EL VIAJE...CAPÍTULO 37.

 

EL VIAJE… CAPÍTULO 37.

 Bs. As., sábado 05 de diciembre de 2014.

… Bueno Guille, la bienvenida es para vos así que dale al brindis que se pasa el asado.

… Gracias Beto, en verdad estoy muy emocionado, nunca hasta hoy estuvimos en paz y armonía para hacer una real bienvenida al estudio a mi amor, a Pedro. La otra fiesta en el loft no fue de lo mejor, el asado aquí tampoco, así que es la primera vez que siento que nos dan la bienvenida, a ambos, y están todos. Mis amigos incondicionales con mi ahijado: Beto, Gaby y Julio Renzo, mi hijito querido Fabián, con Valeria y Guillermito, mi querida tía Cuca, mi socio de toda la vida, Marcos, y gracias Isabel por venir y traer a Solange. Mis amigos que me pegaron flor de susto cuando pensé que perdían el rumbo y que lo  recuperaron: Juan y José. Matías, bueno, de vos no sé qué decir. Si en verdad dejarás de perseguir a Pedro y vas a ayudarnos bienvenido también.

A todos quiero decirles gracias, en una u otra forma estuvieron presentes apuntalando a Pedro y a Fabi en mi enfermedad, me siento profundamente agradecido porque pude morir y estoy acá, agradecido con Dios y con mi Amor, con vos cielito que con tu Amor me aferraste a la vida, con vos hijito que hoy comprendes y amas a Pedro, con todos.

 En 15 días más o menos, cuando terminen de rendir, partiremos a navegar y deseo que Juan, José, Marcos y Matías se encarguen del estudio y de estar atentos al caso del tráfico de niños. Le debemos ese viaje a Fabi y a Valeria y de paso nos llevaremos a Beto y a Gaby.

Por todo esto antes que nada brindo por la amistad, que sigue prevaleciendo en nosotros, brindo por la vida porque estuve a un paso de perderla, brindo por cada uno de ustedes y sobretodo por mis amores: Pedro, cielito, te amo y me diste la vida nuevamente, Fabi y Valeria, gracias por estar. Juan, José, Marcos. Brindo por el estudio y porque este nuevo caso tan difícil o más que el de La Toma tenga resolución exitosa.

Brindo porque los chicos y Beto en 10 días pasen a cuarto año, por mi nieto, por mis ahijados.

Brindo por el viaje que vamos a emprender.

___ Guillermo miró a Pedro y sin palabras le dijo todo y Pedro salió del paso con su simpatía de siempre, su sonrisa llena de luz y su mirada llena de Amor.

… Por todo eso, por ustedes.

Y además no estuvimos presentes en los cumpleaños de Julio y de Guillermito, de esos dos tesoros que amamos y brindamos por ellos también.

 La vida de Guiie, cuando nos encontramos en junio, era muy complicada, tenía muchos secretos y gente alrededor que acomodar en sus sitios, no nos contó todo a tiempo porque pensó que me perdería, pero ante todos declaro que siempre lo amé, que nada me asustó, y que jamás me hubiera separado de él por nada ni nadie, excepto si nuestro amor te dañaba a vos Fabi, pero gracias a Dios ahora no es así.

… Pedro, yo, estoy avergonzado…

… No, es tu padre y entiendo todo, lo que te pasó, lo que sentiste y lo que hablamos, pero en el dolor nos encontramos y hoy puedo quererte y sé que me quieres como lo que soy, el prometido de tu padre, el hombre que lo hace feliz.

Hoy Ana no está en la vida de Guiie, ha tomado otro camino, mis padres han regresado a la mía, las heridas pasadas ante la amenaza de vida para Guiie se han ido y somos felices como nunca,  haciendo planes de futuro.

 Uno es el crucero a Brasil para pasar las fiestas, otro es la compra de una casa con un dinero que mi padre me debía, otro es viajar a Chile a verlos, porque creo que todos conocieron a Amalia, a mi madre, pero aún no me he visto con mi padre, pero hay más, mucho más.

… Sé que se preguntarán a qué voy, le estoy introduciendo a mi Amor para que pueda darles la noticia que en verdad deseamos dar.

Guiie, es tu gente, es nuestra pero los conoces de antes, y corresponde que lo sepan de tu boca.

Antes quiero decirles que me siento feliz de la decisión que tomé en julio, de dejarlo todo en Santiago y venir a Bs. As. y a este estudio, los quiero.

___ Pedro miró a Guillermo con las lágrimas jugándoles una mala pasada, lágrimas de emoción y de felicidad.

… Lo que Pedro desea que les diga, es que hace tiempo ya, aunque parezca una locura, a dos meses de estar juntos, en el yate le pedí en matrimonio y nos comprometimos a solas, de allí la alianza que llevamos.

Luego fue todo tormentoso y conflictivo, pasamos mil cosas juntos, a cada una temí que Pedro huyera de mí pero no lo hizo, y en Brasil,  sabiendo que Ana ha firmado los papeles de divorcio y que en pocos meses al fin seré un hombre libre, hemos decidido fijar el día de mi cumpleaños, el 21 de abril si Dios quiere para casarnos y formar nuestro hogar, de allí la compra de la casa y que le deje los bienes que hice con Ana a Fabián, con Pedro iniciaremos de  verdad nuestro camino juntos.

 Brindo por mi socio, mi novio, mi amigo, mi compinche, mi amante, mi compañero, mi Amor y futuro esposo,…, y quedan todos invitados a ese casamiento, que en principio sin pensar creímos que sería en Brasil, pero que será acá, en Argentina, y quizá hagamos la fiesta en el yate de  Pedro. Ésa era la noticia que deseábamos compartir ahora sin dudas, los padres de Pedro lo saben y nos apoyan.

… ¡Bravo por los novios!, Guille, Pedro, los quiero. Los queremos,  vamos Albert amor reacciona, levantemos las copas y felicidades.

___ Cuando Gaby tomó la iniciativa, uno a uno se fue animando a ir a saludarlos, luego de hacer chocar las copas, para al fin cuando los novios sellaron el pacto en  un beso comenzar con los aplausos.

Y Pedro como deseaba desde hacía meses, para disimular la emoción y el torbellino interior dio paso al inicio de la cena con el famoso: “Aplausos para el asador”, ante lo cual  Beto con Gaby fueron por las bandejas y comenzaron una cena de ensueño con la gente con la que deseaban compartir sus vidas.

… Guille, Pedro,…, Beto, Fabi, Valeria y yo les organizaremos el casamiento, la fiesta, los invitados, el catering, todo, ustedes solamente ocúpense de elegir la ropa y de pedir la fecha en el registro civil.

… Chiquita, mira que los conozco, nada de multitudes, ya hemos hablado que deseamos una fiesta para los amigos y la familia, y la haremos en el yate.

… Está bien pa, confía en nosotros, así será.

… Bueno, en verdad falta contarles otra cosa, pero a mí me da vergüenza porque mi hijo siempre me carga por esto, Pedrito dilo.

… ¡Uy amor!, si no tiene nada de malo. Bueno, como saben, mis padres y yo estuvimos mucho tiempo sin vernos, y nunca acepté dinero de ellos. Mi padre tiene varias empresas en Chile, mis abuelos pertenecían a la aristocracia de Chile, pero yo a los 17 años dejé todo y empecé de cero. Ante la enfermedad de Guiie, con la ayuda de Marcial que dicho sea de paso por lo que sé está por casarse con Camila, y de mi madre que lo entendió antes, nos hemos reconciliado con mi padre, ya han hablado por teléfono con Guiie, acepta nuestro casamiento, al regresar de las vacaciones iremos a verlos a Chile, y me ha depositado las ganancias de las empresas de todos estos años. Con ese dinero y algunos ahorros de ambos, alquilando el loft a Matías, compraremos nuestra casa, pero además he invitado a mi amor a que pasemos nuestra luna de miel en Europa, por lo cual luego de casarnos, si Marcos no nos mata, y quizá Juan, José y Matías continúan apoyando en el estudio a Gaby y a Marcos,  nos iremos unos meses.

… ¡Guau!, pero qué notición, te lo tenías callado Fabi, felicitaciones, brindemos por ellos entonces.

… Me tenían prohibido anticiparles nada Gaby, perdón.

___ La velada fue exquisita, entre anécdotas, chistes, brindis y comida, y se despidieron a medianoche.

Al fin habían logrado una fiesta o una cena sin sobresaltos, aunque el auto de vidrios polarizados continuaba siguiéndolos de cerca.

 ___Los días pasaron igual, tranquilos, felices,…, por la mañana iban al estudio y tomaban denuncias que  eran falsas, seguían allanando posibles lugares de cautiverio de niños sin resultado, Andrea conoció a Guillermo y a Pedro, y la desesperación iba in crescendo.

Por la tarde recorrían terrenos y casas, y en la noche compartían la cena en familia para amarse sin tiempo y sin reparos en la suite de la casa.

A mediados de mes Pedro ayudado por Fabián, terminó de mudar la ropa y los libros que quedaban en el loft, para evitar el recuerdo del atentado  a Guillermo.

Al fin, el 18 de diciembre, Fabián, Valeria y Beto terminaron de rendir las materias promocionales que los situaba en cuarto año y comenzaron los preparativos de hacer los bolsos y las maletas para embarcar el 20, con entusiasmo creciente.

Gabriela y Valeria se encargaban de las compras que llevaban al Tigre y Julián ordenaba, los varones de llevar los juguetes de los niños y comenzaban a preparar la ropa que sería lo último en acomodar.

… Guiie, amor, ve a ayudar a los chicos que puedo organizarme con lo nuestro.

… Los chicos pueden solos, yo tengo que vigilar lo que llevas.

Pedro, ven, mírame.

… ¿Qué pasa Graziani?

…. Ni se te ocurra que te vas a poner esos trapitos minúsculos y colorinches que acostumbras cuando estamos a solas porque nos quedaremos encerrados acá.

…. Guiie, no empieces, ya te he dicho mil veces que no voy a aceptar que dirijas la ropa que me voy a poner, la gente en Brasil anda en cueros.

… Mucho peor, cuando esos negros te vean, no, no te verán, antes te encerraré en el camarote.

…No  son todos negros, ¿desde cuándo eres racista?

…No lo soy, negros o blancos no quiero que te vean sin ropa.

.

___ Pedro lo rodeó en sus brazos y lo ahogó en un beso que lo dejó sin memoria y sin aliento.

… ¿Sabes  el miedo que tuve a que no regresara el Graziani celoso controlador de la ropa que me pongo?

… Eso fue un golpe bajo para convencerme, y estoy hablando en serio, no vas a bajar del yate sino te vistes como la gente.

… ¿O sea?

… Al menos con Jeans y remeras, no musculosas, remeras, y nada de bañadores minúsculos y llamativos, shorts de baño largos y oscuros, ¿estamos?

… Estamos amor, con tal que tengamos las vacaciones en paz, si quieres entro al mar con los Jeans.

Bueno ya que no vas a ayudar a los chicos, vístete, que tengo una sorpresa para ti.

… ¿Sorpresa?

… No preguntes, es una sorpresa.

… Bueno, vamos por ella y pasemos por el estudio a dar las últimas instrucciones, el último día siempre se anda a las corridas.

… Amor, estaremos con radio y celulares, por si en algún momento perdiéramos la señal, llevaré la notebook para conectarnos una vez al día, Juan, José, Matías y Marcos quedarán en el estudio, nos avisarán de cualquier novedad, no sigas pensando en el trabajo cuando salgamos.

… Está bien amorcito, pero igual quiero pasar a dar las últimas instrucciones.

… Bueno, a vestirse entonces que iremos primero al estudio así los encontraremos a todos y luego te daré la sorpresa, si te gusta, al regreso la haremos efectiva.

Mañana, nos levantaremos muy tarde, y el resto del día lo dedicaremos a los últimos detalles.

…. Cómo me gusta eso de muy tarde. ¿Por  qué me ha parecido  música celestial para mis oídos?

… Porque lo es, antes de zarpar, esta noche y mañana a la mañana haremos el amor hasta saciarnos, por las dudas a que en el barco haya demasiada gente.

… ¡Pedrito!, que los tiro al mar, el yate siempre ha sido nuestro nidito de amor, más les vale que no nos interrumpan.

… Era broma tonto, lo del yate,…, lo de esta noche y mañana no.

.....¿No estás demasiado elegante para que pasemos por el estudio y otro lugar que desconozco? ¿Acaso tengo que usar corbata?

… No Guiie, vamos de sport, no hace falta la corbata, aunque de regreso te invitaré a cenar en algún lugar lindo.

… ¿Qué me vas a pedir que tienes tantas sorpresas y atenciones?

___ Pedro se le acercó cargado de sensualidad y mientras le acomodaba el saco y le besaba las comisuras apenas, le susurró:

… Que me hagas el amor a morir al regresar, nada más. Lo prometo.

.. Vamos, o comenzaremos ahora y no iremos a ninguna parte.

___ Luego de despedirse de la gente que quedaría en el estudio y de dar las últimas directivas, Pedro condujo hacia El Tigre,  mientras Guillermo no lograba dilucidar adónde irían en esa zona.

… ¿Me llevas a cenar al Delta, tan temprano?

… No amor, si es la tarde recién.

___ Pedro siguió conduciendo junto a casas de madera rodeadas de parques y jardines, donde se veían niños jugando y recorriendo las sendas tranquilas en bicicleta, otros nadando en piscinas familiares. Todo estaba rodeado de árboles, Guillermo sabía que estaban en Nordelta, que era la zona de lujosos countries y pensaba a quién irían a visitar, no recordando conocidos ni clientes de la zona. Tampoco iban hacia el club náutico.

Al cabo de media hora de andar, Pedro se detuvo frente a dos vistosas rejas de metal, enclavadas en un muro de piedra de unos dos metros de alto. Apretó un botón en la manija y una pantalla digital descendió en el lateral de la puerta. Pedro pulsó un número en el panel y las rejas se abrieron dándoles paso a un sendero de piedra, bordeado de árboles, con doble vía.

… ¿Qué es esto precioso? ¿Quién vive acá?

… Nadie que conozcas amor, ya verás.

 Subieron el sendero rodeado de árboles, que demarcaban terrenos de antiguos campos de cultivo. Las hierbas y las flores silvestres habían invadido el lugar, recreando un paisaje rural idílico: un prado, donde apenas escuchaban el sonido de la brisa suave del atardecer, y el sol crepuscular teñía de oro las flores.

Era una postal deliciosa que transmitía paz y Guillermo de pronto se imaginó el lugar urbanizado, con pavimento y césped cuidado, y ellos tumbados en él contemplando el cielo azul del verano. Tenía una sensación extraña y tentadora.

El sendero trazaba una curva y se abría un amplio camino de entrada a una enorme casa construida en piedra, que a Guillermo se le antojaba una mansión suntuosa. Estaban todas las luces encendidas, en el garaje amplio, para cuatro o cinco autos se veía uno, y Pedro ingresó.

… Mmmm. ¿Quién vive aquí precioso? ¿Para qué hemos venido a horas de viajar además?

__ Pedro lo miró sonriendo mientras apagaba el motor y le  sacaba el cinturón de seguridad con un beso al paso.

Bajaron y al acercarse  a la puerta principal de madera, en el umbral al abrirse los esperaba una mujer,  de mediana edad, vestida con un traje ejecutivo que indudablemente conocía a Pedro.

… Buenas tardes Dr. Beggio.

… Buenas tardes Sra. Jones, le presento a mi prometido, el Dr. Guillermo Graziani.

.. Encantada Dr., pasen por favor.

___ Pedro le tendió la mano a Guillermo que lo miraba atónito y sonriendo lo condujo al interior donde Guillermo quedó estupefacto, además de seguir preguntándose quién sería esa mujer.

Entraron a un vestíbulo inmenso y estaba vacío, la casa estaba totalmente vacía. Las paredes de un color desdibujado  mostraban marcas de cuadros descolgados, el piso era de roble descolorido y sin tiempo para asimilar qué estaba pasado Pedro lo llevó al interior.

.. Ven amor.

Lo tenía de la mano y por un pasillo abovedado llegaron a otro vestíbulo interior más grande, presidido por una escalinata curva con una intrincada barra de hierro, llegando al salón estar principal, que también estaba vacío excepto por unas arañas de cristal y una enorme alfombra de tonos dorados desvaídos.

A través de una puerta de vidrio aluminado salieron a una enorme terraza de piedra. Debajo había una extensión de cuidado césped y más allá una vista  que dejó a Guillermo alucinando.

La ininterrumpida vista panorámica resultaba impresionante, sobrecogedora, el crepúsculo sobre el río. A lo lejos islas del Delta, y más lejos aún, en el cristalino atardecer, el sol poniéndose lentamente, irradiando llamaradas rojizas y anaranjadas por detrás del parque y cayendo en el río. Tonalidades carmesíes se derramaban por el cielo azul junto con trazos de ópalos, mezclados con escasos jirones de nubes, y la tierra más allá del río. Era la naturaleza en su máxima expresión, una orquestada sinfonía visual que se reflejaba en las aguas del río y en la de los canales con yates y veleros aquí y allá. Guillermo se perdió contemplando la vista, intentando absorber tanta belleza, recordando las veces en que Pedro al ir hacia el yate y ver las casas de la zona le había dicho que le gustaría que algún día vivieran allí, algún día  entonces parecía ser muy lejano y que quizá estaba próximo a llegar.

Guillermo percibió al suspirar que estaba conteniendo la respiración, sobrecogido, mientras Pedro seguía sosteniéndole la mano, mirándolo de rojo sonriendo con picardía.

… ¿Me trajiste aquí para admirar la vista? Desde ya que es extraordinaria, y Guillermo dejó que sus ojos la saborearan nuevamente...

__Pedro soltándole la mano le levantó la cabeza desde el mentón mirándolo fijo:

…¿Qué te parecería poder contemplarla todos los días de tu vida?

…¿Qué?

___ Los ojos negros  se clavaron en los marrones sin dar crédito a lo que acababa de escuchar.

… Guiie, amor, desde que llegamos que te dije que deseaba vivir por acá. Esta casa hace poco que está en venta. Quiero comprarla si te parece. Tirarla abajo y rehacerla a nuestro gusto, para nosotros.

Los ojos de Pedro brillaban dejando traslucir sus sueños y esperanzas y los de Guillermo  amenazaban con colmarse de lágrimas en breve. La cabeza le daba vueltas, apenas conseguía mantenerse en pie, un torbellino de emociones y sentimientos le nublaban la razón.

.. ¿Vivir aquí,.., contigo,…, en este refugio paradisíaco?.. Durante el resto de nuestras vidas…

… Solo es una idea amor, si no quieres no importa, sé que está algo lejos del estudio y de la ciudad.

… Pedrito, mi amorcito, esto debe valer una fortuna. ¿Por qué quieres tirarla abajo?

… Amor, créeme, puedo pagarla, y pensaba, para rehacerla a nuestro gusto. Más moderna.

 La Sra. es la agente inmobiliaria, vine la primera vez sin ti, he visto cientos de casas y para no molestarte ni te dije, pero ésta la deseo, por ello te traje antes de viajar.

___ Guillermo miró hacia adentro el enorme salón ahora viendo una galería con baranda arriba que debía ser el rellano de la planta alta, una inmensa chimenea y un enorme ventanal que se abría a la terraza.

… ¿Podemos echar un vistazo a toda la casa?

___ Guillermo los miraba a uno y a otra parpadeando de incredulidad.

… Claro, para eso hemos venido.

___ La agente inmobiliaria les proporcionó la visita guiada,  y el discurso acompañante.

… La casa tiene 500 metros cuadrados, en un total de dos mil metros circundantes. Además del salón estar que dejamos, tiene  una enorme cocina comedor, otro comedor de diario, una biblioteca, un estudio, toilettes de recepción, y para sorpresa general un acceso a un spa, con piscina climatizada, sauna y gimnasio lo cual hacía que a Pedro le brillaran los ojos, desde allí una escalera a un sótano, y una puerta a un salón de juegos, un microcine y una cava de vinos.

… Guiie, la casa es preciosa, se nota que ha sido el hogar de una familia feliz.

Ahora está un poco descuidada pero tiene las amenities de un edificio.

…No hace falta echarla abajo amorcito, no hay nada que no se pueda remodelar y el diseño es perfecto.

___  Por una escalera de hierro, accedieron a la planta alta, y la emoción los embargaba por completo, la casa tenía todo lo que se podía desear  en un hogar.

…¿No podría convertirse esta casa en algo más moderno remodelando?

… Supongo que sí, tendríamos que traer a gente especializada.

___ Entraron a la suite principal, con ventanales de piso a techo que daban a un balcón terraza con la misma vista que desde el estar de abajo y al mirarse parecían pensar que desde la cama podrían pasarse un día contemplando a través de los ventanales lo que se les ofrecía, los barcos navegando, los cambios de tiempo, el cielo. El yate de Pedro podría anclar en el canal.

En la planta había cuatro dormitorios con baño privado, como para los niños y huéspedes.

… ¡Niños!, precioso, hay cuarto de juegos, piscina y espacio para que…

… Shhhh…

… En el terreno puede instalar unas cuadras y cercas Dr.

.. ¿Qué?, ¿Caballos?

… Me gusta cabalgar Guiie.

… ¿La cerca estaría en los terrenos del prado?

… Sí Dr.

.. Para mí el prado es un lugar para hacer picnic, no para que sea invadido por esos espantosos cuadrúpedos satánicos malolientes.

… ¡Guiie!

… Perdón amorcito, pero hay club para esas actividades si deseas cabalgar.

___ Al regresar al salón Pedro lo llevó nuevamente a ver las luces centelleando de casas y barcos reflejadas en el río desde la terraza, volvió a tomarlo de las manos y colocándose enfrente fijó la mirada en la de Guillermo.

… Quería comprobar si te gustaba antes de comprarla. ¿Te gusta?

… La vista me hace alucinar, y la casa..., también.

… ¿En verdad te gusta?

… Pedrito, me conquistaste desde la entrada, sin más.

___ Pedro suspiró regalando la sonrisa con hoyuelos que trajo el día de regreso y de pronto llevó las manos al rostro de Guillermo y sus labios cubrieron los finos en un beso profundo y agradecido.

Se despidieron de la agente, quedando en hacer el boleto compra- venta en enero, para luego iniciar las reformas intentando que estuviera lista para el regreso del viaje de luna de miel si no lo lograban para antes de éste.

En el auto de regreso Pedro estaba radiante.

.. ¿Entonces la vas a comprar, sin ver nada más?

.. Está decidido amor. Es lo que soñábamos.

..¿Vas a vender el loft?

.. No hará falta. Créeme, nos lo podemos permitir...

…¿Podemos? ¿Te gusta ser rico?

… ¿Y a quién no amor?

.. A mí nunca me interesó el dinero.

.. Ni a mí, pero nunca hemos pasado hambre tampoco.

.. La riqueza es algo a lo que nunca he aspirado.

.. Ni yo, y eso me encanta de ti. No lo seremos por vivir acá, pero podemos.

… ¿Adónde vamos?

… A cenar fuera, a festejar.

.. ¿La casa?

.. Claro amor, antes de zarpar me interesaba dejar ya esto resuelto.

… ¿Dónde?

…. ¡Uy Graziani!, que preguntón, en algún restaurante coqueto de la zona, aunque no te gusten los mariscos. Mentira, reservé una mesa en el restó del piso más alto de Sheraton Retiro con vista a Puerto Madero.

… Amorcito, ya estamos haciendo vida de ricos.

… Es una cena con mi casi esposo, una vez amor, por favor. ¿Acaso no estuvimos en Sheraton Mendoza al llegar al país?

___ Al entrar salir del ascensor y apenas entrar les ofrecieron una copa de champán y se acercaron a los ventanales con vista al río, antes de dirigirse  la mesa de un sector privado.

Cuando Pedro le corrió la silla a Guillermo le mordisqueó la oreja haciéndole estremecer.

…¿Ya estás coqueteando conmigo precioso?

… Sí, estoy jugando con usted Dr. Graziani. ¿Qué piensa hacer al respecto?

… Tengo toda la cena para que se me ocurra algo al respecto.

___ Las miradas y sonrisas se cruzaron y los músculos en ambos se tensaron comenzando a desearse con desesperación.

… Me preocupa un poco que tengas tanta facilidad para excitarme Guiie.

Sé que me estoy ruborizando, que debo tener los ojos encendidos, como tú ahora que lo veo.

… Soy yo el que no puede resistirse a tus encantos precioso mío...

Ven, siéntate a mi lado mejor.

___ Guillermo le entregó la copa de champán mirándolo en profundidad con una mezcla de Amor, deseo y agradecimiento que a Pedro lo incendió y la sangre le entraba en ebullición en la mirada, mientras Guillermo apoyaba las manos en sus muslos separando un poco las piernas terminando de tensarlo.

El camarero llegó con  el primer plato, ya habían pedido un Cabernet y un Malbec.

… Come precioso.

… Creo que ya no tengo hambre de comida Guiie.

___ Eran todo sonrisas, miradas y roces sensuales que los encendían y devastaban sin remedio, cada vez que las manos se rozaban la electricidad los fulminaba y cuando las manos se apoyaban en los muslos acariciando se sentían morir y se conformaban con deshacerse en los besos.

Cuando el camarero retiró los platos y los cambió por el principal ni siquiera lo registraron, absortos en las caricias y en los besos.

… Espero conseguir hacerte el amor apenas llegar a casa esta vez, porque estoy desfalleciendo.

… No cuentes con eso, Pedro lo provocaba sonriendo para regresar a morderle los labios y a dominarle la boca mientras Guillermo paseaba las manos por los muslos y más.

… Come Pedrito, imagina cómo estaremos al llegar a casa. Estoy impaciente porque me lleves.

… Si empiezo a arder aquí, en el piso  que no recuerdo, será tu culpa.

… Ya encontraremos el modo de apagar el fuego, en casa, come ahora.

___ Saborearon el plato de lomo con verduras que estaba exquisito, y Pedro comenzaba a seducir a Guillermo en cada movimiento de la boca al comer, con los cubiertos y en la manera de saborear la comida, ronroneando y alternando con caricias por debajo de la mesa.

.. ¡Basta!, sé lo que estás haciendo

… Ya sé que lo sabes, de eso se trata.

___ Los ojos en las miradas ardían y se pasaban la lengua por los labios entreabiertos a propósito, despacio, mordían emitiendo sonidos placenteros, hasta que Pedro gimiendo le acarició el muslo y las pupilas se dilataron, pero Guillermo le tomó la mano llevándola a su boca besándola.

.. No me sigas provocando.

___ Levantó la copa de champán para hacer el brindis por la casa.

.. Felicidades amorcito.

___ Luego de chocar las copas regresaron a la comida.

.. Come, no iremos a casa antes, y entonces celebraremos de verdad.

___ La expresión fue tan apasionada y salvaje que Pedro se derritió en la anticipación.

… Guiie, no tengo hambre. No de comida.

… Come, o te pondré sobre mis rodillas, aquí mismo, y daremos un espectáculo delante de todos.

… Solo quiero ir a casa y hacer el amor.

… Yo también, y eso haremos. Come.

___ Guillermo lo miraba furtivo comiendo a desgano y era delicioso, provocador, sensual pícaro, seductor, y suyo y se sentía en el Paraíso sin estarlo. Mientras el deseo no paraba de crecer a cada movimiento, a cada roce, mirada, beso, caricia, hasta que al fin terminaron la cena.

.. ¿Ahora qué?

.. ¿Ahora?

Nos vamos, creo que tienes ciertas expectativas que son las mías y se contemplaron desnudándose mientras pedían la cuenta, impacientes por llegar a la casa, esperando que la familia estuviera durmiendo.

Cuando llegaron a la casa, estaba a oscuras y subieron besándose lentamente, hasta que Guillermo abrió la puerta de la habitación y la cerró tras ellos perdiéndose luego ambos en la mirada profunda.

Pedro alargó la mano hasta el control remoto inundando la habitación de una melodía sensual, bajando el volumen dejando un compás lento, hipnótico y ambiental, una música ideal para hacer el amor.

Estaban en medio del cuarto con el corazón palpitante furioso, la sangre en ebullición en las arterias, al ritmo seductor del compás de la música.

Guillermo le sostuvo el mentón con los dedos dándole un beso suave en las comisuras de los labios más excitante que uno intenso, para luego acariciarle los labios con los dedos mientras Pedro se estremecía.

…¿Qué deseas hacer precioso?

… Estar aquí, hacer el amor como gustes.

___ Luego de una pausa eterna, enterrados en la mirada audaz y sensual, Guillermo le susurró:

… Son tantas las posibilidades, en tono grave y excitado, no nos alcanzaría la noche, pero empecemos por quitar las barreras, ¿no crees?

Quítate la ropa amorcito, despacio, para que pueda disfrutarte y tú a mí.

___ Se fueron desvistiendo uno frente al otro, agónicamente lento, mirándose y mirando lo que comenzaba a asomar, cuando las camisas comenzaban a caer descubriendo los hombros y más, hasta caer en cascada al piso, los labios se tentaron curiosos con la piel descubierta y allí fueron a posarse, mientras las manos desabrochaban los cintos y los pantalones, bajando los cierres y las prendas al cúmulo de ropa del que se desprendieron levantando los pies para unirse piel a piel, desnudos, expuestos y,…, jadeantes.

Los dedos jugaban en el cuello desparramando corrientes eléctricas por doquier, mientras los labios se buscaban para sellarse con ternura.

Finalmente Guillermo hundió los dedos en el cabello de Pedro echándole la cabeza hacia atrás, besándolo fuerte, apasionadamente, con la lengua implacable dominando territorios, despiadada y ardiente. Una de las manos se deslizó por la espalda tallando caminos y se fue a detener en los glúteos, y al apartarse los labios jadeaban y las miradas eran incendiarias. Los labios quedaron hinchados por el beso y Guillermo lo rodeó besándole el cuello provocándole escalofríos intensos mientras le recorría la columna., para regresar a la garganta mientras Pedro se deleitaba en el sabor de los labios.

…¿Vas a decirme lo que estás pensando?

… No, iré improvisando en el camino.

… ¿Qué hago?

… Lo que vos quieras precioso.

… Bueno, me gusta lo que tú desees.

Guillermo esbozó una sonrisa sensual acariciándole las mejillas alargando las manos.

… Soy tu amante, tu mentor, y pronto seré tu esposo, me gustas relajado, riendo.

___ Pedro sentía que el corazón se le escapaba a fusionarse con el de Guillermo, de felicidad, de pura felicidad compartida al fin sin reparos y sin obstáculos.

Y de repente la dicha se trasladó hacia abajo y a la profundidad del ser, tensando los músculos y apoderándose de voluntades.

Guillermo lo fue conduciendo hacia la cama y Pedro se colocó de rodillas frente a él, que descendió las manos por los muslos, y desde las rodillas le separó las piernas quedándose plantado justo delante en un beso íntimo que los devastó, con los ojos entornados mirándose y la proximidad embriagadora.

…”Este hombre va a ser mi marido en poco tiempo. ¿Qué más puede desear alguien con un marido como éste?”

Pedro no pudo resistirse más y deslizó sus labios entreabiertos por el mentón de Guillermo, saboreándolo con la lengua, en una mezcla tremendamente deliciosa. Guillermo cerró los ojos, suspirando y apartándose.

… Para precioso, o esto terminará mucho antes de lo que ambos deseamos.

… Eres irresistible.

… Vos también, pero no me distraigas.

.. Me encanta distraerte.

… Pórtate bien.

___ Pedro se contuvo inhalando el perfume y el aroma de Guillermo, mezcla de gel de ducha, perfume y aroma propio que eran su perdición. Tenía la respiración acelerada, el corazón en galope franco, la sangre en ebullición, esperando,…, con una dulce y ardiente expectación que le quemaba por dentro y  la música de fondo resonando por todo el cuerpo.

Guillermo se frotó las manos con un aceite aromático y le acarició las mejillas con los nudillos, recorriendo la mandíbula hasta la barbilla y las caricias le provocaron un exquisito estremecimiento total.

 La mano pasó a la nuca, resbaladiza por el aceite que extendió suavemente por la garganta, a lo largo de las clavículas, sobre los hombros, trabajando delicadamente con los dedos en cada surco y sendero dibujado al paso.

Con la otra mano emprendió otro provocador recorrido simétrico desde el otro hombro por la clavícula, descendiendo por el torso  hacia los pezones cada vez más anhelantes, ávidos de caricias, mientras Pedro gemía suave arqueando el cuerpo hacia las diestras caricias, pero Guillermo deslizó los dedos por los costados, siguiendo  el compás de la música, evitando deliberadamente los pezones y murmurándole palabras de amor con voz suave y sensual.

Rozándolo en los labios mientras continuaba masajeándolo, el abdomen y más abajo. Tras un beso fugaz, deslizó la nariz a la nuca inhalándolo en profundidad, bajando por el cuello y susurrando, mientras Pedro se perdía y ardía en la voz, las caricias, las manos, la cercanía…

… Muy pronto al fin serás mi esposo para poseerte y protegerte para siempre.

.. Sí, para honrarte y para amarte, te adoraré con mi alma y con mi cuerpo, para siempre.

… Sí.

Guillermo seguía masajeándolo, excitándolo con las palmas y con los dedos, y Pedro jadeaba con los labios entreabiertos. Al fin las manos descendieron a jugar con los pezones, haciéndolos girar entre pulgar e índice sin pausa, con caricia experta que los endurecía y agrandaba, creando una oleada de placer descendente, mientras Guillermo murmuraba y Pedro gemía ante los pellizcos, los giros y caricias, agudas, placenteras, intensas, agradables.

… Siéntelo.

.. Lo siento. Todo siento.

Las manos de Guillermo recorrieron el cuerpo nuevamente, descendiendo hasta el sexo de Pedro y hacia las nalgas y mientras lo provocaba con las manos por delante y por detrás lo incitaba con los labios en la nuca, acariciando por delante con la palma de una mano, introduciendo los dedos por detrás, deslizándolos entre las nalgas, untando el aceite, hasta hacerlos ingresar  al tiempo que Pedro gritaba jadeando y gozando.

Guillermo giraba los dedos, adentro, afuera,  y los gemidos crecían, ante lo cual Guillermo los ahogó con la boca invadiendo la de Pedro, y era una sensación extraordinaria de posesión por todos lados que superaba lo conocido y experimentado, y Guillermo sofocaba los jadeos en su boca.

Pedro sentía que su cuerpo comenzaba a ascender una cima en donde ya no sabía si podría controlar la escalada.

… Shhh, tranquilo, siente.

Guillermo con sus manos rodeó la cintura, sujetándolo, pero Pedro ya no podía concentrarse en un punto ni en nada. El cuerpo ascendía, y ascendió más y más hasta el estallido brutal , demoledor, con sus vibraciones implacables, Guillermo moviendo las manos fuertes oleosas, alrededor y por debajo de las caderas, tocando, frotando, presionando, sintiendo, masajeando la piel, por delante y por detrás y la sobreestimulación era devastadora en Pedro.

.. Qué hermoso sos.

___ Y de repente nuevamente los dedos ingresaban en su recorrido, untados, percibiendo la sensación alguna vez prohibida, ahora plena, deliciosa, pero, muy agradable, y se movían despacio, entrando y saliendo y besando susurrando.

Pedro estaba suspendido en lo alto, cada vez a mayor altura, sobre un enorme precipicio, y voló, cayendo vertiginosamente precipitándose a tierra. No pudiendo contenerse más gritó, mientras el cuerpo ante la irresistible plenitud, convulsionaba en el clímax, estallando en sensaciones que dominaban todo su ser, y allí estaba, suspendido en un orgasmo que duraba y seguía mientras Guillermo continuaba el martirio con los dedos entrando y saliendo y la otra mano girando los pezones,  besándolo, hasta que al fin lo abrazó envolviéndolo, mientras el cuerpo de Pedro continuaba convulso por la pulsión interior disparada mientras Guillermo retiraba los dedos y Pedro estaba en sus brazos perdido, absolutamente perdido en un mundo de sensaciones abrumador. Era respiración alterada, exhausto de deseo, y dulce, placentero y celestial olvido de todo.

Apenas fue conciente de cómo Guillermo lo recostó en las sábanas frescas, y al cabo de un momento sus manos aún untuosas le masajeaban las piernas, las rodillas y los hombros, notando la cama hundirse cuando se tumbó a su lado.

… Maravilloso.

__Cuando Pedro consiguió abrir los ojos encontró la mirada profunda y la sonrisa embriagada por su éxtasis.

.. Creo que intentas matarme para escapar al casamiento amor.

… Muerto por éxtasis. Es la mejor forma de morir precioso, si pudiera elegirse, ¿no crees?

… Puedes matarme así siempre.

Pedro apenas se incorporó y recordó que estaba desnudo, espléndido, preparado para todo,  y entonces le tomó la cara entre las manos, llevando su boca contra la suya. Pero Guillermo se apartó parándose, cambió la música y le susurró…

… Quiero hacerte el amor.

Sus labios buscaron los gruesos al tiempo que se tumbaba detrás e ingresaba penetrando profundo ardiendo  como brasas mientras Pedro volvía a sentir que se elevaba a cada embate, más y más, increíblemente estaba nuevamente a su lado, juntos, a punto de volver a caer a tierra, y aferrándolo por detrás se rindió ahora con su hombre, nuevamente a la liberación, y Guillermo se dejó ir del mundo con la cabeza hacia atrás gritando el nombre de Pedro, estrechándolo en sus brazos derrumbándose contra su nuca y permanecieron allí, fusionados, exhaustos, felices, con el hombre que amaban, en éxtasis, con la música, uno en el otro y con el otro, y todo lo pasado dejó de existir, superados por las sensaciones y los sentimientos mutuos, profundamente enamorados, al tiempo que las lágrimas caían.

… Precioso, sigo dentro de ti, no llores.

… Te amo demasiado.

___ Guillermo absorbió las palabras en un beso con devoción y los ojos ardiendo de amor.

… Y yo amorcito precioso. Vos me completas. Sos mi Amor Absoluto como siempre supiste.

__Y se quedaron hablando y planeando, enredados, sin conciencia del tiempo.

Pedro lo besó suavemente en las comisuras.

… ¿Qué adoras de mí?

.. Esto.

___ Guillermo pasó acariciando sus dedos por los labios.

….Lo que sale de ellos, lo que hacen con los míos, lo que haces con ellos.

Y esto, señalando y acariciando la sien, porque sos brillante, inteligente, competente en todo.

Pero sobretodo adoro esto: acariciando el pecho en la zona del corazón, sintiendo el latido constante y uniforme ahora. Sos el ser más bueno, compasivo y comprensivo que he conocido jamás.

Sos impresionante.

¿Y vos? ¿Qué adoras de mí?

… Todo mi amor, todo. Te amo.

___ La expresión de Guillermo derritió a Pedro que sintió el deseo renovado de lanzarse en sus brazos y sin pensarlo dos veces lo hizo sin demora, sin reparos, sin reservas.

----- Pedro despertó muerto de calor, rodeado por el cuerpo de Guillermo, atrapado en él y con sed de siglos. Se liberó con suavidad de sus brazos, no despertándolo, luego de sus piernas hasta incorporarse viendo que era  la madrugada. Despacio  abrió la puerta y fue a la cocina por una jarra de jugo, regresó sirviéndose y el pomelo helado le pareció exquisito. Al asomarse a la ventana, las luces de Bs. As. parpadeaban y se deslizó hacia el piso bebiendo un segundo vaso de jugo, preguntándose si habría podido vivir allí o en el loft luego de todo lo sucedido en ambos lugares en el pasado de Guillermo, la idea de matrimonio aún se le antojaba increíble y asombrosa, pero nada en sus vidas no lo era, desde su encuentro en Mendoza.

Cerrando los ojos disfrutaba de la tranquilidad de la noche bebiendo el jugo, pensando en los votos matrimoniales: “En la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo”,… cosas que en verdad ya habían cumplido y aplicado sin papeles...

La apacible tranquilidad del momento se vio interrumpida por un grito desgarrador, visceral, primitivo que le erizó la piel y puso en alerta a su cuerpo.

… Guiie, mi amor, ¿qué pasa?

Se incorporó  de un salto saliendo corriendo hacia la cama  con el corazón palpitando de miedo mientras Guillermo se retorcía frenéticamente en la cama al encender la lámpara de noche, preso de una angustia abrumadora llorando y nombrándolo, gritando:

…! NO!

___ El sonido desgarrador y espeluznante lo desgarró, era una pesadilla.

¡Guiie amor despierta!

___ Lo tomó por los hombros zarandeándolo, él abrió los ojos, salvajes y vacíos examinaban perdidos la habitación, antes de posarse en él.

… Te fuiste, te fuiste, debes  haberte ido, apenas balbuceaba, tan perdido que a Pedro le partía el corazón.

… Estoy aquí, mi amor mírame, estoy a tu lado como siempre, solamente fui por un jugo porque tenía sed y calor, pero no me fui ni me iré nunca de tu lado. ¿Por qué mierda aparece esto ahora? Toma, bebe.

… Te habías ido.

___ Seguía teniendo los ojos colmados de pánico pero comenzaba a tranquilizarse.

… Amor, solamente fui a buscar algo de beber. Tenía sed.

__ Guillermo se tomó el rostro frotándose la cara abriendo y cerrando los ojos.

.. Estás aquí, gracias a Dios, tuve tanto miedo.

___ Se acercó a Pedro sujetándolo con fuerza volviéndolo a tumbar a su lado.

 Y Pedro sintió la intensidad de su miedo. Tenía la camiseta empapada en sudor, y cuando lo atrajo su corazón latía con fuerza. Lo miraba intensamente como para asegurarse que estaba allí y Pedro le acariciaba el rostro con ternura.

… Guiie, mírame amor, no me voy a ir a ninguna parte, ni ahora ni nunca.

… Pedrito, mi amor.

___ Guillermo lo tomó de la barbilla y lo acercó hasta que su boca estuvo en la suya.

 El deseo lo invadió y al instante el cuerpo de Pedro respondió, tan sincronizado al suyo como siempre... Guillermo paseó los labios por la oreja, por el cuello, y nuevamente fue por la boca arrasándola, sus dientes tirando de los labios de Pedro devorándolo, sus manos arrollando la camiseta hasta quitársela por la cabeza, acariciándole, sintiendo la piel bajo sus dedos, provocando en Pedro la inevitable espiral de sensaciones conocidas, haciéndolo estremecer desde las profundidades y gemir cuando las manos fueron al torso y los dedos a los pezones.

… Te deseo con locura amorcito.

… Estoy aquí, hoy, mañana, y pasado, y en un año y siempre para ti.

___ Guillermo suspiró y lo besó nuevamente con ardor y con pasión, con un fervor y una desesperación que no había sentido nunca y no tenía explicación en este momento feliz de sus vidas.

Las miradas eran serias y anhelantes, llenas de deseo, pero vulnerables. Guillermo colocó las manos alrededor de la cara de Pedro y besándolo cayeron en la cama, él medio tendido sobre Pedro, con uno de sus muslos entre los de Pedro que notó en las caderas la erección presionando a través de los bóxers demostrando el deseo ferviente y urgente. Le mordisqueaba la oreja y el cuello, Pedro gimió al sentirlo en su sexo y se arqueó, se derretía por dentro.

.. Te amo Pedro. Te necesito. Quiero hacerte el amor.

 

___ Se colocó sobre Pedro mirándole el alma y ante la tenue luz de la lámpara Pedro lo vio atrapado en él, en su hechizo, en su amor, alargó las manos para acariciarle la mata de vello del pecho, las subió hasta los hombros notando el temblor que recorría la totalidad de Guillermo que cerró los ojos encandilado y gemía cuando Pedro con ambas manos en la espalda lo atrajo a sus brazos y Guillermo enterró la cabeza en su cuello, lo besó, lo chupó, lo mordió, siguiendo por la barbilla a la nariz y descendiendo a besarlo, su lengua poseyó su boca, y sus manos fueron de paseo por su cuerpo. Sus labios bajaron,…, bajaron, hasta los pezones adorándolo a su paso mientras las manos de Pedro seguían en los hombros y en los músculos de la espalda, disfrutándolos y a la piel aún empapada tras la pesadilla.

Cerró los labios en los pezones de Pedro, chupando, tirando y Pedro se alzó para recibir su hábil boca en ellos.

Guillermo casi gritó su nombre con devoción y deseo, llegando al alma y a las vísceras de Pedro y tensándole todos los músculos. Jadeaban y acompasaban latidos y respiración.

Las manos de Guillermo bajaron al abdomen y hasta el sexo… y sus dedos estaban sobre y dentro de Pedro por detrás moviéndose como él sabía y Pedro empujando la pelvis hacia sus manos.

De pronto lo soltó para sacar los bóxers. Pedro se maravilló pensando en lo que podía provocar en su hombre y al fin lo tuvo encima disipando pensamientos y temores, encerrados en abismos profundos, pero de repente Guillermo giró colocándolo encima.

… Vos, tómame vos, con los ojos brillando con intensidad febril.

 Y Pedro besando desde la nuca a la espalda, despacio, muy despacio se hundió en profundidad en él que gimiendo echó la cabeza atrás cerrando los ojos aliviado. Pedro le sujetó las manos y comenzó a moverse, gozando de la plenitud de su posesión, de la reacción de Guillermo estrechándolo y recibiéndolo con devoción, viendo como se distendía para acogerlo, Pedro se inclinó a besarlo, deslizando suavemente los dientes por la mandíbula mientras Guillermo se aferraba de sus muslos por detrás ralentizando el ritmo de los embates, haciéndolo lento y pausado gritando a cada uno y Pedro arañándole el torso por delante con suavidad y atrayéndolo con fuerza a los labios para poseer su boca también y acompasar los ritmos de arriba y de abajo, sintiendo de su garganta un gemido hondo, ronco, profundo.

 Pedro embestía cada vez más rápido y profundo, girando las caderas, besándolo con ardor.

… Vamos amorcito, juntos.

 Y estallaron al unísono, el cuerpo de uno esclavo del otro, Guillermo envolviendo la liberación en el interior de su ser, Pedro derramando su fruto gritando su nombre y llegando  al éxtasis  para al fin derrumbarse, presionándolo contra el colchón sin aliento.

Acunó a Guillermo largo rato en sus brazos, con su cabeza descansando en su pecho, mientras yacían saboreando los restos de la pasión amorosa. Guillermo le pasó los dedos por el pelo y ambos escuchaban latidos y respiración retornando a la normalidad.

… No me dejes nunca precioso.

… Cuéntame la pesadilla. Pedro se movió provocativamente debajo y lo hizo sonreír.

… Me gusta  lo que haces. Se inclinó y lo besó.

No recuerdo ahora, pero por algún motivo te perdía y sos tan valioso para mí. Por ello quiero que nos casemos, para cuidar de ti, para buscar tener hijos de alguna manera.

 Te amo Pedro, con el alma y con el cuerpo, para siempre.

… ¿Hijos?
… Sí precioso, ¿o para qué buscaste una casa enorme?

Es tarde y queda el equipaje por hacer en el día. Deberíamos dormir, las cuatro de la mañana.

Guillermo alargó la mano para apagar la luz y lo atrajo a Pedro a su pecho, envolviéndolo en sus brazos acariciándole el cuello con la nariz inhalándolo, embebiéndose  de su aroma.

…Te amo precioso. Quiero que estés a mi lado, siempre. Ahora duerme.

… Pedro le besó suavemente y al susurro de “te amo” cerró los ojos abrazado  y hundido en su lugar en el mundo.

 Continuará.

“Incluso cuando os una

un magnetismo milagroso,

tendréis que solucionar

algunos problemas.

Richard Bach”