo.

… Vivo en Palermo Martín.

… No lejos de mí entonces.

___ Pedro presintió a Guillermo antes de verlo, aliviado y como siempre, era como si todo su cuerpo estuviese sintonizado con el hecho de su presencia. Se relajó y a la vez se despertó una dualidad interior rara,… y notó la corriente eléctrica familiar instantes antes de que Guillermo le apoyara el brazo en el hombro rodeándolo como a un amigo, pero mostrándole en el abrazo todo su amor, aparentemente relajado. Estaba reclamando con ello un derecho, que en esa ocasión era muy bien recibido. Apenas nadie pudo percibir que le rozó el pelo con los labios y le susurró un hola que le estremeció por completo.

Sentir el brazo que lo rodeaba era alivio y tormento, deseo, excitación y todo. Y estaba para comérselo con jeans y un saco azul oscuro con camisa blanca desabrochada.

___ Martín se apartó incómodo. Guillermo saludó, apenas bebió y le dijo algo a Gaby.

… Gaby, quedan a cargo de todo, vamos a desaparecer con Pedro hasta el lunes.

… Vamos Pedro, tenemos planes.

.. Por favor, quédense a tomar unas copas con nosotros Dr.Graziani.

___ Matías hablaba con amabilidad, pero a Pedro se le antojaba que estaba percibiendo todo.

… No creo que sea buena idea Martín.

___ Guillermo sonreía enigmático y Pedro se preguntaba por qué todo le resultaba tan incómodo. Mientras ese “Tenemos planes de Guillermo”, le hacía recorrer el cuerpo por un escalofrío conocido.

… Quizá en otra ocasión. Hasta el lunes. Vamos Pedro que de camino te dejo en tu casa.

___ Pedro sonrió a Gaby y a Beto tratando de ignorar a Martín y salió con Guillermo.

… ¿Por qué siento que estaba en un concurso de ver quién llegaba más lejos?

__ Mientras Guillermo le abría la puerta del taxi.

.. Porque lo era precioso. Entre Martín y yo hay una guerra a punto de declarase abierta.

___ Guillermo le sujetó la mano y le besó suavemente, al tiempo que daba una dirección que Pedro extasiado mirándolo no escuchó. Sus nejillas estaban ardiendo y las presentía rojas y agradecía la mirada abrasadora y excitante de Guillermo. Tuvo que echar mano a todo su poder de contención para no lanzarse sobre él allí mismo, en el asiento de atrás de un taxi. Lo pensó y la idea lo hizo jadear.

… ¿Qué te gustaría hacer esta noche?

.. Pensé que teníamos planes.

… Precioso, yo sé lo que me gustaría hacer, te pregunto qué quieres vos.

___ Pedro le sonrió espléndido y Guillermo se derritió en la expectativa.

.. Ya veo…. ¿En tu casa o en la mía?

… ¿Qué dices?, si por ahora solamente podemos ir a mi departamento.

___ Una enorme sonrisa de Guillermo se reflejó en la de Pedro y volvió a besarle la mano manteniendo la mirada fija en los ojos marrones.

.. Pedro, Martín quiere meterse en tus pantalones.

… Bueno, que quiera lo que le dé la gana. ¿Por qué estamos hablando de esto? Ya sabes que no me interesa en absoluto. Es mi residente superior y punto.

… Esa es la cuestión. Quiere lo que es mío. Necesito saber si hace bien su trabajo.

… Por lo que he visto sí, por algo está en tercer año supongo. ¿Por? ¿Adónde quieres ir a parar con esto?

… Bien, más le vale dejarte en paz, o acabará de patitas en la calle aunque esté en tercer año.

… Guille, ¿de qué hablas? No ha hecho nada malo… todavía. Se acerca demasiado solamente.

… Si hace cualquier intento de acercamiento, me lo dices. Es acoso sexual.

… Ha sido una copa grupal a la salida lo de hoy Guille.

… Lo digo en serio, un movimiento en falso dentro del trabajo y por más que esté en tercer año, se va a la calle.

.. ¿Por qué?, le arruinarías la carrera.

… Porque puedo y es mi deber. Necesito que estés a salvo.

…!Pero, dijiste que no ibas a interferir con mi futuro profesional y ya detuviste mi ida a Boston!

… Y no lo haré.

…!Guille! A Pedro le faltaban las palabras

… ¿Estás enojado?

… Sí, claro que estoy enojado.  ¿Qué clase de jefe toma decisiones en base a la persona con la que se está acostando en ese momento?

___ Se miraron tensos y la atmosfera del coche se cargó de reproches no dichos y palabras implícitas, pero el trayecto no duró mucho pues se detuvieron frente a un conocido hotel cinco estrellas y Pedro se quedó de piedra mientras Guillermo pagaba y le abrían la puerta.

Al fin sintió que lo tenía detrás y que lo empujaba. Y al volverse,  los ojos negros eran endiabladamente intensos y sexies y, se perdió en la profundidad de la mirada pese a sus intenciones de seguir enojado.

… Entra, ¿vas a seguir enojado?

…. Eres un idiota celoso.

… ¿Un idiota?

___ Guillermo ya estaba relajado y sonreía y Pedro lo siguió.

.. No me hagas reír cuando estoy intentando mantenerme enojado contigo.

___Pero era imposible seguir intentándolo al ver esa sonrisa y la alegría que se reflejaba en la mirada y en el rostro mientras se acercaban a recepción.

… ¿Equipaje Sres.?

… No, solamente estamos de paso, vamos a un congreso.

___ Pedro lo miraba atónito por la pasmosa tranquilidad con que llenaba los papeles de ingreso, pedía la reserva, tenía absolutamente todo preparado, pero sí necesitarían algo si no iban a encerrarse en el departamento.

¿Qué había preparado aquel hombre sin que se diera cuenta? ¿Cuándo?

… ¡Uau! ¡Qué vista!

___ Guillermo lo abrazó desde atrás  inhalándolo y besándole el cuello, murmurando.

… ¿Te gusta?

… No lo imaginé, es preciosa la suite, el hotel, tú.

___ Se volvió y la mirada fue  a los labios que planearon para aterrizar en los finos que entreabiertos lo anhelaban como siempre y se devoraron hambrientos, mientras se asfixiaban en aliento y saliva con las lenguas enroscándose y reexplorando el territorio y el sabor. Hasta separarse con la mirada ardiere y apenas respirando.

… He pensado que comencemos tu festejo de cumpleaños cenando abajo.

… Pero,.., amor, no  hemos traído ropa, no tenemos nada elegante para ponernos.

___ Guillermo con una sonrisa le tendió la mano para conducirlo al vestidor.

 Abrió y dentro, colgados en fundas protectoras, había: trajes nuevos para ambos y más.

… Has pensado en todo. Gracias.

__ No sabiendo qué decir continuó agradeciendo en el beso.

… Claro que sí.

___ Guillermo le levantó la barbilla para regresar al beso luego de que viera bóxers y más en los cajones.

…. Estoy deseando delirar admirándote y luego quitarte todo al regresar.

___ Renovados tras un baño dificultoso, limpios y Pedro considerándose un consentido, se sentó a secarse el pelo mientras Guillermo le quitó la toalla y el secador.

.. No. Déjame a mí, que esto me apasiona.

… ¿Quieres secarme el pelo?

…. Vamos.

___ Pedro conocía esa expresión, no pensaba en desobedecer y lenta y deliciosamente, metódicamente comenzó a secarle el pelo, relajándolo.

__ Al rato entraron  en el ascensor para bajar al restó, y tomados de la mano, vestidos de sport elegante, sin corbata, mirándose bajaron hasta planta baja. Estaba lleno de gente vestida de noche, sentados charlando y bebiendo como iniciando el fin de semana.

Guillermo lo condujo a un comedor privado y el camarero les trajo la carta de vinos y el menú, pero también un champán rosado que Guillermo  le ofreció para brindar.

La comida estuvo exquisita, y al llegar el momento del postre acercaron una torta suntuosa mientras la mirada de Guillermo se cruzó lanzándole un beso.

… Pide tres deseos precioso.

___ Pedro con todo su aire apagó las velas deseando únicamente su Amor realizado y eterno.

___ Guillermo cerró la puerta de la suite suspirando.

… Al fin solos amorcito, apoyándolo contra la entrada mientras lo observaba de Norte a Sur, de este a oeste, para perderse en los labios ávidos de siempre mientras Pedro daba un paso hacía él, tomándolo de las solapas del saco.

.. Gracias por el cumpleaños maravilloso, que consideraría este día si no fuera porque te conocí a horas del real, el 22 de octubre. Eres detallista, generoso, mi amor.

… Ha sido un placer para mí.

.. Sí, un placer para ti. Creo que tendría que pensar en algo que te dé placer para retribuirte en algo esto...

___ Pedro cerró los dedos en las solapas, tiró de él para acercar los labios y sellarlos para ya no volver a hablar.

Los sacos cayeron en el vestíbulo mientras Guillermo lo llevó en brazos hacia la cama hundiendo la nariz en su pelo mientras Pedro le echó los brazos al cuello y se aspiraban, se inhalaban , se embriagaban uno en el otro al tiempo que se mareaban hasta el delirio.

… Te deseo con locura, ven a la cama amorcito.

___ Pedro lo aceptó sin excusas ni pudores y se dejó bajar y luego atraer hasta caer bajo Guillermo que lo rodeó en sus brazos acariciándole la nuca con la nariz, por detrás de la oreja provocándole escalofríos deseados y mientras con los dientes mordisqueaba la oreja le susurraba.

.. ¿Por qué peleamos por terceros?

___ El corazón de Pedro latía desbocado y su cuerpo se enardecía.

.. Porque nos estamos conociendo, y eres celoso y difícil. Pedro murmuraba sin aliento ladeando el cuello para facilitar el acceso a la lengua que comenzaba a devastarlo.

… ¿Soy todas esas cosas?, me asombra que me soportes. Y vos,…, ¿siempre me vas a provocar?

… No tengo idea.

__ Guillermo le mordisqueaba la oreja y Pedro gemía.

… Yo tampoco, ahora no tengo idea de nada más que de lo que tengo en mis brazos y del fuego que me consume.

___ Mientras apenas murmuraba iba desabotonando la camisa de Pedro y descubriendo curvas, valles y montañas que comenzaba a dibujar con sus labios, a trazar con los dientes, a emparejar con la lengua, mientras Pedro se ondulaba ronroneando. Los pezones eran montículos ante las caricias, que continuaban a la cintura y hasta las caderas, donde los dedos se colaron tirando suavemente del vello púbico mientras la otra mano tiraba del pelo para mirarlo. Le echó la cabeza atrás y fue al beso con una lengua anhelante, furiosa, despiadada, demente, hambrienta,…, mientras Pedro respondía con lo mismo, gimiendo y acariciando el rostro amado.

 Guillermo con las manos bajaba cierres, desabotonaba y deslizaba pantalones y bóxer, despacio, seductor, con delicadeza, hasta acariciar las nalgas y descender los pulgares al interior de los muslos, lugares vírgenes en Pedro hasta la primera vez con él hacía menos de una semana.

 De repente se levantó sobresaltando a Pedro, mientras lo recolocó en la cama quitando lo que quedaba, colocándole las manos sobre la cabeza mientras las grandes recorrían pies, piernas y muslos ascendiendo y separándolos, seguidas de labios y lengua, trazando caminos, marcando surcos con uñas y dientes y dejando regueros calientes y húmedos imborrables  en la piel.

… Acuéstate.

__ Pedro gemía sabiendo lo que haría, mientras las manos impiadosas seguían en la cara interna de sus rodillas y la boca insolente continuaba tomando territorios, dejando huellas a su paso, mordisqueándolo al subir por los muslos y cuando llegaba al vértice entre ellos, Pedro cerró los ojos y se rindió al hombre que lo poseía de todas las maneras,…, en su totalidad.

Y lo besó, allí, íntimamente soplando, besando, trazando círculos con la lengua mientras Pedro se abría y lo dejaba saborear, devorar, beber, morder, lamer, succionar y lo que necesitara hacer de él. Le colocó las manos sobre las rodillas separándolas mientras la boca continuó la tortura, sin reparos, sin cuartel, sin descanso,…, sin piedad, mientras Pedro alzaba las caderas para recibirlo, para unirse al ritmo impuesto y acompañarlo.

… Guille, mi amor, por favor.

… Todavía no precioso. Y al notar que Pedro se aceleraba al ritmo de la succión se detuvo mientras Pedro se sentía abandonado. Guillermo dibujó un rastro de besos por el abdomen, las manos recorriendo los muslos hacia arriba, masajeando, pellizcando, arañando, rozando, incrustándose, seduciendo, mientras la lengua rodeaba el ombligo y sus pulgares llegaban a la cúspide de los muslos nuevamente.

 Pedro gritó cuando sin permiso uno se deslizó hacia atrás penetrándolo sin preguntas, mientras el otro acosaba por delante, el segundo por detrás, despacio, en forma agónica, trazaba curvas y círculos, las miradas se perdían en el otro, y Pedro se retorcía ante el ataque de caricias por doquier.

Guillermo se apiadó, lo elevó del desplazamiento causado, y se  echó sobre Pedro que jadeaba mientras veía el anhelo febril, y recién se daba cuenta que Guillermo estaba desnudo, sin saber cómo ni quién le había quitado la ropa en su estado de semi- inconciencia.

___ Guillermo bajó la mirada al tiempo que lo volvía, con los ojos ardiendo de Amor y pasión, embriagado y embriagando, separando las nalgas con dulzura y jadeando venerándolo, susurraba:

… Te amo, te deseo…. y despacio, muy despacio, disfrutando cada milímetro, en forma exquisita, se fue hundiendo en Pedro echando su peso contra él. Y se convirtieron en fiebre y en sudor, en embestidas y pausas, en besos y caricias en ellas, para regresar a embestir y acelerar, perdiendo en cada  movimiento la vida con el aire, para renacer en el siguiente y continuaron por más y más, y más,…, hasta llegar a la cúspide más alta del universo derramando el fluido de su amor eterno al grito frenético y agónico al universo del nombre del amado por la eternidad.

 Hasta caer exhaustos al abrazo último de esa noche, sumada a las pocas en esta vida de amarse, al que los llevaría al sueño, donde las energías seguirían fluyendo de uno al otro, y al espacio, hasta confundirse con la divinidad.

___ Pedro se desperezó y abrió los ojos a una clara mañana de primavera, de noviembre, cómodo y feliz, arropado entre sábanas limpias y almidonadas, y necesitó de un momento para recordar adónde estaba mientras al confirmarlo su cuerpo respondió con la aceleración de latidos...

.. Tranquilo.

___ Guillermo estaba sentado al borde de la cama. Le acarició las mejillas y eso lo terminó de regresar al mundo.

… No pude con mi genio y llamé a Alberto, sigue todo igual, el niño, el muchacho, nada nuevo Todo está en orden.

… Gracias.

 ___ Se inclinó buscando el beso.

… ¡Buenos días Pedro!, nuestro primer viernes juntos ¿no?, le susurraba besándole la sien.

… ¡Hola!, si piensas acostumbrarme a esto, temo que me convertirás en un vago. Me gusta más dormir contigo en un cinco estrellas que en la guardia.

__ Guillermo estaba levantado y ya vestido con remera negra y Jean.

… Buen día precioso mío. Con ojos cálidos y tiernos lo derretía en la mirada. Quiero desearte un feliz cumpleaños, el primero junto a quien corresponde, ¿te parece bien?

… Sí, claro. Gracias. Por todo.

… ¿Todo?, esto apenas recién empieza.

… Todo. ¿Hay más?

___ Guillermo parecía confundido con los ojos muy abiertos por la anticipación y con una sonrisa embriagadora le ofreció algo.

… Toma, no te he dado mis regalos.

___ Pedro tomó una cajita exquisitamente envuelta con una tarjeta y ante el entusiasmo contagioso de Guillermo leyó:

“Por todas nuestras primeras veces. Por tu primer cumpleaños de esta vida a mi lado, como mi hombre amado.

Te amo. Guillermo”

… ¡Dios mío!, qué dulce eres. Yo también te amo.

… Ábrelo.

___ Se sonreían embelesados, mientras Pedro con cuidado desenvolvía el papel y dentro encontró una bonita cajita de  cuero Cartier. Al abrirlo había una cadena con colgantes de oro que lo dejaron atónito, debían costar una fortuna.

…! Guau!, no hacía falta.

… Por ahora sí. Hasta que pueda regalarte una alianza quiero que lleves esto de mí.

… El favorito de Pedro fue el corazón que además era un relicario.

…. Puedes poner una foto o lo que quieras dentro.

… Una foto tuya quiero llevar siempre. Y siempre en mi corazón porque eso representará éste.

___Y le dedicó una deliciosa sonrisa suya con hoyuelos que a Guillermo le partió el alma de Amor.

Pedro examinó otros dos colgantes, uno  con una G, obviamente de su nombre, el otro era una llave de oro y lo miró interrogando.

… La llave de mi corazón y de mi alma, te los entregué el  primer día en Palermo, regresaste, pero tienen llave y es solamente tuya, para siempre y desde siempre, ahora lo sé.

__ A Pedro se le arrasaron los ojos en lágrimas, se lanzó hacia Guillermo rodeándolo con los brazos en el cuello y sentándose en su regazo besándolo.

.. ¡Qué regalo tan bien pensado y perfecto!, me encanta. Gracias. Pero para que sea completo tienes que llevar uno igual así que  te lo compraré.

___ Pero le estaba susurrando al oído aspirándolo y se perdió en el aroma mezcla de jabón, champú y Guillermo, olía como el hogar, como su hogar, su lugar en el mundo y las lágrimas que amenazaban, empezaron a caer. Guillermo lo abrazó.

.. Shhh, no. No llores.

… No sé que haría sin ti.

__ A Pedro se le quebró la voz, al intentar expresar el abrumador acúmulo de emociones que le provocaba ese hombre suyo de siglos y de solamente una semana, mientras estrechaba el abrazo.

… No llores, por favor.

… Lo siento. Es que soy feliz por primera vez en mi vida, y al mismo tiempo estoy nervioso y tengo miedo, todo junto.

… Tranquilo. Guillermo le hablaba suave como una pluma que acariciara el oído. Lo comprendo porque me siento igual.

___ Le llevó la cabeza hacia atrás y selló los labios en un beso tierno y húmedo de saliva y lágrimas.

… Lo sé.

… Ojala estuviéramos en una casa nuestra, casados y las circunstancias fueran fáciles. Pero por ahora tenemos esto, que no es poco, ¿no?

Vamos, levántate,  que tenemos que desayunar y continúan las sorpresas. ¿No pensarás que te voy a tener encerrado tres días acá o sí?

.. ¿NO?

.. No. Vamos.

___ Pedro se vistió informal, jeans y remera nuevos de lo que había en el vestidor y desayunaron entre arrumacos con música suave, abrazados por el sol que se colaba por la ventana, en la suite.

…. Gracias por pedir mi desayuno favorito.

…. Es tu cumpleaños. Y tienes que dejar de darme las gracias porque no corresponde, todo es más de lo mismo, todo es Amor.

… Es que necesito que sientas que estoy agradecido, yo nunca tuve tanto.

… Pedro, esas son las cosas que me salen hacer con vos, nunca lo hice antes con nadie, también es mi primera vez.

… Claro.

… ¿Nos vamos?

… No, voy a lavarme los dientes.

… De acuerdo, vamos.

… ¿Por qué te ríes?

… Recordando cuando me quedé en el departamento la primera vez sin haber llevado ni comprado cepillo, usé el tuyo esa primera noche, nuestra segunda noche juntos si contamos la entrega en la guardia, pero la primera completa.

___ Pedro ahora sonrió y le quitó el cepillo en recuerdo de aquella primera vez en que usara el suyo y preguntándose cómo sabía de los regalos perfectos, su talle para la ropa. Inspiró intentando contener las emociones y mirando la cadena con los colgantes.

… ¿Te gusta?

… Muchísimo. La adoro. Como a ti. Pero necesito una foto tuya para colocarle.

… Bueno, ya la haremos.

___ Cuando entraron al ascensor vacío se miraron y volvieron a perderse en la profundidad del otro sonriendo.

… ¡NO!, Guillermo le susurró ni bien se cerraron las puertas. Ni se te ocurra.

…¿Qué no qué?

… No me mires así, pero era tarde para advertencias, sus cuerpos no respondían a órdenes racionales y Guillermo lo atrajo hacia él echándole la cabeza hacia atrás lamiéndole el cuello y susurrándole.

.. Alguna vez,…, voy a alquilar los ascensores durante una tarde entera.

…¿Solo una tarde?

… Sos insaciable.

… Cuando se trata de ti, creo que sí. Lo estoy descubriendo apenas.

… Y yo me alegro mucho de oírlo, y lo estoy descubriendo también.

___ Los labios se unieron en un beso suave y no supieron si era el ascensor, el que en la mañana no habían hecho el amor, o eran ellos, pero el deseo se despertó urgente y perezosamente se fue extendiendo, mientras Guillermo le acariciaba el pelo, Pedro intensificaba el beso, apretándolo contra la pared pegando su cuerpo caliente al ajeno.

 Guillermo gimió dentro de su boca y le acarició el pelo besándolo. Y se besaron de verdad, con decisión y determinación, las lenguas explorando el territorio tan familiar y a la vez tan nuevo en la boca del otro, las salivas y alientos mezclados, los dientes chocando y ellos muriendo sin aire, derritiéndose en el otro, mientras las manos de Pedro acariciaban el rostro para separarse jadeando uno el nombre del otro.

… Te amo Pedro

… Te amo Guille, no lo olvides.

___ Las puertas se abrieron y sonrieron como viniendo de una  maratón, apenas alcanzaba el aire.

.. Vámonos, antes que decida alquilar el ascensor hoy mismo.

___ Salieron al vestíbulo, saludaron al entregar la llave y Guillermo hizo una llamada que a Pedro le llamó la atención, pero con una sonrisa conocida le indicó que era un secreto y parecía nervioso.

Ya en la calle los encontró una mañana cálida suave, luminosa y mientras Pedro miraba alrededor sin saber si detener a un taxi, Guillermo le apretaba la mano haciéndolo volverse hacia él.

.. ¿Qué pasa?

___ El ronroneo de un motor de un coche acercándose lo distrajo. Era un sonido ronco…Le resultaba familiar y cuando Pedro se volvió a buscar la fuente del ruido se encontró con un Sonic azul que venía espiando en los locales al paso desde hacía días.

Lo conducía el encargado del Valet Parking y Guillermo le susurró al oído.

… ¿Dijiste que tenías que comprar un auto? Yo no sé manejar pero creo que el que estabas mirando mucho era éste.

… ¡OH, Dios mío!, Pedro giró la cabeza hacia Guillermo que lo miraba expectante

…. Antes de que me digas que no puedes aceptarlo, te digo que yo no deseo que me regales también uno porque no pienso manejar, pero sí quiero admirarte conduciendo éste. Y evaluando la reacción de Pedro que estaba boquiabierto le dio las llaves.

… ¡Feliz cumpleaños amorcito!

… Te has vuelto completamente loco, pero me encanta.

___ Una enorme sonrisa inundó el rostro de Pedro que estaba en un entusiasmo absoluto y desenfrenado, llevaba meses sin auto, le encantaba manejar y era el que deseaba, La expresión de Guillermo era la suya mimetizándose en su felicidad.

… ¡Tienes más dinero que sentido común! , pero me encanta y siempre puedo comprártelo

… Los regalos de cumpleaños no se devuelven, cualquier cosa por vos, siempre.

… ¿Puedo manejar?

… Claro. Es tuyo. Y tenemos que ir a un lugar, necesito que me lleves.

Feliz cumpleaños mi amor.

… Gracias.

___ Se sentaron y olía a cuero, a nuevo, era delicioso.

… Maneja con cuidado que  me puedo infartar.

… Lo haré. Lo prometo, colocando la llave en el contacto mientras Guillermo se acomodaba el cinturón a su lado.

___ Pedro hizo girar la llave y el motor cobró vida como el sonido de un trueno, miró por el espejo retrovisor, por los laterales y aprovechando un hueco en el tránsito, hizo un cambio y salieron disparados.

… ¡Uau!

… ¿Qué?

… No quiero que terminemos en la clínica precioso, al menos hoy no. Con calma.

___ Pedro sonrió soltando el acelerador.

… ¿Mejor?

… Mucho mejor.

… ¿Podemos dar una vuelta en coche?

… Claro Es tu cumpleaños o eso festejamos. Podemos hacer lo que quieras.

… ¿Lo que yo quiera?

… Lo que vos quieras.

… ¡Cuántas promesas en tan pocas palabras! Bueno, ahora quiero manejar. Este coche es tan fácil de conducir que parece que estuviera soñando.

Sonreían y se amaban en la mirada, pero Pedro nuevamente pisó el acelerador.

…. Bueno, ahora quiero manejar.

… De acuerdo, pero tranquilo amorcito. Maneja, vamos camino a la costa donde nos espera el resto de tu fin de semana. Y quiero que logremos llegar.

… ¿Otro hotel?

… NO, error, tengo una casa en Santa Teresita, es un lugar tranquilo que a veces necesitaba para recordar a Mirna, es pequeña, pero mía, la compré antes de casarme, era uno de mis secretos, ahora lo sabes vos, y allí seguiremos nuestro Amor.

Nos espera la casa, mi casa y el mar, las puestas de sol y la luna, el amanecer y el Todo. Te amo Pedro Beggio.

… Yo más Guillermo Graziani.

UN DESTINO… UN AMOR… GUILLE Y PEDRO… PEDRO Y GUILLE.

 CONTINUARÁ.